Estampas y recuerdos de Valladolid
El ferrolano Genaro Pérez Villaamil (1807-1854) está considerado como uno de los mejores paisajistas del Romanticismo español. Iniciado en el dibujo junto a su padre, que era profesor en la Escuela Militar de Santiago de Compostela, desde los 12 años continuó sus estudios en Madrid, donde después ingresó en el Ejército. Herido en Cádiz durante un combate contra las tropas francesas, aprovechó la convalecencia para terminar sus estudios en la Escuela de Bellas Artes.
Primero puso en práctica su arte haciendo decorados de teatro en Puerto Rico, pero a su regreso a España en 1833 conoció al escocés David Roberts, un pintor romántico que recorría el país tomando apuntes de monumentos y ciudades que consideraba pintorescas. Asociado a este pintor, Pérez Villaamil realizó una serie de dibujos, grabados y litografías en los que recogió escenas de diferentes ciudades españolas que serían finalmente impresas en la obra "España artística y monumental", publicada en 1842 con textos del poeta Patricio de Escosura y con láminas coloreadas que reproducen rincones españoles tratados con fantasía y misterio, en ocasiones distantes de la realidad para realzar su carácter pintoresco.
A esta obra pertenece esta visión del patio del Colegio de San Gregorio de Valladolid, donde aparecen labriegos y frailes dominicos posiblemente tratando sobre el ingreso en el colegio del niño que aparece en primer plano. Aunque la recreación es muy convincente y romántica, el gran arco que preside la composición, que deja ver el patio al fondo y se cierra por un pretil compacto, nunca existió como tal, lo que obliga a tomar ciertas prevenciones en este tipo de ilustraciones sobre el aspecto real de los monumentos.
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No son dominicos, van todo de blanco, son mercedarios.
ResponderEliminarNo te fies de las apariencias, el Colegio de San Gregorio desde su fundación fue regido por los dominicos.
ResponderEliminarLos dominicos han estado siempre en San Gregorio desde su fundación, eso nadie lo pone en duda, pero los hábitos religiosos que portan esos frailes son mercedarios y punto, el que lo quiera ver que lo vea y el que no, a estudiar a Salamanca.
ResponderEliminarChico, qué carácter. Los grabados de Villaamil carecen de valor científico. Ni los arcos ni los hábitos son como los representa. Ya te lo aclara el autor del texto en el último párrafo. Pues eso.
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