Entre los muros del archivo de la Real Chancillería
de Valladolid se guardan cerca de 17 km. lineales de documentación judicial
generada entre 1371 y 1834, a lo que se suma la correspondiente al periodo
1834-1989, producida por la Audiencia Territorial de Valladolid, heredera de
parte de las atribuciones de aquella histórica institución. Como resultado de
sus 500 años de historia, la Real Chancillería de Valladolid conserva
documentos escritos y visuales pertenecientes a tres etapas: el archivo
judicial (1489-1834), el "archivo viejo" (1834-1906) y el archivo
histórico (de 1906 en adelante).
Creado en 1489, el archivo es el primero de la
Corona de Castilla con una finalidad exclusivamente judicial, prestando ante
todo utilidad al tribunal de la Chancillería, aunque también al funcionamiento
de los órganos de la Administración Real. Su origen se encuentra en las
Ordenanzas de la Audiencia y Chancillería dictadas en Medina del Campo en 1489,
que establecían que el tribunal contara con una cámara con dos armarios, uno
para custodiar los pleitos fenecidos y otro para los privilegios, pragmáticas y
otras escrituras relacionadas con los derechos de la Chancillería.
Aunque en un principio no se hizo efectivo el
ingreso de pleitos, el problema fue solucionado en tiempos de Felipe III con la
creación del puesto de Archivero de Pleitos Fenecidos, cargo que recayó en el
todopoderoso don Rodrigo Calderón, cuyo nombramiento el 12 de noviembre de 1607
dio verdadera carta de naturaleza al archivo. A partir de entonces existió el
archivero como responsable, se acondicionó un edificio para custodiar la
documentación y se establecieron los procedimientos para el ingreso de pleitos
y la expedición de documentos.
Durante el siglo XVIII, al hilo de las ideas de la
Ilustración, se profesionalizó el puesto de archivero y se amplió la plantilla
con el nombramiento de oficiales y escribientes, al tiempo que el archivo se
abrió a la sociedad permitiendo, bajo la autorización del Presidente de la
Chancillería, el acceso a realizar copias de los documentos por personas
interesadas.
Una importante transformación tuvo lugar cuando a
raíz del decreto de 24 de julio de 1947 sobre Ordenación de Archivos y
Bibliotecas y del Tesoro Histórico-Documental y Bibliográfico, que establecía
el paso a los archivos del Estado de los fondos de audiencias y juzgados, los
fondos del archivo se enriquecen con el ingreso de la documentación producida
por la Audiencia Territorial de Valladolid, por los Juzgados de lo Social de
Valladolid y por otras instituciones judiciales contemporáneas con sede en la
ciudad. A lo largo de todo este período, el archivo ha mantenido una línea de
trabajo que únicamente ha variado en función del progresivo aumento del
personal, del aumento del número de usuarios y de la aplicación de las nuevas
tecnologías, con una especial tarea de conservación de la documentación,
mediante una política de conservación preventiva, reproducción de conservación
y restauración.
EL EDIFICIO DE LA CHANCILLERÍA
En el siglo XVI existió un archivo de piedra que
custodió la documentación de los primeros tiempos. Estaba situado en el patio
de la Chancillería, próximo a la puerta de San Pedro. Este fue derribado en 1551
con la intención de construir un nuevo edificio más adecuado, aunque el
proyecto no se hizo realidad hasta 1682, según planos de Nicolás Bueno y Felipe
Berrojo como maestro de obras. Este archivo albergó la documentación durante
300 años, ya que entre 1969 y 1972, debido a que se encontraba ruinoso, se
levantó un nuevo edificio sobre el solar del palacio levantado en tiempos de Felipe II siguiendo
criterios técnicos aún en vigor.
EL TRIBUNAL
La Real Audiencia y Chancillería fue creada por
Enrique II en las Cortes de Toro de 1371 como órgano judicial supremo del Reino.
