7 de octubre de 2016

Un museo interesante: COLECCIÓN DE HISTORIA Y ARTE / MUSEO DE LA UNIVERSIDAD, Valladolid
























Sala I: Sapientia aedificavit sibi domum
Desde el año 2012 una buena serie de los fondos pertenecientes al acervo reunido a lo largo del tiempo por la Universidad de Valladolid vienen siendo expuestos al público en el moderno edificio Rector Tejerina, sito en la vallisoletana plaza de Santa Cruz y en cuyo interior se conserva parcialmente el patio de la que fuera desde el siglo XV residencia de la familia Carrillo-Bernalt, aquella conocida en otro tiempo como Casa de las Conchas por los elementos que ornamentaban su fachada.

Como es comprensible, la Universidad de Valladolid ha acumulado desde su fundación en el siglo XIII —es la segunda universidad más antigua de Castilla— un importante patrimonio histórico-artístico que ha sido tratado de forma desigual en su devenir histórico y funcional. En nuestros días, una buena selección de aquel se ofrece en cinco salas en las que se muestran pinturas, esculturas, objetos suntuarios, fotografías, ajuares docentes y litúrgicos, material pedagógico, destacados ejemplares bibliográficos y documentos de archivo relacionados con su historia.

Fray Antonio Yepes. Manuel Peti, h. 1700
De alguna manera, el Museo de la Universidad viene a constituirse como un pequeño "relicario" en el que se preservan algunos testimonios de su secular vinculación a la ciudad, después de que el recinto universitario conociera la destrucción de su primitivo edificio medieval y su posterior ampliación, de la que únicamente sobrevive la espectacular fachada barroca del siglo XVIII, una de las enseñas más significativas del conjunto monumental de Valladolid.

Acorde con una sistematización propia de una institución docente, el museo se articula en cinco espacios principales que aglutinan diferentes objetos de destacado valor estético o histórico y que con un gran sentido pedagógico informan acerca de la imagen y la labor de tan importante institución.

Sala I: SAPIENTIA AEDIFICAVIT SIBI DOMUM (La sabiduría construyó su casa)
En este primer espacio, que toma el nombre del lema que figura en el emblema de la Universidad de Valladolid, se presentan piezas que en su día decoraron algunas de sus dependencias, entre ellas la capilla universitaria, lugar donde se desarrollaron tantas ceremonias religiosas, docentes y civiles.

Tabernáculo de los Evangelistas. Gaspar Palencia?, s. XVI
Entre las pinturas religiosas destaca la Entrada de Jesús en Jerusalén, firmada por Claudio Coello en 1660, a la que se suman las que representan a San Gregorio Magno y San Ambrosio, ambas pintadas por el vallisoletano Diego Pérez Martínez en 1788, que formaron parte del retablo neoclásico que presidía la capilla. Es este espacio también se expone un Tabernáculo con las figuras de los evangelistas, posible obra de Gaspar de Palencia en el último tercio del siglo XVI.

Entre los retratos, por su valor testimonial, son destacables el del benedictino Fray Antonio Yepes, pintado hacia 1700 por Manuel Peti Vander, el del venerable Luis de la Puente, de la Compañía de Jesús, obra de un pintor vallisoletano anónimo de mediados del siglo XVII, y el del padre Francisco Suárez del siglo XVIII, atribuido a Ramón Canedo, todos ellos alusivos al cuerpo docente. Junto a ellos se distribuyen relieves y bordados con el emblema universitario y algunos ejemplares bibliográficos que testimonian la variedad de la Biblioteca Histórica.


Edición ilustrada de Anatomía
Sala II: UNIVERSITATIS REGIMEN. El gobierno de la Universidad
En este espacio se alude a la autoridad que emanaba de la Corona y de la Iglesia. Dentro de una vitrina se reúnen objetos relacionados con los rectores, el atuendo universitario, la excelencia académica, medallas, etc., destacando una escribanía, una maza honorífica de plata y una bandeja para votaciones como excelentes ejemplares de la platería civil.

Junto a los retratos de autoridades universitarias, como el de D. Andrés de la Orden y López, decano de la Facultad de Medicina, obra de Blas González García-Valladolid de 1903,  figuran otros dos del mismo pintor que representan al rey Alfonso XII y la reina María Cristina de Habsburgo, pintados en 1875 y 1881 respectivamente. Curioso es el retrato de Fernando VII, realizado por un pintor desconocido en el primer tercio del siglo XIX.

También están presentes obras que aluden a los estudiantes, como distintas orlas, un curioso Estandarte de la Tuna Universitaria, pintado en tela en 1902, un busto de Francisco de Quevedo, ilustre estudiante en Valladolid a comienzos del siglo XVII, realizado en yeso en 1890 por Ángel Díaz Sánchez (1859-1938), escultor madrileño del que también se conserva un Jarrón con figuras mitológicas y el boceto para el Frontispicio de la fachada de la Estación del Norte de Valladolid (1893-1894), donde aparecen las alegorías de la Industria y la Agricultura flanqueando el escudo de Valladolid.

Sala II: Universitatis Regimen
La serie de pinturas pertenecen a Antonio Maffei, cubano que asentado en Valladolid pintó en 1944 distintos parajes locales en los que no falta el Pisuerga.

