TRANSCRIPCIÓN LITERAL DE LA INTERVENCIÓN EN EL PROGRAMA "LA BRÚJULA" DE ONDA CERO
Muy buenas noches Alsina, y buenas noches Valladolid. Yo soy el furgón de cola del tren de la radio que va por las ciudades de España probando melancolías, pregonando grandezas y cantando admiraciones. Y cuando Alsina me anunció: "Próxima estación, Valladolid", sentí vértigo, porque la capital de Castilla no me cabe en una crónica.
Decidme cómo hablo en un minuto de su historia, que es la historia de España y del imperio español, con su corte y sus reyes, y la mitad de la novela picaresca del Siglo de Oro inspirada en sus calles. Decidme cómo me refiero a su provincia, si sólo los vinos prodigiosos de la Ribera y de Rueda son una antología de la excelencia.
Decidme cómo hablo de esos grandes pueblos que suenan a leyenda y a reinas, las Medinas del Campo y de Rioseco, Simancas, Tordesillas, Olmedo, Villalón de Campos... Si todo en tu provincia es histórico y monumental, Valladolid.
Y decidme cómo describo la capital, si tienes la primera plaza mayor diseñada del país. Si he contado dieciséis museos en tus guías, si he entrado en siete iglesias y no sé con cual quedarme. En unas por el románico, en otras por el gótico, en varias por sus pinturas y en muchas por sus retablos y las esculturas de los más grandes: Gregorio Fernández, Berruguete o Juan de Juni. Y las casas de Colón, Cervantes y Zorrilla, y el castillo de los Comuneros. Y las Huelgas Reales.
Así que no te describo, Valladolid, simplemente te saludo, tierra de Umbral, de Delibes y de tantos genios. Simplemente os envidio, vallisoletanos. Daría un trozo de alma por un pedazo de lechuguino, cambiaría cien placeres por unas cocadas y unos bizcochos de Santa Clara. Del vino no os hablo, porque tengo mi casa inundada de Ribera y el orgullo de ser pregonero de Rueda en Madrid.
Y hoy, como cada año, vivo con el propósito de estar ahí en tres semanas, porque entonces será la solemne, la majestuosa, la impresionante Semana Santa de Valladolid. Preparo el corazón y los sentidos, y me limito a decir: mis respetos Señora. Señora de Castilla, Señora de España.
Pude escucharlo en directo y llevaba tiempo tartando de conseguir la transcripción del texto del maestro. Muchas gracias por las molestias, espero que no te importe que me lo haya copiado.
ResponderEliminarUn saludo.