VIRGEN
ORANTE
Giovanni
Battista Salvi, il Sassoferrato (Sassoferrato, Ancona, 1609-Roma, 1665)
Hacia 1660
Óleo sobre
lienzo
Convento de
la Concepción del Carmen-Santa Teresa, Valladolid
Pintura
barroca italiana
El acervo artístico que guarda el convento de la
Concepción del Carmen de Valladolid, también conocido como convento de Santa
Teresa por ser la cuarta fundación de la santa abulense, es deslumbrante. Obras
de todo tipo y diferentes épocas se reparten por sus dependencias, algunas
verdaderamente delicadas y atractivas recibidas como donaciones, como es el
caso de esta pintura al óleo de cuelga de los muros del coro bajo, asombrosa
por su realismo y virtuosa ejecución de acuerdo a los postulados barrocos
contrarreformistas respecto a la representación de las imágenes sagradas. Esta exquisita
pintura devocional es obra del pintor italiano Giovanni Battista Salvi, más
conocido como "Il Sassoferrato", e ingresó en el convento a
principios del siglo XVIII como donación del V Marqués de los Cobos, benefactor
de la fundación teresiana en Valladolid.
La pintura, de pequeño formato, presenta a la Virgen
bella y joven en actitud orante, con las manos cruzadas a la altura del pecho y
la mirada clavada en el espectador, al que parece transmitir un mensaje incitando
a la meditación y reflexión a partir de su mirada "parlante". La
modalidad de busto y su caracterización permite considerarla como la
representación de una dolorosa, produciendo su veracidad expresiva en quien la
contempla la misma fascinación que lo hacen en tres dimensiones las dolorosas
de Pedro de Mena, igualmente concebidas para su contemplación cercana en
ambientes íntimos.
La Virgen aparece recortada ante un fondo neutro,
recurso que obliga a concentrar la mirada en su rostro. Su figura está resuelta
mediante una pincelada precisa y modeladora, con una composición de gran
refinamiento y una coloración rica y vibrante acorde con el mundo pictórico
ideado por Il Sassoferrato, que lleva al extremo el clasicismo practicado por
el pintor Andrea Sacchi y sus seguidores mediante la reinterpretación de
modelos de Rafael desprovistos de todo artificio decorativo y profano que
afecten a una visión directa —casi mística—, que recuerda la tradición
bizantina del icono.
La cabeza de la Virgen está cubierta por una toca
blanca, minuciosamente descrita, que deja entrever un trozo de camisa del mismo
color. Sobre ella se coloca un fino manto azulado que sobresale de la frente formando
un pliegue central y cae por los lados cubriendo los hombros, deleitándose el
pintor con los plegados de la tela y dejando visible parte de una túnica roja a
la altura de los puños. Un resplandor en torno a la cabeza sugiere un nimbo que
proclama la santidad de María.
Especialmente atractivo es el modelado del
rostro y los juegos de luz que le bañan, una fórmula del pintor para dotar a la
figura de profundidad y sentido escenográfico que se completa con la
disposición cruzada de las manos en primer término, una gestualidad que sugiere
resignación, sumisión y oración.
Il Sassoferrato realizó una amplia serie de este arquetipo
por él ideado, actualmente repartida por colecciones particulares, templos y distintos
museos del mundo, que ponen de manifiesto la gran aceptación del modelo a
partir de los años centrales del siglo XVII. En efecto, el pintor llegó a
especializarse en la realización de cuadros exclusivamente devocionales con el
tema de la Madonna basados en
formulaciones renacentistas de pintores como Perugino, Rafael o Durero, obras
cuyo éxito perduró tras la muerte del pintor, siendo reclamadas por una
clientela restringida a distintos personajes de la curia.
NOTICIAS SOBRE GIOVAN BATTISTA SALVI, IL SASSOFERRATO
Giovanni Battista Salvi nació en 1609 en la pequeña
población de Sassoferrato, perteneciente a Las Marcas. Allí inició su formación
artística junto a su padre Tarquinio Salvi, un discreto pintor tardomanierista
del que se conserva un mediocre ciclo dedicado a San Francisco en la iglesia de
Santa Maria della Pace de Sassoferrato. En 1629, cuando contaba 20 años, ya se
encontraba en Roma completando su aprendizaje como discípulo de Domenico
Zampieri, "Il Domenichino" (1581-1641), gran maestro del clasicismo
barroco. Junto a él se familiarizó con el lenguaje clasicista, elegante y
sereno heredado de la segunda generación de pintores boloñeses, especialmente
de Il Guercino y Guido Reni, un estilo completamente opuesto a la pintura
triunfal impuesta por el aretino Pietro da Cortona.
