30 de septiembre de 2013

Revista ATTICUS nº 23

En septiembre 2013 se ha publicado el número 23 de la Revista Atticus, en la que junto a las habituales secciones de editorial, fotodenuncia, humor gráfico, exposiciones, relatos y cine destacan los siguientes artículos:

* Velázquez, el hombre. Gonzalo Durán López.
* Ángeles y demonios, repertorio iconográfico en Valladolid. José Miguel Travieso.
* La Casa de Música de Oporto, arquitectura y oportunismo. Leonardo Tamargo Niebla.
* Welcome to England. Rubén Gámez.
* Adiós al cine Roxy. Cristy G. Lozano.
* Exposición "La belleza encerrada: de Fran Angélico a Fortuny". Luis José Cuadrado.
* La cocina de los libros. Noemí Valiente.

Descarga en pdf: Revista Atticus 23

Recordamos que se puede acceder directamente a esta revista virtual desde el icono que aparece como acceso directo en la parte izquierda de esta página o en la dirección http://www.revistaatticus.es/, donde se encuentran archivados todos los ejemplares publicados hasta la fecha, a los que se puede acceder de forma gratuita.


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27 de septiembre de 2013

Theatrum: CRISTO DE LAS MERCEDES, una sufriente anatomía hercúlea












CRISTO DE LAS MERCEDES 
O CRISTO DE LAS SIETE PALABRAS
Pompeo Leoni (Pavía, Milán, h. 1533 - Madrid, 1608)
Entre 1601 y 1606
Madera policromada
Iglesia de Santiago, Valladolid
Escultura renacentista española. Escuela cortesana













Cristo de las Mercedes en la iglesia de Santiago

El hoy conocido como Cristo de las Mercedes, obra capital del patrimonio de la Cofradía de las Siete Palabras, que se venera en un altar acondicionado en lo que fuera una puerta lateral de la iglesia de Santiago, su actual sede canónica, es una obra maestra que fue atribuida durante mucho tiempo al escultor de origen cántabro Francisco de la Maza, activo en Valladolid en la segunda mitad del siglo XVI y perteneciente al círculo de Juan de Juni, un imaginero que realizó su obra tanto en madera como en piedra.

Esta atribución fue descartada no hace muchos años para decantarse a favor de Pompeo Leoni, el escultor milanés cuya obra realizada en España le convierte en máximo representante de la escuela renacentista cortesana en las últimas décadas del siglo XVI y los primeros años del XVII. Sin documentación que lo avale, son las similitudes estilísticas con algunas obras conservadas y debidamente acreditadas las que inducen a adjudicar esta autoría, siendo especialmente significativa la relación entre el Cristo de las Mercedes con el crucifijo que formó parte del Calvario del retablo mayor del desaparecido convento de Franciscanos Descalzos de San Diego, fundación del Duque de Lerma, obra realizada en Valladolid entre 1606 y 1607 en madera policromada que actualmente se conserva en el Museo Nacional de Escultura. No obstante, el Cristo de las Mercedes, en tiempos pasados venerado como Cristo de la Misericordia y Cristo de la Luz, forma parte de la controvertida nómina de crucifijos y Calvarios relacionados con Pompeo Leoni, cuya intervención directa no está lo suficientemente aclarada, un tema al que nos referiremos después. 


El Cristo de las Mercedes es un crucifijo único en su género y factura que supera en vigorosidad, rotundidad anatómica y clasicismo dinámico a todos los realizados en la escuela de Valladolid tanto por los escultores adscritos a la corriente romanista, representada por autores de la talla de Esteban Jordán y Juan de Anchieta, como por los tardomanieristas que abrieron las puertas al esplendoroso barroco, con Francisco del Rincón a la cabeza, todos ellos autores de crucifijos de madera y gran formato que comparten la corrección anatómica, el arqueamiento de los brazos por el peso, el pie derecho remontando al izquierdo, la cabeza inclinada sobre el hombro derecho, el paño de pureza sujeto por una cinta y anudado a la derecha y la corona de espinas tallada, sin uso de postizos. Un modelo tan sólo superado años después por el talento de Gregorio Fernández, en cuyos comienzos precisamente toma como referente los valores formales de la obra de Pompeo Leoni para cautivar a los devotos a través de los sentidos. 


Pompeo Leoni. Detalle del Cristo de las Mercedes, 1601-1606
Iglesia de Santiago, Valladolid
La imagen, que representa a Jesús muerto, impresiona por sus dimensiones —2,30 metros de altura— y por su anatomía esbelta, hercúlea y atlética que describe un pronunciado arqueamiento de la cabeza a los pies, con un potente torso ligeramente girado hacia la derecha y la cabeza inclinada en la misma dirección, sugiriendo un peso corporal que origina el despegue del cuerpo de la cruz, poniendo en tensión brazos y piernas, con los músculos debidamente resaltados para crear un efecto de tirantez que contribuye a resaltar su dramatismo, lo mismo que los agitados pliegues del paño de pureza, ceñido y sujeto por una cinta inclinada en la cintura.

El tallado de la cabeza ofrece un esmerado trabajo, apareciendo muy caída por la pronunciada inclinación del cuello. Presenta una larga melena con raya al medio y mechones voluminosos que en la parte izquierda remonta la oreja dejándola visible y cae por la derecha hasta el pecho, con la corona de espinas tallada simulando tallos espinosos que se entremezclan con el cabello, una disposición que repite con fidelidad el crucifijo del Calvario de San Diego, aunque el Cristo de las Mercedes le supera tanto en dramatismo como en dinamismo. Otro tanto ocurre en el trabajo del rostro, paralizado en el último suspiro, con las cuencas hundidas, los ojos semicerrados en forma de media luna, una potente nariz, la boca entreabierta dejando entrever los dientes y la lengua y una larga barba que con la inclinación de la cabeza queda replegada contra el pecho.

