20 de diciembre de 2022

Visita virtual: RETABLO DE LA COLEGIATA DE BOLEA, la irrupción del lenguaje renacentista en Aragón


 




RETABLO DE LA ASUNCIÓN

Gil de Brabante, escultura y mazonería

Maestro de Bolea, pintura

1490 - 1503

Madera policromada y pintura al temple sobre tabla

Colegiata de Santa María la Mayor, Bolea (Huesca)

Pintura renacentista española

 

 







Sotabanco y banco del retablo, pintura y escultura

     La villa de Bolea se encuentra a 20 kilómetros de Huesca, muy cerca del imponente castillo de Loarre, emplazada en un altozano que a lo largo de la historia ha ocupado una posición estratégica como nudo de comunicaciones entre la montaña y el llano. La población tuvo un destacado protagonismo como enclave musulmán, conservando de ese periodo basamentos de torres, restos de murallas y una calle larga y escarpada que llega hasta la colegiata de Santa María, situada en la parte más alta.

Aquella “Buluya” musulmana, en 1001 fue conquistada e incorporada al reino de Aragón por el rey Pedro I, llegando a recibir el título de Villa Real, después ratificado por Fernando II en 1486. Además, Bolea era un lugar de paso del Camino de Santiago que, procedente de Montserrat, cruzaba Huesca y enlazaba en el norte con el llamado Camino Francés. Sobre el espacio que ocupara una fortificación árabe, y posteriormente una iglesia románica del siglo XII, entre 1541 y 1559 el arquitecto Pedro de Irázabal levantaba el templo actual, que tuvo que adaptar a la orografía del terreno. Siguiendo los modelos de la Seo de Zaragoza y la catedral de Barbastro, tiene planta de salón, con tres naves de idéntica altura, la central más ancha que las laterales, que se comunican con arcos de medio punto. La construcción responde al momento de transición del estilo gótico al renacentista, con un variado conjunto de columnas, bóvedas de crucería estrellada y una portada principal incorporada en 1610 por el escultor Miguel de Urliens.

Tabernáculo gótico

     La iglesia fue Priorato de la Abadía Real de Montearagón, privilegio que mantuvo desde su construcción hasta 1571, fecha en que pasó a formar parte de la Diócesis de Huesca ya con la denominación de Iglesia Colegial: templo de rango elevado con capítulo de canónigos, beneficiados o racioneros que rezaban diariamente, en el coro, el Oficio Divino en gregoriano y recaudaban los diezmos y primicias del amplio territorio que dependía de su jurisdicción.

Entre las numerosas obras artísticas de su interior, ocupa un lugar destacado el retablo mayor, que realizado entre 1490 y 1503 supone una de las grandes obras realizadas en el Renacimiento español, con 20 tablas al temple pintadas por el que se conoce como Maestro de Bolea, y 57 tallas en madera realizadas por el escultor flamenco Gil de Brabante, después policromadas por los pintores Pedro Dezpiota y Pedro de Aponte. La presencia en Bolea de este anónimo pintor, puede relacionarse con la llegada de la corte de los Reyes Católicos a Zaragoza en 1498 en compañía de un numeroso séquito, así como con la labor de mecenazgo llevada a cabo por don Alonso de Aragón, hijo natural de Fernando el Católico, arzobispo de Zaragoza y abad de Montearagón, lugar del que dependía en aquella época la colegiata de Bolea. 

Gil de Brabante. Santoral sedente en el sotabanco

     Para la elaboración del retablo, que presenta una estructura gótica, se utilizaron maderas de pino de Flandes, ciprés, cerezo y nogal. Está estructurado en dos partes, una inferior compuesta por un alto sotabanco y banco, y otra superior con un gran cuerpo organizado en tres alturas, cinco calles y un pequeño ático resaltado, completándose con un guardapolvo escalonado. Entre los elementos más peculiares se encuentra un majestuoso tabernáculo de estilo gótico que recuerda las formas arquitectónicas de un ábside, con la parte inferior recorrida por seis hornacinas con esculturas de santos, la central con función de puerta y presidida por Cristo resucitado. Otro elemento singular es el óculo expositor situado en la parte superior de la calle central, bajo el ático, que con función eucarística —exposición de la custodia con la Sagrada Forma—responde a un privilegio otorgado a los retablos aragoneses por el Papa Luna y que fue aplicado por primera vez en el retablo mayor de la Seo de Zaragoza.

Puertas laterales del sotabanco:
San Gregorio Magno y San Agustín de Hipona

     Como puede comprobarse por las fechas señaladas, este retablo mayor fue realizado por Gil de Brabante y el Maestro de Bolea para el templo anterior al se construyera a mediados del siglo XVI, por lo que pudo sufrir alguna alteración para adaptarlo a la estructura y condiciones de la nueva iglesia.       

 

LAS TABLAS DEL MAESTRO DE BOLEA 

En el conjunto de las veinte pinturas que forman parte del retablo, dos de ellas se encuentran en las puertas laterales del sotabanco y otras seis en el banco, tres a cada lado del tabernáculo. Las doce restantes llenan las cuatro calles laterales del cuerpo superior. En opinión de la historiadora Carmen Morte García1, es posible que las tablas correspondan a dos pintores distintos, o al menos que en las colocadas en el cuerpo superior participara algún ayudante del Maestro de Bolea que siguiera sus dibujos, siendo más personales las colocadas en el banco, más próximas visualmente a los fieles.

