SACRO MONTE DE VARESE
Arquitectura: Giuseppe Bernascone,
il Mancino (Varese, ca 1560-ca 1625)
Escultura: Francesco Silva (Morbio
Inferiore, Suiza, 1560-1643) y otros
Pintura: Varios pintores
1604-1698
Arquitectura, escultura en terracota
policromada y pintura al fresco
Sacro Monte de Varese, Varese (Lombardía,
Italia)
Arquitectura, escultura y pintura tardomanierista
y barroca
Panorámica del Sacro Monte de Varese |
Conjunto del santuario de Santa María del Monte |
En 1045 Guido da Velate, recién nombrado arzobispo de Milán, convierte el
enclave en cuartel general del ejército milanés para frenar a los enemigos del
clero ambrosiano. Sin embargo, con la llegada al poder de la Casa de los
Visconti, la fortaleza fue perdiendo su valor hasta ser desmantelada,
manteniéndose la actividad del santuario, cuya popularidad continuó creciendo
hasta las décadas finales del siglo XV.
En 1518, en plena efervescencia renacentista, un pórtico pétreo recubrió
la antigua fachada románica y en 1598 se levantó la torre campanario según
trazas de Giuseppe Bernascone. No obstante, el aspecto actual del Santuario de
Santa María del Monte responde a las modificaciones realizadas en el siglo XVII,
cuando la iglesia se transformó, según los gustos del barroco, alargándose la
nave central, modificándose las cubiertas, incorporando una cúpula central y aplicando
sobre los muros una abigarrada decoración. Los frescos de la cúpula son obra de
Francesco Bianchi y Giuseppe Baroffio, mientras que la suntuosa decoración al
fresco de bóvedas y naves se debe a Giovan Mauro della Rovere, Giovanni Paolo
Ghianda, Salvatore Bianchi y los hermanos Giovan Francesco y Giovan Battista
Lampugnani, cuyas escenas aparecen acompañadas de notables estucos barrocos.
También en este momento fue remodelado el altar mayor, donde recibe veneración
una primitiva imagen de la Virgen y el Niño, del siglo XIV, con las características
de una Virgen Negra.
El monasterio fue suprimido en 1798 por decreto de la República Cisalpina, siendo buena parte de su bienes confiscados, dispersos o destruidos. Las monjas fueron albergadas en residencias laicas locales hasta 1822, año en que pudieron renovar la vida monástica con el compromiso de abrir una escuela y un internado para niñas, actividad que ejercieron hasta 1969, cuando se permitió a la comunidad de Romitas recuperar su función contemplativa y su dedicación a la oración, meditación y al estudio de la liturgia, el canto y los textos ambrosianos.
Arco del Rosario/Misterios Gozosos. Entrada a la Vía Sacra |
Respecto al recorrido devocional del Sacro Monte de Varese, hemos de
remontarnos a los albores del siglo XVII, cuando se producía un hecho
trascendental. Una de las monjas eremitas
del monasterio, la hermana María Tecla Cid, fue quien concibió la idea de
trazar un recorrido que comunicara el santuario con la llanura de Varese, es
decir, desde la vecina ciudad hasta el monte de Santa María, a través de un
recorrido que ofreciera consuelo a los peregrinos a través de la meditación
sobre los Misterios del Rosario antes de llegar al santuario, meta final de la
peregrinación. La idea encontró un apoyo entusiasta en el padre capuchino
Giovanni Battista Aguggiari, que consiguió involucrar en la empresa a algunas nobles
familias milanesas y realizar una colecta entre la comunidad de fieles de
muchos lugares del amplio territorio circundante para llevar a cabo el proyecto.
Es conveniente recordar que el rezo del Rosario fue codificado en su
forma actual por el papa Pío V en 1569, extendiéndose desde entonces como forma
de rezo colectivo incluso en los ritos procesionales. Por otra parte, como tema
iconográfico había alcanzado una notable popularidad en occidente a partir de
la triunfal Batalla de Lepanto de 1571. Ello explica la buena aceptación que
tuvo el que en las numerosas procesiones que ascendían desde Varese al santuario
de Santa María del Monte, pudiese establecerse un ascenso escalonado, con
paradas para orar y meditar ante los misterios representados plásticamente y con
aspecto real en cada una de las capillas.