Pompeo Leoni. Detalle del Cristo de las Mercedes, 1601-1606
Iglesia de Santiago, Valladolid
Se complementa con una policromía aplicada a pulimento que fue liberada de la suciedad durante una restauración realizada en 1986, momento en que también se consolidaron los desperfectos de la cabeza, donde le fueron extraídos dos largos clavos de sujeción insertados a principios del siglo XX. Presenta una carnación de tonos muy pálidos en la que se patentizan hematomas violáceos en el torso, rodillas y pies, así como efectistas salpicaduras de sangre aplicadas con mesura, destacando la herida del costado, las llagas de las rodillas producidas en las caídas y las heridas sangrantes de los clavos, todo ello aplicado con maestría para resaltar luces y sombras, a modo de pintura de caballete, por un pintor desconocido, posiblemente Vicente Carducho, que colaboró con Pompeo Leoni en el retablo de San Diego y en los ambientes cortesanos.

De este modo, el Cristo de las Mercedes se asocia con la obra realizada por Pompeo Leoni durante su estancia en Valladolid, cuando llegó procedente de El Escorial para trabajar en los importantes proyectos auspiciados en la ciudad por el Duque de Lerma, entre ellos el nuevo Palacio Real que sería el centro neurálgico durante la estancia de la Corte de Felipe III en Valladolid durante el quinquenio de 1601 a 1606, años en los que bien puede establecer la datación del magnífico crucifijo de la Cofradía de las Siete Palabras, cuya iconografía presenta cierta evolución dinámica sobre anteriores modelos de Pompeo Leoni.

Pompeo Leoni. Detalle del Cristo del Calvario de San Diego, h. 1606
Museo Nacional de Escultura, Valladolid
No obstante, el Cristo de las Mercedes ha compartido y comparte los mismos problemas de atribución que el Cristo crucificado que se conserva en el antiguo oratorio del Museo de la Real Academia de San Fernando de Madrid, en principio considerado obra de Pompeo Leoni por su parecido estilístico e iconográfico con el crucifijo que preside el Calvario fundido en bronce que corona el retablo de la basílica de El Escorial y después atribuido incondicionalmente por mucho tiempo al escultor Antón de Morales, nacido en Granada, formado en Sevilla y establecido desde 1591 en Madrid, donde comenzó a colaborar en el taller cortesano de Pompeo Leoni junto a los italianos Milán de Vimercado, Clemente Birago y Baldassare Mariano.

Esta atribución del crucifijo de la Real Academia de San Fernando a Antón de Morales fue formulada por Juan José Martín González1 por sus similitudes estilísticas con otro crucificado que forma parte de un Calvario del retablo de la iglesia madrileña de las Jerónimas, conocidas popularmente como las Carboneras, en principio también atribuido a Pompeo Leoni, pero del que la profesora Virginia Tovar2 demostró documentalmente que su verdadero autor era Antón de Morales, que lo había contratado en 1622. Esta atribución, junto a la reticencia de algunos autores a aceptar que Pompeo Leoni hubiese realizado obra escultórica en madera, cuando era especialista en el trabajo en mármol y bronce, entre ellos Antonio Ponz3, hicieron mantener también como definitiva la atribución del Cristo crucificado de la Real Academia de San Fernando a Antón de Morales.

Pompeo Leoni. Cristo crucificado, 1611
Real Academia de San Fernando, Madrid
Sin embargo, tras un proceso de restauración culminado en el año 2013, que ha devuelto a la escultura todos sus valores originales, Alfonso Rodríguez G. de Ceballos4, catedrático emérito de Historia del Arte Moderno en la Universidad Autónoma de Madrid, académico de número y bibliotecario de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, ha restituido sin reservas la autoría del crucifijo a Pompeo Leoni, justificando su vinculación con las esbeltas proporciones, el clasicismo y los modos estilísticos propios del milanés, apuntando al tiempo que Vicente Carducho podría haber sido el autor de su policromía, datando los trabajos de ambos en 1611.

En el intento de recomponer su historia, Margarita Estella Marcos5 ya había identificado en 1978 al Cristo crucificado de la Real Academia de San Fernando con el contratado por Pompeo Leoni en 1592 para una capilla de la iglesia del monasterio de San Felipe el Real de Madrid, de padres Agustinos, donde no se pudo colocar y fue vendido al  también madrileño convento de Frailes Mínimos de la Victoria, fundado en 1561, donde en la Crónica General de la Orden de los Mínimos de la Victoria, escrita por fray Lucas de Montoya en 1619, ya era citado como obra de Pompeo Leoni. Desde allí pasó al Museo de la Trinidad tras la Desamortización del Gobierno liberal de 1836 y a finales de 1838 encontró su destino definitivo en la Real Academia de San Fernando.



Pompeo Leoni. Detalle de Cristo crucificado, 1611
Real Academia de San Fernando, Madrid
Menos complicada es la documentada atribución a Pompeo Leoni del Calvario que procedente del desaparecido convento de San Diego de Valladolid conserva el Museo Nacional de Escultura. Su realización se ajusta al momento del traslado de la corte junto al Pisuerga en 1601 por iniciativa del Duque de Lerma, cuando Pompeo Leoni y su equipo, que estaban trabajando en los cenotafios reales de El Escorial, se desplazaron a Valladolid para poner a punto la decoración del nuevo Palacio Real y atender otros encargos del ambicioso duque, entre ellos su cenotafio en bronce dorado y el equipamiento del convento de San Diego, fundado y enteramente costeado por él, que estaba unido literalmente al Palacio Real. Su decoración estimuló el panorama artístico vallisoletano de los primeros años del siglo XVII, pues junto al rey, el duque y el aparato de estado también fue requerido en la ciudad Pompeo Leoni, que era asistido por sus incondicionales colaboradores italianos Milán de Vimercado, Clemente Birago y Baldassare Mariano, así como el ya citado Antón de Morales, su joven hijo Miguel Ángel Leoni y un Gregorio Fernández recién instalado en Valladolid después de haber contraído matrimonio en Madrid. Ellos fueron los que se ocuparon, conforme al diseño de Pompeo Leoni, de elaborar la escultura en madera policromada del retablo de San Diego, una obra que, con arquitectura del ensamblador Juan de Muniátegui  y pinturas de Vicente Carducho, fue tomada como modelo a imitar por los escultores de la ciudad, entre ellos Gregorio Fernández, que tras realizar unas pequeñas Virtudes para el tabernáculo de San Diego elaboró en 1606 un Calvario muy similar para el que fuera su primer gran retablo, el destinado a la primitiva y desaparecida iglesia de San Miguel (La Virgen y San Juan se encuentran en la iglesia de San Andrés).

