2 de septiembre de 2013

Fastiginia: Gigantes y cabezudos de Valladolid, iconos populares de las fiestas

Gigantes y cabezudos en los años 50. Archivo Municipal de Valladolid

Estampas y recuerdos de Valladolid



La existencia de gigantes como elemento lúdico y festivo es una tradición que en España se remonta a la Edad Media, aunque también con carácter de alegorías aparecen documentados en otros países desde el siglo XV. Los conocidos en Valladolid como gigantones, tradición compartida con numerosas poblaciones españolas, adoptan la forma de muñecos de gran tamaño, con la cabeza y las manos realizadas por artesanos en cartón-piedra y el cuerpo estructurado como un bastidor de madera recubierto por enormes ropajes confeccionados con telas reales, todo ello realizado en materiales livianos que permiten ser cargados y manipulados por una persona que introducida en su interior simula hacerles caminar y, sobre todo, bailar de forma cómica, motivo por el que tradicionalmente van acompañados por comparsas musicales que, en el caso de Valladolid, se presentan como grupos que hacen sonar con dulzainas y tamboriles un repertorio folklórico para regocijo de los espectadores.

Gigantes y cabezudos en los años 70
Siguiendo la tradición, aparecen organizados por parejas de gigante y giganta y se acompañan de un séquito de cabezudos que, a modo de actores, sujetan sobre los hombros enormes y grotescas cabezas, también modeladas en cartón-piedra, vistiendo una indumentaria apropiada que caracteriza determinado personaje o distintos pecados en su origen medieval.  Su cometido en otros tiempos era provocar y perseguir a los presentes, participando igualmente como un cuerpo de baile, antaño interpretando conocidas danzas tradicionales, pues una característica de los gigantes y cabezudos es representar arquetipos populares de cada lugar o figuras históricas con él relacionadas.

Dentro de lo que permite la memoria gráfica —Archivo Municipal de Valladolid—, conocemos hasta tres generaciones de gigantones, perviviendo en la actualidad aquellos encargados por el Ayuntamiento al prestigioso artista fallero Regino Más Mari en 1947, que sustituyendo a otros anteriores mantuvieron como motivo de inspiración local las regias figuras de los Reyes Católicos, en recuerdo de su enlace en Valladolid, desfilando acompañados de dos cabezudos que representaban grotescos maceros. Asimismo, en alusión a la pasada gloria del imperio español, gestada tras los descubrimientos de Colón, muerto en la ciudad, los reyes tienen un acompañamiento de figuras que representan a África, América y Asia con parejas de sultanes, indios pielesrrojas y mandarines respectivamente, todas ellas con su correspondiente y estrafalario cabezudo, una tipología que también se repitió en Zaragoza como celebración de la Hispanidad el día del Pilar.

Gigantes y cabezudos en la Plaza Mayor en 2011
El material endeble con que están confeccionadas las cabezas, sensibles a la lluvia y a los golpes, ha producido el deterioro ocasional de algunas figuras (la cabeza de la mujer mora fue renovada por completo), en cuya reparación no siempre han sido tratadas con el afán de mantener su identidad e integridad tradicional, un asunto que con tan admirable celo se ha producido en otros lugares como preservación de la tradición local, especialmente en Levante y Cataluña, al ser considerados como patrimonio cultural. Si todos los gigantones vallisoletanos han perdido los atributos que portaban en sus manos y no han sido repuestos —cetros, abanico, alfanje, tomawak indio, etc—, aún visibles en esta fotografía de los años 50, peor han sido las labores de repintado de los cabezudos hacia los años 80, cuya identidad quedó desvirtuada hasta perder su idiosincrasia y hacerles casi irreconocibles, sobre todo en la renovación de un vestuario que, aunque festivo, nada tiene que ver con el original. Sirvan como referencia los trajes que aparecen en la fotografía. Para colmo, se incorporaron en los cabezudos las figuras de un torero, una bruja, un bandolero y un pirata, de elaboración seriada, que contribuyen al tótum revolútum por falta de un criterio identitario.

Gigantes y cabezudos en la Plaza Mayor en 2011
No obstante, a pesar de haber sido tan mal tratados, los gigantes y cabezudos vallisoletanos siguen cumpliendo su misión festiva, alegrando las fiestas, junto a las entrañables figuras del Tragaldabas y la Tía Melitona, a grandes y pequeños, buena muestra del arraigo y la identificación de los vallisoletanos con estos iconos populares cuya presencia se hace imprescindible en las fiestas.

En la actualidad la diseñadora de los trajes de los gigantes y cabezudos es la costurera Carmen Pérez, con taller en la calle Matías Sangrador, que también realiza el mantenimiento de los renovados trajes de los gigantes que en su día financiara El Corte Inglés y que para el Tragaldabas ha confeccionado en 2013 una nueva capa para cuya confección ha sido necesaria una pista de tenis.





Gigantones en el Ayuntamiento de Valladolid, 2013
















Gigante con la figura de la reina Isabel la Católica, 2013

















Detalle del gigante de la reina Isabel la Católica, 2013
















Cabezudos, antiguos maceros de los Reyes Católicos, 2011


















Vídeo: Recogida de los gigantones en el Ayuntamiento de Valladolid después de los desfiles callejeros

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1 comentario:

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