31 de enero de 2014

Theatrum: SEPULCROS DE LOS TÉLLEZ DE MENESES, el afán medieval de inmortalidad








SEPULCROS DE LA FAMILIA TÉLLEZ DE MENESES
Anónimo
Hacia 1300
Piedra calcárea
Museo Diocesano y Catedralicio de Valladolid
Procedentes del monasterio de Santa María de Palazuelos (Cabezón de Pisuerga, Valladolid)
Escultura gótica funeraria







Sepulcro 1. Nieto de Alfonso Téllez de Meneses
La imagen que actualmente ofrece el que fuera monasterio cisterciense de Santa María de Palazuelos, enclavado en las proximidades de Cabezón de Pisuerga, en el límite con Corcos del Valle, es prototípica de aquellos enclaves que en nuestra tierra conocieron un esplendoroso pasado y que, a raíz de las leyes desamortizadoras del siglo XIX, quedaron sumidos en el abandono más absoluto hasta llegar a convertirse en una ruina romántica. Afortunadamente, la sensibilidad ha cambiado y lo que fueron muñones de una importante abadía, degradados en su uso ordinario, están siendo restaurados en la medida de lo posible, siendo parcialmente recuperada para el futuro la iglesia, aunque sea algo impensable devolver al histórico recinto ni una mínima parte del ingente patrimonio que custodiaba.

El monasterio de Santa María de Palazuelos fue fundado, a comienzos del siglo XIII, sobre unos terrenos que habían sido donados por el rey Alfonso VIII a don Alfonso Téllez de Meneses como recompensa por su participación en la batalla de las Navas de Tolosa (16 de julio de 1212). Este los puso en 1213 a disposición de una comunidad de monjes cistercienses que habitaban el monasterio de San Andrés de Valbení, lugar que abandonaron en 1226 para pasar a ocupar este nuevo paraje, sobre el que se levantó, en estilo románico, un monasterio de considerables dimensiones que se concluyó a mediados del siglo XIII y que también vino a convertirse en panteón familiar del ilustre linaje de los Téllez de Meneses, sus protectores.

Sepulcro 1. Nieto de Alfonso Téllez de Meneses

Convertido en cabeza de la Orden del Císter en Castilla, conoció un considerable desarrollo que se prolongó hasta el siglo XVI, momento en que se inicia una decadencia que culminaría cuando en 1835 la comunidad fue exclaustrada y el edificio ofrecido en subasta en 1841. A partir de entonces, fue abandonado a su suerte, desapareciendo las dependencias monásticas ante la impotencia de su propietaria, la Archidiócesis de Valladolid. El hundimiento de parte de la bóveda del crucero en 1998 motivó la petición de ayuda a la Dirección General de Patrimonio, que en el año 2002 acometió restauraciones estructurales para salvarlo de la ruina total. El año 2012 el recinto fue cedido, por 50 años, al Ayuntamiento de Cabezón, que con la colaboración de sus vecinos continúa el esfuerzo por recuperar en lo posible lo que queda del importante patrimonio del monasterio, que, aparte de constituir uno de los escasos ejemplos de arquitectura románica en la provincia de Valladolid, está calificado como bien de interés cultural.


Sepulcro 1. Nieto de Alfonso Téllez de Meneses
Cuando en 1888 el recinto fue examinado por la Comisión de Monumentos de Valladolid, años después de la exclaustración, esta hacía referencia a una capilla en la que se hallaban magníficos sepulcros «como arrojados por deshecha borrasca»1. Sin duda eran aquellos citados en el libro Tumbo de la comunidad, escrito en 1623, todos ellos pertenecientes a la familia Téllez de Meneses y colocados en la capilla mayor, entre ellos los de Alfonso Téllez de Meneses y su esposa Teresa Sánchez, sus hijos y nietos. Por motivos desconocidos, los sepulcros exentos que conformaban el panteón de los Téllez fueron trasladados de ubicación dentro del recinto, pasando a ocupar, de forma un tanto desordenada, la capilla funeraria de Santa Inés, abierta a las naves en el lado del Evangelio.

Sin embargo, el año 1964 tres de ellos fueron trasladados al Museo Diocesano y Catedralicio de Valladolid, donde dos se colocaron en el espacio central de la Capilla de San Llorente, tal y como aparecen en la actualidad, constituyendo una muestra de la magnificencia con que los Téllez dotaron a su panteón en Santa María de Palazuelos. Realizados en piedra calcárea, no conservan los restos de la policromía que sin duda formó parte de su ornato, aunque sí un buen estado de conservación que permite apreciar la calidad escultórica de sus anónimos artífices.

Detalle sepulcro 1. Entierro del caballero
TIPOLOGÍA DE LOS SEPULCROS

Los dos sepulcros presentan una tipología que fue estudiada por Julia Ara Gil, con una urna sepulcral exenta, decorada con relieves en sus cuatro costados, que descansa sobre figuras de leones recostados y se cubre con una tapa labrada con la representación de la figura yacente del difunto.

