14 de abril de 2021

Pie memoriae: NUESTRA SEÑORA DE TIEDRA VIEJA, resonancias épicas en los Montes Torozos


 







NUESTRA SEÑORA DE TIEDRA VIEJA

Ermita de Nuestra Señora de Tiedra Vieja

Tiedra (Valladolid)

 

 








      En las proximidades de Tiedra, en un paraje rodeado de árboles situado en la comarca de los Montes Torozos, se encuentra un santuario, culminado en el siglo XVIII, donde recibe culto la imagen de Nuestra Señora de Tiedra Vieja.

El lugar, cargado de resonancias épicas, se identifica con el asentamiento de la ciudad vacceo-romana de Amallóbriga (declarado Bien Arqueológico de Interés Cultural), después convertido en el núcleo de la primitiva villa de Tiedra, que así permaneció hasta 1171, cuando por voluntad del rey Fernando II de León el caserío se trasladó a su actual emplazamiento para reforzar la frontera con el reino de Castilla, en un espigón que domina el valle del Duero hacia la ciudad de Toro.

El santuario se levanta no muy lejos del castillo que conoció una especial actividad en el siglo XI, cuando Sancho II de Castilla ordena a Rodrigo Díaz de Vivar, El Cid, la reunión con su hermana doña Urraca en esta fortaleza para solicitar la cesión de la ciudad de Zamora, por la que recibiría a cambio la ciudad de Medina de Rioseco y el infantado de Valladolid, incluyendo el propio castillo de Tiedra. Como doña Urraca no accediera a esta capitulación propuesta por El Cid, Sancho II sitió la ciudad de Zamora, donde encontró la muerte.

En el siglo XII, tras la muerte de Alfonso VII en 1157, la villa de Tiedra pasó a pertenecer al reino de León, aunque años después el rey leonés Alfonso IX se la entregaba a doña Berenguela como compensación a su separación, pasando a pertenecer a la corona de Castilla. En 1285 Sancho IV de Castilla donó la villa y otras posesiones a don Pedro Álvarez de Asturias, que la dejó en herencia a su hija Teresa Pérez, casada con Alfonso de Meneses, con lo que la población quedaría vinculada a la influyente familia castellana de los Meneses.


     Al morir el último de los Meneses sin descendencia, el rey otorgó sus posesiones a la familia de los Alburquerque, a la que pertenecía doña Leonor, casada con el infante Fernando de Antequera y madre de los infantes de Aragón, a los que el rey Juan II confiscaba Tiedra en 1430. Tras la batalla de Olmedo en 1445, este monarca donaba la villa a don Pedro Girón, que a su muerte era señor, entre otras poblaciones, de Tiedra, Urueña, Villafrechós y Peñafiel. Su descendiente, Pedro Tellez-Girón de la Cueva, recibiría de Felipe II en 1562 el título del ducado de Osuna, con Grandeza de España, al que perteneció el castillo de Tiedra hasta el siglo XIX. En la actualidad el castillo, que presenta intervenciones desde el siglo XIII, pertenece al Ayuntamiento de Tiedra, que lo adquirió en 2004 y lo ha sometido a una restauración integral.


EL SANTUARIO 


     Desde el castillo se observa, apenas a poco más de un kilómetro de distancia, la espadaña que preside el conjunto del santuario de Nuestra Señora de Tiedra Vieja, reedificado entre finales del siglo XVI y el primer cuarto del XVII bajo el patrocinio de doña Francisca Alderete, hija de don Francisco Alderete, trinchante de las damas de la reina Ana de Austria, esposa de Felipe II. Esta benefactora, fallecida en 1624, edificó junto a la iglesia, en el siglo XVI, una hospedería cuyas dependencias se organizan en torno a un patio central. 

La hospedería, de grandes dimensiones, presenta al exterior herméticas fachadas de piedra recorridas en su perímetro por una bancada ininterrumpida de piedra, con una sobria fachada de aire herreriano al exterior que está coronada por una espadaña de dos cuerpos. Se accede al recinto a través de un amplio zaguán de tres naves, con pilares cruciformes sencillos y cubierto por una cúpula y bóveda de crucería en los tramos de la nave central y bóvedas de arista en los laterales. En su interior se encuentra el brocal de uno de los antiguos pozos del albergue. Este espacio comunica con el gran Patio de la Hospedería, levantado en el siglo XVI, que presenta dos de sus lados porticados a doble altura, recorridos por grandes arquerías de medio punto de ladrillo que dan acceso a las dependencias —perdidas en gran parte— y que en el piso inferior descansan sobre pilares pétreos ochavados. 

Santuario de Ntra. Sra. de Tiedra Vieja, Tiedra

     El conjunto fue reedificado en el siglo XVIII, afectando especialmente a la iglesia, cuya entrada se encuentra en uno de los lados del patio.  Su austera portada adintelada se reduce a dos pilastras laterales, rematadas con bolas, un ventanal central y un remate en forma de frontón partido. El interior presenta una sola nave entre contrafuertes y pilastras, cubierta en sus cuatro tramos con lunetos y yeserías quebradas de trazado barroco incorporadas en el siglo XVIII. Dispone de un coro alto a los pies, con una tribuna lateral en la que se encuentra un fantástico órgano que, procedente del monasterio de la Santa Espina, ha recuperado todo su esplendor sonoro tras haber sido recientemente restaurado. 