Izda: Arco de San Carlos / Inicio de los Misterios Dolorosos Dcha: Arco de San Ambrosio / Inicio de los Misterios Gloriosos |
Dionigi Bussola. Detalle de la Crucifixión |
Después de una obligada interrupción a consecuencia de la peste que
asoló el territorio desde 1630 a 1632, prosiguieron las obras, sobre todo la decoración
de las capillas, hasta su total culminación en 1698, momento en que el Sacro
Monte de Varese adquirió su forma actual, con esculturas en terracota
policromada rodeadas de frescos cuya finalidad es ampliar de manera ilusionista
las escenas que representan los diferentes Misterios. Asimismo, se incluyeron
en el recorrido tres arcos triunfales que anteceden a los grupos de Misterios,
el Arco del Rosario dando paso a las cinco capillas en que se representan los
Misterios Gozosos, el Arco de San Carlos antecediendo a los cinco Misterios
Dolorosos y el Arco de San Ambrosio como acceso a los cinco Misterios
Gloriosos, incluyendo en el recorrido, cuya senda supera los 2 kilómetros, diversas
fuentes y algunas grutas devocionales conmemorativas.
El estilo arquitectónico de las capillas, trazado por Il Mancino, así como de los arcos triunfales y las fuentes es muy variado, inspirándose en todos los casos en los modos estilísticos del manierismo italiano. Por su parte, las 300 esculturas que pueblan las capillas y los frescos que las adornan constituyen un complejo y elevado testimonio del arte sacro barroco que con carácter contrarreformista se realizó durante el siglo XVII en la zona milanesa.
HITOS DEL RECORRIDO
El recorrido se estableció siguiendo una precisa teoría arquitectónica y espacial, con un conjunto de rampas serpenteantes que libran un desnivel de 245 metros. Durante el itinerario, el peregrino inicia un recorrido a pie en medio de una sugerente naturaleza que está jalonada de fuentes para el refresco, de puntos panorámicos sobre el lago Varese y de elegantes capillas que incitan a una contemplación sosegada, todas ellas sorprendentes por su contenido artístico.
Arco del Rosario (1607-1623)
Arquitectura: Giuseppe Bernascone / Escultura: Carlo Antonio Buono
Restaurado en 1993
A través de este primer arco triunfal se accede a la Vía Sacra. Representa la cabecera de los Misterios Gozosos. Fue construido por Il Mancino en 1607 y está rematado con la imagen pétrea de la Virgen con el Niño —María, Puerta del Cielo— que entrega el Rosario a los peregrinos, obra atribuida a Carlo Antonio Buono. A los lados se encuentran las esculturas barrocas de Santo Domingo y San Francisco. Pasado el arco, en la izquierda se encuentra la monumental Fuente de la Samaritana.
Primera capilla: La Anunciación |
Primera Capilla: La Anunciación (1605-1610)
Arquitectura: Giuseppe Bernascone / Escultura: Cristoforo Prestinari
Restaurada en 1993
La colocación de la primera piedra, el 25 de marzo de 1605, inauguró oficialmente
al grandioso proyecto de la Vía Sacra. La capilla presenta un elegante exterior
clasicista que fue proyectado por Giuseppe Bernascone. Elevada sobre el nivel
del terreno, tiene planta rectangular, con la fachada rematada por un frontón triangular
clásico y tres de sus lados rodeados por un elegante pórtico con arcos sobre
columnas jónicas. Sobre la arquería discurre un friso recorrido por grandes
letras que expresan el saludo dirigido a la Virgen por el arcángel San Gabriel.
