MUSEO NACIONAL DE ESCULTURA
PALACIO VILLENA
Ante todo conviene aclarar que en una época en la
que constantemente se hacen escuchar las opiniones antitaurinas, nos referimos
a los planteamientos razonados, esta exposición no debe entenderse en ningún
caso como una exaltación de la llamada "fiesta nacional", sino como
una muestra incomparable de nuestra memoria histórica, relacionada con la fiesta
popular a través de una sorprendente y única colección de esculturas
dieciochescas que, con un destacado valor artístico y etnográfico, nos
transmiten no cómo somos ahora, sino cómo fuimos antaño.
El conjunto de tauromaquia expuesto, que tiene una
antigüedad de 226 años, ingresó en el
Museo Nacional de Escultura en el año 1999 y representa una serie de suertes
taurinas que fueron realizadas por el escultor Juan Cháez (Málaga, h.
1750-Madrid, h. 1809) recreando una corrida que en septiembre de 1789 se
celebró en la Plaza Mayor de Madrid con motivo de la subida al trono del rey
Carlos IV y la jura del príncipe heredero, el futuro Fernando VII.
La colección, compuesta por figuras de toreros,
toros y caballos, ofrece el aliciente de conservar los textiles originales, con
un trabajo de sastrería refinada que desde el año 2013, junto a las tallas de
madera y los accesorios, ha sido sometida a un proceso de restauración integral
y multidisciplinar que ha devuelto a las figuras muchos matices que se habían perdido
con el paso del tiempo. Precisamente es la presentación del conjunto restaurado
el motivo que ha animado a la organización de la exposición.
La serie está integrada por siete grupos que
definen las suertes taurinas de una lidia, comenzando por un alguacil a
caballo, dos suertes de varas, tres suertes de matar y un grupo de mulillas, incluyendo
la original escena de Pepe Hillo herido y asistido por dos peones. Una
característica a resaltar es que las figuras de los tres matadores son retratos
originales de los célebres toreros Joaquín Rodríguez "Costillares",
Pedro Romero y José Delgado Guerra "Pepe-Hillo", al igual que los del
picador Laureano Ortega de Isla y el banderillero Manuel Rodríguez Nona "Nonilla".
El conjunto, verdadero documento histórico,
responde a la corriente costumbrista desarrollada en España a finales del siglo
XVIII y principios del XIX, cuyo máximo representante es Francisco de Goya, del
que expone la pintura de El garrochista
del Museo del Prado, el tapiz de La
novillada de Patrimonio Nacional, según uno de sus cartones, un aguafuerte
de su serie de Tauromaquia y otro de los Disparates, ambos del Museo Lázaro
Galdiano. Asimismo, ambientando el contexto en el que se realizó la obra
también se muestra el Retrato del torero
Joaquín Rodríguez Costillares, realizado en 1880 por Joaquín Domingo
Marqués, el óleo La plaza partida de
Eugenio Lucas, una serie de estampas con Suertes
taurinas de Antonio Carnicero, las estampas de un Bolero y una Maja de
Antonio María Esquivel, el Traje de torero
de Pepe Hillo, confeccionado a finales del siglo XVIII, indumentaria de la
época, abanicos, etc., que se acompañan de paneles explicativos relativos a
cada uno de los capítulos de la muestra.
HORARIO DE VISITAS
De martes a sábado, de 11 a 14 h. y de 16,30 a 19,30 h.
Domingos y festivos, de 11 a 14 h.
Lunes cerrado.
Entrada gratuita.
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