3 de agosto de 2015

Fastiginia: Vista panorámica de Valladolid en una fototipia de Hauser y Menet de 1892


Estampas y recuerdos de Valladolid

En 1890 fue fundada en Madrid la Imprenta Hauser y Menet, que se convertiría en una de las más importantes de España por sus impresiones en "fototipia". Este fue un procedimiento de impresión fotomecánica, aplicado en los talleres de artes gráficas, que había sido ideado en 1856 por el fotógrafo francés Louis Alphonse Poitevin, consistente en extender, sobre una matriz constituida por una placa de vidrio, una capa de emulsión fotosensible a base de una gelatina bicromatada que se sometía a cocción y después era impresionada mediante contacto con el negativo fotográfico. En el proceso la gelatina se hacía más insoluble en las zonas transparentes, siendo absorbida la tinta con mayor facilidad en ellas, lo que permitía imprimir ilustraciones de libros, láminas y postales con una gran nitidez hasta alcanzar las 500 copias, revelándose como el mejor sistema de impresión de fotografías de la época.

Después de la invención de las tarjetas postales en 1869 por el profesor austriaco Hermann, en 1871 comenzaron a difundirse por España a través de las editadas por la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre. Su uso con vistas de ciudades y paisajes se generalizó tras la Convención Postal Universal, siendo la imprenta madrileña Hauser y Menet la que entre 1897 y 1905 introdujo en España la tarjeta postal ilustrada mediante la fototipia, iniciándose con ello un nuevo tipo de coleccionismo.

La prestigiosa empresa Hauser y Menet, Fotógrafos Editores, con el taller establecido en la calle de la Ballesta de Madrid, permaneció en activo durante 90 años. Durante este tiempo se hicieron famosas sus tarjetas postales con vistas de monumentos, calles y panorámicas de toda España, junto a otras con escenas costumbristas realizadas por dibujantes y pintores, como las destinadas a la revista Blanco y Negro que fundara Torcuato Luca de Tena. El taller cerraba sus instalaciones en 1979 por quiebra del negocio, cuando se dedicaba a imprimir revistas como Hola e Interviú.

Una fototipia con una vista panorámica de Valladolid, que se conserva en la Biblioteca Nacional de Madrid, fue impresa en el taller Hauser y Menet en 1892. En ella se aprecia el entorno agrícola de la ciudad desde una posición localizable en la zona de Canterac, con distintos campos de cultivo en primer plano y el caserío al fondo, en el que destacan, entre edificaciones de pequeña altura, la mole catedralicia, las torres de algunas iglesias y las chimeneas de algunas fábricas, como la perteneciente a la Tejera Mecánica, conocida popularmente como La Cerámica, fundada en 1884 por el industrial cántabro Eloy Silió y dedicada a la producción de ladrillos. Esta fotografía sirve para comprender la expansión urbana de Valladolid a lo largo del siglo XX y la pervivencia en el tiempo en que fue hecha de una ciudad levítica, de carácter conventual.


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