13 de noviembre de 2023

Visita virtual: LA VIRGEN CON EL NIÑO Y ÁNGELES MÚSICOS, lirismo y poética en la pintura gótica catalana




RETABLO DE LA VIRGEN CON EL NIÑO Y ÁNGELES MÚSICOS

Jaume Cabrera (activo 1394 - 1432)

Primer cuarto siglo XV

Pintura al temple sobre tabla, 75,5 x 123,5 cm


Museo Episcopal de Vic
Procedencia desconocida

Pintura gótica. Estilo Italo-gótico e Internacional

 





     En el Museo Epicopal de Vic (Barcelona) se expone esta exquisita tabla que formó parte de un retablo, de procedencia desconocida, que sintetiza el tipo de pintura italo-gótica evolucionada hacia el estilo internacional, que tuvo a Barcelona como principal centro en la Corona de Aragón a partir del siglo XV. El autor es Jaume Cabrera, un pintor catalán, no suficientemente conocido, cuya obra se inscribe en la corriente italo-gótica de influjo sienés, en la que se aprecia la influencia ejercida por los hermanos pintores Pere y Jaume Serra con los trabajos que realizaran en la segunda mitad del siglo XIV. Jaume Cabrera fue coetáneo del prestigioso taller barcelonés de Lluis Borrassà, que igualmente recogió la herencia italianizante de los hermanos Serra, pero cuyo estilo evolucionó hasta ser considerado como el introductor del estilo gótico internacional en Cataluña, ejerciendo su obra una notable influencia en otros pintores, como Joan Mates, Bernat Martorell o el propio Jaume Cabrera, que por mantener los estilemas italo-góticos puede considerarse como el último representante de aquel tipo de pintura que sigue la tradición artística italiana del Trecento.

En esta pintura, el centro de la composición es la figura del Niño Jesús, que, sentado en el regazo de la Virgen y con un giro del cuerpo de tres cuartos, vuelve su cabeza y levanta el brazo derecho mientras juega con un jilguero que aparece volando y al que tiene atado con una cinta.

     La Virgen, con el cuerpo igualmente girado en tres cuartos en sentido contrario, aparece sentada en el suelo sobre un cojín rojizo, siguiendo la difundida tipología de la Virgen de la Humildad. Viste una túnica ceñida, ricamente ornamentada con brocados dorados y una cenefa en el cuello, y un manto de color azul oscuro y el revés rojo, que está decorado con medallones de diseño floral que no se ajustan a los pliegues del paño según las leyes de la perspectiva. Sobre la cabeza luce una gran corona que simula ser de oro con pedrería engastada. Tanto el rostro de la Virgen como el del Niño siguen un esquema oval estereotipado, con la boca pequeña, los ojos de color miel y una cabellera rubia que comparten todas las figuras representadas.

A los lados se colocan dos cuartetos de ángeles músicos que arrodillados tocan instrumentos musicales, entre los que se distinguen un arpa, un rabel, un laúd, una flauta y un instrumento de percusión semioculto. Todos lucen túnicas de ricos brocados ceñidas a la cintura, diademas sobre la frente y vistosas alas, con voluminosos cabellos con rizos y rostros de nuevo estereotipados.

     El espacio está constituido por un enlosado en primer término que no sigue las leyes de perspectiva, una suerte de pretil que delimita el espacio y un fondo de oro enfondado de carácter intemporal. Este se inspira en los diseños de los dibujos de los textiles de la burguesía y está aplicado con buriles y troqueles, con cuya técnica se consigue una decoración muy elaborada que muestra los contrastes del oro en positivo y negativo mediante repicados —punteados muy finos y sin orden realizados con un punzón— y graneados —punteados ordenados realizados con un buril—, en este caso trazando motivos vegetales en forma de rameados. La misma técnica se aplica en los nimbos que llevan todas las figuras representadas, formados por circunferencias concéntricas entre las que se intercalan profundos graneados circulares realizados con buril y en el interior repicados en los que destacan círculos en positivo.
     Tanto el tratamiento pictórico de las figuras, como el tratamiento técnico del fondo dorado, contribuyen para crear una de las atmósferas más líricas y poéticas de la pintura gótica catalana.         

