Sala I: Sapientia aedificavit sibi domum |
Desde el año 2012 una buena serie de los fondos
pertenecientes al acervo reunido a lo largo del tiempo por la Universidad de
Valladolid vienen siendo expuestos al público en el moderno edificio Rector
Tejerina, sito en la vallisoletana plaza de Santa Cruz y en cuyo interior se
conserva parcialmente el patio de la que fuera desde el siglo XV residencia de
la familia Carrillo-Bernalt, aquella conocida en otro tiempo como Casa de las Conchas por los elementos
que ornamentaban su fachada.
Como es comprensible, la Universidad de Valladolid
ha acumulado desde su fundación en el siglo XIII —es la segunda universidad más
antigua de Castilla— un importante patrimonio histórico-artístico que ha sido
tratado de forma desigual en su devenir histórico y funcional. En nuestros
días, una buena selección de aquel se ofrece en cinco salas en las que se
muestran pinturas, esculturas, objetos suntuarios, fotografías, ajuares
docentes y litúrgicos, material pedagógico, destacados ejemplares
bibliográficos y documentos de archivo relacionados con su historia.
Fray Antonio Yepes. Manuel Peti, h. 1700 |
De alguna manera, el Museo de la Universidad viene a
constituirse como un pequeño "relicario" en el que se preservan
algunos testimonios de su secular vinculación a la ciudad, después de que el
recinto universitario conociera la destrucción de su primitivo edificio
medieval y su posterior ampliación, de la que únicamente sobrevive la
espectacular fachada barroca del siglo XVIII, una de las enseñas más
significativas del conjunto monumental de Valladolid.
Acorde con una sistematización propia de una
institución docente, el museo se articula en cinco espacios principales que
aglutinan diferentes objetos de destacado valor estético o histórico y que con
un gran sentido pedagógico informan acerca de la imagen y la labor de tan
importante institución.
Sala I: SAPIENTIA AEDIFICAVIT SIBI DOMUM (La sabiduría construyó su casa)
En este primer espacio, que toma el nombre del lema
que figura en el emblema de la Universidad de Valladolid, se presentan piezas
que en su día decoraron algunas de sus dependencias, entre ellas la capilla
universitaria, lugar donde se desarrollaron tantas ceremonias religiosas,
docentes y civiles.
Tabernáculo de los Evangelistas. Gaspar Palencia?, s. XVI |
Entre las pinturas religiosas destaca la Entrada de Jesús en Jerusalén, firmada
por Claudio Coello en 1660, a la que se suman las que representan a San Gregorio Magno y San Ambrosio, ambas pintadas por el
vallisoletano Diego Pérez Martínez en 1788, que formaron parte del retablo
neoclásico que presidía la capilla. Es este espacio también se expone un Tabernáculo con las figuras de los
evangelistas, posible obra de Gaspar de Palencia en el último tercio del siglo
XVI.
Entre los retratos, por su valor testimonial, son
destacables el del benedictino Fray
Antonio Yepes, pintado hacia 1700 por Manuel Peti Vander, el del venerable Luis de la Puente, de la Compañía de
Jesús, obra de un pintor vallisoletano anónimo de mediados del siglo XVII, y el
del padre Francisco Suárez del siglo
XVIII, atribuido a Ramón Canedo, todos ellos alusivos al cuerpo docente. Junto
a ellos se distribuyen relieves y bordados con el emblema universitario y
algunos ejemplares bibliográficos que testimonian la variedad de la Biblioteca
Histórica.
Edición ilustrada de Anatomía |
Sala II: UNIVERSITATIS REGIMEN. El
gobierno de la Universidad
En este espacio se alude a la autoridad que emanaba
de la Corona y de la Iglesia. Dentro de una vitrina se reúnen objetos
relacionados con los rectores, el atuendo universitario, la excelencia
académica, medallas, etc., destacando una escribanía, una maza honorífica de
plata y una bandeja para votaciones como excelentes ejemplares de la platería
civil.
Junto a los retratos de autoridades universitarias,
como el de D. Andrés de la Orden y López,
decano de la Facultad de Medicina, obra de Blas González García-Valladolid de
1903, figuran otros dos del mismo pintor
que representan al rey Alfonso XII y
la reina María Cristina de Habsburgo,
pintados en 1875 y 1881 respectivamente. Curioso es el retrato de Fernando VII, realizado por un pintor
desconocido en el primer tercio del siglo XIX.
También están presentes obras que aluden a los estudiantes, como distintas orlas, un curioso Estandarte
de la Tuna Universitaria, pintado en tela en 1902, un busto de Francisco de Quevedo, ilustre estudiante
en Valladolid a comienzos del siglo XVII, realizado en yeso en 1890 por Ángel
Díaz Sánchez (1859-1938), escultor madrileño del que también se conserva un Jarrón con figuras mitológicas y el
boceto para el Frontispicio de la fachada
de la Estación del Norte de Valladolid (1893-1894), donde aparecen las
alegorías de la Industria y la Agricultura flanqueando el escudo de Valladolid.
Sala II: Universitatis Regimen |
La serie de pinturas pertenecen a Antonio Maffei,
cubano que asentado en Valladolid pintó en 1944 distintos parajes locales en
los que no falta el Pisuerga.