Maestro de Bolea. La Oración del Huerto

     Las labores escultóricas de las tallas y la mazonería son plenamente góticas y fueron realizadas en 1499 por el escultor Gil de Brabante, cuyo taller estaba asentado en Huesca. Curiosamente el grupo de la Asunción, la obra escultórica más destacada del retablo, está muy relacionada con el que realizara Felipe Bigarny en 1504 para el retablo mayor de la catedral de Toledo. Las esculturas contrastan con el conjunto de pinturas, que pueden considerarse como introductoras en la Corona de Aragón de las nuevas corrientes renacentistas, mostrando la renovación del modelo flamenco con la incorporación del lenguaje italiano cuatrocentista, lo que supone una novedad para la pintura aragonesa del gótico final.

Como señaló Diego Angulo en 1954, el Maestro de Bolea comparte rasgos estilísticos con el círculo de Juan de Borgoña, cuya actividad se desarrolló en el entorno de la catedral de Toledo, siendo posible que este pintor procediera de aquel ambiente castellano, donde habría conocido los modelos flamencos e italianos realizados por aquel grupo de artistas. De igual manera, algunos matices se podrían relacionar con la obra de Pedro Berruguete, del francés Liefierinxe e incluso con Fernando Yáñez de la Almedina y Fernando Llanos.

Las pinturas del Maestro de Bolea intentan la apariencia real de las cosas con una técnica de pincelada precisa, utilizando como colores predominantes el rojo, verde y azul. Sus escenarios son dilatados, al modo de Juan de Borgoña, mientras el lenguaje cuatrocentista se aprecia en los estudios lumínicos, en el uso de suelos ajedrezados para fingir la perspectiva y en la incorporación de arquitecturas renacientes de porte clásico —columnas, pilastras, arcos de medio punto—, junto a referencias de la arquitectura popular hispana realizada en ladrillo y mampostería y el gusto por el lujo en las indumentarias, recursos que también utilizaron Fernando Yáñez de la Almedina y Fernando Llanos, formados junto a Leonardo da Vinci, en su obra realizada en Valencia.

Maestro de Bolea. El Prendimiento

     De todos modos, un gran retablo es obra de equipo, por lo que es muy difícil identificar el trabajo personal del maestro principal, por lo que el conjunto pictórico, antiguamente atribuido al pintor Pedro de Aponte, actualmente está considerado por la crítica como obra del Maestro de Bolea, aunque aquel pudo haber intervenido en algunas tablas, ya que consta su presencia realizando pintura mural en la primitiva iglesia.       

Según Antonio Naval Mas la iconografía de las pinturas está dedicada a la vida de la Virgen y de Cristo, reservando el Maestro de Bolea el espacio del banco para representar seis escenas de la Pasión que son las obras más notables del conjunto. En ellas se representan la Oración del Huerto, el Prendimiento, la Flagelación, el Ecce Homo, Jesús camino del Calvario y el Llanto sobre Cristo muerto, a las que se suman las pinturas de las dos puertas colocadas en los extremos del sotabanco, en las que están representados San Gregorio Magno y San Agustín. 

San Gregorio Magno y San Agustín de Hipona

Son las pinturas de mayor tamaño del retablo —ocupan la totalidad de las puertas laterales del sotabanco— y en ellas aparecen entronizados San Gregorio y San Agustín, Padres de la Iglesia latina junto a San Jerónimo de Estridón y San Ambrosio de Milán. Ambos presentan las mismas características iconográficas, sedentes sobre majestuosos tronos de diseño renacentista, dignificados con sendos doseles textiles de color rojo, siguiendo los modelos del realismo pictórico procedente de Flandes, acompañados de parejas de ángeles músicos que ensalzan su perfección moral, portando libros abiertos y revestidos de pontifical, San Gregorio como papa —fue el primer monje que alcanzó la dignidad pontificia, consiguiendo la separación del papado del poder del Imperio Romano—, coronado por  la tiara de tres coronas y sujetando la férula papal y San Agustín como obispo de Hipona, incansable luchador contra los herejes maniqueos, donatistas y el pelagianismo, que luce la mitra y sujeta el báculo que definen su dignidad de obispo.

Maestro de Bolea. La Flagelación

     En ambos casos es destacable la minuciosa recreación de las capas pluviales, ornamentadas con lujosos brocados de estirpe flamenca que dotan a la figuras de magnificencia, siguiendo la senda marcada por Bartolomé Bermejo en la pintura de Santo Domingo de Silos realizada entre 1474 y 1477 para el retablo de la iglesia de la misma advocación en Daroca, actualmente en el Museo del Prado, donde el afán decorativista e ilusionista alcanza el frenesí. 

La Oración del Huerto    

La escena de la Oración del Huerto es una de las que mejor reflejan la calidad del Maestro de Bolea y una de las mejores pinturas del retablo por su impecable ejecución, su diáfana composición y por la sorprendente sensibilidad aplicada, especialmente apreciable en la minuciosa descripción de los pájaros y la vegetación situada en primer término, cuyo contenido simbólico se relaciona con la Pasión. El jilguero o petirrojo presenta junto al pico una mancha roja que, según la leyenda piadosa, recuerda la sangre que le manchó al quitar la corona de espinas a Cristo estando en la cruz, simbolismo que comparte la golondrina que aparece al lado. Los dos lirios morados simbolizan el dolor de la Pasión, lo mismo que los alhelíes amarillos, mientras que las amapolas hacen referencia a la muerte. A los pies de Cristo, unas margaritas aluden a la humildad, el diente de león, de flor amarilla, a la amargura y soledad y una aguileña morada se considera símbolo de la Trinidad.

Cristo aparece en escorzo en primer término luciendo una magnífica túnica púrpura, en segundo término, en un espacio acotado por una cerca, los apóstoles Pedro, Santiago y Juan vencidos por el sueño y, más al fondo, un grupo de soldados que dirigidos por Judas procederán a la detención de Jesús. Al modo flamenco, en el fondo aparece una vista de Jerusalén en la que sobresalen distintas torres, prevaleciendo una cuidada atmósfera de influencia flamenca. 

