BELÉN
Francisco
Salzillo (Murcia, 1707 - 1783)
Roque López
(Era Alta, Murcia, 1747 - Murcia, 1811)
1776-1783 / 1783-1800
Madera y
terracota policromada
Museo Salzillo,
Murcia
Escultura tardobarroca
y rococó
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Anunciación
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En el Museo Salzillo de Murcia se expone el célebre
belén que el escultor Francisco Salzillo realizara entre 1776 y 1783 a petición
de Jesualdo Riquelme Fontes, señor de Guadalupe, que lo encargó como
divertimento doméstico para sus hijos. Tras la muerte del escultor, teniendo en
cuenta que una de las características de los belenes es el incremento paulatino
de la colección, el belén fue continuado por sus discípulos en el último cuarto
del siglo XVIII, estando documentada la intervención de Roque López, escultor formado
en el taller de Salzillo, y de su hijo José López (Murcia, 1769-1811), escultor
premiado por la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Murcia,
institución a la que pertenecieron tanto Francisco Salzillo como su cliente y
amigo Jesualdo Riquelme, cuya familia poseía obras del escultor por la amistad de este con Joaquín Riquelme, padre de Jesualdo.
Este conjunto fue realizado en la senectud del
escultor, que marcó la idea general de la colección y estableció las pautas respecto
a escala, técnica y estilo. Se conservan cinco antiguas arquitecturas de la
escenografía, junto a otra realizada en época contemporánea. El belén,
compuesto por 556 personajes y 372 animales, presenta un conjunto de figuras en
terracota policromada cuya altura media oscila entre los 24 y 29 centímetros,
medidas próximas a la terzina o canon de los belenes napolitanos.
El belén permaneció en el palacio familiar, en poder
de los descendientes de la familia Riquelme, hasta 1906, año en que murió sin
descendencia Rosa María de Bustos Riquelme, de la Real Orden de las Damas
Nobles de la Reina María Luisa, marquesa de Salinas del Río Pisuerga y biznieta
de Jesualdo Riquelme, que por vía testamentaria dejó el conjunto de figuras y
sus armarios a su sobrino Alfonso de Bustos y Bustos, al que pedía que lo
tratara con esmero y que no se desprendiera de tan importante patrimonio
familiar. Sin embargo, tras el traslado del conjunto a Madrid, el heredero lo
puso en venta depositándolo en el Museo Arqueológico Nacional. En 1915 el
Ministerio de Instrucción Pública autorizaba su compra por la Junta del
Patronato del Instituto Alfonso X el Sabio de Murcia, que lo destinó al Museo
Provincial de Bellas Artes de esta ciudad. Tras la creación del Museo Salzillo
en 1941, el belén se instaló en él en 1957 para ser expuesto de forma
permanente, convirtiéndose por su temática en una de las singularidades del
Museo.
Salzillo configuró un guión narrativo basándose en
diferentes textos canónicos y apócrifos para establecer la primera fase de elaboración
del belén, entre 1776 y 1783, con una secuencia cronológica que comienza con la
Anunciación y continúa con grupos que
representan los pasajes del Sueño de San
José, la Visitación, la Búsqueda de posada, el Anuncio a los pastores, el Nacimiento, la Lectura del Romance, el Cortejo
de los Reyes Magos y la Purificación en
el Templo, terminando con la Huida a
Egipto.
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Sueño de San José
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A la muerte de Salzillo en 1783, tomó el relevo
Roque López, que estuvo dirigiendo los trabajos del belén hasta 1798, año en
que muere Jesualdo Riquelme. Primero realizó las figuras del Palacio de Herodes, con su magnífica
guardia herodiana, ocupándose a partir de 1800 del dramático grupo de la Matanza de los Inocentes, con el que el
belén fue concluido. En el protocolo de Atienza de 1798, inventario realizado
por Roque López tras la muerte de Jesualdo Riquelme, se citan como artistas
colaboradores al escultor José López, hijo de Roque, y al carpintero Pedro
Collado, autor del pórtico del Nacimiento.
Las diferentes escenas incluyen notables
arquitecturas, unas ambientadas en el siglo XVIII, como la casa de María, que inspirada
en las construcciones urbanas de la época conserva un mobiliario rococó añadido
en el siglo XIX; la casa de Santa Isabel, que reproduce una refinada vivienda
huertana; o el palacio de Herodes, basado en la arquitectura nobiliaria local
de aire clasicista renacentista. Otras se inspiran en antiguos templos, como
las ruinas del templo clásico en que se ubica el Nacimiento, o el templo de la
Purificación, que toma como modelo el templete romano de San Pietro in Montorio,
obra de Bramante.
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Sueño de San José
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Junto a los personajes sagrados que establecen el
hilo de la narración, al igual que ocurría en la pintura o la literatura de su
tiempo, Salzillo incorporó toda una galería de tipos populares, de carácter
costumbrista, que por los sutiles detalles son todo un documento etnográfico de
la Murcia de su tiempo, estableciendo un precedente después seguido en muchos
territorios españoles. Según afirma el escritor ilustrado Ceán Bermudez, Salzillo
alojaba mendigos en su casa que tomaba como modelos para algunas figuras. De
modo que en el ámbito de las escenas evangélicas el escultor incorporó una
sugerente muestra de tipos y expresiones —en ocasiones con retratos de gran
realismo— que reflejan los usos y costumbres del campesinado y la huerta, con
alusiones a la música y al baile en los momentos de solaz, así como la
actividad de algunos oficios del momento, como carniceros, músicos o cazadores.