Primera capilla: La Anunciación. Esculturas de Cristoforo Prestinari |
Segunda capilla: La Visitación |
Arquitectura: Giuseppe Bernascone / Escultura: Francesco Silva / Pintura: Giovan Paolo Ghianda
Restaurada en 1987
Construida en 1605 según un diseño de Giuseppe Bernascone, tiene planta
rectangular y una fachada con cuatro gruesas columnas jónicas y un frontón
triangular, sin pronaos, paralela a la Vía Sacra. Las esquinas están resaltadas
por elegantes pilastras emparejadas sobre las que se colocan alargadas pirámides
de piedra, con otra más pequeña sobre la linterna octogonal que proporciona luz
a la capilla. Sobre el muro derecho se encuentra un reloj de sol que marca las
horas al peregrino.
Segunda capilla: La Visitación. Esculturas de Francesco Silva |
Es la primera capilla que aparece decoradas con grandes frescos, en este caso simulando una estancia cuya arquitectura se abre a un luminoso paisaje y con hornacinas fingidas ocupadas por personajes. Son obra de Giovan Paolo Ghianda, pintor nacido en Como, que los realizó en 1624.
Tercera capilla: La Natividad y Adoración de los pastores |
Arquitectura: Giuseppe Bernascone / Escultura: Marino Retti / Pintura: Carlo Francesco Nuvolone
Restaurada en 1983
Iniciada en 1605, presenta una arquitectura impresionante de planta
elíptica, coronada por una linterna y precedida de un gran pronaos clasicista
cuya función no sólo era como espacio de meditación de la escena representada,
sino que también tenía la función práctica de proteger a los peregrinos del sol
y de la lluvia. En la fachada del pronaos se encuentran dos hornacinas con las
estatuas de San Juan Bautista y Zacarías, atribuidas a Martino Retti.
Tercera capilla: La Natividad. Esculturas de Marino Retti |
Los frescos son obra de Carlo Francesco Nuvolone y están relacionados
con el tema central. De izquierda a derecha se representan la Adoración de
los Reyes, que aparece fechada en 1658, el Anuncio a los pastores,
la Matanza de los Inocentes, el Aviso del ángel a José y la Preparación
para la Huida a Egipto. Los enmarcamientos fingidos fueron realizados por el
pintor vareseño Francesco Villa.
En el exterior figuraba un mural al fresco de Nuvolone con la Huida a Egipto que sufrió un gran deterioro, siendo sustituido durante la restauración de 1983 por otro de Renato Guttuso que representa el mismo tema.
Cuarta capilla: La Presentación en el Templo |
Arquitectura: Giuseppe Bernascone / Escultura: Francesco Silva / Pintura: Giovanni Ghisolfi
Restaurada en 1987
En la arquitectura de esta capilla Giuseppe Barnascone alcanza uno de
sus mayores logros, tanto por la modulación arquitectónica del edificio como
por la estudiada relación con el espacio circundante. Es un pequeño templo de
planta central cuyo armonioso volumen es resaltado por la vegetación
circundante al estar edificado en una pronunciada curva que enfila la subida
hacia la Quinta Capilla, recortándose su silueta ante un paisaje de aspecto
aéreo en el arranque de la ladera que conduce al valle de Olona. Domina el
templo una cúpula con linterna y en la parte inferior el pórtico que rodea el
edificio queda interrumpido por otros cuatro con forma de arco triunfal y
coronados por estilizadas pirámides. Una inscripción en el arquitrabe y un gran
escudo de armas recuerdan a la familia Omodei, que llevó a cabo la financiación
de la capilla.
Cuarte capilla: La Presentación en el Templo. Esculturas de Francesco Silva |
En los frescos, realizados en 1662 por el milanés Giovanni Ghisolfi, se representan personajes asomados a balcones que observan lo que ocurre en el centro, dando continuidad a las esculturas de Francesco Silva.