     La pintura aún mantiene la influencia de la pintura gótica italiana en la preocupación por la luz y las tonalidades del color, sustituyendo las líneas de los contornos del dibujo para mostrar el volumen mediante el contraste de colores. Su acercamiento a la escuela sienesa radica en el estilo amable, melancólico y sensiblemente idealizado de las figuras, sin demasiada preocupación por definir el volumen, un estilo que ejercería una gran influencia en Europa, llegando a inspirar el Estilo Internacional, en el que se funde la influencia italiana con la francesa, tendente a lo caligráfico y a dotar a las escenas de un sentido caballeresco, valorándose más la expresión y la estilización de las figuras, predominando la línea curva especialmente en los ropajes, que comienzan a presentar numerosos plegados.
 

APUNTES SOBRE EL PINTOR JAUME CABRERA 

     Pocos datos biográficos se conocen de este pintor catalán, que estuvo activo en Barcelona entre 1394 y 1432. Nada se sabe de su periodo formativo y aunque fue seguidor de Lluis Borrassà, en su primera obra ya conserva el sentido dulce, ingenuo y melancólico de los hermanos Serra, como ocurre en esta pintura de la Virgen con el Niño y ángeles músicos del Museo Episcopal de Vic.

La primera referencia documentada es la contratación, el 4 de mayo de 1394, del Retablo de la iglesia de San Martín de Calonge (Gerona). Hacia 1400 se data la tabla de la Epifanía, de procedencia desconocida, que se conserva en el Museo Nacional de Arte de Cataluña de Barcelona, así como el Retablo del Salvador de la iglesia parroquial del Salvador de l'Alzina de Ribelles (Vilanova de l'Aguda, Lérida), actualmente conservado en el Museo Maricel de Sitges (Barcelona). Otras obras realizadas en esos años se han perdido, como una predela de la iglesia de Santa Ana de Barcelona, destruida en 1936, y la decoración de la Sala de Elecciones de la Casa de la Ciudad de Barcelona que realizara en 1401.

     De 1401 data el Tríptico de la Virgen entronizada y santos del Museo Arqueológico Nacional de Madrid, una obra de devoción privada que presenta en la tabla central una Virgen sedente con el Niño y rodeada de ángeles músicos, con clara inspiración en las obras similares de los hermanos Serra. En las puertas se representan a Santa Catalina de Alejandría y Los estigmas de San Francisco (en la parte izquierda) y una curiosa iconografía de San Sebastián y San Antonio Abad (en la derecha), rematándose las puertas con las figuras del arcángel San Gabriel y la Virgen, que conjuntamente participan de la escena de la Anunciación. El estilo repite las características de la tabla del Museo Episcopal de Vic, manteniendo la tradición de los fondos dorados. En ese año de 1401 Lluis Borrassà aparecía como procurador de Jaume Cabrera.

En 1403 elaboraba el Retablo de la Vera Cruz y los Siete Gozos de María de San Feliu de Guixols y en 1406 el Retablo de San Miguel y San Nicolás de la colegiata de Santa María de Manresa, obra actualmente recompuesta con fragmentos de un gran retablo que fue quemado parcialmente en 1714. 

     En él se conservan dos tablas dedicadas a San Miguel, con el Milagro del monte Gargano y San Miguel pesando las almas, y cuatro dedicadas a la hagiografía de San Nicolás, con la Resurrección de los tres hijos del carnicero, la Resurrección del niño ahogado, el Milagro del trigo del emperador y la Destrucción del árbol de Diana. La predela está presidida por un Llanto sobre Cristo muerto, sobre la que se levanta una hornacina con la talla de San Nicolás, obra del siglo XIV, que fue añadida en la restauración del siglo XVIII. En estas tablas, que siguen acusando la influencia de los Serra, se hace más patente la influencia de Lluis Borrassà, que en ese momento conocía su máximo esplendor.