En el repertorio es posible encontrar pastores reunidos
avivando una hoguera, incluyendo zagales, entre los que destacan las expresivas
figuras de un pastor desollando un cordero o de otro que intenta que un perro
no le arrebate la comida. Como en todo belén, junto a ellos se encuentra un
buen número de animales, como diferentes tipos de vacas, toros, cabras y
ovejas, así como perros y diferentes aves migratorias que anidaban en el Mar
Menor, todos ellos tomados del natural.
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Visitación
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Como apunta Concepción de la Peña, bajo
la presencia de pastores y corderos subyace el resurgir durante el Barroco del
simbolismo de Cristo como Buen Pastor, extrapolado a la Virgen como Divina
Pastora, con referencias al cordero como animal sacrificial. Por otra parte, la
presencia de pastores y pastoras podrían derivar de la tradición de los autos
sacramentales relacionados con el Nacimiento, vigentes hasta que fueron
prohibidos en 1765.
Entre los tipos populares es especialmente
interesante el grupo formado por una decena de figuras que representan la Lectura del Romance, donde un joven
pastor lee en plena naturaleza mientras le escuchan otros de diferentes edades
apoyados en sus cayados, lo que supone la difusión de la buena nueva por la voz
humana en clave festiva y de celebración. En este grupo ideado por Salzillo, tan
poco común en los belenes, representa un ejercicio de lectura en voz alta en el
medio rural, trascendiendo la voluntad de los ilustrados, como lo eran el
escultor y su cliente Riquelme, de utilizar la lectura oral como medio de
alfabetización en el ambiente campesino y entre las clases sociales más
desfavorecidas, como medio de transmisión de conocimientos entre la población
iletrada, representando la difusión del saber, la experiencia y las tradiciones
a través de la cultura de la oralidad común entre las gentes del campo.
Todas las figuras del medio rústico presentan
vistosos rasgos en su indumentaria como recurso narrativo, convirtiendo
Salzillo al campesinado en un testimonio de tradición piadosa de carácter
íntimo y cercano, muy diferente al carácter más mundano que presentan los
belenes napolitanos, el otro gran referente de la escultura belenística del
momento, en los que predomina el ambiente urbano inspirado en la Commedia dell'Arte.
Muestra de la creatividad de Salzillo es la
expresiva figura del Ciego tocando la
zanfoña, que aparece acompañado por un lazarillo que hace danzar a un perro
como ejemplo de mendicidad callejera. No obstante, en este universo popular los
rústicos campesinos conviven con personajes tomados de la refinada nobleza
local, contrastando las rudas vestimentas de los pastores o los harapos del
lazarillo con el refinamiento de los pajes de los Reyes Magos, revestidos con
coloridas libreas, medias de seda y elegantes sombreros con penachos, siguiendo
la moda dieciochesca. Se ha apuntado que algunas figuras presentan retratos de
personalidades del momento en Murcia, como el propio Jesualdo Riquelme, el
marqués de Beniel o el conde de Floridablanca.
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Búsqueda de posada
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Todo este repertorio popular convive con las
solemnes figuras de los misterios evangélicos, que con un sentido eminentemente
narrativo muestran un profundo sentimiento religioso y una extraordinaria
delicadeza formal. Salzillo plasma sus arquetipos personales en las figuras de
la Virgen y San José, cuyos estilemas repiten los que utilizara en esculturas
de formato monumental, destacando la belleza plástica y compositiva del Sueño de San José. Junto a ellos, el
repertorio de ángeles, con túnicas ricamente estofadas y grandes alas
desplegadas, constituye el grupo de figuras más sofisticado del conjunto.
Tanto las figuras modeladas en barro —con
vestimentas hechas con telas encoladas—, como las talladas en madera, aparecen
ricamente policromadas de acuerdo a los gustos del rococó, contrastando los
colores lisos de la indumentaria de los campesinos con los tonos pastel de los
personajes sagrados, cuyas túnicas y mantos presentan un estofado rayado que
deja aflorar el oro subyacente, recurso que les proporciona un acabado
preciosista de gran luminosidad y suntuosidad.
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Pastor desollando un cordero
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Al repertorio salzillesco se suman las creaciones de
Roque López para la corte de Herodes y la Degollación de los Inocentes, con una
soldadesca romana que luce una indumentaria de gran fantasía y con aplicaciones
de postizos, conjunto de figuras que, siguiendo las pautas de Salzillo, mantienen
la uniformidad del estilo.
De este modo el Belén
de Salzillo vino a culminar, en las postrimerías del siglo XVIII, una
tradición murciana que se remonta al siglo anterior y que fue alentada en la
ciudad por las comunidades conventuales de Capuchinas, Agustinas, Carmelitas o
Clarisas para ser introducida en los ámbitos domésticos. En esta obra Salzillo
legaba el belén más importante del arte barroco español.
Informe: J. M. Travieso.
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Lectura del Romance
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Fotografías del autor y del Museo Salzillo. Fotografía de cabecera de Aquiles Ros.
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Ciego tocando la zanfoña y lazarillo con perro
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Nacimiento
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Reyes Magos y sus pajes
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Rey Melchor y paje del Rey Gaspar
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Presentación en el Templo
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Palacio de Herodes
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Roque López. Guardia herodiana
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Roque López. Rey Herodes
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Roque López. Detalle de la Degollación de los Inocentes
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Retrato de Francisco Salzillo Biblioteca Nacional, Madrid |
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pene
ResponderEliminarcoño
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