17 de junio de 2014

Taller Literario: CITA INELUDIBLE, de Mª Cruz García


CITA INELUDIBLE

En cierto modo nunca faltó a su palabra. Estaba allí, como de costumbre. Esperando a que yo diera el primer paso.

Se asomaba a la ventana y le veía, paciente, fumando un cigarrillo, esperando a que ella acudiera a su cita. Impecable en su apostura, vestido moderno, casual pero elegante; la gente que pasaba a su lado le admiraba, tenía que pensar que era un gran tipo. Él se sentía satisfecho de su aspecto, se conocía y sabía sacar el máximo partido de su físico y de esa forma de ser irresistible, de tal manera que nadie podría negarse a hacer su voluntad.

Se vistió y se vio muy elegante con ese toque chic que le caracterizaba y dejaba boquiabiertos a los hombres que la deseaban y la devoraban con la mirada.

Lo pensó mejor y se sentó, decidió no acudir a la cita. Había prometido a sus padres que no acudiría más. Ellos la querían mucho y estaban muy preocupados por esos encuentros con aquel hombre.

No pudo dominar por más tiempo sus impulsos, se decidió y salió de casa. Despacio se acercó y se saludaron estrechándose la mano, cogió su bolsita y casi echó a correr para volver a su casa.

Se sentó en el borde de la cama, esnifó y pasó sin transición a otro mundo, el del ensueño, olvidándose de los fantasmas que siempre la acompañaban, mitigando el dolor que le roía las entrañas desde la muerte de su hijo, y sabiendo que siempre tendría a aquel hombre, puntual a su cita, para proveerle de la droga a la que no podía renunciar...

Mª CRUZ GARCÍA, abril 2014

Taller Literario Domus Pucelae. Texto nº 5
Ilustración: "La familia bien, gracias".


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