Establecida desde mediados del siglo XV en Valladolid, funcionó durante buena
parte de la Edad Media y toda la Edad Moderna como el más alto tribunal de
justicia de la Corona de Castilla, sin perjuicio de las atribuciones que en
materia de justicia también tenía encomendadas el Consejo de Castilla.
Representaba al Rey y actuaba como tribunal de apelación de sentencias
pronunciadas por los distintos jueces y tribunales del reino.
Ejecutoria de hidalguía, traza de retablo y documento ilustrado de un pleito criminal |
LA JURISDICCIÓN
Su jurisdicción en principio abarcaba a la totalidad
del Reino, pero a partir de 1494 se vería limitada a los territorios de la
Corona de Castilla situados al norte del río Tajo debido a la creación de una
segunda Chancillería en Ciudad Real, que en 1505 sería trasladada a Granada.
Aquel ámbito jurisdiccional se corresponde en la actualidad con las comunidades
autónomas de Galicia, Principado de Asturias, Cantabria, País Vasco, La Rioja,
Castilla y León, Castilla La Mancha, Comunidad de Madrid y Extremadura.
En el siglo XVI este espacio geográfico era el
territorio más próspero de la Corona de Castilla, poblado por más de 4 millones
de habitantes y con ciudades de la importancia de Toledo, Segovia o Burgos,
haciendo que la Real Audiencia y Chancillería de Valladolid fuese el tribunal
más activo e influyente del reino.
LAS PRUEBAS
En una tradición jurídica que exige que los pleitos
se hagan por escrito, quien mantiene un litigio se ve obligado a aportar todo
tipo de documentación en apoyo de sus reclamaciones. Por este motivo, como
piezas de prueba llegaron a este archivo documentos variadísimos en cuanto a
sus formas, contenidos y épocas: desde inventarios de bienes de individuos
hasta documentación mercantil, desde padrones municipales hasta dibujos de
edificios y elementos arquitectónicos, desde pergaminos medievales hasta
pinturas realizadas al óleo sobre lienzo con representaciones de lugares
geográficos, las llamadas "vistas de ojos", que se realizaban como
piezas de prueba en algunos pleitos originados por conflictos de términos. En
estos casos, varias autoridades y técnicos, entre ellos un escribano de la
Chancillería, acudían al lugar del litigio y recorrían la zona en compañía de
un pintor que elaboraba la obra que después se aportaba al pleito como prueba.
El resultado es un conjunto de pinturas al óleo de gran tamaño que forman una
colección única por su singularidad.
En otros casos los documentos están relacionados con
otros órganos de justicia, como la Sala de lo Civil, con asuntos referentes a
todos los estamentos e instituciones de la sociedad; la Sala de lo Criminal,
con procesos relacionados con delitos contra la propiedad, la vida e integridad
física, la fama y el honor, la moral y el orden público; la Sala de los
Hijosdalgo, con procesos de reconocimiento de hidalguía que contienen
información genealógica, demográfica, nobiliaria, heráldica, económica y
social; la Sala de Vizcaya, con procesos civiles, criminales y de hidalguía
según lo establecía el Fuero de Vizcaya.
En definitiva, un caleidoscopio de la realidad
social de varios siglos, incluyendo sectores de los que no han quedado otros
testimonios escritos, demostrando que nuestros antepasados vivieron en una
sociedad excepcionalmente litigiosa.
Para comprender el alcance de lo que es el archivo
de la Real Chancillería de Valladolid, en la planta baja del edificio está
montada y abierta al público una exposición divulgativa titulada ARCHV. Impresiones en la Memoria. En la
misma se muestra lo que fue el Tribunal, su jurisdicción y curiosos documentos
de toda índole relacionados con los apartados descritos anteriormente.
DATOS PARA LA VISITA
Dirección: C/ Chancillería 4, Valladolid.
Teléfonos para solicitar información o concertar visitas guiadas:
(34) 983 25 47 46
(34) 983 25 02 32
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