La cabecera se articula en dos espacios, uno en forma de falso crucero de planta cuadrada, que está cubierto por una cúpula rebajada sobre pechinas, construida en ladrillo y profusamente decorada con pinturas murales del siglo XVIII, destacando las figuras de los Cuatro Evangelistas que ocupan las pechinas. Este espacio aparece separado de la nave mediante una reja barroca, sobre basamento pétreo, que fue elaborada en 1759. En el centro del pavimento, se encuentra la losa de una sepultura que fue colocada en 1897 y que fue costeada por suscripción por los tiedranos, incluyendo los de "allende los mares", que contiene los restos de Francisco Alderete y de su hija Francisca Alderete, benefactora del recinto y fallecida en 1624. Este espacio está reservado al Patronato  del Santuario de la Virgen de Tiedra Vieja, integrado por el Ayuntamiento, pues se trata de una de las pocas ermitas que no pertenece al Arzobispado de Valladolid, sino al pueblo de Tiedra. 

Zagúan de entrada y patio de la hospedería

     El testero o ábside, levantado en la primera mitad del siglo XVIII, adopta la forma de un camarín de planta cuadrada y cubierto por una cúpula sobre pechinas que aparece igualmente decorada con una profusa decoración, con plementos divididos por nervios y la paloma del Espíritu Santo en la clave. Abigarrada es también la decoración de los arcos torales y los lunetos, decorados con relieves en yeso policromado. Toda la iconografía del camarín o capilla mayor está dedicada a la Virgen, apareciendo en las pechinas los Desposorios, la Visitación, la Anunciación y el Nacimiento, mientras que en los muros aparecen grandes pinturas historiadas referidas a los Misterios de Nuestra Señora. En el centro se encuentra un retablo-baldaquino barroco, de principios del siglo XVIII, que tiene altares en sus cuatro frentes y que está ornamentado con grandes columnas salomónicas y coronado por un templete con pequeñas figuras de ángeles. El baldaquino aloja en su interior la imagen románica de Nuestra Señora de Tiedra "la Vieja", titular del santuario, que viene recibiendo una veneración secular desde todos los pueblos circundantes, la mayoría de ellos pertenecientes a la provincia de Zamora, como Pinilla de Toro, Vezdemarbán, Villalonso y Pozoantiguo. 

Patio de la hospedería

LA VIRGEN DE TIEDRA VIEJA        

Nuestra Señora de Tiedra Vieja, como no podía ser de otro modo, cuenta con un extenso historial de milagros, siendo uno de los más recordados el obrado a favor de un niño de diez años al que una mula desbocada arrastró a lo largo de trescientos metros sin que sufriera lesión alguna. Este tipo de prodigios atribuidos fue el detonante para que se expandiera, en el ámbito rural, la enorme devoción que goza la Virgen hasta nuestros días, que como agradecimiento a los favores obrados a lo largo del tiempo ha recibido todo tipo de ofrendas o exvotos, en unos casos joyas como anillos, pulseras, coronas, etc., que custodia el Patronato, en otros, de tipo popular, en forma de las habituales piezas de cera, pinturas conmemorativas y cientos de fotografías, pues los agradecimientos llegan a nuestro tiempo, como puede comprobarse en los que aparecen como testimonios en uno de los muros del templo. 

Interior de la iglesia. Camarín de la Virgen

     La imagen de Nuestra Señora de Tiedra Vieja es una talla románica que aparece enmascarada bajo un aspecto que se generalizaría en época barroca, en este caso en el siglo XVIII, ofreciéndose a los fieles con una saya acampanada, confeccionada con ricas telas, y un amplio manto que la cubre por completo con una larga cola. Su rostro se asoma bajo un rostrillo, de plata repujada con encajes, y sobre su cabeza luce una corona de tipo real con resplandor. En su brazo izquierdo sujeta la pequeña figura del Niño Jesús, que aparece ataviado con una túnica por la que asoma su pequeña cabeza, igualmente dignificada con una corona de orfebrería de tipo imperial, mientras en su mano derecha sujeta tradicionalmente una flor. 

El último de los lujosos trajes con que se agasaja a la Virgen fue confeccionado en 1996, en seda y pasamanería de oro, por devotas vecinas de Tiedra. De su atavío se encargan tres camareras, que en agosto realizan con esmero los cambios del vestuario que la imagen lucirá hasta las fiestas del Corpus del año siguiente. 

Entre las tradiciones asentadas en torno al culto a Nuestra Señora de Tiedra Vieja figura la de las "Cáñamas", consistente en la venta de un lote de productos (avellanas, bonito, carne, vino, melocotón en conserva y mantecadas), que tiene su origen en los alimentos que se ofrecían a los forasteros que pasaban el día en la ermita venerando a la Virgen sin llevar provisiones. Otra tradición se mantiene en las fiestas del Corpus y son las llamadas "Posturas de la Virgen", consistente en una puja popular, expresada tradicionalmente en fanegas de trigo (actualmente cada fanega equivale a 2,40 euros), para tener el privilegio de meter las andas procesionales en la ermita tras la tradicional romería. Asimismo, otra costumbre es la de pujar en agosto por unas corderas ofrecidas por los devotos, siendo destinados los fondos recaudados al mantenimiento de la ermita.

Cúpula del primer tramo de la cabecera

 

Informe: J. M. Travieso.

 







Cúpula del camarín y remate del baldaquino










Pinturas murales del camarín: Misterios de la Virgen










Sepultura de Francisca Alderete, benefactora del santuario










Órgano del santuario de Nta. Sra. de Tiedra Vieja










Exvotos en la nave de la iglesia








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