CRISTO DEL HUMILLADERO
Anónimo (seguidor de Alonso
Berruguete)
Primera mitad del siglo XVI
Madera policromada
Iglesia penitencial de la Santa Vera
Cruz, Valladolid
Escultura manierista. Escuela
castellana
En líneas generales, su estilo refleja el influjo de los recursos
manieristas desplegados por Alonso Berruguete en su taller de Valladolid, tanto
en su tensionada y nerviosa anatomía como en algunos detalles descriptivos,
como la agitación del perizoma, ya experimentado por Berruguete en el Calvario
que corona el ático del Retablo de la Epifanía, realizado en 1537 para la
capilla del cambista don Diego de la Haya en la iglesia de Santiago de Valladolid.
Herencia berruguetesca es también el tratamiento de los mechones de la melena, largos
y afilados, que con rizos calados y serpenteantes se deslizan sobre el pecho. Incluso
la disposición corporal y la envergadura del crucifijo rememora en cierto modo
el monumental Cristo del Calvario del Retablo de San Benito (1526-1532)
que se conserva en el Museo Nacional de Escultura, cuya anatomía se despega de
la cruz recordando el empuje del viento sobre la vela de un barco, lo que
tensiona todas las partes del cuerpo.
La composición del crucifijo es completamente asimétrica, su policromía presenta una encarnación mate y, como era común en el tiempo en que fue realizado, los ojos no llevan aplicados postizos de cristal, sino que van tallados con los párpados y pintados.
Aquella pequeña construcción había sido levantada con fines penitenciales, por
la Cofradía de la Vera Cruz, próxima a salida de la Puerta del Campo y enfrente
del Hospital de la Resurrección (en el arranque de la actual Acera de
Recoletos), según figura en un auto fechado en 1498, en que los cofrades piden
ayuda al Corregidor y Regidor de Valladolid para su edificación.
Allí permaneció hasta 1681, año en que la Cofradía de la Vera Cruz había
terminado la construcción de su iglesia penitencial, al final de la calle de la
Platería, donde fue instalado un magnífico retablo mayor, posiblemente realizado por
Alonso del Manzano, autor de los dos retablos colaterales del mismo templo, a
cuya hornacina central —en forma de camarín— fue trasladado el Cristo del Humilladero, que
estaba acompañado de las esculturas de la Virgen y San Juan colocadas a los
lados conformando un Calvario, obras de un escultor desconocido, también autor
del grupo en altorrelieve, situado en el ático, que representa a Santa Elena y Constantino sujetando la Cruz, según
la leyenda del hallazgo de tan sagrada reliquia.
Así permanece el Cristo del Humilladero en nuestros días, que solo ha abandonado esta ubicación en contadas ocasiones, como cuando era trasladado hasta la primitiva ermita (que fue demolida en 1809 por motivos urbanísticos) con motivo de rogativas para implorar lluvia para los campos, cosechas abundantes y protección en las pestes y calamidades que asolaron Valladolid, así como cuando se produjo un incendio en la iglesia a comienzos del siglo XIX, en que fue recogido temporalmente en el convento de San Francisco.
Informe y fotografías: J. M. Travieso.
Izda: Cabeza de Laocoonte, siglo I, Museos Vaticanos Dcha: Cabeza del Cristo del Humilladero, iglesia de la Vera Cruz, Valladolid |
Alonso Berruguete. Calvario del Retablo de la Epifanía, 1537 Iglesia de Santiago, Valladolid |
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