Pompeo Leoni. Calvario de San Diego, h. 1606
Museo Nacional de Escultura, Valladolid
Tanto el Calvario que presidía el retablo, como seis esculturas de bulto redondo de santas y santos franciscanos que ocupaban las calles laterales, realizadas en el taller de Pompeo Leoni según un acuerdo firmado el 9 de diciembre de 1605, posiblemente policromadas por el pintor Vicente Carducho, hoy están recogidas en el Museo Nacional de Escultura, constituyendo uno de los escasos testimonios de escultura en madera de la escuela cortesana y permitiendo encontrar una gran similitud entre el Cristo de este Calvario y el Cristo de las Mercedes de la parroquia de Santiago, modelos que dejaron una profunda huella en los talleres que trabajaban en buena parte del territorio circundante en las primeras décadas del siglo XVII. El propio Gregorio Fernández trabaja su vigoroso Cristo de los Trabajos de Laguna de Duero en la misma línea que el Cristo crucificado de la Academia de San Fernando, llegándose a emular incluso en papelón aquellos modelos de crucificados aportados por Pompeo Leoni, como puede observarse en la cabeza de un crucifijo que actualmente se expone en la iglesia-museo del Santo Sepulcro de Toro (Zamora).   

Reseñaremos por último que, a pesar de que la magnífica talla del Cristo de las Mercedes no fue concebida con fines procesionales, sino para presidir la hornacina central de un retablo, forma parte de uno de los pasos procesionales más espectaculares de la Semana Santa vallisoletana, donde en las procesiones más solemnes aparece acompañado de las figuras de Dimas y Gestas que tallara Gregorio Fernández en 1616 para la Cofradía de las Angustias integrando el por entonces llamado paso del Descendimiento (hoy conocido como Sexta Angustia). Igualmente, el paso tiene el honor de presidir anualmente el ritual del Sermón de las Siete Palabras que se celebra en la mañana de cada Viernes Santo en la Plaza Mayor, protagonizando también en solitario una emotiva procesión del Miércoles Santo en la que es conducido a hombros por la Cofradía de las Siete Palabras hasta la catedral vallisoletana, donde se entona el Miserere.

Pompeo Leoni. Detalle del Cristo de las Mercedes, 1601-1606
Iglesia de Santiago, Valladolid

Informe y fotografías del Cristo de las Mercedes: J. M. Travieso.





NOTAS

1 MARTÍN GONZÁLEZ, Juan José. El Crucifijo de la Academia de San Fernando. Boletín de Seminario de Arte y Arqueología: BSAA, Universidad de Valladolid, 1973, pp. 517-521.

2 TOVAR MARTÍN, Virginia. Noticias documentales sobre el convento madrileño de las Carboneras y sus obras de arte. Boletín del Seminario de Arte y Arqueología: BSAA, Universidad de Valladolid, 1972, pp. 413-425.

3 PONZ, Antonio. Viaje de España, Madrid, Aguilar, 1947.

Cabeza de Cristo crucificado, imaginería ligera, anónimo siglo XVII
Iglesia-museo del Santo Sepulcro, Toro (Zamora)
4 RODRÍGUEZ G. DE CEBALLOS, Alfonso. El Cristo crucificado de la Academia de San Fernando recuperado para Pompeo Leoni. Revista Ars Magazine, nº 19, Madrid, 2013, pp. 58-66.

5 ESTELLA MARCOS, Margarita. El encargo de un Cristo de madera a Pompeyo Leoni. Boletín del Seminario de Estudios de Arte y Arqueología: BSAA, 1978, pp. 456-458.













Pompeo Leoni. Detalle del Cristo de las Mercedes, 1061-1606
Iglesia de Santiago, Valladolid














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26 de septiembre de 2013

Estudios de Arte: El Curso 2013-2014 comienza el 8 de octubre 2013

CONDICIONES GENERALES

- El curso ofrece una capacidad limitada para 40 personas.

- Tienen preferencia en la inscripción todos los participantes en el curso anterior.

- Solamente se realizarán nuevas inscripciones en el caso de quedar plazas vacantes, es decir, si algún participante en el curso anterior no renovase su inscripción, y será por riguroso orden de solicitud, según la lista de espera que se renueva cada año.

- Los participantes deberán comprometerse a respetar las normas elementales de puntualidad, asistencia y comportamiento.

- El hecho de optar a la asistencia al curso implica la aceptación de estas condiciones.

INSCRIPCIÓN
- Participantes en el curso anterior: Del 26 de septiembre al 4 de octubre 2013.
- Solicitudes para ingresar en la lista de espera: Del 27 de septiembre al 4 de octubre 2013 por correo a la siguiente dirección: estudiosdearte.va@gmail.com, donde recibirán la información del puesto que ocupan en la lista de espera (por riguroso orden de solicitud) y, en caso de haber vacantes, su aceptación, datos del aula, horarios, etc.

No se atenderán solicitudes fuera de las fechas establecidas.

XXI CURSO DE ARTE

Contenido: ARTE DEL RENACIMIENTO EN ESPAÑA VII

- Escultura renacentista romanista.

- Escultura renacentista cortesana.

- Pintura española del Renacimiento

- Estudios complementarios de iconografía.


J.M.T.