La presencia de leones en los soportes tiene su origen en un simbolismo de origen egipcio, en legendarias leyendas que afirmaban que los cachorros de león nacían muertos y cobraban vida al tercer día, cuando el león macho les soplaba su aliento. Esto era interpretado en el culto funerario como un símbolo de muerte y resurrección, también aplicable a Cristo. Otras interpretaciones les consideran símbolos de la vigilancia —con base en la creencia medieval de que los leones dormían con los ojos abiertos—, o como símbolos del enemigo vencido (Gómez Moreno)2.

Detalle sepulcro 1. Pantocrátor y apostolado

Los cuatro lados de la urna están decorados con arquerías apuntadas y trilobuladas apoyadas sobre columnas, aunque en uno de ellos los soportes son sustituidos por figuras de plañideros, con torrecillas almenadas entre los arcos. De este modo, se establecen unos compartimentos bajo los arcos donde se disponen figuras emparejadas que comparten escenas de la muerte y de los funerales del fallecido, siempre con un afán naturalista propio del gótico para describir, a modo de crónica visual, tanto la muerte del personaje rodeado de familiares y religiosos como el momento en que es depositado en el sepulcro mientras los allegados se mesan los cabellos, los escuderos colocan su escudo boca abajo en el caballo en señal de luto y los clérigos proceden al oficio de difuntos. Tampoco falta otra iconografía simbólica de origen románico que representa el Pantocrátor en una mandorla rodeada del Tetramorfos y el apostolado agrupado de dos en dos, así como figuras de ángeles recogiendo el alma en forma de busto de niño desnudo.


Detalle sepulcro 1. Pajes dolientes y caballo enlutado a los pies
En la losa, con función de tapa sepulcral, se establece un zócalo recorrido por pequeños motivos heráldicos sobre el que descansa la monumental figura del finado, con los brazos cruzados al frente sujetando un atributo, la cabeza reposando sobre un doble almohadón, las piernas cruzadas como gesto de elegancia, luciendo sus mejores galas y rostro idealizado para resaltar su dignidad social. Tanto en los pies como en la cabecera se incorporan placas verticales trapezoidales con representaciones figuradas o vegetales en relieve.


Sepulcro 1: Nieto de Alfonso Téllez de Meneses

De excelente factura en piedra, se apoya sobre tres figuras de leones con las cabezas vueltas. La urna está esculpida en sus cuatro caras, tres de ellas con referencias directas a la muerte del personaje y una como símbolo de salvación, todas bajo dobles arcos apuntados y otro interior trifoliado, óculos trilobulados en los frontispicios y motivos acastillados en las enjutas.

Detalle sepulcro 1. Muerte del caballero en la cabecera
La secuencia comienza en la cabecera de la urna con la escena de la muerte del caballero Téllez rodeado de familiares y monjes dolientes y dos ángeles que recogen su alma y la elevan al cielo. Se continúa con la representación del sepelio en el costado derecho, donde veinticinco figuras, incluidas siete con función de columnas, asisten en la iglesia a la ceremonia del entierro, destacando dos operarios que en el centro proceden al cierre del sarcófago, rodeados de damas, caballeros y pajes que se mesan los cabellos en gesto de dolor, mientras el abad oficiante reza un responso. La desolación del momento es remarcada por el relieve colocado a los pies, donde aparece, como un convencionalismo medieval alusivo a la muerte y al luto, el caballo del difunto con el escudo invertido sobre la montura y cuatro pajes mesándose los cabellos en gesto de desesperación.

En el costado izquierdo se muestra un conjunto de excelente calidad compuesto por un apostolado bajo seis arquerías, con figuras que sujetan libros o filacterías, siendo los únicos reconocibles San Pedro y San Pablo, a ambos lados del motivo central, por sujetar los atributos de las llaves y la espada respectivamente. En el centro y dentro de una mandorla lobulada, la figura frontal y sedente de Cristo, que sujeta un libro en su mano izquierda y bendice con la derecha, ajustándose a la iconografía románica del Pantocrátor. En los ángulos el Tetramorfos, con los símbolos de los Cuatro Evangelistas como animales tomados de los bestiarios medievales.

Detalle sepulcro 1. Coronación de la Virgen en la cabecera
Sobre la tapa la figura del que se ha considerado un nieto de Alfonso Téllez de Meneses, tanto por la cronología del sepulcro como por los escudos y castillos que aparecen en el zócalo. El caballero aparece yacente, reposando sobre dos almohadones, la indumentaria (saya corta, calzas, zapatos de tiras con espuelas y manto) ajustada a su disposición horizontal —evitando la contradicción habitual de esculpir la figura verticalmente, con una caída de paños que pierde su sentido al ser colocada horizontalmente—, melena corta, expresión serena y piernas cruzadas, con un afán naturalista, propio del gótico, en los pequeños detalles, como el fiador del manto sujetado con la mano. La imagen, completamente idealizada, le remite a su juventud.
A los pies se halla un relieve profano que muestra a cuatro pajes tocando cuernos de caza, mientras en la cabecera se presenta la Coronación de la Virgen entre dos ángeles portando cirios, una escena inspirada en los modelos góticos franceses.     
      

