METOPAS,
FRISO Y FRONTONES DEL PARTENÓN
Fidias (495
a.C.-428 a.C.) y sus discípulos
Alcámenes y Agorácrito / Otros escultores anónimos
447 - 432
a.C.
Mármol
British Museum, Londres / Acropolis
Museum, Atenas
Escultura
griega. Periodo clásico
El Partenón es un templo dedicado a la diosa Atenea
que fue construido en la Acrópolis de Atenas, para gloria de la ciudad, entre los
años 447 y 432 a. C., durante el mandato de Pericles. Su magna arquitectura fue
decorada al exterior con un impresionante conjunto escultórico que ocupaba las
metopas, el novedoso friso que lo recorría por completo y los frontones de las
dos fachadas, donde intervinieron un gran número de escultores bajo el diseño y
la dirección de Fidias. Dentro del edificio se veneraba una imagen colosal de Atenea Parthenos1 revestida
de oro y marfil.
Esta construcción religiosa, icono por excelencia de
la cultura griega, sufriría notables pérdidas de sus componentes originales
después ser convertida hacia el año 500 en templo cristiano —durante mil años
fue la iglesia de Santa María de los Atenienses—, durante su posterior
transformación en mezquita tras la conquista otomana y cuando el Partenón,
convertido en almacén de pólvora durante el asedio de la ciudad por los
venecianos en 1687, sufrió un gran explosión que voló la techumbre y destruyó
gran parte de las esculturas, convirtiéndose desde entonces en una ruina, de
modo que en 1800 sólo quedaba casi la mitad de la decoración escultórica
original.
Archibald Archer. Exposición temporal de Elgin, 1819 British Museum, Londres (Foto BM) |
Por si esto fuera poco, entre 1801 y 1805 irrumpe en
la Acrópolis Lord Elgin, un apasionado del arte griego que, como embajador
británico en el Imperio Otomano, consiguió el permiso de las autoridades para
desmontar más de la mitad de las esculturas que permanecían en la ruina del
Partenón y transportarlas a Londres, donde causaron sensación y donde el
diplomático fomentó la consideración que la Ilustración europea ya tenía por la
antigua civilización griega, después de
exponer su colección en 1807 en el museo temporal Lord Elgin y antes de
que en 1817 pasaran definitivamente al British Museum de Londres, donde
permanecen en la actualidad y donde, desde 1980, vienen siendo objeto de
reclamación por parte del gobierno griego.
LA GÉNESIS DE UN PROYECTO
Referirse al Partenón es referirse a Pericles y a
Fidias como las dos caras de la misma moneda, pues el escultor trabajó para el
general y político ateniense en unos momentos que constituyeron para Atenas una
edad de oro. Si en el año 461 a.C. el estado ateniense encargaba a Fidias la
primera obra para la Acrópolis de Atenas, el Apolo Parnopios, una de cuyas copias se conserva en el Museo de
Kassel (Alemania), fue en el año 455 a.C. cuando se produjo la verdadera
consagración de Fidias al ser llamado por Pericles, que por entonces iniciaba
su gobierno estable, para realizar una estatua colosal en bronce dorado que se
habría de colocar en la Acrópolis, un espacio que el político pretendía
convertir en el máximo exponente de la grandeza de Atenas. Era la Atenea Promacos, en la que el escultor
establecía el arquetipo iconográfico de la diosa, una de cuyas copias, en
mármol y a pequeña escala, se conserva en el Museo del Prado de Madrid.
Pero continuarían los encargos de Pericles. Cuando
Fidias acababa de realizar la Atenea
Lemnia, obra en la que establece su ideal femenino y en la que estuvo
ocupado entre los años 450 y 448 a.C., siendo considerada su obra más
importante (copia en el Museo Cívico Arqueológico de Bolonia), de nuevo fue llamado
por Pericles para que dirigiese otro magno proyecto, la construcción en la
Acrópolis de un enorme templo dedicado a la diosa Atenea: el Partenón.