En 1630 se tiene noticia de que fue requerido por
los monjes benedictinos del monasterio de San Pietro de Perugia para realizar una
copia de La Madonna del Giglio,
venerada obra de Giovanni di Pietro, "Lo Spagna" (1450-1528), que
estaba destinada a la celda del abad Leone Pavoni. A continuación, el mismo
monasterio le encargaba diez lienzos de gran tamaño con santos benedictinos en
los que se inspiró en modelos de Perugino y Rafael.
Ferviente admirador de este
último, llegaría a realizar copias de sus cuadros, entre ellos la Sagrada
Familia Canigiani, la Madonna Connestabile y la Madonna de los claveles.
Tras satisfacer distintos encargos que le hicieron
desplazarse por Florencia y Bolonia, en 1641 se establecía definitivamente en
Roma. Allí comenzó a compaginar su actividad de retratista de altos dignatarios
eclesiásticos con pinturas religiosas de tipo devocional.
De aquella dualidad
temática son testimonios el Retrato del
Cardenal Rapaccioli (Ringling Museum, Sarasota), el Retrato de Monseñor Ottaviano Prati (Galleria Nazionale d’Arte
Antica, Roma) y el Retrato del Cardenal
Pietro Ottoboni (Museo Civico, Padua), así como la monumental pala de altar
de La Madonna del Rosario (Iglesia de
Santa Sabina all’Aventino, Roma), obra encargada por la princesa Pamphili di
Rossano que le facilitaría nuevos encargos.
Il Sassoferrato: Virgen orante o Dolorosa. Izda: Palacio Buonacorsi, Macerata (Italia) Centro: Convento de Santa Teresa, Valladolid / Dcha: Pinacoteca Civica Francesco Podesti, Ancona (Italia) |
Alrededor de 1648 contraía matrimonio con la
boloñesa Angela Miccini, estableciéndose en el barrio de San Salvatore ai Monte
cuando nació su hijo Francesco. Hacia 1657, debido a la necesidad de acomodarse
con su numerosa descendencia, se mudó a una casa espaciosa de la via Baccina,
donde establecería un prestigioso y activo obrador que llegó a acoger a un buen
número de aprendices. Es entonces cuando establece su "receta" para
la elaboración repetitiva de modelos de Madonnas
que le proporcionaron grandes beneficios económicos, consolidando un proceso —un
tanto artesanal— que algunos han denominado el "Sassoferrato
methodus", perfectamente integrado en las disposiciones trentinas y
caracterizado por el idealismo o amabilidad de los modelos.
Il Sassoferrato. Detalle de Dolorosa Pinacoteca Civica Francesco Podesti, Ancona (Italia) |
En 1685 realizaba el único Autorretrato conocido por petición del cardenal Flavio Chigi, que
lo entregó como regalo a Cosme III de Medici, duque de Toscana, para ser
colocado en la galería de autorretratos de pintores del Corredor Vasariano del
palacio de los Uffizi de Florencia. Giovanni Battista Salvi fallecía en Roma, a
los 76 años de edad, el 8 de agosto de aquel mismo año.
El tipo de pintura de Il Sassoferrato, en el que se
funde el clasicismo boloñés con una personal aplicación del tenebrismo heredado
de Caravaggio, sobre una base de preciso dibujo, más que un fenómeno estilístico
aislado se considera una variante de las tendencias clasicistas que siempre
estuvieron presentes en la pintura romana del Seiscientos.
Informe y fotografías: J. M. Travieso.
Il Sassoferrato. Virgen orante, 1640-1650. National Gallery, Londres |
BIBLIOGRAFÍA
ALFONSI, G.: Giovanni Battista
Salvi detto Il Sassoferrato. La Madonna della Rosa, Vicenza, 2003.
MACÉ DE LÉPINAY, F.: Giovanni
Battista Salvi “Il Sassoferrato”, catálogo de la exposición, Milán, 1990.
PULINI, M.: Il Sassoferrato, un
prerafaellita tra i puristi del Seicento, catálogo de la exposición,
Cesena, 2009.
Il Sassoferrato. Izda: Virgen con el Niño, Accademia Nazionale di San Luca, Roma Dcha: Virgen en meditación, Museo del Prado, Madrid |
Il Sassoferrato. Virgen con el Niño, 1650 Museos Vaticanos, Roma |
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