Maestro de Bolea. Ecce Homo
El Prendimiento

La escena está compuesta a escala monumental, con la figura central de Cristo en el eje de simetría y con la mirada directa de Cristo al espectador, lo que infunde una emoción especial. A los lados soldados que recuerdan los modelos de Juan de Borgoña en el ciclo dedicado al cardenal Cisneros en los frescos de la Capilla Mozárabe de la catedral de Toledo, cuyas figuras combinan las armaduras de los siglos XV y XVI con el atuendo de los legionarios romanos, En los extremos San Pedro cortando la oreja a Malco y Judas con el dinero recibido por la traición. 

La Flagelación

De nuevo la figura de Cristo establece el eje de simetría con un desnudo muy depurado, gesto indolente y amarrado a una columna clásica. A los lados dos sayones con los azotes, uno visto frontalmente y otro por detrás, inician el azotamiento en presencia de Pilatos, que preside la escena al fondo con gesto de autoridad, revestido de lujosa indumentaria oriental y acompañado por judíos y soldados. La escena, de gran colorido, está ambientada con construcciones clásicas, que al igual que el pavimento enlosado, para simular la perspectiva, deriva de las pinturas italianas cuatrocentistas. 

Ecce Homo

La escena, ambientada en el palacio del Pretorio, representa la presentación sarcástica de Cristo al pueblo coronado de espinas, con un manto real y sujetando como cetro una caña, mientras dirige su mirada al espectador como buscando una compasión cómplice. 

Maestro de Bolea. Cristo camino del Calvario

     La escena está compuesta en dos partes y a dos alturas. A la derecha, sobre un estrado marmóreo, aparece Cristo junto a Pilatos, que revestido de un lujoso traje rojo se coloca en primer término, mientras al fondo un heraldo hace sonar su trompeta junto a un grupo de soldados. En la parte opuesta un grupo de judíos vocifera en presencia de un soldado colocado de espaldas. El fondo está ambientado con construcciones en ladrillo y mampostería, del mismo modo que fueran plasmadas por Fernando Yáñez de la Almedina y Fernando Llanos. 

Cristo camino del Calvario

Representa una de las caídas de Jesús con la cruz a cuestas siguiendo una composición muy repetida en su tiempo. De nuevo Cristo mira fijamente al espectador procurando compasión, ante el que se acerca la Verónica con un paño para limpiarle el sudor de sangre, que presenta pliegues efectistas y veraces. Ayuda a cargar la cruz Simón de Cirene, que viste una elegante saya verde y porta una daga a la cintura. Acosan a Cristo tres soldados con armaduras, dos de ellos apaleándole, y al fondo un heraldo hace sonar una larga trompeta. En la parte izquierda se ve una de las puertas de Jerusalén, por donde pasan la Virgen, San Juan y posiblemente la Magdalena, cuyas figuras recuerdan los modelos de Juan de Flandes en Castilla. Es destacable la combinación de colores y la cuidadosa elaboración de la indumentaria de los personajes, con lo que el Maestro de Bolea consigue una sensación de armonía y verosimilitud. 


Llanto sobre Cristo muerto

Maestro de Bolea. Llanto sobre Cristo muerto

     Posiblemente sea la obra más italianizante del conjunto, aunque en el tratamiento de las figuras también se encuentra la huella de Juan de Borgoña. Representa el momento inmediato al descendimiento de la cruz, con la figura de Cristo muerto en primer término dispuesta transversalmente, reposando sobre el sudario y con la cabeza con la corona de espinas y apoyada en un peñasco. A su lado la Virgen arrodillada hace un ademán contenido de oración, todo lo contrario que el impetuoso San Juan, que inclina su cuerpo con gesto de aflicción mientras una brisa insufla el manto. La figura de la Magdalena, colocada al fondo, presenta la cabeza cubierta por un pañuelo mientras su rubia melena ondea al viento. Los rasgos de esta mujer joven presentan un paralelismo con las representaciones de Venus de Sandro Botticelli, en este caso con la mirada perdida hacia un punto fuera del cuadro. A la derecha de la cruz, situada en el eje central, aparecen conversando las figuras de Nicodemo, que sujeta los clavos, y José de Arimatea con un martillo en la mano, junto al que se coloca otro personaje apoyado en un cayado, grupo cuya disposición recuerda a las tres figuras que dialogan en la Flagelación de Piero della Francesca. 

Las doce tablas del cuerpo superior del retablo

   El sentido narrativo de las escenas del cuerpo superior sigue un orden de arriba a abajo, presentando las escenas del Abrazo ante la Puerta Dorada, el Nacimiento de la Virgen, la Anunciación, la Visitación, la Adoración de los Pastores, la Epifanía, la Presentación del Niño en el templo, la Huida a Egipto, Jesús entre los doctores y la Matanza de los Inocentes, a las que se suman la Santa Cena y el Lavatorio de los pies.

Detalle de la Virgen en el Llanto sobre Cristo muerto

     Muchas de estas escenas pudieron inspirarse en grabados que circulaban por los talleres artísticos, lo que explica la similitud de las figuras de Cristo y San Pedro en la escena del Lavatorio de los pies con la escena escultórica del mismo tema en el banco del retablo de la catedral de Toledo, lo que además establece otro punto de contacto del retablo de Bolea con el foco toledano.