Pericles y Fidias concibieron la construcción como gran
estuche en cuyo interior se colocaría la joya más preciada, una colosal
escultura de Atenea Parthenos de ocho
metros de altura, sobre un pedestal de otros dos, con la peculiaridad de ser
una escultura crisoelefantina, esto es, estar toda ella realizada en madera y con
las carnaciones recubiertas con placas de marfil —comprado en Egipto— y la
indumentaria con placas de oro que llegaron a pesar una tonelada, con lo que el
templo adquiría el valor de un centro de las reservas económicas del estado ateniense.
Además de aceptar el reto que suponía la mítica escultura,
Fidias aceptó dirigir las obras del Partenón, supervisando los trabajos de los
arquitectos Ictino y Calícrates, que lo levantaron con mármol pentélico entre
los años 447 y 432 a.C., incorporando como novedad columnatas en el interior de
la cella que realzaban el ámbito de la Atenea gigante. Fidias permaneció como
director general de las obras de la Acrópolis durante nueve años, diseñando un
programa escultórico ajustado a los gustos de Pericles, que, como tema
recurrente, aspiraba a reflejar la victoria de los atenienses sobre sus
enemigos.
En el Partenón la ornamentación escultórica se concentraba en tres motivos: las metopas que recorrían todo el perímetro
de forma alterna con los triglifos, el friso
exterior colocado a lo largo del muro de la cella y los frontones de la parte superior de las fachadas. Fidias, que
diseñaba el programa iconográfico y dirigía los trabajos, apenas pudo
intervenir en algunos relieves, teniendo que recurrir, por la magnitud del
proyecto, a múltiples talleres colaboradores, que dejaron una obra muy desigual
en la que destacan las piezas de grandes maestros, entre ellos Mirón, Cresilas, el propio Fidias y sus discípulos Alcámenes y Agorácrito.
LAS METOPAS, 447 a.C.
Los primeros elementos escultóricos realizados
fueron las metopas colocadas encima
de las columnas, que se iniciaron el año 447 a.C., cuando comenzó la obra
arquitectónica. Esto se debe al habitual proceso constructivo, ya que los
tambores de los fustes de las columnas se colocaban lisos, siendo talladas las
estrías in situ, un largo proceso que
permitía el ensamblaje de los triglifos y metopas sobre ellas.
Fidias diseñó un programa temático muy bien
estructurado, desarrollando en la fachada principal, orientada al este, la Guerra de los dioses contra los gigantes,
una Gigantomaquia en la que los dioses, encabezados por Zeus y Atenea, con la
colaboración de Hércules, se enfrentan a los gigantes dirigidos por Gea, diosa
de la tierra, y su hija Rea, esposa y hermana de Cronos, dios del tiempo.
En el lado opuesto, orientado al oeste, se
representó la Guerra de Teseo contra las
amazonas. Las amazonas era un pueblo de mujeres guerreras, procedentes de
Asia y descendientes de Ares, el dios de la guerra, que mostraban un gran
fiereza cuan combatían a caballo. Algunas de las metopas de la Amazonamaquia
permanecen en el Partenón.
En el lado longitudinal orientado al norte en las
metopas se despliega la Guerra de Troya,
plasmando la victoria ateniense sobre los troyanos, mientras en la parte sur se
desplegó el Combate de los lapitas contra
los centauros, un canto a las proezas de Teseo y Piritoo en su
enfrentamiento contra seres de doble naturaleza, animal y humana. En realidad,
la Centauromaquia viene a representar el enfrentamiento entre dos tipos de
naturaleza: la que sigue los instintos y las bajas pasiones, representada por
los centauros, y la que antepone la razón y los valores humanos representada
por los lapitas. Esta serie nos ha llegado prácticamente completa, con casi
todas las metopas en el British Museum de Londres y una en el Museo del Louvre
de París.
El conjunto de 92 metopas, de formato cuadrado con
1,25 m de lado, fue realizado por escultores muy dispares que ajustaron las
figuras al marco mediante composiciones en diagonal y abundantes escorzos,
siguiendo el movimiento diseñado por Fidias, al que se atribuyen algunas, lo
mismo que a Mirón. A pesar de estar todas ellas labradas en mármol, estuvieron
policromadas en variados colores.
EL FRISO, 442-438 a. C.
Cuando ya estaba levantado el muro de la cella, se
decidió incorporar un friso con relieves que con una longitud de 160 metros y
poco más de 1 metro de altura recorría todo el perímetro en la parte superior.