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Exposición: BERNARDI ROIG / INSTANTE BLANCO, del 28 de septiembre 2013 al 12 de enero 2014



MUSEO NACIONAL DE ESCULTURA
Colegio de San Gregorio y Casa del Sol
Calle Cadenas de San Gregorio, Valladolid


Exposición "Instante blanco" de Bernardi Roig, diez esculturas blancas —tres de ellas realizadas expresamente— insertadas en el tejido silencioso que conforma la colección de escultura policromada.


HORARIO DE VISITAS
Martes a sábado: de 10 a 14 h y de 16 a 19.30 h.
Domingos y festivos: de 10 a 14 h.
Cerrado lunes.


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25 de septiembre de 2013

Concierto: AMANCIO PRADA EN SANTA MARÍA DE VALBUENA, 28 de septiembre 2013



El  28 de septiembre, Amancio Prada ofrecerá un concierto en el monasterio cisterciense de Santa María de Valbuena, en San Bernardo, con motivo de los 25 años de la fundación de Las Edades del Hombre. Bajo el título “Trovadores, místicos y románticos”, interpretará canciones sobre poemas de los primeros trovadores galaico-portugueses, del romancero, Juan del Enzina, Juan de la Cruz, Teresa de Jesús, Gil y Carrasco, Bécquer y Rosalía de Castro.
Prada ha ensalzado en la presentación de estos conciertos el marco que ofrecen estos espacios monumentales en que los que "su propio silencio ya es música".

Sábado, 28 de septiembre 2013
Iglesia del monasterio de Santa María de Valbuena, 20 horas.
Amancio Prada: Trovadores, místicos y románticos
Entrada libre hasta completar aforo.


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24 de septiembre de 2013

Bordado de musas con hilos de oro: METAMORFOSIS, de Luis G. Urbina


METAMORFOSIS

Era un cautivo beso enamorado
de una mano de nieve, que tenía
la apariencia de un lirio desmayado
y el palpitar de un ave en la agonía.
        Y sucedió que un día,
        aquella mano suave
        de palidez de cirio,
        de languidez de lirio,
        de palpitar de ave,
se acercó tanto a la prisión del beso,
que ya no pudo más el pobre preso
y se escapó; mas, con voluble giro,
huyó la mano hasta el confín lejano,
y el beso que volaba tras la mano,
rompiendo el aire, se volvió suspiro.

LUIS G. URBINA


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23 de septiembre de 2013

VIAJE: ISLA DE CRETA, del 4 al 9 de diciembre 2013

PROGRAMA

Miércoles 4 de diciembre: VALLADOLID/MADRID/ATENAS/HERAKLION
Salida en autocar desde Valladolid a las 08.30 hrs desde la Plaza Colón con destino Madrid-Barajas. Presentación en el aeropuerto 2 horas antes de la salida del vuelo. Trámites de facturación y embarque para tomar el vuelo con destino Heraklion (Creta), vía Atenas. Llegada y traslado en autocar al hotel. Cena y alojamiento en Heraklion.

Jueves 5 de diciembre: HERAKLION/KNOSSOS/HERAKLION
Pensión completa. Este día se hará una visita de día completo de Knossos y Heraklion. Este es el recorrido que revela los secretos y la vida de los antiguos minoicos y su civilización, así como la fuerza espiritual que hizo a Creta famosa en todo el mundo. Visita del Palacio de Knossos. Paseando por los estrechos pasillos de la construcción laberíntica tendrán oportunidad de ver todas las muestras y los símbolos del progreso y la cultura que se desarrollaron en la isla hace 4000 años, así como sentir la grandeza de esta civilización.. A continuación se hará la visita panorámica de Heraklion, capital de Creta, el recientemente restaurado castillo veneciano, la Fuente Morosine, la Loggia y las principales calles y avenidas de la ciudad; entrada al Museo Histórico de la ciudad. Alojamiento en Heraklion.

Viernes 6 de diciembre: HERAKLION/KERA/LASSITHI/TZERMIADO/HERAKLIO
Pensión completa. Visita de día completo al Monasterio de Kera y la Meseta de Lassithi. Salida hacia el Monasterio de Kera: destacan sus preciosos iconos bizantinos. Originalmente llamado Kardiotissa, fue construido en el s.XVIII y dedicado a la Virgen Kera. Continuación hasta la meseta de Lassithi, salpicada de varios pueblos pintorescos, se puede disfrutar de un hermoso paisaje. Continuación del viaje hacia Tzermiado, pueblo típico de la meseta. Alojamiento en Heraklion.

Sábado 7 de diciembre: HERAKLION/MONASTERIO DE ARKADI/FESTOS/GORTYS/CHAINA
Pensión completa. Salida hacia el Monasterio de Arkadi, símbolo de la isla con referencia a la resistencia que mantuvo la isla contra la ocupación turca, visita del monasterio y su museo. Continuación del viaje a Rethymnon con visita de la ciudad; destacando sus calles estrechas, minaretes turcos y fuentes. Después nos dirigimos a Festos, donde visitaremos su recinto arqueológico, el segundo más importante de la isla, muestran los vestigios de un evidente pasado glorioso destruido por un incendio y un terremoto. Continuación del viaje hacia Gortys, capital de la isla en tiempo de los romanos; visitaremos el antiguo foro, el anfiteatro y la Basílica de Tito; también se podrá admirar el famoso Código Dórico en piedra tallada. Continuación hacia Chaina, antigua capital de la isla. Alojamiento en Chaina.

Domingo 8 de diciembre:  CHAINA/AKROTIRI/AGHIA TRIADA/CHAINA
Pensión completa. En dirección a la península de Akrotiri, visitaremos el Monasterio de Triada, uno de los monumentos más importantes y símbolo de la vida religiosa y financiera de Creta. A continuación visitaremos las Tumbas de Venizelos, contemplando desde aquí una panorámica de la ciudad. Al regreso a Chaina, realizaremos una visita de la ciudad en el casco antiguo; entrada al Museo de Chaina. Alojamiento en Chaina. Paseo nocturno por la zona más hermosa de la ciudad junto al mar , donde se encuentra situado el hotel.