La escena de la Santa Cena también presenta elementos similares a los utilizados en este tema por Juan de Borgoña, como la disposición del mantel blanco y las figuras de San Juan y otro apóstol sentado de espaldas en primer término, hecho que se repite en la tabla de Jesús entre los doctores, cuyo escenario presenta una arquitectura renacentista organizada con estricta simetría en una sucesión de arcos de medio punto apoyados en pilares  y bóvedas de arista que establecen una perspectiva fugada hacia el fondo como ya lo utilizara Perugino, aunque el Maestro de Bolea mantiene la tradición hispano-flamenca de colocar delante del ábside una paño de terciopelo rojo con brocado de oro a base de granadas.

En su conjunto, estas pinturas mantienen la correcta plasmación del concepto espacial, la aparición del sentimiento en la expresión de los personajes, la representación naturalista y detallada de plantas y arbustos y su rico colorido, como elementos heredados de la pintura flamenca, mientras que la innovadora aplicación de la perspectiva, la iluminación, el sombreado y algunos tipos humanos se inspiran en las aportaciones del Quattrocento italiano, siguiendo la senda de Juan de Borgoña y Pedro Berruguete.   

Parte superior del retablo de Bolea

La Colegiata de Santa María la Mayor de Bolea fue declarada Monumento Histórico Artístico Nacional el 23 de febrero de 1983.

 

Informe: J. M. Travieso.

 

Notas 

1 MORTE GARCÍA, Carmen: Del Gótico al Renacimiento en los retablos de pintura aragonesa durante el Reinado de Fernando el Católico. En “La pintura gótica durante el siglo XV en tierras de Aragón y en otros territorios peninsulares”, LACARRA DUCAY, Mª del Carmen (Coord.). Institución Fernando el Católico, Diputación de Zaragoza, Zaragoza, 2007, pp. 335-372. 

Gil de Brabante. Asunción de la Virgen










Calles de la parte izquierda del retablo














El Abrazo en la Puerta Dorada y Nacimiento de la Virgen







La Anunciación y la Visitación







La Adoración de los Pastores y la Epifanía









Presentación en el templo y Huida a Egipto








Jesús entre los doctores y Matanza de los Inocentes







Última Cena y Lavatorio de los pies







Detalle del óculo-expositor, Calvario
en el ático y guardapolvos














Interior de la Colegiata de Sta. María la Mayor de Bolea










Aspecto exterior de la Colegiata de Bolea








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15 de diciembre de 2022

Navidad 2022: BELENES EN VALLADOLID

Belén monumental de las Francesas 2022
Belén monumental de Las Francesas
Asociación Belenista Castellana
Del lunes, 5 de diciembre, al domingo, 8 de enero
Horario: De martes a domingos y festivos de 12:00 a 14:00 y de 18:30 a 21:30h (Lunes cerrado)
Lugar: Sala Exposiciones de Las Francesas

Belén monumental de las Angustias
Proyecto José Villa Gil
Del lunes, 5 de diciembre, al domingo, 8 de enero
Horario: De 12:00 a 14:00 y de 18:00 a 21:00h (Lunes cerrado)
Lugar: Salón de Pasos de la Cofradía

Belén Bíblico Monumental
Belén en la Alhambra y Exposición de Estampas de Navidad de Santiago Bellido.
Del jueves, 15 de diciembre al viernes, 6 de enero
Horario: De lunes a domingo, de 11:00 a 14:00h y de 17:00 a 21:00h.
24 y 31 de diciembre de 11:00 a 14:00h.
1 de enero cerrado
Lugar: Sala Teresa Ortega Coca del Palacio de Pimentel.
Organiza: Diputación de Valladolid

Belén monumental de Las Francesas 2022
Belén Napolitano
22, 23, 27, 28, 29 y 30 de diciembre de 2022; y 3, 4 y 5 de enero de 2023 
Horario: de 19.30 h a 21 h. entrada gratuita
Lugar: Museo Nacional de Escultura-Palacio Villena
Organiza: Museo Nacional de Escultura

Belén Colegio La Salle
Del lunes, 19 de diciembre, al viernes, 6 de enero
Horario: Diarios de 18:00 a 21:0h. Domingos y festivos de 12:00 a 14:00h y de 18:00 a 21:00h.
Lugar: Colegio la Salle


Belén Bíblico Palacio Real
Del viernes, 16 de diciembre, al domingo, 8 de enero
Horario: De lunes a domingos y festivos de 12:00 a 14:00 y de 18:00 a 20:00h
Montserrat Ribes, Sagrada Familia, Belén de Las Francesas 2022
Lugar: Palacio Real. Plaza San Pablo, 1
Organiza: Palacio Real de Valladolid

Belén tradicional en la Casa Zorrilla
Asociación Belenista de Valladolid
Del miércoles, 7 de diciembre al domingo, 8 de enero
Horario: De martes a sábados de 10:00 a 14:00 y de 17:00 a 20:00h; domingos de 10:00 a 14:00h. (Lunes cerrado)
Lugar: Museo Casa de Zorrilla

Belén en la parroquia de San Lorenzo
Familia Trebolle-Liz
Del lunes, 5 de diciembre, al domingo, 8 de enero
Horario: De 12:00 a 14:00h y de 18:00 a 21:00h.
Lugar: Iglesia de San Lorenzo
Organiza: Parroquia de San Lorenzo

Belén napolitano, s. XVIII, Museo Nacional de Escultura
Belén Monumental en la parroquia de la Inmaculada (PP. Franciscanos)
Del domingo, 18 de diciembre, al viernes, 6 de enero
Horario: Laborables de 18:00 a 21:00h. Domingos y festivos de 11:30 a 14:00h. y de 18:00 a 21:00h.
Lugar: Parroquia la Inmaculada, entrada por calle Italia, 1.
Organiza: Cofradía de la Orden Fraciscana Seglar. La Santa Cruz Desnuda

