Estampas y recuerdos de Valladolid
A principios del siglo XX el Paseo o Acera de Recoletos representaba uno de los lugares más elegantes de Valladolid, después de su transformación a lo largo del XIX en un moderno "boulevard" de aire burgués que, situado en el eje que enlazaba el centro urbano con la flamante Estación del Norte, añadía como aliciente el presentar uno de sus lados ocupado por el romántico parque del Campo Grande, totalmente remodelado en 1877 por iniciativa del recordado alcalde Miguel Íscar, pasando a convertirse aquella avenida en un lugar privilegiado para el ocio de los vallisoletanos.
Tan importante vía de comunicación conocería tiempo después la evolución del tráfico rodado, siendo su pavimento testigo de todas las novedades de locomoción en los albores del siglo XX. Pero también comenzaron los riesgos del tráfico y de ello es testimonio esta instantánea que puede considerarse como el primer accidente de tráfico registrado fotográficamente en Valladolid, donde queda constancia que la víctima fue una farola del Paseo. Como se puede comprobar, la novedad del incidente y los preparativos del fotógrafo atrajeron la curiosidad de un grupo de vallisoletanos que posaron en el lugar del suceso.
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