Sepulcro 2. Descendiente de Alfonso Téllez de Meneses
Sepulcro 2: Familiar descendiente de Alfonso Téllez de Meneses

Procedente de la capilla funeraria de Santa Inés, repite el mismo esquema que el anterior, aunque difiere en las escenas colocadas en los costados de la urna, con arcos más sencillos y composición menos complicada, con una merma de creatividad respecto al sepulcro homólogo, siendo, no obstante, un notable ejemplo de escultura gótica funeraria en piedra en los albores del siglo XIV.

Sobre tres soportes con figuras de leones, descansa la urna que en esta ocasión no presenta simbología religiosa, sino que los cuatro costados ofrecen escenas relacionadas con el fallecimiento y entierro del caballero, comenzando por el panel de la cabecera, donde se reproduce el momento del óbito en el lecho, con el difunto rodeado de cuatro caballeros y dos damas, todos miembros de la familia. La secuencia se continúa en el costado izquierdo, con el ataúd colocado sobre un estrado y alrededor, emparejadas bajo siete arcos apuntados, figuras emparejadas que representan a la viuda, familiares y pajes que se mesan los cabellos en gesto de dolor y cuatro monjes rezando. En la parte de los pies se repite la escena del sepulcro anterior en que aparece el caballo con el escudo colocado al revés sobre la montura, en señal de duelo, en este caso con tres pajes mesándose los cabellos y labrados con una calidad sensiblemente inferior. La secuencia termina en el costado derecho con el cerramiento del sepulcro después de haber sido introducido el ataúd, apareciendo en el centro y a los lados siete parejas dolientes resueltas de un modo más convencional.

Sepulcro 2. Descendiente de Alfonso Téllez de Meneses
Se completa con la figura yacente del finado labrada en la losa que cubre el sepulcro, con una disposición y características similares a la del sepulcro anterior: la cabeza sobre dos almohadones, las piernas cruzadas y el mismo tipo de indumentaria, con pequeños detalles naturalistas como las cintas de la capa reposando sobre el pecho. Sin embargo, difieren los relieves de los pies y la cabecera. El primero reducido a un adorno de tipo vegetal y organización simétrica, y el segundo mostrando una pareja de ángeles que sujetan un paño simbólico en el que transportan el alma del difunto, en forma de joven orante de medio cuerpo, a los cielos. Se completa con la decoración heráldica que recorre el zócalo, aquí reducida a las armas de los Téllez de Meneses, sin los castillos que aparecían en el sepulcro anterior, lo que se interpreta como un personaje perteneciente a otra rama familiar.

El resto de sepulcros
Aparte de un tercero también conservado en el Museo Diocesano y Catedralicio de Valladolid, de esta saga familiar aún permanecen en la capilla de Santa Inés del monasterio de Santa María de Palazuelos más de media docena de sepulcros de diferentes tipologías, incluyendo algunos con la tapa a dos aguas e incluso con ornamentación pintada sobre la piedra. Aunque no se encuentran en su ubicación original y están pendientes de una imposible recomposición, este amasijo de restos mutilados y profanados informa de lo que fue uno de los conjuntos funerarios más importantes de la provincia de Valladolid, con muestras de una depurada  escultura gótica en los años finales del siglo XIII y principios del XIV. 

Sepulcro 2. Descendiente de Alfonso Téllez de Meneses
Sepulcros del mismo tipo, igualmente pertenecientes a la familia de los Téllez de Meneses, fueron realizados hacia 1300, posiblemente por los mismos artífices, para el monasterio cisterciense de Santa María de Matallana, fundado por Tello Pérez de Meneses y su esposa Gontrodo García, alrededor de 1185, en las proximidades de Villalba de los Alcores (Valladolid). Un ejemplar completo se expone en el Museo Nacional de Arte de Cataluña de Barcelona.


Informe y fotografías: J. M. Travieso.







Sepulcro 2. Descendiente de Alfonso Téllez de Meneses

NOTAS

1 ARA GIL, Clementina Julia. Escultura gótica en Valladolid y su provincia. Institución Cultural Simancas, Diputación de Valladolid, 1977, p. 31.

2 Ibídem, p. 14.









Detalle sepulcro 2. Pajes dolientes y caballo enlutado a los pies
















Detalle sepulcro 2. Muerte del caballero en la cabecera
















Detalle sepulcro 2. El alma del caballero elevada por ángeles
















Detalle sepulcro 2. Efigie yacente del caballero
















Monasterio de Santa María de Palazuelos. Capilla de Santa Inés
Sepulcro de la familia Téllez de Meneses, h. 1300

















Monasterio de Santa María de Palazuelos. Capilla de Santa Inés
Restos de sepulcros de la familia Téllez de Meneses, h. 1300

















Monasterio de Santa María de Palazuelos. Capilla de Santa Inés
Restos de sepulcros de la familia Téllez de Meneses, h. 1300

















Monasterio de Santa María de Palazuelos. Aspecto actual

















Sepulcro de la familia Téllez de Meneses, hacia 1300
Procedente del monasterio de Santa María de Matallana, Valladolid
Museo Nacional de Arte de Cataluña, Barcelona














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