Quinta capilla: Disputa de Jesús con los doctores en el Templo |
Arquitectura: Giuseppe Bernascone / Escultura: Francesco Silva / Pintura: Nuvolone
Restaurada en 1992
Esta capilla, construida entre 1607 y 1623 y financiada por la ciudad de
Varese, culmina los Misterios Gozosos. La arquitectura manierista se muestra
imponente, realzada escenográficamente por su colocación sobre un tramo elevado
respecto a la capilla anterior. Tiene planta rectangular, con las esquinas
achaflanadas y una gran cúpula con tambor. De los tres pronaos destaca el
central por su grandiosidad, con columnas jónicas que enmarcan el arco central
y pilastras en los arcos laterales. Por detrás se eleva otra fachada alta
rematada con un tímpano partido con escudos e inscripciones.
Quinta capilla: Disputa de Jesús con los doctores. Esculturas de Francesco Silva |
Ambientan la escena frescos firmados y datados por Carlo Francesco Nuvolone, que asistido por el cuadraturista de Varese Francesco Villa recrea con un espacio ilusionista el interior del templo de Jerusalén. Por encima de las ventanas se incluyen episodios referidos a la Palabra de Dios. Unos en que la Palabra es leída y explicada, como en Moisés recibiendo las tablas de la ley y Esdrás leyendo el libro del Señor al pueblo. Otros referidos a la Palabra profetizada y escrita, representada por las sibilas, los profetas y los evangelistas, cuyas figuras ocupan los vanos, los lunetos y las pechinas de la cúpula. Sobre la pared del fondo se reproduce una arquitectura en perspectiva entre la que aparece el Arca de la Alianza.
Arquitectura: Giuseppe Bernascone / Escultura: Carlo Antonio Buono
Este arco triunfal marca el comienzo de los Misterios Dolorosos. Está construido con piedra de Brenno Useria que combina dos tonalidades en una arquitectura compacta y austera. Recibe su nombre de la escultura pétrea que lo corona —2,5 m de altura— y que representa a San Carlos bendiciendo, obra realizada hacia 1651 por Carlo Antonio Buono, primo del cardenal Federico Borromeo, durante cuyo episcopado se construyó el itinerario de la Vía Sacra. San Carlos era valorado por su vida de penitencia, oración y meditación sobre el dolor, lo que suponía un modelo para el peregrino que llegaba a este punto del camino. Junto al arco se levanta la segunda Fuente monumental, obra de 1654.
Sexta capilla: La Oración del Huerto |
Sexta Capilla: La Oración del Huerto (1606-?).
Arquitectura: Giuseppe Bernascone / Escultura: Francesco Silva / Pintura: Bartolomeo Ghiandone
Restaurada en 1988
Precedida de pronaos, la capilla tiene forma rectangular sobre la que se inserta un ábside elíptico, con un cuerpo superior de forma octogonal en el que se abren cuatro ventanas. Para su edificación hubo que excavar la roca, levantar muros de contención y nielar el terreno, obras de ingeniería dirigidas por Giuseppe Bernascone.
Sexta capilla: La Oración del Huerto. Esculturas de Francesco Silva |
Los frescos fueron realizados en el siglo XVII por Bartolomeo Ghiandone con un lenguaje propio del siglo XVI. Entre las monumentales figuras de San Mateo y San Lucas aparecen las escenas de Cristo identificándose ante los soldados, el Beso de Judas, el Prendimiento de Cristo y San Pedro cortando la oreja a Malco y Cristo apresado por los soldados. Las pinturas de la bóveda se atribuyen a Antonio Mondino, aunque por su deterioro fueron restauradas en el siglo XX por Poloni.
La Gruta de las Beatas
Escultura: Francesco Silva
Entre la sexta y séptima capilla se encuentra la Gruta de las Beatas, que aparece precedida de una sencilla fachada de mampostería y en cuyo interior, en un escarpado natural, se colocan las esculturas de Caterina da Pallanza y Giuliana da Busto Arsizio-Verghera rememorando la vida ermitaña que llevaron en el lugar antes de fundar el monasterio de clausura de la Romita Ambrosiana. Son obra de Francesco Silva y aparecen representadas en oración —la beta Giuliana identificada por el velo blanco de novicia— y rodeadas de elementos igualmente modelados en terracota, como un libro, platos, una jarra, frutas, pan y hasta pequeños animales medio escondidos.
