4 de enero de 2021

Visita virtual: EL BELÉN DE SALZILLO, un universo narrativo y costumbrista en Murcia











BELÉN
Francisco Salzillo (Murcia, 1707 - 1783)
Roque López (Era Alta, Murcia, 1747 - Murcia, 1811)
1776-1783 / 1783-1800
Madera y terracota policromada
Museo Salzillo, Murcia
Escultura tardobarroca y rococó

 

 






Anunciación

     En el Museo Salzillo de Murcia se expone el célebre belén que el escultor Francisco Salzillo realizara entre 1776 y 1783 a petición de Jesualdo Riquelme Fontes, señor de Guadalupe, que lo encargó como divertimento doméstico para sus hijos. Tras la muerte del escultor, teniendo en cuenta que una de las características de los belenes es el incremento paulatino de la colección, el belén fue continuado por sus discípulos en el último cuarto del siglo XVIII, estando documentada la intervención de Roque López, escultor formado en el taller de Salzillo, y de su hijo José López (Murcia, 1769-1811), escultor premiado por la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Murcia, institución a la que pertenecieron tanto Francisco Salzillo como su cliente y amigo Jesualdo Riquelme, cuya familia poseía obras del escultor por la amistad de este con Joaquín Riquelme, padre de Jesualdo.

Este conjunto fue realizado en la senectud del escultor, que marcó la idea general de la colección y estableció las pautas respecto a escala, técnica y estilo. Se conservan cinco antiguas arquitecturas de la escenografía, junto a otra realizada en época contemporánea. El belén, compuesto por 556 personajes y 372 animales, presenta un conjunto de figuras en terracota policromada cuya altura media oscila entre los 24 y 29 centímetros, medidas próximas a la terzina o canon de los belenes napolitanos.

       El belén permaneció en el palacio familiar, en poder de los descendientes de la familia Riquelme, hasta 1906, año en que murió sin descendencia Rosa María de Bustos Riquelme, de la Real Orden de las Damas Nobles de la Reina María Luisa, marquesa de Salinas del Río Pisuerga y biznieta de Jesualdo Riquelme, que por vía testamentaria dejó el conjunto de figuras y sus armarios a su sobrino Alfonso de Bustos y Bustos, al que pedía que lo tratara con esmero y que no se desprendiera de tan importante patrimonio familiar. Sin embargo, tras el traslado del conjunto a Madrid, el heredero lo puso en venta depositándolo en el Museo Arqueológico Nacional. En 1915 el Ministerio de Instrucción Pública autorizaba su compra por la Junta del Patronato del Instituto Alfonso X el Sabio de Murcia, que lo destinó al Museo Provincial de Bellas Artes de esta ciudad. Tras la creación del Museo Salzillo en 1941, el belén se instaló en él en 1957 para ser expuesto de forma permanente, convirtiéndose por su temática en una de las singularidades del Museo.

Salzillo configuró un guión narrativo basándose en diferentes textos canónicos y apócrifos para establecer la primera fase de elaboración del belén, entre 1776 y 1783, con una secuencia cronológica que comienza con la Anunciación y continúa con grupos que representan los pasajes del Sueño de San José, la Visitación, la Búsqueda de posada, el Anuncio a los pastores, el Nacimiento, la Lectura del Romance, el Cortejo de los Reyes Magos y la Purificación en el Templo, terminando con la Huida a Egipto.

Sueño de San José

     A la muerte de Salzillo en 1783, tomó el relevo Roque López, que estuvo dirigiendo los trabajos del belén hasta 1798, año en que muere Jesualdo Riquelme. Primero realizó las figuras del Palacio de Herodes, con su magnífica guardia herodiana, ocupándose a partir de 1800 del dramático grupo de la Matanza de los Inocentes, con el que el belén fue concluido. En el protocolo de Atienza de 1798, inventario realizado por Roque López tras la muerte de Jesualdo Riquelme, se citan como artistas colaboradores al escultor José López, hijo de Roque, y al carpintero Pedro Collado, autor del pórtico del Nacimiento.

Las diferentes escenas incluyen notables arquitecturas, unas ambientadas en el siglo XVIII, como la casa de María, que inspirada en las construcciones urbanas de la época conserva un mobiliario rococó añadido en el siglo XIX; la casa de Santa Isabel, que reproduce una refinada vivienda huertana; o el palacio de Herodes, basado en la arquitectura nobiliaria local de aire clasicista renacentista. Otras se inspiran en antiguos templos, como las ruinas del templo clásico en que se ubica el Nacimiento, o el templo de la Purificación, que toma como modelo el templete romano de San Pietro in Montorio, obra de Bramante.

Sueño de San José

     Junto a los personajes sagrados que establecen el hilo de la narración, al igual que ocurría en la pintura o la literatura de su tiempo, Salzillo incorporó toda una galería de tipos populares, de carácter costumbrista, que por los sutiles detalles son todo un documento etnográfico de la Murcia de su tiempo, estableciendo un precedente después seguido en muchos territorios españoles. Según afirma el escritor ilustrado Ceán Bermudez, Salzillo alojaba mendigos en su casa que tomaba como modelos para algunas figuras. De modo que en el ámbito de las escenas evangélicas el escultor incorporó una sugerente muestra de tipos y expresiones —en ocasiones con retratos de gran realismo— que reflejan los usos y costumbres del campesinado y la huerta, con alusiones a la música y al baile en los momentos de solaz, así como la actividad de algunos oficios del momento, como carniceros, músicos o cazadores.

