15 de mayo de 2023

Visita virtual: CRISTO ATADO A LA COLUMNA, la excelencia de la escuela toresana







CRISTO ATADO A LA COLUMNA

Sebastián Ducete (Toro, Zamora, 1568 – 1620)

1611

Madera policromada, 201 x 68,5 x 71,5 cm.

Iglesia de San Gil, Burgos

Procedente del monasterio de San Francisco de Burgos (Cofradía de la Vera Cruz)

Escultura manierista-protobarroca

 

 





LA IMAGEN PROCESIONAL DE CRISTO ATADO A LA COLUMNA

En junio de 1611 Juan Pérez de Valdivielso, abad de la Cofradía de la Vera Cruz de Burgos, asentada en el monasterio de San Francisco, se desplazó hasta Toro para encargar a Sebastián Ducete una escultura de Cristo atado a la columna con fines procesionales1. Esta permaneció en aquel cenobio hasta la Desamortización del siglo XIX, momento en que fue llevada a la burgalesa iglesia de San Gil, donde permanece en nuestros días.

En la escultura, Sebastián Ducete se mantiene fiel a la iconografía tradicional, ampliamente difundida durante el Renacimiento, con la figura de Cristo amarrada a una columna alta. Este episodio pasionista ya había tenido en Burgos una amplia difusión durante el siglo XVI, especialmente en la catedral, en cuyo recinto se encuentran cuatro espléndidas muestras de la interpretación que hiciera la escuela burgalesa en plena efervescencia renacentista. Diego de Siloé fue el autor de dos ejemplares exentos de Cristo atado a la columna, de diferentes tamaños, que comparten el gesto melancólico característico del escultor burgalés. Igualmente, esta iconografía adquirió un fuerte protagonismo aplicada a los retablos, como en el de la Capilla del Condestable, obra compartida por Felipe Bigarny y Diego de Siloé, donde Cristo atado a la columna ocupa el encasamento central del segundo cuerpo. Otro tanto ocurre en el retablo de la capilla de San Jerónimo situada en el claustro alto catedralicio, donde Diego Guillén, emulando la disposición del anterior, también coloca en el centro del tercer cuerpo una destacada imagen de Cristo atado a la columna.

     Sirvan estas obras citadas como referencia para remarcar las aportaciones de la obra de Sebastián Ducete, en la que Cristo, de tamaño casi natural, aparece mucho más solemne y firme, utilizando un juego de recursos manieristas con el fin de estimular en el espectador un sentimiento de compasión al modo de Juan de Juni.

La figura de Cristo presenta un detallado estudio anatómico con una corpulencia hercúlea y un vigor de inspiración juniana, con un cuerpo estilizado que sigue un movimiento helicoidal al girar sobre sí mismo, un recurso típicamente manierista que produce cierta inestabilidad al apoyar sobre el suelo solamente el pie derecho en un pronunciado contrapposto. La tersura del cuerpo atlético contrasta con el claroscuro que produce el voluminoso paño de pureza, que aparece agitado y formando múltiples pliegues de aspecto metálico, elemento que constituye una auténtica novedad plástica cuando se realiza. Este modo de plegados se convertirá en un estilema característico de su taller y sería también asumido por su discípulo Esteban de Rueda.

El tener una finalidad procesional —como menciona P. Palacios en su obra Historia de la Ciudad de Burgos—, hace que la figura pierda su frontalidad permitiendo que el espectador capte distintos matices según los diferentes puntos de vista, para mostrar que, a pesar del castigo, Cristo mantiene su entereza abrazado a la columna, que parece sujetar con un excesivo giro del torso. Al tiempo que muestra su espalda, gira su cabeza con la mirada dirigida a los fieles y la boca entreabierta reclamando compasión. El minucioso trabajo de los cabellos y la barba es una constante en las obras de Sebastián Ducete, en este caso con voluminosos y agitados rizos sobre las sienes y guedejas afiladas discurriendo por la espalda.

     La policromía a pulimento aplicada en la carnación sigue las pautas comunes a finales del siglo XVI, resaltando el cuerpo lacerado como consecuencia de la flagelación, con hematomas y salpicaduras de sangre de los hombros a los tobillos, mientras el rostro aparece idealizado, sin signos de dolor, con las mejillas sonrosadas.

