LONJA DE LA MERCANCÍA DE PALMA
Guillem Sagrera (Felanitx, Mallorca,
h. 1385-Nápoles, 1456)
1426-1446
Piedra de
sillería y escultura
Lonja, Palma
de Mallorca
Arquitectura
gótica civil, estilo gótico flamígero
La Lonja de los mercaderes de Palma de Mallorca es
un singular edificio que demuestra la elegancia conseguida por los arquitectos
del gótico tardío durante el siglo XV, en este caso en la Corona de Aragón. Fue
construida, entre 1426 y 1446, para ser la sede del Colegio de la Mercancía, fundado en 1403 por privilegio del rey Martín I de Aragón, siendo las obras dirigidas por el arquitecto y escultor mallorquín Guillem
Sagrera, que en ella dejó como legado una de las muestras más relevantes de la
arquitectura gótica civil de Europa. Esta joya arquitectónica serviría de
modelo para la construcción en 1482 de la Lonja de Valencia, inspirando también
la arquitectura del Palacio del Consejo de Mallorca, levantado entre 1882 y
1919. Asimismo, tan original edificio constituye un buen exponente del rico pasado
comercial de Palma en el siglo XV, donde se encargaba de regular y proteger el comercio, así como de efectuar el mantenimiento del puerto de Palma, entonces uno de los más activos del Mediterráneo occidental.
Entre sus alicientes se encuentra el haber
conservado el formato original. La Lonja tiene planta rectangular y está
articulada en doce tramos cubiertos por bóvedas de crucería que se apean en el
centro sobre seis exquisitas y altas columnas de fuste helicoidal,
estableciendo un amplio y airoso espacio de tres naves en el que las columnas y
nervaduras sugieren un jardín de palmeras. En los cuatro muros, de un grosor de
2 m., se abren grandes ventanales de tracería —dos en cada lado— que aligeran
los paramentos y proporcionan una gran luminosidad al interior. Tienen arcos
ojivales que presentan una tracería de calado lobulado, con una columnilla central —excepto los del muro
sur, que son más anchos y presentan dos— y un banco de piedra a cada lado.
La solidez y horizontalidad del edificio, construido
con piedra de Santanyí en un lugar próximo al puerto, queda matizada por cuatro torres octogonales colocadas en
los ángulos, con escaleras de caracol de ojo abierto, cuyas puertas de acceso
se encuentran en el interior con forma achaflanada, así como por una serie de diez
torrecillas que dividen las fachadas en tramos rítmicos. Se remata con un
elegante almenado que adopta la forma de una airosa galería con arcos conopiales.
Guillem Sagrera. Ángel de la Mercancía, portada principal |
La mayor parte de las obras escultóricas, todas
ellas supeditadas a la arquitectura, son igualmente obra de Guillem Sagrera,
que demuestra un conocimiento de escultura naturalista poco común en su tiempo.
A él se debe el conjunto de gárgolas, la decoración de los arcos en ventanales
y puertas, así como las bellísimas ménsulas y claves de bóveda del interior,
junto a las esculturas de San Juan
Bautista, Santa Catalina y Santa Clara que aparecen colocadas al
exterior en tres tabernáculos adosados a las torres angulares, el Ángel de la Mercancía que preside el
tímpano principal y la imagen de la Virgen
del portal posterior, situada frente al palacio real y acompañada del escudo
real y el escudo de Mallorca.
Entre todas las esculturas destaca el enorme y
magnífico ángel protector de los mercaderes que se ubica en el tímpano de la puerta
de entrada, que es representado como un joven sonriente con abultada cabellera
—excelentemente trabajada a trépano—, recubierto por una túnica ceñida por un
cíngulo a la cintura, un manto sujeto por un rico broche en el pecho y cayendo
en forma de cascada a los lados, voluminosas alas desplegadas y sujetando una
filactería con una inscripción alusiva a su carácter protector.
En su
virtuosismo evoca la escultura borgoñona de Claus Sluter, renovador del
panorama gótico europeo en la búsqueda de naturalismo, cuya obra pudo conocer
Guillem Sagrera durante su estancia en el Rosellón o directamente en Dijon,
como apuntan algunos especialistas, ya que esta influencia también está patente
en los trabajos que hiciera para la Puerta del Mirador de la catedral mallorquina.
LA PERSONALIDAD ARTÍSTICA DE GUILLEM SAGRERA
Para la construcción de la Lonja, se recurrió a un
arquitecto y escultor local nacido en la población mallorquina de Felanitx
hacia 1385, en el seno de un familia de canteros. Junto a su padre, el maestro
cantero Antoni Sagrera, habría realizado su aprendizaje. Aunque se desconocen
muchas facetas de su vida, según la monografía que le dedicara Gabriel Alomar,
en su trayectoria profesional se distinguen tres etapas. Una primera en el
Rosellón, donde se habría formado como arquitecto; la segunda se desarrollaría en Palma de Mallorca, donde trabajó en la catedral y en la Lonja de
los Mercaderes; la última en Nápoles, como hombre de confianza del rey Alfonso
V el Magnánimo, al frente de las obras del castillo de Castelnuovo.