Séptima capilla: La Flagelación |
Arquitectura: Giuseppe Bernascone / Escultura: Martino Retti / Pintura: Il Morazzone
Restaurada en 1988
La airosa capilla se levanta sobre una plataforma a la que se accede por
una escalera y que está delimitada por balaustres. Tiene forma circular y está
precedida de un esbelto pronaos rematado con un frontón triangular sobre el que
aparece el escudo de armas de la familia Litta, pues fue financiada por los
nobles Francesco y Girolamo Litta, que tenían una hermana monja ingresada en el
monasterio de la Romita.
Séptima capilla: La Flagelación. Esculturas de Martino Retti |
Los frescos, realizados entre 1608 y 1609, son obra de Pier Francesco Mazzucchelli, conocido como Il Morazzone, y representan a Cristo ante Caifás, Pilatos presentando a Jesús y Barrabás al pueblo y Cristo despojado de sus vestiduras. Se completa con ángeles pintados en los lunetos, incluyendo en dos de ellos los retratos de los hermanos donantes.
Octava capilla: La coronación de espinas |
Arquitectura: Giuseppe Bernascone / Escultura: Francesco Silva / Pintura: Hermanos Giovan Battista y Giovan Paolo Recchi
Restaurada en 1986
La capilla tiene planta octogonal sobre la que se inserta una linterna
cilíndrica perforada por óculos. Está precedida de un pronaos a dos aguas al
que se accede por una escalera lateral que libra la inclinación del terreno, abriéndose
un ventana central y dos laterales que permiten contemplar la equilibrada
escena compuestas por diez figuras de terracota policromada, modeladas por
Francesco Silva entre 1625 y 1626, dispuestas en torno a la de Cristo colocado
en el centro, que destaca con su manto púrpura sobre los grotescos sayones,
feos y desaliñados, que colocan la corona de espinas con palos mientras ríen tontamente
y muestran sus lenguas.
Octava capilla: La coronación de espinas. Esculturas de Francisco Silva; pinturas de los hermanos Recchi |
Novena capilla: Camino del Calvario |
Arquitectura: Giuseppe Bernascone / Escultura: Francesco Silva / Pintura: Giovan Paolo Recchi
Restaurada en 1986
La capilla está concebida por Giuseppe Bernascone para acoger a los
personajes que animan el interior, con una compacta planta rectangular y un
pronaos al frente con tres arcos sobre columnas y dispuesto paralelo al camino,
al que se accede por escaleras laterales. Al contrario que las capillas
precedentes, en este caso solamente existe una ventana central de tres vanos desde
los que se contempla toda la escena, compuesta por veinte magníficas figuras
realizadas por Francesco Silva.
Novena capilla: Camino del Calvario. Esculturas de Francesco Silva |
Novena capilla: Camino del Calvario. Esculturas de Francesco Silva |
Décima capilla: La Crucifixión |
Arquitectura: Giuseppe Bernascone / Escultura: Dionigi Bussola / Pintura: Antonio Busca
Restaurada en 1985
Situada en la cima de una larga subida, es una elegante capilla de gran
altura, con base rectangular y esquinas redondeadas, que está precedida de un
pronaos con tres arcos sobre columnas dóricas que ocupan todo el ancho, de los
cuales el central es más ancho. Sobre ellos se eleva la fachada con una tabula
en la que aparece la inscripción "O vos omnes qui transitis per viam
attendite et videte si est dolor sicut dolor meus" Jeremías 1, 12). Se
corona con un tímpano roto en el que se inserta una cruz metálica.