Belén hebreo en la Catedral
Del jueves, 15 de diciembre, al jueves, 2 de febrero
Horario: De martes a viernes de 10:00 a 13:30 y de 16:30 a 19:00h. Sábados de 10:00 a 13:30h. y de 17:30 a 19:00h y lo domingos de 10:00 a 14:00h.
Lugar: Catedral de Valladolid
Organiza: Asociación Belenista de Valladolid

Belén del Carmen de Extramuros
Del domingo, 8 de diciembre, al 2 de febrero
Belén napolitano, s. XVIII, Museo Nacional de Escultura
Horario: De martes a sábado de 10:00 a 13:30 y de 17:00 a 18:30h. Domingos y festivos de 10:00 a 14:00h.
Lugar: Santuario del Carmen de Extramuros

Belén de San Martín
Del domingo, 11 de diciembre, al domingo, 8 de enero
Horario: De 11:30 a 12:30 y de 18:00 a 19:00h y de 20:00 a 21:00h.
Lugar: Iglesia de San Martín
Organiza: Cofradía de la Piedad

El mundo de los Belenes
Colección de la familia Iglesias Valle. Exposición Solidaria
Del lunes, 26 de diciembre al miércoles, 4 de enero
Horario: De 11:00 a 14:30h. y de 17:00 a 21:00h. Sábado 31 de diciembre, cerrado por la tarde.
Lugar: Feria de Valladolid. Avenida Ramón Pradera, 3
Belén monumental, José Villa Gil, iglesia de las Angustias
Organiza: Harambee ONGD

Belén Solidario Playmobil
ACYCOL (Asociación de Amigos de Colombia en Castilla y León)
Del viernes, 16 de diciembre, al domingo, 15 de enero
Horario: De lunes a sábados de 9:30 a 14:00 y de 16:00 a 19:00h. y los domingos de 9:30 a 15:00h.
Lugar: Sala de Exposiciones de la Oficina de Turismo de la Acera de Recoletos

Belén de San Benito
Del jueves, 8 de diciembre, al viernes, 6 de enero
Horario: Apertura habitual del templo
Lugar: Iglesia de San Benito

Belén del Monasterio de San Quirce y Santa Julita
Del lunes, 12 de diciembre, al lunes, 9 de enero
Belén en la Alhambra, Palacio Pimentel, Diputación de Valladolid 
Horario: Sábados de 11:00 a 13:00h. Domingos y festivos de 12:00 a 13:00h.
Lugar: Monasterio de San Quirce y Santa Julita
Organiza: Cofradía Penitencial de la Sagrada Pasión

Belén iglesia PP. Jesuitas
Del jueves, 22 de diciembre, al viernes, 6 de enero
Horario: De lunes a domingos de 12:30 a 14:00 y de 19:30 a 21:00h (Lunes cerrado)
Lugar: Iglesia de los jesuitas en calle Ruiz Hernández, 10
Organiza: Jesuitas







Belenes del mundo, Colección Miguel Gallego, Rueda
Exposición "Belenes del mundo" en Rueda

Colección privada de Miguel Gallego
Del domingo, 11 de diciembre, al domingo, 8 de enero
Horario: Todos los días de 17:00 a 19:00h.
Lugar: Calle Escuelas 6, Rueda (detrás de la torre)
Organiza: Ayuntamiento de Rueda










Belén viviente, Cabezón de Pisuerga
BELENES VIVIENTES
 

ARROYO DE LA ENCOMIENDA
18 de diciembre – 18:00h, 19:00hy 20:00h
Lugar de representación: exterior de la iglesia de San Juan Evangelista
Duración: 40 minutos

BOBADILLA DEL CAMPO
25 de diciembre – 18:30 h
Lugar de representación: Plaza Mayor
Duración: 90 minutos

CABEZÓN DE PISUERGA
17 de diciembre – 19:00h
18 de diciembre – 13:00h
Belén viviente, Cabezón de Pisuerga
26 de diciembre – 13:00h
2 de enero – 19:00h
7 de enero – 19:00h
Lugar de representación: Parque Temático del Belén
Duración: 50 minutos

FRESNO EL VIEJO
30 de diciembre – 18:00 h
Lugar de representación: Comienza en Plaza Mayor y finaliza en el patio de oficios del Museo Etnográfico.
Duración: 90 minutos





LAGUNA DE DUERO
25 de diciembre – 19:00h.
26 de diciembre – 13:00h. (representación infantil); 19:00h.
5 de enero – Adoración de los Reyes Magos (tras la Cabalgata)
6 de enero – 18:45 h.
Lugar de representación: Centro Cívico El Cascajo
Duración: 60 minutos

ROBLADILLO
25 de diciembre – 13:00h
2 de enero – 19:00h
5 de enero – 19:00 (Cabalgata)
Lugar de representación: desde calle los Arcos hasta la iglesia del municipio.

RUEDA
5 de enero – 18:00h
Lugar de representación: Plaza Mayor
Duración: 120 minutos

SIMANCAS
18 de diciembre – 17:00h y 19:00h.
Lugar de representación: Inicio en el claustro de la Iglesia del Salvador
Duración: 60 minutos

TORDEHUMOS
30 de diciembre – 19:30h
5 de enero – 19:30h
Lugar de representación: Centro Multiusos San Miguel
Duración: 60 minutos

URUEÑA
23 de diciembre – 20:00h. (Pastorada)
Lugar de representación: Iglesia del Azogue
Duración: 45 minutos

VILLANUBLA
26 de diciembre – 18:30h.
Lugar de representación: alrededores de la iglesia parroquial
Duración: 60 minutos

VILLAVERDE DE MEDINA
26 diciembre – 17:00h.
Lugar de representación: Plaza Mayor
Duración: 50 minutos

WAMBA
26 de diciembre – 18:00h
2 de enero – 18:00h
Lugar de representación: exterior de la iglesia de Santa María
Duración: 30 minutos

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9 de diciembre de 2022

Presentación: REVISTA ALELUYA, 13 de diciembre 2022




REVISTA  ALELUYA  nº 17, Navidad  2022
Asociación  Belenista  de  Valladolid

 

Dentro de las actividades de la Navidad del presente año, el próximo martes tendrá lugar la presentación de la REVISTA ALELUYA 2022, que correrá a cargo de José Miguel Travieso, así como la entrega gratuita de ejemplares.