Cuando Sebastián Ducete realiza esta escultura, que es una obra fundamental en su producción, acaba de asociarse con su discípulo Esteban de Rueda, lo que produce un giro en su obra hacia un mayor naturalismo y las nuevas formas barrocas. No obstante, en las obras realizadas en los primeros años de la década de 1610, el escultor mantiene los recursos manieristas vigentes, siendo este Cristo atado a la columna de Burgos un testimonio que expresa ese decidido momento de transición del manierismo al barroco, que alcanzará en la escuela toresana su máxima expresión creativa, con un nivel artístico equiparable a lo que por esos años se realiza en Valladolid con Gregorio Fernández al frente, aunque en cierto modo esto quedó truncado por las muertes prematuras tanto de Sebastián Ducete como de Esteban de Rueda.              

 

APUNTES SOBRE EL ESCULTOR SEBASTIÁN DUCETE Y LA ESCUELA DE TORO

     Sebastián Ducete, nacido en Toro (Zamora) en 1568, era hijo del escultor Pedro Ducete Díez y Leonor Morán, pasando a integrar la familia de escultores de aquella ciudad zamorana. Debió realizar su primer aprendizaje en el taller paterno, que posiblemente completaría en el de Juan de Montejo, establecido en Zamora y caracterizado por acusar una clara influencia de Juan de Juni. En 1591 ya disponía del rango de oficial de escultura, comenzando a trabajar ese año en el taller de Juan Sáez de Torrecilla, romanista palentino que se ocupaba del retablo de San Pedro de Alaejos (Valladolid).

Siendo joven, Sebastián Ducete tuvo un serio problema con la justicia a consecuencia de una querella interpuesta por la viuda Isabel Rodríguez contra su tío Juan Ducete el Mozo, cuyas deudas también afectaron a su hermano Pedro, que lo había avalado con su vivienda. Esto motivó un desahucio ante el que Sebastián Ducete reaccionó injuriando a los nuevos propietarios —Isabel Rodríguez, sus dos hijos y su hija— acusándolos de judíos, amenazándoles de quemar la casa con ellos dentro y afirmando que la hija era una mujer pública con el consentimiento de sus hermanos, lo que motivó que esta familia presentara una demanda criminal. 

Diego de Siloé, s. XVI
Imágenes de Cristo atado a la columna. Catedral de Burgos

     Ante esta situación, el escultor huyó a Valladolid, por lo que fue declarado en rebeldía el 23 de agosto de 1588. La sentencia le condenaba a ser apresado y trasladado a Toro, donde, como escarnio público, sería conducido a lomos de un animal hasta la Plaza Mayor para serle enclavada su mano derecha en un poste de madera, sumándose a ello el pago de 21.200 maravedís de indemnización, multa y costas. Sebastián Ducete se entregaba a la justicia al cabo de casi un año, siendo encarcelado y su condena revisada, que fue rebajada tras sus apelaciones a la Chancillería, que el 6 de diciembre de 1590 emitió la sentencia con dos años de destierro y el pago de 20.000 maravedís, según consta en el Archivo de la Real Chancillería de Valladolid2.  

Estos problemas penales se solucionaron en 1592, siéndole permitido regresar a Toro, donde a la muerte de su padre Pedro Ducete en 1593, Sebastián heredaba el taller toresano y algunos encargos hechos a su padre, comenzando a contratar obras de forma independiente. Por esos años y hasta 1598 trabajó asociado a su tío Juan Ducete el Joven, realizando una obra en la que se muestra fiel seguidor del estilo del borgoñón Juan de Juni, especialmente en el tratamiento de los rostros y la plasmación del phatos.  


Imágenes de Cristo atado a la columna, s. XVI
Izda: Felipe Bigarny y Diego de Siloé. Retablo de la Capilla
del Condestable, Catedral de Burgos
Dcha; Diego Guillén. Retablo de San Jerónimo, Capilla de
San Jerónimo, claustro alto de la Catedral de Burgos

