NO SÉ POR
QUÉ
A veces
lloro a solas.
Furiosamente.
No sé por
qué.
Será porque
me empeño en poseer
aquello que
es imposible poseer;
el mar en
los bolsillos,
las
estrellas en el cáliz de mis manos,
tus ojos
dentro de mi mirada.
También por
el dolor;
ese dolor
espeso y agrio de la vida
sobre toda
esa gente que podría ser yo,
que soy un
poco yo.
Y de pronto,
retorno al
gran camino.
A ese
espacio
donde las
cosas son, a su manera.
Desabrocho
la oscuridad,
toco la piel
del día.
Y ya no hay
más
que estas
ganas de hacer mejor el mundo,
que esta
ternura sin cauces que te entrego,
que este don
de existir.
TONI MURILLO, 2016 (Poema publicado en la
Revista Atticus Siete en enero de 2017).
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