Durante el acto se realizará la entrega del Trofeo de la Federación Española de Belenismo 2022 a D. Miguel Gallego García, rector de la iglesia de la venerable Congregación de San Felipe Neri de Valladolid, promotor en Cabezón de Pisuerga (Valladolid) del Belén Viviente más antiguo de Castilla y León.

El acto será animado con la actuación musical de Diego Ribera Gispert.

 


Día: 13 de diciembre 2022
Hora: 20 h.
Lugar: Círculo de Recreo de Valladolid (C/Duque de la Victoria, 6)
Entrada gratuita hasta completar aforo.







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5 de diciembre de 2022

Visita virtual: PINTURAS MURALES DE GAZEO, un sorprendente descubrimiento


 



PINTURAS MURALES DE GAZEO

Anónimo

Siglo XIV

Pintura al fresco con retoques al temple

Iglesia de San Martín de Tours, Gazeo (Álava)

Pintura gótica. Estilo lineal

 

 




La Trinidad o Trono de Gracia en el ábside

     La pequeña población de Gazeo, situada en la comarca de la Llanada Alavesa, apenas a 20 kilómetros de Vitoria, es atravesada por un ramal secundario del Camino de Santiago, conocido como Camino Vasco o Vía de Bayona, cuyo curso sigue parte de la antigua calzada romana que unía Burdeos con Astorga y que descendiendo desde Irún atravesaba Vitoria y Miranda de Ebro, entroncando con la Ruta Jacobea en tierras burgalesas.

En esta pequeña aldea, en el siglo XIII fue levantado un templo románico dedicado a San Martín de Tours del que quedan algunos restos testimoniales, pues a lo largo del tiempo sufrió numerosas intervenciones que modificaron su aspecto original, aunque mantiene la estructura característica de una iglesia rural, con una única nave y un ábside semicircular precedido de un tramo recto. Se conservan fotografías del siglo XX que muestran los diferentes añadidos de otras épocas, tanto en el interior como en el exterior, aunque las modificaciones más significativas se produjeron en la agresiva restauración a que fue sometido el templo hace unas décadas, momento en que se recrearon elementos románicos en la portada y la ventana sur del ábside.

La Trinidad en el cascarón del ábside

     Actualmente, el mayor interés de la iglesia de San Martín radica en su interior, en cuyo presbiterio fue colocado un retablo barroco con San Martín de Tours como imagen titular, así como pinturas murales en el cascarón del ábside que representaban una gloria abierta al gusto barroco. Sin embargo, la iglesia preservaba oculta una gratificante sorpresa que sería desvelada fortuitamente en 1967.   

El 7 de septiembre de aquel año Juan José Lecuona, párroco de la iglesia de Gazeo, junto a Rafael de Eulate, decidieron inspeccionar varias iglesias de la comarca en busca de obras de destacado valor artístico. Subidos ambos a una escalera colocada junto al antiguo retablo barroco, pudieron comprobar la existencia de pinturas murales en el muro absidial que este ocultaba, comunicando el hallazgo a la diócesis y a la diputación foral de Álava. Posteriormente la información llegó a un restaurador del Museo del Prado, que acudió a Gazeo para valorar el descubrimiento, y a José Gudiol Ricart, historiador y especialista en pintura, en ese momento Director del Instituto Amatller de Arte Hispánico que él mismo había fundado en Barcelona, que realizó un informe en el que recomendaba que fuera retirado el retablo barroco para dejar al descubierto las pinturas del ábside, así como proceder a su restauración lo antes posible.

Santos y ángel turiferario en el cascarón del ábside

     Así se hizo, quedando al descubierto un ciclo de pinturas góticas que constituyen uno de los conjuntos más importantes de pintura mural medieval no sólo del País Vasco, sino también de España, además con un aceptable estado de conservación. El ciclo presenta un programa completísimo de carácter catequético, ajustado a la religiosidad del siglo XIV, con profusión de detalles narrativos y aleccionadores, en cuya ejecución el desconocido artífice utilizó la técnica del fresco, con algunos detalles al temple, siguiendo el incipiente estilo gótico lineal de origen francés en el que las líneas maestras aparecen remarcadas con trazos oscuros, aunque los modelos iconográficos y su inspiración estética todavía sean deudores de los modelos románicos.
 

LA ICONOGRAFÍA DE LAS PINTURAS MURALES DE GAZEO    

Al igual que ocurriera en la pintura románica, el motivo principal ocupa el cascarón del ábside, donde dentro de una gran mandorla cuadrilobulada aparece el Thronum Gratiae (Trono de Gracia), un modo de representar a la Santísima Trinidad que tuvo buena aceptación en la Baja Edad Media, con la figura entronizada de Dios Padre sujetando entre sus piernas a Cristo crucificado y con la compañía del Espíritu Santo en forma de paloma, que en este caso se ha perdido. 