     Entre las obras realizadas en este momento se encuentra una Dolorosa que completaría un Calvario solicitado para la iglesia de San Martín de Pinilla de Toro (Zamora) que hacia 1592 había contratado su tío y socio Juan Ducete el Mozo, del cual solamente realizaría el Cristo crucificado y la imagen de San Juan. Esta obra permite identificar los diferentes estilos de ambos, pues mientras Juan Ducete el Mozo se mantiene en la corriente romanista, Sebastián Ducete plasma en la Dolorosa, terminada en 1598, una figura monumental cargada de vida interior siguiendo la estela de Juni. Igualmente, siguiendo la pauta juniana, hacia 1600 realiza el relieve de la Sagrada Familia con Santa Ana que se conserva en el Museo Enrique Larreta de Buenos Aires, un Cristo crucificado para el convento de Carmelitas Descalzos de Toro, cuya ondulada anatomía presenta un modelado mórbido, actualmente en el Museo Marés de Barcelona, y una Virgen del Carmen para el convento de Carmelitas Descalzas de Medina del Campo en la que destaca el dinamismo del Niño Jesús. En esa época también se podría datar la escultura de la Caridad que cuando esto se escribe permanece en Subastas Drouot.

Calvario. Iglesia de San Martín de Pinilla de Toro (Zamora)
Juan Ducete el Mozo: Cristo y San Juan, 1592
Sebastián Ducete: Dolorosa, 1598


     Entre 1603 y 1609 Sebastián Ducete elaboraba las esculturas del retablo mayor manierista del convento de Santa Sofía de Toro, que contratado en 1597 con el entallador Tomás de Troas y el pintor Alonso de Remesal, fue acabado en 1615 por Gaspar de Acosta. Para el mismo hizo los relieves de la Adoración de los pastores, la Adoración de los Reyes, las Tentaciones de San Antonio Abad y el Martirio de Santa Catalina, así como las esculturas exentas de Santa Sofía, que preside el retablo, San Norberto, fundador de la Orden, y las de San Juan Bautista y San Juan Evangelista colocadas en las calles laterales, que se correspondían en el primer cuerpo con las de Cristo atado a la columna y San Pedro arrepentido. Durante la Guerra Civil estas dos últimas fueron vendidas por la comunidad de monjas Canónigas Norbertinas Premostratenses, para poder sobrevivir, estando recogida actualmente la de San Pedro en el Museo Marés de Barcelona, donde ingresó como donación en 1979, y la del magnífico Cristo atado a la columna en su lugar de origen, tras ser adquirida en subasta en 2013 por la Galería Caylus de Madrid, que la cedió en depósito al convento toresano de las Sofías, hasta que pudo ser adquirida y recuperada por la comunidad en 2017. Paralelamente, entre 1605 y 1607, Sebastián Ducete realizó el retablo de San Ildefonso que actualmente se encuentra en la iglesia de San Pedro de Villalpando.

A partir de 1609 comienza una nueva etapa en la obra de Sebastián Ducete, en la que paulatinamente va abandonando las pautas manieristas para mostrar una tendencia hacia el naturalismo y la profunda vida interior de las imágenes, contribuyendo a consolidar el asentamiento de las fórmulas barrocas. En esta evolución fue decisiva la incorporación a su taller de Esteban de Rueda, que desde ese año contrata obras en igualdad de condiciones que Sebastián Ducete.      

Calvario. Iglesia de San Martín de Pinilla de Toro (Zamora)
Sebastián Ducete: Dolorosa. Juan Ducete el Mozo: San Juan

     En las obras de los dos primeros años de la segunda década del siglo XVII, Sebastián Ducete mantiene las fórmulas manieristas, como se aprecia en el Cristo atado a la columna que hiciera en 1611 como paso procesional para la Cofradía de la Vera Cruz de la iglesia de San Francisco de Burgos, actualmente conservado en la iglesia de San Gil de la misma ciudad, así como en dos imágenes marianas realizadas en 1612 : la Virgen del Puerto de la iglesia de Santa María de Arbás de Toro (Zamora) y la Inmaculada de la arruinada iglesia de Santa María de Villalar de los Comuneros (Valladolid), depositada desde 1956 en el Seminario de Valladolid. En 1611 se tiene constancia de la presencia de Sebastián Ducete en Valladolid, donde arrasaba la creatividad de Gregorio Fernández.

A partir de 1613, a consecuencia de la cooperación de Sebastián Ducete con Esteban de Rueda —escultor que comenzó como discípulo suyo y terminó asociado a su maestro desde 1612 hasta su muerte en 1620—, el taller alcanzó un enorme prestigio, estableciendo lo más granado de la denominada “Escuela de Toro”. Por entonces ambos comienzan a realizar obras más monumentales, naturalistas y contenidas de acuerdo a la nueva mentalidad barroca, como ocurre en el Cristo crucificado del convento de Carmelitas Descalzas de Segovia, que repitiendo el modelo del Museo Marés aparece mucho más sereno.

