Estampas y recuerdos de Valladolid
Esta vista de la fachada de la iglesia de San Juan de Letrán de Valladolid tiene su base en un dibujo realizado al natural, a mediados del siglo XIX, por el pintor, dibujante, litógrafo y daguerrotipista barcelonés Francisco Javier Parcerisa y Boada (1803-1875), especializado en la reproducción de interiores y exteriores de monumentos medievales siguiendo los postulados del movimiento romántico tan en boga en su tiempo.
Parcerisa, formado en la Escuela de la Lonja de la Ciudad Condal y en su madurez académico de la Real Academia de San Fernando de Madrid y miembro de la Comisión Real de Monumentos Históricos y Artísticos de Barcelona, adquirió una gran celebridad por sus dibujos reproducidos en litografías que representaban monumentos arquitectónicos y arqueológicos españoles y que llegaron a configurar un inventario visual que fue publicado en su obra "Recuerdos y bellezas de España", donde las 588 litografías editadas eran acompañadas de textos de Pablo Piferrer (monumentos de Cataluña), Francisco Pi i Margall (monumentos de Granada), Pedro de Madrazo (monumentos de Córdoba, Sevilla y Cádiz) y José María Quadrado (monumentos del resto de España), que aportaban una descripción crítica y detallada de los monumentos.
En esta obra, iniciada en 1839 y compuesta por once volúmenes que son un verdadero referente documental de la época, bajo las directrices de Parcerisa intervinieron los dibujantes Vicente Urrabieta y Ramón Puiggarí y los prestigiosos litógrafos Isla, Molina y Andreas Léopold.
El dibujo de Parcerisa, con litografía de Isla, recoge esta vista de la fachada barroca de la iglesia de San Juan de Letrán, situada en las inmediaciones del Campo Grande, un edificio que con el tiempo ha perdido el carácter de referente visual en el trazado urbanístico de la zona. En su día ocupaba la confluencia en forma de ángulo de la parte sur del Campo Grande, entre el convento de Monjas Dominicas Recoletas de la Laura y el colegio de Padres Agustinos Misioneros de Filipinas. La fachada, realizada a partir de 1729 por el arquitecto Matías Machuca, constituye la obra barroca más genuina de la ciudad y establece una elegante pantalla que ampara un sencillo y discreto templo de nave única trazado en 1675 por Juan Tejedor Lozano y llevado a cabo por Luis de Naveda y Antonio del Solar.
El templo, según informa Ventura Pérez, fue inaugurado con fiestas religiosas y profanas el 10 de septiembre de 1739. A partir de entonces cesaría la actividad del hospital fundado en 1550 por Hernando de Dios, que fue el origen fundacional de la iglesia. La modernidad y monumentalidad de la fachada hizo que, cuando fue realizado el primer plantío en los terrenos del actual Campo Grande, la fachada se convirtiera en el referente visual de una alameda que partía de la actual Plaza de Zorrilla, según ilustra el plano realizado en 1787 por Diego Pérez Martínes (Museo de Valladolid). Tras la conversión del parque en un frondoso jardín a instancias del alcalde Miguel Íscar, la construcción adelantada de un edificio anexo y la renovación del convento de los Filipinos con un edificio de gran monumentalidad, esta fachada quedó encajonada y perdió su primitiva espectacularidad.
Actualmente se está ejecutando un proyecto para eliminar las tapias adyacentes y que la fachada de la iglesia recupere, en la medida de lo posible, su antiguo esplendor.
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