Ya se sabe, en época de crisis los principales recortes económicos siempre afectan al campo de la cultura. El hecho se repite de nuevo en Valladolid, donde desaparece el prestigioso Taller de Grabado Calcográfico dependiente del Ayuntamiento. Una triste noticia que demuestra la escasa consideración y sensibilidad por parte de los responsables municipales, que no son capaces de valorar en sus justos términos la labor desarrollada por este especializado centro de enseñanza artística que tan certeramente venía dirigiendo Alberto Valverde, artista grabador vallisoletano de reconocimiento internacional.
Una gran pérdida para el mundo del arte y la cultura castellano-leonesa, porque el Taller de Grabado Calcográfico era un auténtico lujo para la ciudad, un centro de referencia nacional que gozaba del privilegio de la entrega personal y profesional de su director y que siempre se ha mantenido con bajos presupuestos de las arcas municipales, lo que hace que la drástica medida sea totalmente incomprensible.
Desde que comenzara su andadura en 1995, por el Taller de Grabado Calcográfico han pasado multitud de alumnos —40 plazas por curso— que después mostraban sus trabajos en exposiciones colectivas en las que se podía apreciar el alto nivel conseguido en esta técnica artística. Ellos son quienes mejor que nadie pueden atestiguar lo interesante de mantener este taller de aprendizaje. Porque por el centro no sólo han pasado numerosos aprendices noveles, sino también un nutrido número de artistas y pintores consagrados que han tenido la oportunidad de experimentar en la técnica del grabado y la calcografía, una actividad que no se imparte, con carácter público, en ninguna de las escuelas de artes.
Desaparece así uno de los principales acicates artísticos de la ciudad, que contaba con un exclusivo taller que permitía ejercitar la creatividad en las técnicas tradicionales del grabado a la punta seca y al buril, en el aguafuerte y en otras técnicas indirectas y aditivas, permitiendo el acceso al tórculo para la estampación sobre papel tanto de creaciones artísticas tradicionales como de vanguardia. El prestigioso taller quedará en los anales de la historia de la ciudad, lo mismo que los nombres de quienes tristemente han decidido su desaparición. ¡Qué pena!
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con una sola subvención de las corridas de San Pedro ¿cuantos años se hubiese mantenido este expléndido taller?
ResponderEliminarAQUI LO QUE INTERESA ES PAN Y CIRCO Y...FOTOS, CLARO, PARA SEGUIR ENGORDANDO OTROS BOLSOS!!!!
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