Sebastián Ducete: Sagrada Familia con Santa Ana, h. 1600
Museo Larreta, Buenos Aires

     Entre 1613 y 1615 Sebastián Ducete realizaba la exquisita Virgen de Belén para una capilla de la iglesia de San Marcos de Toro, donde fue objeto de una gran devoción y receptora de exvotos, especialmente por parte de las toresanas parturientas. Cuando esta iglesia fue derribada en el siglo XIX, la obra fue trasladada al convento de Santa Clara de Toro, siendo vendida por las clarisas a Bartolomé Chillón, arcipreste de la catedral a Zamora, que en su testamento de 1946 dispuso su donación a la seo zamorana. Actualmente se expone en el Museo Catedralicio de Zamora.

Asimismo, hacia 1615 se data el Ángel de la guarda de la Santísima Trinidad de Toro, en origen colocada al culto en la parroquia de Santo Domingo de Silos y actualmente conservado en la Colegiata de Santa María la Mayor, que despliega los brazos, estableciendo diagonales compositivas, de acuerdo a los movimientos abiertos propios del barroco —opuestos a los movimientos cerrados o replegados del renacimiento—, así como un nuevo tratamiento de los pliegues de las telas, que adquieren un carácter metálico del mismo modo al que utilizara por esos años Gregorio Fernández en Valladolid. Hacia 1618 realizaba un Calvario del que sólo se conserva una magnífica Dolorosa, procedente de Toro, en el Museo Marés de Barcelona.

Sebastián Ducete: Cristo crucificado, h. 1600
Museo Marés, Barcelona

     La última obra de la producción de Sebastián Ducete data de 1619. Se trata de la imagen de San Francisco Javier que aparece presidiendo el retablo colateral del lado de la Epístola de la iglesia del colegio de los jesuitas en Villagarcía de Campos (Valladolid), obra atribuida durante mucho tiempo a Gregorio Fernández, lo que denota la competencia que los maestros de Toro plantearon a los talleres vallisoletanos en la época del primer barroco. De modo que puede afirmarse que su obra representa, una vez superado el romanismo que siguieron su padre y su abuelo, un importante movimiento de transición del manierismo al barroco en Castilla.

Sebastián Ducete moría prematuramente en Toro en 1620, después de que redactara su testamento junto a su mujer, Catalina Fernández de Matienzo, el 11 de julio del año anterior. Al no tener descendencia, dejó todos sus bienes a su socio Esteban de Rueda, casado con Inés del Moral, que se convirtió en el heredero material y artístico del que fuera su maestro y mentor.

 

Informe: J. M. Travieso.

 



Sebastián Ducete: Virgen del Carmen, h. 1600
Convento Carmelitas Descalzas, Medina del Campo
Notas

1 VASALLO TORANZO, Luis: Cristo atado a la columna. Catálogo de la Exposición Passio - Las Edades del Hombre, Medina del Campo.Medina de Rioseco, 2011, p. 190. 

2 VASALLO TORANZO, Luis: Calvario. Catálogo de la Exposición Aqva - Las Edades del Hombre, Toro, 2016, p. 86.

 

 



Sebastián Ducete: La Caridad, h. 1600
Subastas Drouot (Mercado del arte)














Sebastián Ducete- Recreación del retablo, 1603-1609
Monasterio de Santa Sofía, Toro














Sebastián Ducete: Retablo del convento de Santa Sofía, Toro
Izda: Cristo atado a la columna, convento de Santa Sofía, Toro
Dcha: San Pedro arrepentido, Museo Marés, Barcelona









Sebastián Ducete: Inmaculada, 1612
Seminario de Valladolid














Sebastián Ducete: Virgen de Belén, 1613-1615
Museo Catedralicio, Catedral de Zamora














Izda: Inmaculada, 1612, Seminario de Valladolid
Dcha: Virgen de Belén, 1613-1615, Museo Catedralicio, Zamora








Sebastián Ducete: Ángel de la guarda, h. 1615
Colegiata de Santa María la Mayor, Toro








Sebastián Ducete: Dolorosa, h. 1618
Museo Marés, Barcelona














Sebastián Ducete: San Francisco Javier, 1619
Colegiata de San Luis, Villagarcía de Campos (Valladolid)








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