En el repertorio es posible encontrar pastores reunidos avivando una hoguera, incluyendo zagales, entre los que destacan las expresivas figuras de un pastor desollando un cordero o de otro que intenta que un perro no le arrebate la comida. Como en todo belén, junto a ellos se encuentra un buen número de animales, como diferentes tipos de vacas, toros, cabras y ovejas, así como perros y diferentes aves migratorias que anidaban en el Mar Menor, todos ellos tomados del natural. 

Visitación

     Como apunta Concepción de la Peña, bajo la presencia de pastores y corderos subyace el resurgir durante el Barroco del simbolismo de Cristo como Buen Pastor, extrapolado a la Virgen como Divina Pastora, con referencias al cordero como animal sacrificial. Por otra parte, la presencia de pastores y pastoras podrían derivar de la tradición de los autos sacramentales relacionados con el Nacimiento, vigentes hasta que fueron prohibidos en 1765.   

Entre los tipos populares es especialmente interesante el grupo formado por una decena de figuras que representan la Lectura del Romance, donde un joven pastor lee en plena naturaleza mientras le escuchan otros de diferentes edades apoyados en sus cayados, lo que supone la difusión de la buena nueva por la voz humana en clave festiva y de celebración. En este grupo ideado por Salzillo, tan poco común en los belenes, representa un ejercicio de lectura en voz alta en el medio rural, trascendiendo la voluntad de los ilustrados, como lo eran el escultor y su cliente Riquelme, de utilizar la lectura oral como medio de alfabetización en el ambiente campesino y entre las clases sociales más desfavorecidas, como medio de transmisión de conocimientos entre la población iletrada, representando la difusión del saber, la experiencia y las tradiciones a través de la cultura de la oralidad común entre las gentes del campo.

     Todas las figuras del medio rústico presentan vistosos rasgos en su indumentaria como recurso narrativo, convirtiendo Salzillo al campesinado en un testimonio de tradición piadosa de carácter íntimo y cercano, muy diferente al carácter más mundano que presentan los belenes napolitanos, el otro gran referente de la escultura belenística del momento, en los que predomina el ambiente urbano inspirado en la Commedia dell'Arte.

Muestra de la creatividad de Salzillo es la expresiva figura del Ciego tocando la zanfoña, que aparece acompañado por un lazarillo que hace danzar a un perro como ejemplo de mendicidad callejera. No obstante, en este universo popular los rústicos campesinos conviven con personajes tomados de la refinada nobleza local, contrastando las rudas vestimentas de los pastores o los harapos del lazarillo con el refinamiento de los pajes de los Reyes Magos, revestidos con coloridas libreas, medias de seda y elegantes sombreros con penachos, siguiendo la moda dieciochesca. Se ha apuntado que algunas figuras presentan retratos de personalidades del momento en Murcia, como el propio Jesualdo Riquelme, el marqués de Beniel o el conde de Floridablanca.

Búsqueda de posada

     Todo este repertorio popular convive con las solemnes figuras de los misterios evangélicos, que con un sentido eminentemente narrativo muestran un profundo sentimiento religioso y una extraordinaria delicadeza formal. Salzillo plasma sus arquetipos personales en las figuras de la Virgen y San José, cuyos estilemas repiten los que utilizara en esculturas de formato monumental, destacando la belleza plástica y compositiva del Sueño de San José. Junto a ellos, el repertorio de ángeles, con túnicas ricamente estofadas y grandes alas desplegadas, constituye el grupo de figuras más sofisticado del conjunto.

Tanto las figuras modeladas en barro —con vestimentas hechas con telas encoladas—, como las talladas en madera, aparecen ricamente policromadas de acuerdo a los gustos del rococó, contrastando los colores lisos de la indumentaria de los campesinos con los tonos pastel de los personajes sagrados, cuyas túnicas y mantos presentan un estofado rayado que deja aflorar el oro subyacente, recurso que les proporciona un acabado preciosista de gran luminosidad y suntuosidad.

Pastor desollando un cordero

     Al repertorio salzillesco se suman las creaciones de Roque López para la corte de Herodes y la Degollación de los Inocentes, con una soldadesca romana que luce una indumentaria de gran fantasía y con aplicaciones de postizos, conjunto de figuras que, siguiendo las pautas de Salzillo, mantienen la uniformidad del estilo.

De este modo el Belén de Salzillo vino a culminar, en las postrimerías del siglo XVIII, una tradición murciana que se remonta al siglo anterior y que fue alentada en la ciudad por las comunidades conventuales de Capuchinas, Agustinas, Carmelitas o Clarisas para ser introducida en los ámbitos domésticos. En esta obra Salzillo legaba el belén más importante del arte barroco español.


Informe: J. M. Travieso.


 

Lectura del Romance
Fotografías del autor y del Museo Salzillo. Fotografía de cabecera de Aquiles Ros.









Ciego tocando la zanfoña y lazarillo con perro









 

Nacimiento










Reyes Magos y sus pajes










Rey Melchor y paje del Rey Gaspar











Presentación en el Templo











Palacio de Herodes









Roque López. Guardia herodiana










Roque López. Rey Herodes















Roque López. Detalle de la Degollación de los Inocentes

















Retrato de Francisco Salzillo
Biblioteca Nacional, Madrid



















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