Para poder colocarlo, hubo que retallar un considerable número de sillares. El
friso fue realizado en cuatro años por diferentes talleres de escultores,
siendo comenzado en 442 a.C. y terminado de colocar en 438 a.C.
Lado este del friso: Poseidón, Apolo y Artemisa. Acropolis Museum |
En los relieves se representa la Cabalgata cívica de las Panateneas, una
de las grandes fiestas anuales que se celebraba en Atenas, en la que un grupo
de doncellas llevaba a la diosa Atenea un peplo bordado para colocárselo. En
tan importante ceremonia, jóvenes doncellas eran acompañadas por arcontes o
gobernantes, que encabezaban un cortejo que recorría la ciudad seguidos de un
grupo de personajes que conducían terneras y ovejas para ser sacrificadas, portadores
de hidrias (cántaros con agua), músicos, magistrados, carros y numerosos
jinetes que exhibían su dominio ecuestre.
La representación arranca de la fachada oeste, donde
aparecen los preparativos del cortejo, y se bifurca por los lados norte y sur
en una procesión ininterrumpida hasta llegar a la fachada este o principal,
donde se representa la entrega del peplo por las doncellas ante las figuras de
divinidades. A diferencia de las metopas, los temas de los relieves tiene menor
volumetría y aparecen enlazados en los distintos bloques, llegando a participar
en un mismo bloque dos escultores con características diferentes. En alguno de
ellos pudo haber intervenido Fidias, autor y coordinador del diseño, que para
los lados oriental y occidental recurrió a nuevos escultores.
Lado este del friso: Entrega del peplo. British Museum |
Todas las figuras siguen un ritmo fabuloso, siendo los
relieves del costado norte los que ofrecen mayor calidad. Un especial atractivo
presentan los numerosos caballos al trote, a veces hasta siete caballos en
fondo, que en su momento se distinguirían bien por ir pintados en colores. En
el lado este o fachada principal, las esculturas del friso adquieren mayor
relieve en la representación de las divinidades, siendo cada bloque trabajado
por un escultor independiente.
Es destacable, por el tratamiento de los paños, la
placa que representa un grupo de mujeres, atribuida por algunos a Cresilas,
autor del retrato de Pericles que se conserva en el Museo Pío-Clementino del
Vaticano. Esta placa se encuentra en el Museo del Louvre por haber sido
regalada por la corte turca al embajador francés de Luis XVI. Después apareció
en escena Lord Elgin, que se llevó a Londres casi todas las restantes, hoy en
el British Museum. Otras, que estaban caídas a consecuencia de la explosión de
1687, permanecieron en Atenas, hoy en el Acropolis Museum, como la que
representa las figuras sedentes de Poseidón, Apolo y Artemisa, deidades que
aparte de ir coloreadas, llevaban aplicaciones en metal como el tridente,
arcos, etc., que completaban su iconografía.
Lado este del friso: Cortejo de doncellas. British Museum |
LOS FRONTONES, 438-432 a. C.
El año 438 a.C. se terminaba la obra del Partenón y
se colocaba en su interior la colosal estatua crisoelefantina de Atenea Parthenos, siendo abierto al
público. Ese mismo año se inicia la realización de los frontones de las
fachadas, que fueron colocados en el año 432 a.C. En estos conjuntos, labrados
en mármol del Pentélico, Fidias se limitó a hacer los diseños del mito griego,
a los que se ajustaron Agoráclito y Alcámenes, artífices de un obra
inconmensurable cuya mayor parte se encuentra en el British Museum de Londres.
El Nacimiento de Atenea
El frontón de la fachada este, la principal,
representaba el Nacimiento de Atenea,
de cuya parte central no queda nada, aunque en parte se puede recrear por los
relieves del denominado Puteal de la Moncloa,
un brocal de un pozo romano del siglo I que se conserva en el Museo
Arqueológico Nacional de Madrid, en el que se reproducen algunas figuras. El
importante conjunto conservado, de tamaño descomunal, constituye la obra más
destacada de los "mármoles Elgin" del British Museum.