Fue precisamente a partir del retablo de Manresa que el arquitecto e investigador barcelonés Alexandre Soler i March (1874-1949) fuese el primero en descubrir la desconocida personalidad del pintor Jaume Cabrera cuando, con motivo de recibir el encargo de construir la fachada neogótica de la catedral de Manresa en 1915, buscando documentación sobre el edificio se encontró con un contrato firmado por el pintor, hasta entonces desconocido, con la Cofradía de San Nicolás de Bari, establecida en dicha catedral. A partir de la certeza de esta autoría, se empezaron a hacer investigaciones y atribuciones a Jaume Cabrera.

Sala del Museo Episcopal de Vic donde se expone la pintura

     En 1407 Jaume Cabrera realizaba el retablo de la capilla de San Pablo en La Bisbal del Ampurdán (Gerona) y por los mismos años el retablo de la capilla de Santa Catalina de la iglesia de San Genís de Torroella de Montgrí (Gerona), destruido durante la Guerra Civil española, del que se conserva la tabla de la predela, parcialmente deteriorada, con el tema del Santo entierro, obra que se expone en el Museo de Arte de Gerona. En ella aparecen José de Arimatea y Nicodemo, sujetando el sudario a los lados y la Virgen besando una mano de Cristo, colocado longitudinalmente con un cuerpo rígido y estilizado, con un doliente San Juan, María Salomé, María Cleofás y María Magdalena, esta última colocada a los pies y recubierta por un manto rojo. Al fondo, cinco ángeles muestran la columna, la caña, la cruz, la lanza y la escalera como instrumentos de la Pasión. Con un dibujo preciso, Jaume Cabrera ya muestra una decidida tendencia al gótico internacional.  

Entre los años 1415 y 1420 el pintor realiza el Retablo de la Crucifixión, del que se conserva la escena central del Calvario y tres escenas dedicadas a la Virgen que representan la Ascensión, el Pentecostés y la Coronación de la Virgen, que forman parte de un retablo recompuesto, después de su restauración, que actualmente se guarda en el Museo de Montserrat. En estas pinturas, aún manteniendo el poso de la influencia italiana, Jaume Cabrera ya asume el aire del nuevo estilo gótico internacional, manteniendo el refinamiento y el humanismo lírico en la plasmación de los detalles, tanto los referidos a las indumentarias como a los utensilios, haciendo participar a los personajes de un sensibilidad naturalista, sencilla y agradable.

Jaume Cabrera. Epifanía, h. 1400
Museo Nacional de Arte de Cataluña, Barcelona

     En 1421 el pintor realizó el Retablo del Rosario de la iglesia de Santa María de San Martín de Sarroca (Barcelona), que se conserva in situ después de que durante la Guerra Civil fuese desmontado y escondido por los feligreses. No obstante, perdió la parte del sagrario y las puertas laterales con las imágenes de San Pedro y San Pablo, sufriendo en 1942 una restauración nefasta que fue corregida, en lo posible, en otra realizada en 1991, dando por perdida —durante la Guerra Civil— la parte derecha de la predela, que había sido sustituida por una copia. En 2003 se descubrió y recuperó la predela original cuando se intentaba subastar en Madrid, siendo custodiada por el MNAC hasta que fue reintegrada en 2012. En dicha predela parecen representados ocho santos —dos santos y seis santas—, cuatro a cada lado, mientras en las doce tablas pintadas de los tres cuerpos se desarrollan episodios de la vida de Cristo y de la Virgen. La última obra atribuida es la tabla del Entierro de Cristo, que realizada hacia 1532 se conserva en la Catedral de Gerona.