Santos y ángel candelero en el cascarón del ábside

     Mientras que Dios Padre sigue un trazado simétrico de raigambre románica, con voluminosa cabellera, túnica y un amplio manto, flanqueado por dos ángeles que sujetan filacterías y otros dos sosteniendo el nimbo, la figura de Cristo responde a los cánones góticos más evolucionados, con el cuerpo arqueado, los brazos flexionados, las piernas cruzadas y la cabeza, que aparece coronada, ligeramente inclinada. La búsqueda de movimiento y naturalismo queda reforzada por el tratamiento del perizoma, que le cubre de cintura a rodillas, y por el aspecto leñoso del madero de la cruz. La composición presenta, al igual que todo el conjunto, una jerarquización de tamaños que responde a un convencionalismo medieval por el que las figuras más importantes se representan con una escala superior. La representación de la Trinidad, o visión beatífica del rostro de Dios en el paraíso celestial, se presenta como enseñanza principal del conjunto de frescos.

Fuera de la mandorla, el espacio del cascarón se articula en tres registros —siguiendo una tradición heredada de los beatos mozárabes—, separados por franjas con inscripciones identificativas, en los que se colocan ángeles turiferarios y candeleros junto santas vírgenes y santos arrodillados en actitud de adoración perpetua, los del registro inferior bajo arquerías lobuladas y coronadas por formas arquitectónicas que simbolizan edificios. 

Crucifixión, parte izquierda del ábside

     Por debajo del cascarón, separado por un friso con decoración espigada y una pequeña cornisa, aparece una franja que ocupa todo el espacio curvilíneo del ábside, en cuyo centro se abre una ventana abocinada de medio punto. A los lados de ésta aparecen representadas escenas de diferente composición. La parte izquierda está ocupada por una Crucifixión de gran formato en la que aparece una estilizada figura de Cristo sobre la cruz que responde al modelo gótico, con tres clavos, el cuerpo serpenteante, la cabeza inclinada hacia el hombro derecho y con nimbo, los brazos inclinados sugiriendo el peso, las piernas cruzadas artificiosamente y un perizoma anudado en la cintura que llega hasta las rodillas. Sobre lo alto de la cruz, que presenta un aspecto leñoso, aparece colgado en el dorso el letrero del “Inri”, junto al que aparecen las figuras nimbadas de los arcángeles San Gabriel y San Rafael portando escrituras.

A los lados de Cristo, y sobre un fondo neutro de color azul, se encuentran las expresivas figuras de Estefatón, que le acerca a los labios una esponja impregnada en vinagre, y Longinos, que clava su lanza en el costado para certificar su muerte. En los extremos, cerrando la composición, se colocan las figuras de la Virgen, que con ademanes delicados recoge su manto con gesto de resignación, y San Juan, que porta un libro y expresa su dolor apoyando su rostro sobre la mano derecha, un convencionalismo muy difundido en el arte gótico. La presencia de estas dos figuras configura un Calvario en el que se patentiza la habitual jerarquía de tamaños y cuya finalidad es manifestar la redención de la humanidad con el sacrificio de Cristo.

Detalle de la Crucifixión

     En el interior de la ventana abocinada situada en el centro, aparecen dos personajes que complementan la secuencia de la Crucifixión. Son dos sayones portando mazas con las que, según el evangelio de San Juan, quebraron las piernas de los dos ladrones, Dimas y Gestas.

En la parte derecha, estableciendo un contrapunto al tema de la Crucifixión, se representa la escena de la Psicostasis o pesaje de las almas, una iconografía ya presente en el mundo egipcio que en este caso alude al Juicio Final. El tema se desarrolla con la colocación de cuatro figuras ante un fondo liso azul-verdoso y bajo arquerías lobuladas rematadas con torres que aluden a la Jerusalén celestial. El protagonismo recae en el arcángel San Miguel, que aparece doblemente representado en la parte central. En un caso pesando las almas y luchando contra el demonio que trata de desequilibrar la balanza, al que clava una lanza en la boca, y en otro entregando la corona a los salvados, representados como jóvenes con cuerpos desnudos que son conducidos al seno de Abraham, cuya monumental figura, homologada a la de Cristo, aparece bajo el arco izquierdo con cinco almas coronadas entre sus brazos. En el extremo derecho, ratificando la lucha entre el bien y el mal, se encuentra Santa Marina, que aparece victoriosa con un demonio encadenado colocado bajo sus pies.

Crucifixión. Detalle de Estefatón acercando la esponja

     En otra franja que recorre la parte inferior del ábside, realizada en una intervención del siglo XVI, aparece como elemento decorativo un trampantojo que simula casetones en tonos grises, ornamentados con círculos que en su interior albergan flores de cuatro pétalos.

La citada figura de Santa Marina enlaza con escenas referidas al inframundo colocadas en el muro derecho del presbiterio. Sobre un zócalo decorado con azulejos fingidos, ornamentados con semicírculos en tonos ocre y negro, aparece la impactante escena de un ángel conduciendo a ocho condenados, uno de ellos encadenado por un demonio, hacia las fauces de Leviatán, que les va engullendo sin piedad. Esta escena se continúa en un nivel superior, a la altura de la ventana meridional, con una caldera hirviente, colgada de un enorme gancho, a la que son arrojados los condenados por maliciosos demonios, asomando en su interior las cabezas más de veinte de ellos que sufren el castigo eterno en el Infierno, representando a todos los pecados capitales.