Décima capilla: La Criucifixión. Esculturas de Dionigi Bussola |
Décima capilla: La Crucifixión |
Décima capilla: La Crucifixión. Esculturas de Dionigi Bussola |
Décima capilla: La Crucifixión. Esculturas de Dionigi Bussola |
Arquitectura: Giuseppe Bernascone / Escultura: Carlo Antonio Buono
Restaurado en 1991
Este elegante y estilizado arco triunfal introduce a los Misterios Gloriosos. El arco está flanqueado por dos columnas jónicas sobre altos basamentos y rematado por un frontón curvo decorado con las figuras de un ángel, un león y cuatro pebeteros. Toma el nombre de San Ambrosio, que aparece en el vértice bendiciendo y que es obra atribuida a Carlo Antonio Buono, que rinde homenaje al santo que instauró localmente el culto a la Virgen. En uno de sus flancos hay una pequeña fuente para refrescar a los peregrinos.
Undécima capilla: La Resurrección |
Undécima Capilla: La Resurrección (1622-1654).
Arquitectura: Giuseppe Bernascone / Escultura: Francesco Silva / Pintura: Isidoro Bianchi da Campione
Restaurada en 1991
Terminada en 1622, esta capilla, que fue erigida sobre los cimientos de
una antigua torre medieval, tiene forma de paralelepípedo con un ábside semicircular
y está precedida de un pronaos con tres arcos, de los que sobresale el central,
al que se accede por escaleras laterales. El apoteósico interior se observa a
través de una ventana serliana de tres vanos con rejas de hierro forjado.
Undécima capilla: La Resurrección. Esculturas de Francesco Silva |
Undécima capilla: La Resurrección. Esculturas de Francesco Silva |
Duodécima capilla: La Ascensión |
Arquitectura: Giuseppe Bernascone / Escultura: Francesco Silva / Pintura: Hermanos Lampugnani
Restaurada en 1989
La capilla fue iniciada en 1624 y consta de un cuerpo macizo de planta
elíptica precedido de un pronaos con forma de arco triunfal animado con
numerosos elementos escultóricos, como las esculturas pétreas de San Pedro
y San Antonio de Padua atribuidas a Carlo Antonio Buono, que celebran la
generosidad de los patronos mencionados en la inscripción colocada encima del
arco: Giovan Pietro y Giovan Antonio, de la noble familia milanesa de los
Carcano, cuyo escudo de armas destaca en lo alto del tímpano.
La escena escultórica se desarrolla en forma de dos semi círculos superpuestos bajo la figura de Cristo, que asciende al cielo entre el resplandor de rayos dorados tallados en madera. En la parte inferior, los apóstoles arrodillados en torno a la Virgen —en cuyo hombro Francesco Silva dejó grabada la fecha de ejecución en 1632— presencian con gestos de asombro el excepcional acontecimiento. Entre estos y Cristo discurre un semicírculo de nubes poblado por multitud de ángeles, cuyas figuras de prolongaban en los frescos. Desafortunadamente, los frescos visibles no son los originales que realizaran los hermanos Lampugnani en 1632, sino los que retocara Gerolamo Poloni casi en su integridad.
Decimotercera capilla: El Pentecostés |
Arquitectura: Giuseppe Bernascone / Escultura: Francesco Silva / Pintura: Hermanos Grandi y Federico Bianchi
Restaurada en 1990
Aunque no se construyó la cúpula del diseño original, la capilla es una
de las más bellas creaciones de Giuseppe Bernascone, de planta central octogonal
y un elegante pórtico que lo rodea por completo, jalonado por una sucesión de
hornacinas, que invitan al peregrino a caminar alrededor observando el interior
desde distintos puntos de vista.
En el interior aparece la bajada del Espíritu Santo, en forma de
pequeñas llamas, sobre las cabezas de los apóstoles y la Virgen, que están
colocados en círculo y acompañados de dos santas que, como los espectadores, comparten
la escena. Son quince figuras de terracota policromada modeladas por Francesco Silva
posiblemente después de 1684, cuando el arquitecto Giulio Buzzi remató la
linterna que corona el edificio.