El primer documento en que es citado Guillem Sagrera
data de 1397, donde aparece junto a su padre y el grupo de canteros que
suministran y trabajan la piedra para la obra de la Puerta del Mirador —fachada
sur— de la catedral de Palma. Se supone que acompañando a Pere de Sant Joan,
último de los maestros de aquella obra, abandona la isla para desplazarse al
sur de Francia, pues a principios del siglo XV éste trabajaba en Perpiñán. En
1410 Guillem Sagrera aparece de nuevo documentado en Perpiñán haciendo un
púlpito para la iglesia de los franciscanos y allí se casa con Jaumina Tura1.
En esta ciudad francesa aparece en 1415 como maestro mayor de la catedral de
San Juan el Nuevo.
En 1416 aparece en el acta de una consulta realizada
en Gerona, formando parte de un grupo de maestros consultados acerca de la
continuación del edificio de la catedral después de haberse levantado la
cabecera, donde, tras analizar los riesgos, se decidió cambiar el proyecto por
una nave única. En 1420 Guillem Sagrera vende su casa de Perpiñán y regresa,
junto a su mujer, a Mallorca, pasando a ser maestro mayor de la catedral de
Palma, donde realiza la sala capitular y la capilla de San Guillermo, así como
las magníficas esculturas de San Pedro
(1422) y San Pablo emplazadas en las
jambas de la Puerta del Mirador, donde también se le atribuye la conocida como
Virgen del Mirador que decoraba el mainel, cuyo original —algo mutilado— se
conserva en el Museo de la Catedral, mientras que en su lugar original se
encuentra una recreación de la misma.
Al quedar viudo, Guillem Sagrera contrae nuevo matrimonio con
la mallorquina Caterina Frontera. De esta etapa le es atribuido el magnífico
sepulcro de Ramón Llull que se encuentra embutido en un muro lateral de la
capilla de la Consolación de la iglesia de San Francisco de Palma.
En Palma diseña y construye la Lonja a partir de
1426, su obra más personal, en la que establece una nueva tipología constructiva,
desvinculada de la arquitectura civil palaciega o militar, que llegaría a
convertirse en el arquetipo de las lonjas mediterráneas, siendo la primera en establecer
un espacio columnario unitario, sin elementos adosados, y en cubrir el espacio
con bóvedas.
En el edificio, cuyo contrato fue firmado por el arquitecto con
Francisco Anglada, Juan Terriola y una serie de obreros que ya trabajaban en la
obra, como ya se ha dicho incorpora una importante colección de obras
esculpidas en piedra, pues sólo quedaba eximido de realizar puertas y rejas.
Guillem Sagrera, por desavenencia en el sistema de pagos de los mercaderes,
daba por terminada su labor en la obra en 1440, traspasando los trabajos
restantes a Guillermo Vilasclar, que se ocupó de rematar la terraza, de
tradición mallorquina, y algunas ventanas2.
Guillem Sagrera. Tabernáculo de San Juan Bautista, Lonja de Palma |
Debido a este conflicto, Guillem Sagrera decide
marchar a Nápoles en 1447, donde era requerido por el rey Alfonso V el
Magnánimo. Allí logra la intercesión del monarca, para resolver sus problemas
en Palma, con el envío de cartas con el sello real a los mercaderes, en favor
de Sagrera, en los años 1449, 1450 y 1455, aunque de nada sirvieron por
considerarlo como una violación de los privilegios de Mallorca, siendo su hijo
Francesc Sagrera quién gestionó la deuda pendiente de recibir en la isla.
En Nápoles se ocupó desde el otoño de 1449 de las
obras que se estaban realizando en el castillo de Castelnuovo, consistentes en
una reconstrucción de la antigua fortaleza fundada en 1279 por Carlos de Anjou.
Junto a cinco torres que refuerzan la muralla, terminadas en 1451, su obra más
destacada en el recinto fue la construcción de la gran Sala dei Baroni, así llamada por ser el lugar donde en 1486 fueron
detenidos los Barones que conspiraban contra Ferrante II3. Junto a él trabajaron
sus hijos Juan y Jaime y otros colaboradores en su etapa de Palma, siendo su
hijo Antoni Sagrera el que se ocupó de enviar en navíos piedra mallorquina de
la cantera de Santanyí para aquella obra.
Guillem Sagrera moría en Nápoles en 1454 sin ver
terminada la gran sala destinada a la recepción real, que fue continuada por
sus hijos, junto a Giovanni Trescoll, Antonio Gerra y Coto Casamuri, siendo
terminada en 1457 e inaugurada con un banquete ofrecido por Alfonso V a Carlos
de Navarra, príncipe de Viana.
Informe y fotografías: J. M. Travieso.
NOTAS
1 PÉREZ DE LOS RÍOS, Carmen: Aspectos
formales y constructivos en la obra de Guillem Sagrera: El uso de las
plantillas. Tesis doctoral, Universidad Politécnica de Madrid, Escuela
Técnica Superior de Arquitectura, 2016, p. 229.
2 PÉREZ DE LOS RÍOS, Carmen...Op.
cit. p. 244.
3 Ibídem, p. 248.
Decoración de la puerta de entrada a una torre |
Ménsula y clave de un ventanal |
Guillem Sagrera. Detalle de la Puerta del Mirador, catedral de Palma |
Guillem Sagrera. San Pedro y San Pablo en la Puerta del Mirador Catedral de Palma de Mallorca |
Guillem Sagrera. Virgen del mainel de la Puerta del Mirador Museo de la Catedral de Palma de Mallorca |
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