Lunes 9 de diciembre:  CHAINA/ATENAS/MADRID/VALLADOLID
Desayuno, y a la hora acordada traslado al aeropuerto para embarcar en el vuelo con destino a Madrid, vía Atenas. Llegada al Aeropuerto de Barajas y traslado en autocar hasta Valladolid.

PRECIO SOCIO: 1195 €.
PRECIO NO SOCIO: 1245 €.
SUPLEMENTO HABITACIÓN INDIVIDUAL: 195 €.

REQUISITOS: Grupo mínimo 25 y máximo 30 personas.


INCLUYE:
- Traslado en autocar VALLADOLID-MADRID (BARAJAS)-VALLADOLID.
- Transporte en avión MADRID-HERAKLION // CHAINA-MADRID, ambos trayectos vía Atenas.
- Traslados de entrada y salida AEROPUERTO/HOTEL/AEROPUERTO.
- Traslado en autocar durante el recorrido.
- Estancia en Hotel 4****. 5 noches.
- 3 noches en Heraklion Hotel Astoria Capsis 4****s.
- 2 noches en Chania Hotel Kydon 4****.
- Acomodación en habitaciones dobles con baño.
- Régimen de pensión completa, según itinerario.
- Excursiones descritas en el itinerario con guía oficial.
- Entradas al Palacio de Knossos y Recintos arqueológicos de Festos y Gortys.
- Entradas a los Monasterios de Kera, Arkadi y Aghia Triada.
- Entrada al Museo Histórico de Heraklio y Museo de Chaina.
- Guía acompañante, durante el viaje.
- Coordinador de Domus Pucelae.
- Guía comercial Domus
- Documentación por persona.
- Reunión informativa del viaje con vino español.
- Seguro de viaje obligatorio.
- Seguro opcional de anulación.
- Tasas de aeropuerto incluidas (90,00 €).
- IVA.

NO INCLUYE
- Ningún extra en el hotel.
- Bebidas en las comidas o cenas.
- Excursiones opcionales.
- Ningún otro servicio no incluido en el apartado anterior.

HORARIOS Y VUELOS PREVISTOS:
04.Dic.   A3 689   Madrid-Atenas   12.50 h.-17.20 h.
04.Dic.   A3 326   Atenas-Heraklion   19.00 h.-19.50 h.
09.Dic.   A3 331   Chania-Atenas   06.50 h.-07.40 h.
09.Dic.   A3 688   Atenas-Madrid   09.15 h.-12.00 h.


NOTA:                                        
 * El itinerario se puede ver alterado en función de las circunstancias del viaje. 
 * Cualquier variación en el carburante, moneda y tasas aéreas hasta 20 días antes de la salida, supondrá la revisión del precio.
 * La reunión informativa con presentación del viaje y entrega de documentación el 25 de Noviembre del 2013

INFORMACIÓN Y RESERVA DE PLAZAS: Por correo en la dirección domuspucelae@gmail.com o llamando al teléfono 608 419228 del 22 al 28 de septiembre 2013, debiendo hacer entrega a la reserva de 200 € y el resto antes del 18 de noviembre en Viajes Carrefour Valladolid en C/. Santa Clara 1 (esquina con Plaza Gondomar), Valladolid.


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VIAJE: PALENCIA, PRESENTACIÓN DEL LIBRO "VILLAS ROMANAS DEL DUERO", 9 de noviembre 2013

PROGRAMA

Salida a las 10,50 desde la estación Campo Grande con llegada a la estación de Palencia a las 11,35 . A las 12 horas visita al Museo Arqueológico de Palencia (Casa del Cordón). En este mismo museo tendrá lugar la presentación del Libro «Las Villas Romanas del Duero» editado por Domus Pucelae. A continuación traslado al restaurante. Por la tarde visita a la catedral y al Museo Diocesano. A las 18,45 salida hacia Valladolid, donde está previsto llegar a las 19,30 h. a la estación Campo Grande.

En el transcurso del viaje será entregado a los socios el libro editado por Domus Pucelae y podrá ser adquirido por los no socios a precio de coste.

PRECIO SOCIO: 28 €.
PRECIO NO SOCIO: 35 €.

INCLUYE: Viaje en tren (gratuito para los socios). Comida (menú: entremeses variado, carne (bistec, escalope o revuelto) o pescado (salmón, bacalao o merluza), postre, café, pan y bebidas. Entradas a la catedral y museo.

REQUISITOS: Grupo mínimo 30 personas.

INFORMACIÓN Y RESERVA DE PLAZAS: Por correo en la dirección domuspucelae@gmail.com o llamando al teléfono 682 247398 de 18 a 20,30 h. a partir del 17 de octubre.


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VIAJE: LEÓN, PRESENTACIÓN DEL LIBRO "VILLAS ROMANAS DEL DUERO", 27 de octubre 2013

PROGRAMA

          Salida a las 8,30 horas desde la Plaza de Colón con dirección a León. Breve  descanso al llegar a la ciudad. Una parte del grupo visitará el Museo de León (arqueológico e histórico) y otro La Casona, con intercambio al finalizar ambas visitas. A las 12,30 acto de presentación en el Museo de León del libro editado por Domus Pucelae «Villas Romanas del Duero». Al finalizar el acto, traslado a la Estación de Ferrocarril de Vía Estrecha para realizar el trayecto en tren León-Guardo y poder contemplar las tardes del otoño en este medio de transporte. La comida será servida durante el recorrido. A las 16,30 salida desde Guardo hacia la Villa Romana de la Olmeda y visita al yacimiento. Regreso en autocar a Valladolid a las 19,30 horas.

En el transcurso del viaje será entregado a los socios el libro editado por Domus Pucelae y podrá ser adquirido por los no socios a precio de coste.

PRECIO SOCIO: 45 €.
PRECIO NO SOCIO: 50 €.

INCLUYE: Viaje en autobús. Comida a base de empanadas, jamón, queso, cecina y lomo; postres (pastelitos); agua, café y bombón. Entradas y transportes.