Jaume Cabrera tuvo como principal discípulo a Jaume Cirera, que aparece documentado en su casa en 1418. Hacia 1430 este se casaría clandestinamente con su hija, boda a la que el pintor se oponía para evitar que la herencia de la dirección de su taller no recayera en su hijo varón, también pintor. Asimismo, debió tener relación con el pintor Pere Sarreal, discípulo de Lluis Borrassà, que figura como testigo en una carta de pago otorgada por Cabrera por la realización de un retablo en 1425, cuando Borrassà ya había muerto.


Jaume Cabrera. Tríptico de la Virgen con el Niño y santos, 1401
Museo Arqueológico Nacional, Madrid

     Jaume Cabrera dejó un importante legado pictórico —en gran parte desaparecido— en el que aparece como fiel seguidor de las características de la pintura italo-gótica, con un estilo definido por el canon corto, el aspecto hierático de sus personajes y el uso de colores con tonalidad intensa y densos, sin uso de veladuras. Los fondos arquitectónicos aparecen trabajados con laboriosidad, aunque siguiendo una estructura muy elemental, sin preocupación por la perspectiva, sino siguiendo los esquemas primitivos generalizados en el siglo XIV. En su obra se percibe una evolución desde el primer estilo italianizante, relacionado con los Serra, hacia el gótico internacional vigente en Barcelona cuando realiza su obra.


 

Informe y fotografías de la obra tratada: J. M. Travieso.

Resto de fotografías tomadas de la red y de la web de los museos.

 




Jaume Cabrera. Retablo del Salvador, h. 1400
Museo Maricel, Sitges












Jaume Cabrera. Retablo de San Miguel y San Nicolás, 1406
Colegiata de Santa María, Manresa














Jaume Cabrera. Santo Entierro, 1406
Retablo de San Miguel y San Nicolás, Colegiata de Sta María, Manresa











Jaume Cabrera. Historias de San Miguel, 1406
MIlagro del monte Gárgano y San Miguel pesando las almas
Retablo de San Miguel y San Nicolás, Colegiata de Sta María, Manresa










Jaume Cabrera. Historias de San Nicolás, 1406
Resurrección de los tres hijos del carnicero y del niño ahogado
Retablo de San Miguel y San Nicolás, Colegiata de Sta María, Manresa









Jaume Cabrera. Historias de San Nicolás, 1406
Milagro del trigo del emperador y Destrucción del árbol de Diana
Retablo de San Miguel y San Nicolás, Colegiata de Sta María, Manresa









Jaume Cabrera. Santo Entierro, primer cuarto siglo XV
Procedente de la iglesia de San Genis de Torroella de Montgrí. Museo de Arte de Gerona












Jaume Cabrera. Detalles del Santo Entierro
Museo de Arte de Gerona








Jaume Cabrera. Detalles del Santo Entierro
Museo de Arte de Gerona







Jaume Cabrera. Retablo de la Crucifixión, 1415-1420
Museo de Montserrat














Jaume Cabrera. Retablo del Rosario, 1421
Iglesia de Sta. María de San Martín de Sarroca (Barcelona)














Jaume Cabrera. Santos y santas, predela del Retablo del Rosario, 1421
Iglesia de Sta. María de San Martín de Sarroca (Barcelona)









Jaume Cabrera. Nacimiento y Adoración de los Reyes
Tercer cuerpo del Retablo del Rosario, 1421
Iglesia de Sta. María de San Martín de Sarroca (Barcelona)












Jaume Cabrera. Crucifixión y Cristo Varón de Dolores
Primer cuerpo del Retablo del Rosario, 1421
Iglesia de Sta. María de San Martín de Sarroca (Barcelona)











Jaume Cabrera. Pentecostés y Coronación de la Virgen
Segundo cuerpo del Retablo del Rosario, 1421
Iglesia de Sta. María de San Martín de Sarroca (Barcelona)











Círculo de Jaume Cabrera. Verónica de la Virgen, primer cuarto s. XV
Procedente de la Catedral de Vic, Museo Episcopal de Vic








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