IV
Estamos en
mayo.
Los piornos
ponen una mácula amarilla
parecida al
maquillaje de un payaso
fovista.
Salvo estas
pinceladas de pigmento,
en la sierra
dominan
las
entalladuras niqueladas por el frío,
los matojos
pardos,
los hórridos
calveros desollados,
los
derrubios que se abalanzan como
un pastel desecho,
y una
erosión implacable
que carcome
las encías de esta
comarca primitiva y austera.
MARIO PÉREZ
ANTOLÍN. Del poemario De nadie.
(Poema
publicado en la Revista Atticus Siete en enero de 2017).
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