REQUISITOS: Grupo mínimo 40 personas en cada uno de los 2 autocares previstos.

INFORMACIÓN Y RESERVA DE PLAZAS: Por correo en la dirección domuspucelae@gmail.com o llamando al teléfono 682 247398 de 18 a 20,30 h. a partir del 23 de septiembre.

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VIAJE: VALENCIA, del 31 octubre al 3 de noviembre 2013

PROGRAMA

Día 31 de octubre, jueves
Salida a las 6,45 h. desde Eroski y a las 7 horas desde la Plaza de Colón con dirección a Belmonte para visitar el castillo-palacio de los Villena. A continuación salida hacia Valencia visitando en el camino Alarcón. A últimas horas de la tarde llegada al hotel Center (4*). Cena y  alojamiento.

Día 1 de noviembre, viernes
Visita panorámica a la ciudad de Valencia con guía local. Almuerzo en el hotel. Por la tarde visita al Museo de San Pío V. Tiempo libre. Cena en el hotel.

Día 2 de noviembre, sábado
Visita a los edificios modernistas valencianos, Catedral y Museo del Patriarca. Almuerzo en el hotel. Por la tarde tiempo libre con posibilidad de visitar el Complejo de las Ciudad de las Ciencias (Hemisféric,  Oceanográfic, etc. No incluido).

Día 3 de noviembre, domingo
Salida a primeras horas de la mañana con dirección a Teruel. Visita de la ciudad. Comida Al finalizar, regreso a Valladolid, donde está previsto llegar alrededor de las 9,30 de la noche.    

PRECIO SOCIO: 250 € / Habitación doble.
PRECIO NO SOCIO: 260 € / Habitación doble.
PRECIO SOCIO: 310 € / Habitación individual.
PRECIO NO SOCIO: 320 € / Habitación individual.

INCLUYE: Viaje en autocar durante todo el recorrido. Visitas guiadas, almuerzos y pensión completa en la ciudad de Valencia y almuerzos en Belmonte y Teruel.

NO INCLUYE: Extras y entradas a monumentos, bebidas en las comidas y cenas.
                
REQUISITOS: Grupo mínimo 35 personas.

INFORMACIÓN Y RESERVA DE PLAZAS: Por correo en la dirección domuspucelae@gmail.com o llamando al teléfono 682 247398 de 18 a 20,30 h. a partir del 24 de septiembre.


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20 de septiembre de 2013

Theatrum: CUSTODIA PROCESIONAL, el esplendor de la platería vallisoletana




CUSTODIA PROCESIONAL DE ASIENTO
Juan de Arfe y Villafañe (León 1535 - Madrid 1603)
1587-1590
Plata repujada y grabada
Museo Diocesano y Catedralicio, Valladolid
Orfebrería renacentista española





Juan de Arfe representa la cima alcanzada por la platería española renacentista. Consciente de su condición de artista humanista,  dotado de un conocimiento científico y sentido creador ajeno al concepto de mero artesano, dejó un impresionante legado de obras suntuarias en forma de cruces y custodias procesionales, así como el importante tratado sobre orfebrería El Quilatador de Oro, Plata y Piedras (Valladolid, 1572; reimpreso en Madrid, 1598), el primer libro editado en Europa sobre las características de los metales y sus aleaciones, junto a la que está considerada como su obra fundamental: De Varia Commensuracion para Escultura y Arquitectura (Sevilla, 1585-1587), recopilación de conocimientos diversos que fue uno de los tratados más importantes y consultados de su época.

Juan de Arfe formó parte de la tercera generación de la saga de plateros más importante de España en el siglo XVI, iniciada por su abuelo Enrique de Arfe (1475-1545), también conocido como Enrique de Colonia por su origen alemán, artífice de las bellas y refinadas custodias procesionales de las catedrales de León (desaparecida en 1809), Córdoba y Toledo. Su padre y maestro, Antonio de Arfe (1510-1580), fue el introductor de las formas renacentistas en la orfebrería española, ajustado a la corriente plateresca, con obras maestras como las custodias procesionales de Santiago de Compostela y Medina de Rioseco. Juan de Arfe recogió el testigo familiar para convertirse en el más importante orfebre de finales del siglo XVI, autor de obras tan representativas como las custodias procesionales de las catedrales de Ávila, Sevilla y Valladolid, así como de una notable colección de bustos relicarios y la preparación de los sepulcros broncíneos del Duque de Lerma, su esposa y sus tíos.


Nacido en León en 1535, hacia 1547 se traslada con sus padres a Valladolid con tan sólo 12 años, iniciando su aprendizaje como orfebre y grabador, junto a sus hermanos Antonio y Enrique, en el taller paterno abierto en la Corredera de San Pablo, donde se ejercita en el modo de trabajar "el romano" o nuevas formas renacentistas introducidas por su padre. Durante su juventud participa del fragor artístico floreciente en Valladolid, convertida en uno de los centros creativos más importantes de España tras el asentamiento ocasional de la Corte, el funcionamiento de la Real Chancillería y el enriquecimiento de los nobles y el clero, siendo un dato elocuente el que contara con el mayor número de talleres de plateros del reino —57 censados en 1561— desde que algunos iniciaran su actividad en tiempos de los Reyes Católicos1, con obras repartidas no sólo por toda Castilla, sino también por Asturias y Galicia.

Durante su adolescencia pasaría a ser colaborador de su padre para atender la ingente demanda de piezas de orfebrería, tanto en obras suntuarias solicitadas por el alto clero como en platería civil demandada, entre otros, por los condes de Benavente, los duques de Urueña, del Infantado, de Alba y de Medina de Rioseco, por don Álvaro de Mendoza, obispo de Ávila y de Palencia y presidente de la Chancillería, etc.

