3 de abril de 2014

Exposición: CHAGALL Y LA BIBLIA, del 2 abril al 18 de mayo 2014

Chagall. Moisés y el paso del Mar Rojo

AYUNTAMIENTO DE VALLADOLID. FUNDACIÓN MUNICIPAL DE CULTURA
SALA MUNICIPAL DE EXPOSICIONES DE LA IGLESIA DE LAS FRANCESAS
Calle Santiago s/n, Valladolid


CHAGALL Y LA BIBLIA
100 grabados originales mostrados por primera vez en España

A lo largo de su carrera, el pintor Marc Chagall realizó distintas ilustraciones literarias, entre ellas una serie dedicada a La Biblia, donde ilustra episodios bíblicos del Antiguo y Nuevo Testamento. Tanto esta colección, como las que ilustraron las Almas Muertas de Nicolás Gogol y las Fábulas de La Fontaine, fueron encargadas por el marchante Ambroise Vollard y elaboradas entre 1930 y 1956 en el París de entreguerras.   

Nacido en el seno de una familia judía, Chagall estuvo siempre muy marcado por el peso de la religión a la hora de dar rienda suelta a sus instintos creativos. El propio artista en el discurso que dio durante la inauguración de la Fraumünster de Zúrich en el año 1970 manifestó: «Ya me he referido al gran libro universal que es la Biblia. Desde mi infancia, ella me ha llenado de visiones sobre el destino del mundo y me ha inspirado en mi trabajo. En los momentos de duda, su grandeza y su sabiduría altamente poética me han tranquilizado. Ella es para mí una segunda naturaleza. […] Una “gran obra” verdadera  está impregnada del espíritu de la Biblia. […] El arte que he practicado desde mi juventud me ha enseñado que el hombre es capaz de amar y que el amor le puede salvar. Para mí, este es el verdadero color, la verdadera materia del arte».

Chagall. Moisés y Aarón ante el Faraón
Chagall no quería ser considerado meramente como un artista judío, ya que su visión universal le llevaba a ver más allá de una creencia determinada para abandonarse al misticismo de los textos bíblicos. Y eso es precisamente lo que podemos apreciar en esta serie que recoge los pasajes más conocidos de La Biblia, siempre con el espíritu inconfundible y la magistral expresividad de Chagall.

A pesar de que las obras está grabadas en blanco y negro, la serie posee un gran dinamismo y se aleja de la monotonía. Cada obra narra un pasaje y lo hace con una fuerza que nos atrapa y que nos conmueve. Chagall está dotado de un misticismo que deja patente en cada una de las representaciones bíblicas que inmortaliza. En una ocasión el artista explico lo que sentía cuando realizaba este tipo de trabajos: «Sosteniendo una piedra litográfica o una placa de cobre, creía tocar un talismán. Me parecía que podía poner en ellas todas mis tristezas, todas mis alegrías. Todo lo que a lo largo de los años había atravesado mi vida:  nacimientos, muertes, bodas, las flores, los animales, los pájaros, los obreros pobres, los padres, los enamorados de noche, los Profetas Bíblicos, en la calle, en casa, en el Templo, en el Cielo. Y con la edad, la tragedia nuestra vida y la de los demás».

Chagall, como tantos judíos, sufrió el horror del Holocausto y quiso en cierto modo aferrarse a la fe para intentar comprender los numerosos dramas producidos en la primera mitad del siglo XX. La obra Huida a Egipto, nos recuerda las imágenes en que los judíos eran trasladados a los campos de concentración; el dramatismo está presente en esta obra donde las personas aparecen hacinadas marchando hacia un nuevo destino. Otra obra que podemos destacar de esta serie sería El hombre guiado por un ángel, donde se señala un atisbo de esperanza, pues Chagall quiere que el espectador pueda encontrar consuelo en la fe ante tantos horrores.

Chagall. El hombre guiado por el Eterno
A lo largo de su vida, el corpus de la producción artística de Marc Chagall tuvo un fuerte componente religioso, con fuentes de inspiración en la Biblia y la Torah, que fueron complementadas con un recorrido personal realizado en 1931 por Palestina. Como es lógico, el artista, en su condición de judío, conoció el horror de la confrontaciones mundiales de su tiempo, especialmente durante la Segunda Guerra Mundial, mostrando en muchas de sus imágenes el sufrimiento y el estado de su espíritu con gran sinceridad artística.

Entre las obras que se presentan figuran ocho coloreadas y firmadas por el propio artista, el resto, a una sola tinta, pertenece a una de las 295 colecciones grabadas entre 1931 y 1939 por Maurice Potin y entre 1952 y 1956 por Raymond Haasen.
La exposición es una ocasión única para disfrutar del universo personal creado por Marc Chagall, en este caso circunscrito exclusivamente a la temática bíblica.

(Información proporcionada por la Fundación Municipal de Cultura de Valladolid).  

HORARIO DE VISITAS:
De martes a domingos, incluidos festivos, de 12 a 14 h. y de 18,30 a 21,30 h.
Lunes cerrado
Entrada gratuita


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