 

Crucifixión. Detalle de la Virgen

     De las pinturas de la parte inferior del muro norte, situado a la izquierda, sólo se ha conservado el friso con inscripciones que identificaba las escenas, entre las que se cita a Herodes, la Huída a Egipto y la Presentación en el Templo, completándose el ciclo referido a la infancia de Cristo con las escenas que se encuentran bajo la cornisa que recorre el tramo recto del presbiterio, que aparecen bajo arquerías lobuladas, separadas por finas columnas con capitel, rematadas por pequeñas torres, del mismo modo que en las miniaturas, y recorridas en la parte superior por otro friso con inscripciones góticas que identifican las escenas. En ellas aparece un grupo de cuatro discípulos, la Anunciación, la Visitación de la Virgen a su prima Santa Isabel y la Natividad del Señor, en todos los casos con las figuras delineadas sobre un fondo azul. 

A partir de la cornisa se inicia un nuevo ciclo dedicado a la vida pública de Jesús, a la Pasión y la Resurrección que ocupa toda la bóveda apuntada. En el registro más bajo aparecen bajo arquerías lobuladas triadas de santas arrodilladas, en actitud de oración, que dirigen su mirada hacia el cascarón del ábside. En el siguiente registro, bajo el mismo tipo de arquerías, se narran distintos milagros obrados por Jesús, como la resurrección de Lázaro, dando paso a un ciclo de la Pasión que comienza en un registro colocado encima con la representación, bajo las correspondientes arquerías, de la Entrada de Jesús en Jerusalén, la Última Cena y el Lavatorio de los pies. La escena de la Cena incluye múltiples detalles anecdóticos, como utensilios sobre la mesa en forma de platos, jarras y copas, tres fuentes con pescados y la figura de Judas ocultándose en primer término.

Ventana con figuras de sayones con mazas

     La serie continúa con las escenas del Descendimiento, el Entierro de Cristo y el Santo Sepulcro, a las que siguen en el lado derecho de la bóveda el Ángel mostrando a las Santas Mujeres el sepulcro vacío y la Aparición de Jesús a la Magdalena, que se postra a sus pies al escuchar “Noli me tangere”. Todo el registro siguiente está dedicado a la Anástasis o bajada de Cristo a los infiernos o Limbo de los Patriarcas, un pasaje cristiano fundamentado en el discurso de San Pedro en los Hechos de los Apóstoles. En la escena aparece la figura de Cristo resucitado frente a las fauces de un gran monstruo, que a modo de puerta infernal antecede a las figuras de los patriarcas que se encuentran en los dos espacios contiguos.

Para finalizar esta descripción iconográfica nos referiremos al registro situado sobre la cornisa del muro derecho, donde, guardando simetría con el muro izquierdo, aparecen bajo las arquerías triadas de santos o bienaventurados arrodillados que alternan los colores blancos y púrpuras de sus mantos y que mantienen un ademán de oración, todos ellos orientados hacia la escena central del ábside.


Ventana con figuras de sayones con mazas

     Una de las mayores virtudes que presenta el conjunto pictórico, realizado en los albores del siglo XIV, es su perfecta estructuración, con la visión celestial de la Trinidad representada en la bóveda de horno del ábside, bajo la que aparecen los temas relativos a la Redención, sintetizados en la Crucifixión de la parte izquierda del ábside, y al Juicio Final en la parte derecha, donde el peso de almas realizado por San Miguel conecta directamente con las escenas infernales situadas en la parte baja del lado derecho del presbiterio, que quedan a la altura de los ojos del espectador, mientras en el lado opuesto se despliega toda una catequesis en imágenes que narra la vida de Cristo, desde el Nacimiento a la Resurrección y Bajada a los Infiernos.

También son destacables los efectos expresivos de las escenas y personajes a partir de un dibujo muy elemental, con cabezas, manos y pies muy estereotipados que los pintores aprendían por repetición. En todo el ciclo se repiten tres o cuatro posiciones de pies —con los dedos arqueados— y manos; otro tanto ocurre con los pliegues interiores de los ropajes, la mayoría abocetados con color rojo. Sin embargo, a pesar de la escasez de recursos plásticos, la utilización de estos de forma ingeniosa consigue infundir un gran dinamismo a las representaciones.

Psicostasis o pesaje de las almas por San Miguel 

     En la realización de los fondos es posible que se utilizara el “azul de Alemania”, que aplicado en los ciclos medievales suele tornarse en verdoso. En el conjunto de Gazeo se utilizó una técnica mixta, apreciándose la diferencia entre las partes pintadas al fresco y las aplicaciones al temple. Un caso muy evidente se puede comprobar en la figura de Abraham, donde en la parte inferior del manto el tono ocre queda cortado apreciándose sólo un fondo rojo. Esto ocurre porque el color ocre aplicado al temple se ha perdido, quedando visible el trazado abocetado en rojo aplicado al fresco.

 

Informe y fotografías: J. M. Travieso.

 



Pesaje de las almas. Detalle de Abraham y San Miguel











Pesaje de las almas. Detalle de San Miguel











Pesaje de las almas. El demonio desequilibrando la balanza











Zócalo con casetones en el ábside, siglo XVI











Muro dcho. del presbiterio. Condenados conducidos al Infierno










Caldera con condenados en el Infierno











Detalle de condenados en la caldera: pecados capitales











Muro izdo: Discípulos, Anunciación, Visitación y Nacimiento











Escenas de la vida de Cristo y de la Pasión en la bóveda











Detalle de la Última Cena











Escenas del Descendimiento, Entierro de Cristo, Santo Sepulcro,
Ángel mostrando a las Santas Mujeres el sepulcro vacío y
Aparición de Jesús a la Magdalena (Noli me tangere)











Bajada de Cristo a los infiernos y santos adorando











Interior de la iglesia de San Martín de Gazeo (Álava) 











Exterior de la iglesia de San Martín de Gazeo ( Álava)










Fotografía anterior a 1967 con el 
retablo barroco que ocultaba las pinturas












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