Estampas y
recuerdos de Valladolid
Corría el año 1830 cuando Fernando VII, que pasaría
a la historia con el merecido y poco cariñoso apelativo de "El Rey Felón",
ocupaba por segunda vez el trono de España, después de la conflictiva
usurpación monárquica de José I Bonaparte. Ese tiempo incierto, transcurrido
entre 1823 y 1830, después sería denominado por los historiadores como la
"Década Ominosa", un periodo de feroz represión del liberalismo en el
que se produjo el cierre de periódicos y universidades y la prohibición de las
sociedades secretas.
No es un documento histórico esencial, pero sí
ilustrativo de hasta dónde se extendían los límites del absolutismo
gubernativo, pues en el mismo Fernando VII prohíbe el comercio de telas
estampadas, de abanicos y pinturas, considerando que eran causa de corrupción
moral entre los consumidores. Ello explica el sombrío panorama en el atuendo de
las mujeres españolas de aquellos años, completamente opuesto a la viveza de
París o Amberes, siendo de uso generalizado los vestidos de sedas negras y la
mantilla como adorno, algo que cambiaría radicalmente pocos años después.
Detalle del retrato de Fernando VII realizado por Goya en 1814. Museo Provincial de Bellas Artes de Santander. |
Transcripción literal del curioso documento moralista difundido desde
Valladolid:
CORREGIMIENTO DE CARRIÓN
CIRCULAR
El Señor
Regente del Real Acuerdo de la Real Chancillería de Valladolid, me ha
comunicado la circular que sigue:
El Señor Juez Subdelegado de Imprentas y Librerías
del Reino me dice lo siguiente.= Juzgado de Imprentas y Librerías del Reino.=
El Ilmo. Señor Decano del Consejo Real con fecha 15 del corriente me dice lo
que sigue.= "Por Real orden que con fecha 13 del corriente me comunica el
Señor Secretario del Despacho de Gracia y Justicia, se ha servido S.M. mandar
entre otras cosas, que tanto en las fronteras como en lo interior se detengan
los géneros estampados, abanicos y pinturas en que la malicia, fecunda en
recursos infernales, ha querido consignar cuantos objetos son capaces de avivar
las pasiones y difundir la corrupción a pretesto de lisongear el gusto de la
moda y el capricho de los consumidores. Lo comunico a V.S. para su
inteligencia, y a fin de que se sirva tomar por su parte, y con la brevedad
posible, las disposiciones oportunas á que tenga pronto y exacto cumplimiento
lo que S.M. se ha dignado mandar".= Y lo traslado a V.S. para su
inteligencia y puntual cumplimiento.= Dios guarde a V.S. muchos años, Madrid 21
de Julio de 1830.= José Hevia y Noriega.= Señor Regente de la Real Chancillería
de Valladolid.= Lo traslado á V. para su puntual cumplimiento y rigurosa
observancia de lo que S.M. se sirve mandar, procurando por cuantos medios sean
posibles la detención de los géneros estampados, abanicos y pinturas designados
en la Real orden inserta, como perjudiciales á la moralidad y buenas
costumbres, dándome parte de cualquiera detención ó aprension que ocurra, y de
quedar en cumplir con lo que se sirve ordenar S.M., bajo toda responsabilidad.
Dios guarde á V. muchos años. Valladolid 24 de Julio de 1830.= Juan Nepomuceno
Vela.= Sr. Corregidor de Carrion.
Cumplimiento. Guárdese,
cúmplase, y circúlese la anterior Real órden á las Justicias del partido para
el fin que se manda. Carrion 6 de Octubre de 1830.
Gil de Sanjuan
Benito
Ante
mí,
Carlos
Vazquez.
Curioso que se considerasen los abanicos motivo de corrupción moral, ¿no? Hoy sabemos que la alarmante corrupción persiste, pero por otros derroteros.
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