Lado sur del friso: Jinetes. British Museum |
En el nacimiento de la diosa, en el extremo
izquierdo surge la cuadriga de Helios, dios del Sol, porque los nacimientos de los
dioses ocurrían al amanecer. De este grupo se conserva un brazo de la deidad y parte
de las cabezas de dos caballos. Le recibe la figura desnuda y recostada de
Dionisos, junto al que se colocan las figuras sedentes de Perséfone y su madre
Deméter, con las cabezas mutiladas y un magnífico tratamiento de los paños. Más
al centro aparece una dinámica figura erguida que algunos identifican con Hebe,
diosa de la juventud hija de Zeus y Hera. Es destacable reseñar que, como
respeto ritual a los dioses, estas figuras presentan labrada y terminada la
parte trasera, un trabajo que después de ser colocadas en lo alto nunca se
podría ver.
Al otro lado aparece sentada Hestia, diosa del
hogar, y a su lado Dione junto a la figura recostada de su hija Afrodita, diosa
del amor, que aparece revestida con la técnica de los paños mojados por ser una
diosa que surgió de las aguas y la espuma del mar. Esta técnica sería uno de
los rasgos de la última obra de Fidias (Afrodita Urania), por lo que no puede
descartarse su intervención en la figura. Remata el conjunto en el extremo
derecho un caballo agotado de la cuadriga de Selene, diosa de la Luna, que se
ocultaría por detrás del horizonte. De ella sólo nos ha llegado completa la
célebre cabeza de un caballo.
Lado sur del friso: Sacrificadores de animales. British Museum |
Combate de Atenea y Poseidón
El frontón perteneciente a la fachada oeste,
orientada a los Propileos, está mucho peor conservado como consecuencia del
bombardeo de los venecianos en 1647. Del conjunto, que representaba el Combate
de Atenea y Poseidón por el control del Ática, se conservan fragmentos
dispersos de algunas figuras, entre ellas la del dios fluvial Ilissos, uno de
los ríos próximos a Atenas, que colocado en el extremo izquierdo aparece
recostado y con una dinámica anatomía que parece fluir. Otros fragmentos
destacables son las medias figuras de Hermes y de Iris, dioses mensajeros, el
primero con una potente anatomía y la segunda con el vestido adherido al cuerpo
por el efecto del viento. Otros fragmentos corresponden al pecho de Zeus y al
cuerpo de Anfítrite, deidad oceánica esposa de Poseidón.
Lado oeste del friso: Jinetes. British Museum |
Los restantes fragmentos escultóricos del Partenón, junto a los citados del British Museum de Londres, el Acrópolis Museum de Atenas y el Museo del Louvre de
París, se encuentran en los Museos Vaticanos, en el Museo Nacional de
Copenhague, en el Museo de Historia del Arte de Viena y en el Museo de la
Universidad de Wurzburgo (Alemania).
Informe y fotografías: J. M. Travieso.
NOTAS
1 El término parthénos (παρθένος) significaba "doncella, joven virgen
y mujer soltera".
Lado oeste del friso: Jinetes. British Museum |
Lado norte del friso: Preparativos y jinetes. British Museum |
Lado norte del friso: Jinetes al trote. British Museum |
Lado norte del friso: Jinetes al trote. British Museum |
Lado norte del friso: Jinetes. Acropolis Museum |
Restos del frontón este. British Museum |
Recreación del frontón este: Nacimiento de Atenea. Acropolis Museum |
Restos del frontón este. British Museum |
Frontón este: Caballos de la cuadriga de Helios y cabeza de caballo de la cuadriga de Selene. British Museum |
Frontón este: Dionisos. British Museum |
Friso este: Deméter y Perséfone / Hebe. British Museum |
Frontón este: Hestia, Dione y Afrodita. British Museum |
Recreación del frontón oeste: Combate de Atenea y Poseidón. Acropolis Museum |
Restos del frontón oeste. British Museum |
Frontón oeste: Río Ilissos. British Museum |
Frontón oeste: Hermes / Iris. British Museum |
Frontón oeste: Iris y Anfítrite. British Museum |
Conjunto escultórico del Partenón. Sala 18 del British Museum |
Conjunto escultórico del Partenón. Nuevo Museo de la Acrópolis, Atenas. |
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