Sala III: ARTIS COLLECTIO
En este espacio se ofrece una variada selección de la interesante pinacoteca que integra cuadros elaborados desde comienzos del siglo XX a nuestros días, aunque junto a las pinturas también se diseminan esculturas de prestigiosos autores. Realmente atractivos son los lienzos titulados La maña en las eras de Valladolid, Campos de Valladolid y Siega, obras de Aurelio García Lesmes, un Desnudo femenino, pastel de Eduardo García Benito de 1945, un dibujo de Toreros realizado en 1948 por José Manuel Capuletti y los paisajes Campos verdes y Pozaldez, óleos pintados por Manuel Mucientes en 1946 y 1956.

La pintura vallisoletana contemporánea está representada por los lienzos de Félix Cuadrado Lomas titulados Paisaje de Ávila (1967) y Barcas de Nazaré (1971), y un Paisaje castellano (1956) de Gabino Gaona. A ellos se suma la abstracción Sin título de Lorenzo Colomo, el lienzo Visión toledana y el retrato de Fray Bartolomé de las Casas, ambos de Álvaro Delgado.

Alfonso XII y Mª Cristina. Blas Glez. García-Valladolid, 1875-1881
Sala IV: HODIERNI. Época actual
En el centro de esta sala se encuentra la emotiva escultura en bronce Elisa envuelta, obra de Belén González de 1988. En torno suyo se distribuye una buena colección de escultura del siglo XX en la que destacan la Mujer atleta (1999) de Pedro Monje, la Cabeza de Azorín (1974) de Eusebio Sempere, Sicalíptica (2000) de Jesús Trapote y el busto Colón viento planetario (1992) de Francisco Barón.

Por el perímetro de las paredes se distribuye una variada colección de pintura contemporánea entre la que se integran, entre otras, un Bodegón (1950) de Sinfoniano del Toro, el lienzo Paisaje (1974) de Benjamín Palencia, el aguafuerte Corrida de toros (1999) de Juan Barjola, y el óleo Alfonsina vestida de Marcos (1989) de Antonio Marcos Collantes. Tampoco falta una representación del arte de la fotografía, como las pertenecientes a J. A. Muelas.

Boceto para remate de la Estación del Norte. Ángel Díaz Sánchez, 1893
A la pintura vallisoletana más reciente pertenecen el óleo Figurines (1991) de Mery Maroto, la sanguina Unicornio (1988) de Jesús Velasco, el gouache Sin título de Gabino Gaona, el grabado Cavin (1981) de Martínez del Río, el óleo Signos I (2003) de Concha Gay, y el acrílico Casa en la orilla (1997) de Manuel Sierra, por citar una representación de las últimas tendencias.             

Sala V: SANCTAE CRUCIS COLLEGIUM. El histórico Colegio de Santa Cruz
La última de las salas está dedicada al cercano Colegio que en el siglo XV fundara el Cardenal Mendoza, institución estrechamente vinculada a la historia universitaria vallisoletana. Entre las obras expuestas figuran dos retratos del fundador, el Cardenal don Pedro González de Mendoza (1428-1495), uno de ellos un grabado de autor anónimo realizado para la Crónica del Gran Cardenal de España, editada en Toledo en 1625, y un óleo de gran formato, pintado en el siglo XVIII por un pintor desconocido, en cuyo fondo aparece el Colegio de Santa Cruz con el aspecto que presentaba por entonces.

Sala III: Artis Collectio
También se muestran retratos de algunos destacados colegiales, como el de don Diego del Castillo (1582-1632), realizado por Diego Valentín Díaz en 1628, o el de don Francisco Javier García Jiménez, obra anónima del siglo XVIII. También dieciochescos son un magnífico Crucifijo de marfil, de autor flamenco anónimo, y una Clave de bóveda en madera policromada con el escudo del Colegio de Santa Cruz.

En dos vitrinas se recogen ajuares religiosos de distintas épocas. En una de ellas una colección de vestiduras litúrgicas con notables trabajos bordados y en la otra distintas obras de orfebrería —cálices, custodias, navetas e incensarios— realizadas en plata. No faltan proclamas de tesis universitarias del siglo XVIII y curiosas fotografías del aspecto del edificio y su entorno en tiempos pasados.

Restos del patio de la Casa del capitán Bernalt Francés     
  Los restos del patio de la que fuera conocida como Casa de las Conchas han sobrevivido milagrosamente al derribo del inmueble y hoy conforman un espacio cubierto destinado a exposiciones temporales.

Campos de Valladolid. García Lesmes, 1930

Museo de la Universidad de Valladolid/ MUVa
Plaza de Santa Cruz 6, Valladolid
Telf. 983 423 240 / Correo muva@uva.es



HORARIO DE VISITAS:
De lunes a viernes: de 10 a 14 y de 18 a 21 h.

Entrada gratuita.





Paisaje de Ávila. Cuadrado Lomas, 1967















Sala IV: Hodierni
















Sala IV: Hodierni
















Paisaje. Benjamín Palencia, 1974
















Mujer atleta. Pedro Monje, 1999
















Cabeza de Azorín. Eusebio Sempere, 1974
















Elisa envuelta. Belén González, 1988
















Sicalíptica. Jesús Trapote, 2000
















Sala V: Sanctae Crucis Collegium
















Cardenal D. Pedro González de Mendoza. Anónimo, s. XVIII
















Colegial Diego del Castillo. Diego Valentín Díaz, 1628
















Orfebrería sacra del Colegio de Santa Cruz













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