Sala III: ARTIS COLLECTIO
En este espacio se ofrece una variada selección de
la interesante pinacoteca que integra cuadros elaborados desde comienzos del
siglo XX a nuestros días, aunque junto a las pinturas también se diseminan
esculturas de prestigiosos autores. Realmente atractivos son los lienzos
titulados La maña en las eras de
Valladolid, Campos de Valladolid
y Siega, obras de Aurelio García
Lesmes, un Desnudo femenino, pastel
de Eduardo García Benito de 1945, un dibujo de Toreros realizado en 1948 por José Manuel Capuletti y los paisajes Campos verdes y Pozaldez, óleos pintados por Manuel Mucientes en 1946 y 1956.
La pintura vallisoletana contemporánea está representada
por los lienzos de Félix Cuadrado Lomas titulados Paisaje de Ávila (1967) y Barcas
de Nazaré (1971), y un Paisaje
castellano (1956) de Gabino Gaona. A ellos se suma la abstracción Sin título de Lorenzo Colomo, el lienzo Visión toledana y el retrato de Fray Bartolomé de las Casas, ambos de
Álvaro Delgado.
Alfonso XII y Mª Cristina. Blas Glez. García-Valladolid, 1875-1881 |
Sala IV: HODIERNI. Época actual
En el centro de esta sala se encuentra la emotiva
escultura en bronce Elisa envuelta,
obra de Belén González de 1988. En torno suyo se distribuye una buena colección
de escultura del siglo XX en la que destacan la Mujer atleta (1999) de Pedro Monje, la Cabeza de Azorín (1974) de Eusebio Sempere, Sicalíptica (2000) de Jesús Trapote y el busto Colón viento planetario (1992) de Francisco Barón.
Por el perímetro de las paredes se distribuye una
variada colección de pintura contemporánea entre la que se integran, entre
otras, un Bodegón (1950) de
Sinfoniano del Toro, el lienzo Paisaje
(1974) de Benjamín Palencia, el aguafuerte Corrida
de toros (1999) de Juan Barjola, y el óleo Alfonsina vestida de Marcos (1989) de Antonio Marcos Collantes.
Tampoco falta una representación del arte de la fotografía, como las
pertenecientes a J. A. Muelas.
Boceto para remate de la Estación del Norte. Ángel Díaz Sánchez, 1893 |
A la pintura vallisoletana más reciente pertenecen
el óleo Figurines (1991) de Mery
Maroto, la sanguina Unicornio (1988)
de Jesús Velasco, el gouache Sin título
de Gabino Gaona, el grabado Cavin
(1981) de Martínez del Río, el óleo Signos
I (2003) de Concha Gay, y el acrílico Casa
en la orilla (1997) de Manuel Sierra, por citar una representación de las
últimas tendencias.
Sala V: SANCTAE CRUCIS COLLEGIUM. El histórico Colegio
de Santa Cruz
La última de las salas está dedicada al cercano Colegio
que en el siglo XV fundara el Cardenal Mendoza, institución estrechamente
vinculada a la historia universitaria vallisoletana. Entre las obras expuestas figuran
dos retratos del fundador, el Cardenal
don Pedro González de Mendoza (1428-1495), uno de ellos un grabado de autor
anónimo realizado para la Crónica del
Gran Cardenal de España, editada en Toledo en 1625, y un óleo de gran
formato, pintado en el siglo XVIII por un pintor desconocido, en cuyo fondo
aparece el Colegio de Santa Cruz con el aspecto que presentaba por entonces.
Sala III: Artis Collectio |
También se muestran retratos de algunos destacados
colegiales, como el de don Diego del
Castillo (1582-1632), realizado por Diego Valentín Díaz en 1628, o el de
don Francisco Javier García Jiménez,
obra anónima del siglo XVIII. También dieciochescos son un magnífico Crucifijo de marfil, de autor flamenco
anónimo, y una Clave de bóveda en
madera policromada con el escudo del Colegio de Santa Cruz.
En dos vitrinas se recogen ajuares religiosos de
distintas épocas. En una de ellas una colección de vestiduras litúrgicas con
notables trabajos bordados y en la otra distintas obras de orfebrería —cálices,
custodias, navetas e incensarios— realizadas en plata. No faltan proclamas de
tesis universitarias del siglo XVIII y curiosas fotografías del aspecto del
edificio y su entorno en tiempos pasados.
Restos del patio de la Casa del
capitán Bernalt Francés
Los restos
del patio de la que fuera conocida como Casa de las Conchas han sobrevivido
milagrosamente al derribo del inmueble y hoy conforman un espacio cubierto
destinado a exposiciones temporales.
Campos de Valladolid. García Lesmes, 1930 |
Museo de la Universidad de Valladolid/ MUVa
Plaza de Santa Cruz 6, Valladolid
Telf. 983 423 240 / Correo muva@uva.es
HORARIO DE VISITAS:
De lunes a viernes: de 10 a 14 y
de 18 a 21 h.
Entrada gratuita.
Paisaje de Ávila. Cuadrado Lomas, 1967 |
Sala IV: Hodierni |
Sala IV: Hodierni |
Paisaje. Benjamín Palencia, 1974 |
Mujer atleta. Pedro Monje, 1999 |
Cabeza de Azorín. Eusebio Sempere, 1974 |
Elisa envuelta. Belén González, 1988 |
Sicalíptica. Jesús Trapote, 2000 |
Sala V: Sanctae Crucis Collegium |
Cardenal D. Pedro González de Mendoza. Anónimo, s. XVIII |
Colegial Diego del Castillo. Diego Valentín Díaz, 1628 |
Orfebrería sacra del Colegio de Santa Cruz |
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