Los frescos fueron elaborados por los hermanos Girolamo y Giovan Battista Grandi, que plasmaron ocho colosales columnas salomónicas como entorno arquitectónico, y por Federico Bianchi, que incorporó figuras de profetas entre las columnas. El conjunto pictórico fue intervenido por Poloni en el siglo XX ante el deterioro de algunas de sus partes.
Decimocuarta capilla: La Asunción de la Virgen |
Arquitectura: Giuseppe Bernascone / Escultura: Francesco Silva / Pintura: Martino Retti y Pietro Gilardi
Restaurada en 1990
Esta capilla fue una de las primeras completadas del complejo diseñado
por Giuseppe Barnascone, siendo terminada en 1610. Responde a un plan central
de planta cuadrada y ángulos achaflanados, con cuatro pronaos iguales añadidos
en el exterior que configuran una cruz griega. Afectada por un rayo, perdió la
cúpula original, que hacia 1780 fue sustituida por un modesto techo rematado
por una linterna ciega, obra del arquitecto Giulio Buzzi. Bajo los pronaos se
abren cuatro ventanas, siendo la oriental la más panorámica que permite
contemplar la dinámica composición de la Virgen elevándose sobre el sepulcro
vacío rodeado de los apóstoles.
Decimocuarta capilla: La Asunción. Esculturas de Francesco Silva |
Los frescos, donde aparecen otra corte de ángeles pintados y una gloria abierta en la bóveda, con la figura de Cristo dispuesto a recibir a su Madre, se atribuyen a Martino Retti, siendo continuados en 1713 por Pietro Gilardi utilizando los cartones originales. No obstante, también fueron restaurados por Poloni en el siglo XX.
Fuente de Moisés. Escultura de Gaetano Monti |
Arquitectura: Francesco Argenti de Viggiù / Escultura: Gaetano Monti
Al final del largo tramo de la Vía Sacra y poco antes del ingreso en el burgo, se encuentra la monumental Fuente de Moisés, construida entre 1803 y 1817 por el arquitecto Francesco Maria Argenti de Viggiù. Sobre un alto basamento, cuatro columnas jónicas configuran la parte central de la fachada neoclásica, enmarcando dos nichos laterales vacíos y otro central de mayor tamaño que alberga la estatua de Moisés que, recordando que el profeta hizo brotar agua del desierto, fue esculpida en 1831 por Gaetano Monti de Rávena. Es la única que se realizó de las nueve previstas.
Decimoquinta capilla: Santuario de Santa María del Monte. Decoración barroca del interior |
Arquitectura: Giuseppe Bernascone / Escultura: Francesco Silva / Pintura: Martino
Según la tradición, fue San Ambrosio en el siglo IV quien llevó la
devoción a la Virgen a esta montaña, aunque sería en el año 922 cuando se cita
documentalmente por primera vez la iglesia de Santa María del Monte. En el
siglo XI se reconstruyó y amplió en estilo románico, siendo testimoniada su
riqueza en fuentes escritas, pues de aquella modificación sólo se conserva la
cripta que, datada en el año 1000, está recubierta con pinturas románicas que
tras su restauración en 2013 se han abierto a las visitas.
Santuario de Santa María del Monte. Detalles decorativos del interior |
En ella recibe culto en un suntuoso altar barroco la imagen de la Virgen con el Niño —Virgen negra— tallada en el siglo XIII, que según la tradición sustituye a otra del siglo IV. La totalidad de los elementos arquitectónicos del recinto —muros, arcos, lunetos, bóvedas, pechinas y cúpula— están recubiertos de pinturas barrocas al fresco que fueron realizadas por Giovan Mauro della Rovere, Giovanni Paolo Ghianda, Salvatore Bianchi y los Lampugnani, todas ellas enmarcadas en notables trabajos de estuco.
Santuario de Santa María del Monte. Pinturas de la Cripta restaurada |
Informe: J. M. Travieso.
Fotografías de la web del Sacro Monte de Varese.
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