Grupo de Adán y Eva junto al árbol del Paraíso
Hacia 1555 estudia anatomía en la Universidad de Salamanca con el catedrático Cosme de Medina, además de latín, aritmética, geometría, astrología y grafidia, conocimientos que junto al de los órdenes arquitectónicos y aleaciones de los metales aplicaría con maestría en sus obras de orfebrería y fundiciones en bronce.  Con 25 años realiza su primer encargo, una cruz labrada y cincelada para la catedral de Valladolid y en 1562 contrae matrimonio con Ana María Martínez de Carrión, también hija y nieta de los plateros de oro Melchor Martínez y Alonso Gutiérrez, marcador de la villa de Valladolid, naciendo al año siguiente Germana, su única hija, que en 1592 se casaría con el platero burgalés Lesmes Fernández del Moral.

Entre 1564 y 1571, ya independizado del taller paterno y establecido en la calle de la Costanilla de Valladolid, elabora su primera gran custodia procesional de asiento, junto a dos cetros, para la catedral de Ávila, en la que ya hace prevalecer los valores arquitectónicos sobre los decorativos. La admiración que llega a despertar la suntuosa obra de orfebrería abulense hace que sea elegido en un concurso restringido para realizar la custodia procesional del Corpus de la catedral de Sevilla, obra que inicia en 1580 siguiendo las directrices iconográficas aportadas por el canónigo Francisco Pacheco y contando como colaborador con Hernando de Ballesteros, una obra que está considerada como una de las más grandes creaciones de la orfebrería nacional de todos los tiempos.

Detalle del grupo de Adán y Eva
Se atribuye a Juan de Arfe una serie de 35 grabados en madera realizados en Sevilla para la edición del Libro de la Montería (sobre la obra mandada escribir por el rey Alfonso XI), realizada en 1582 por Gonzalo Argote de Molina e impresa por el prestigioso italiano Andrea Pescioni, establecido en Sevilla, que igualmente se ocuparía de su tratado De Varia Commensuracion.

En 1587 abandona la capital andaluza y regresa a Valladolid, donde no sólo le es solicitada la custodia procesional de la catedral, sino otras dos más para las catedrales de Segovia (no finalizada) y Burgos. El trabajo de la custodia vallisoletana le mantiene ocupado entre 1587 y 1590, sintetizando sus experiencias anteriores en Ávila y Sevilla. Juan de Arfe llegaría a crear una importante escuela en Valladolid, donde ejerce rodeado de un numeroso grupo de aprendices y oficiales, entre ellos el prestigioso Juan de Benavente (1535-1610). En la por entonces villa castellana vive vinculado a la Cofradía de Nuestra Señora del Val y San Eloy, que desde 1452 acogía al gremio de plateros, manteniendo relaciones amistosas con renombrados artistas del momento, como el escultor Esteban Jordán o el pintor Gregorio Martínez.

Esquema e iconografía de la custodia de Juan de Arfe
Sin abandonar su domicilio de Valladolid, en 1592 se establece en Burgos, donde reside durante cinco años en casa de su yerno y donde en 1593 protagoniza un curioso episodio cuando los plateros burgaleses le eligen para portar el pendón de la Cofradía de San Eloy en la procesión del Corpus, honor que rechaza alegando no ser artesano platero u orfebre, "sino escultor de oro e plata e arquitecto..., oficios muy distintos del oficio de platero", consciente de la diferenciación entre los status de artesano y artista, lo que pone de manifiesto su autoestima como científico y creador.

A partir de 1595 Juan de Arfe, como experto en aleaciones y metales, ocupa el cargo oficial de ensayador de la Casa de la Moneda de Segovia, donde toma contacto con el ambiente cortesano, donde le es solicitado por Felipe II el sobredorado de las esculturas en bronce realizadas por Pompeo Leoni para los cenotafios reales del monasterio de El Escorial. Para el mismo lugar le solicitan 64 relicarios en cobre, en forma de bustos, de los cuales entrega 22 en 1598. Tras la muerte del monarca, su hijo Felipe III continúa solicitándole piezas, aunque el principal proyecto sería la fundición de las efigies orantes en bronce del Duque de Lerma y su esposa doña Catalina de la Cerda, destinadas a la capilla mayor de la iglesia de San Pablo de Valladolid, obra que motiva su regreso junto al Pisuerga en 1600, aunque para acometer esta obra se desplaza de nuevo a Madrid en 1602 para realizar la fundición de los sepulcros ducales, una obra que queda inacabada cuando se produce su muerte el 1 de abril de 1603 en la casa del orfebre italiano Jacome Trezo, cuando contaba 68 años.
El proyecto es concluido por su yerno, el escultor y platero burgalés Lesmes Fernández del Moral, que se ocupa de concluir tanto las esculturas funerarias ducales de Valladolid, bajo el asesoramiento de Pompeo Leoni, como el resto de los bustos-relicario para El Escorial, sucediéndole también en el cargo de la Casa de  la Moneda.    

Detalle del primer cuerpo
LA CUSTODIA PROCESIONAL DE VALLADOLID

La custodia que realizara Juan de Arfe para la catedral de Valladolid supone un importante legado a la ciudad en la que fue vecino durante 34 años, la mitad de su vida, por otra parte lugar de su formación y del comienzo de su andadura artística en la elaboración de custodias monumentales, en las que, a diferencia de los modelos góticos de su abuelo Enrique y los platerescos de su padre Antonio, marca la evolución de la platería castellana desde el manierismo clasicista a los inicios del barroco.

Valorado como orfebre, después de que elaborara en su obrador vallisoletano la custodia de la catedral de Ávila, una obra de juventud en la que todavía persevera en la delicada decoración plateresca, el Cabildo vallisoletano decide encargar a Juan de Arfe otra similar en 1587 emulando el modelo abulense. Como en ese momento se encuentra residiendo en Sevilla, realizando la custodia sevillana, firma el contrato en su nombre el platero José de Madrid, recibiendo, como era habitual, la sugerencia de un determinado programa iconográfico relacionado con la exaltación de la Eucaristía, una temática que siempre era impuesta a los plateros en base a los postulados contrarreformistas, así como la condición de que fuera entregada un mes antes de la celebración del Corpus de 1590.

Detalle del primer cuerpo y viril
La custodia de Valladolid, realizada veinte años después de la abulense, aparece como una obra de madurez mucho más sobria y depurada, con un diseño, proporciones y arquitectura que definen el nuevo estilo del artista en el que las formas arquitectónicas adquieren mayor supremacía sobre los elementos figurativos ornamentales.
 De 1,67 metros de altura y realizada enteramente en plata, Juan de Arfe recibe un millón, quinientos dieciocho mil, noventa y dos maravedís como pago a una armoniosa arquitectura, basada en un estricto clasicismo que siglos después sería elogiado por historiadores viajeros como Antonio Ponz e Isidoro Bosarte.

En efecto, esta obra maestra de la orfebrería española, representa el ideal de estética clasicista implantada por Juan de Arfe, donde la elegancia de líneas y proporciones se impone sobre una estudiada sobriedad ornamental, con predominio de los motivos geométricos y las superficies lisas sobre los grutescos ornamentales, las figuras de bulto y las escenas en relieve, muy depuradas dentro de un programa de exaltación eucarística.

La custodia vallisoletana adopta la forma de una torre-campanario de cuatro cuerpos en los que se alternan plantas hexagonales y circulares, utilizando de abajo a arriba sucesivamente los órdenes jónico, corintio, compuesto y toscano. Hoy día se presenta sobre un amplio basamento y dos zócalos superpuestos, con acompañamiento de pequeñas figuras de querubines, floreros angulares y faroles que son adiciones posteriores. En la descripción vamos a ceñirnos exclusivamente a la obra ideada y materializada por Juan de Arfe.

Detalle de los relieves del primer cuerpo
Primer cuerpo
Presenta una planta hexagonal estrellada, con partes salientes en las que se colocan esbeltas columnas jónicas, con plintos cilíndricos decorados con grutescos, que sirven de apoyo a arquerías de medio punto que se quiebran en los ángulos dando lugar a una forma apuntada. El pedestal de la base está recorrido por inscripciones que identifican treinta pequeños bajorrelieves apaisados colocados en el basamento y en los que se representan escenas del Antiguo Testamento que prefiguran la Eucaristía, con escenas protagonizadas por Abraham, Isaac, Moisés, David, Salomón y Elías y figuras recortadas sobre sobrios paisajes. En la decoración arquitectónica de la parte superior aparecen volutas y formas piramidales rematadas con bolas de inspiración herreriana.
Junto a este primer cuerpo iba colocado originariamente el grupo escultórico realizado en plata y en bulto redondo de Adán y Eva junto al árbol del Paraíso, en el que junto a la serpiente enroscada en el tronco aparecen magníficos desnudos que demuestran el conocimiento anatómico de Juan de Arfe como escultor, así como su dominio del oficio de orfebre en el cincelado de la copa del árbol. La escena puede estar inspirada en un grabado realizado por Durero en 1504, adquiriendo en la custodia el símbolo del origen del pecado que es redimido por la presencia de Cristo en la Eucaristía.
Bajo los arcos de este primer cuerpo, actualmente aparecen colocadas pequeñas figuras de santos arrodillados que originariamente iban colocados en el segundo cuerpo, en actitud de adoración del viril estrellado, que también iría colocado a un nivel más alto. La modificación se realizó cuando fueron incorporados a la custodia los nuevos elementos ya mencionados.

Detalle del segundo cuerpo
Segundo cuerpo
El segundo cuerpo adopta la forma de un templete circular donde doce columnas pareadas de orden corintio, decoradas en la parte central del fuste con estrías helicoidales y en la parte superior e inferior con temas de grutescos, reposan sobre un pronunciado plinto en cuyas caras aparecen pequeños y minuciosos relieves con escenas del Nuevo Testamento que también ofrecen significación eucarística. El templete se cubre con una bóveda que sugiere un espacio celeste en cuyos bordes cuelgan pequeñas campanillas.
En su interior se encuentra una imagen de la Asunción, dentro de una corona radiante, como referencia a la advocación de la catedral vallisoletana, mientras que en la base aparecen pequeñas figuras de virtudes colocadas en los ángulos y acompañadas de bolas decorativas, un motivo de origen escurialense.  
  
Tercer cuerpo
El tercer cuerpo sigue una planta hexagonal de alzado manierista, pues en el centro de cada cara se colocan unas pilastras, con finas columnas adosadas de orden compuesto, a cuyos lados arrancan unos arcos que se cruzan en las esquinas produciendo un trazado quebrado. Delante de cada columna aparecen de nuevo pirámides caladas y entre ellas figuras femeninas tocando instrumentos musicales                 

Detalle del tercer y cuarto cuerpo y del remate
Cuarto cuerpo
Elaborado con extraordinaria exquisitez, presenta una planta circular recorrida en su alzado por veintidós estilizadas columnas toscanas sobre un elevado plinto, recordando el aspecto de un templo al estilo de Bramante. En su interior abovedado cuelga una campana, elemento que confiere al conjunto arquitectónico el valor de una torre con función de campanario.
Como remate superior prescinde de la colocación habitual de una imagen para reducirlo a un esbelto chapitel coronado por una esfera, símbolo de universalidad, y una alta cruz.
  
Con el tiempo, la custodia de Juan de Arfe era presentada sobre un carro triunfante, presidiendo tradicionalmente las festividades del Corpus tan populares en Valladolid desde los años finales del siglo XVI, una fiesta acompañada de grandes festejos que aparece repetidamente citada en las crónicas y que generó, junto a la exhibición de la custodia de Juan de Arfe, otras muchas creaciones del arte vallisoletano.

Procesión del Corpus. Foto: Iglesia en Valladolid

Informe, fotografías y esquema: J. M. Travieso.



NOTAS

1 BRASAS EGIDO, José Carlos. En el IV Centenario de Juan de Arfe. Su vida y su obra en Valladolid, Boletín de la Real Academia de Bellas Artes de la Purísima Concepción, nº 37, 2002, p. 60.





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