19 de octubre de 2021

Exposición: LA TIERRA HABLA, EL CIELO ESCUCHA / GUILLERMO PÉREZ VILLALTA, hasta el 16 de enero 2022

 






PATIO HERRERIANO

Museo de Arte Contemporáneo Español, Valladolid

Salas 6 y 7

 








La figura, la trayectoria y el trabajo de Guillermo Pérez Villalta (Tarifa, Cádiz, 1948) son una referencia nacional en cuanto a autonomía e integridad estética se refieren. Desde los primeros setenta en que arranca su carrera, el artista ha mantenido gran independencia con respecto a los cánones y las modas imperantes en el mundo del arte. Prueba de ello es su heterodoxa lectura de la vanguardia -y de la modernidad en conjunto-, así como su beligerante defensa de una belleza antiacadémica y de un arte ecléctico, en el cual los aspectos conceptuales, simbólicos y alegóricos -un tanto herméticos- se mezclan sin solución de continuidad con el juego, las paradojas, el kitsch y la disolución de límites entre alta y baja cultura. 



Abundantemente referenciado en nuestros manuales de Historia del Arte, presente en todos los listados de nombres imprescindibles y premiado con los más importantes galardones de nuestro contexto (Premio Nacional de Artes Plásticas en 1985; Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes en 2006; Premio de Cultura de la Comunidad de Madrid en 2007; Premio Nacional de Arte Gráfico en 2021), Pérez Villalta vive, a sus 73 años, y tras más de cinco décadas de absoluta dedicación al arte, un momento feliz en el que su obra está siendo revisada por nuevas generaciones de artistas y críticos españoles que han encontrado en él a un pionero de la pintura figurativa, narrativa, biográfica y desdramatizada; de las cuestiones de género y las subculturas asociadas (bear, leather, bondage, sadomaso); del ideario posmoderm; de las poéticas del archivo, etcétera. 


La Asociación Colección Arte Contemporáneo alberga en su colección, depositada en el Museo Patio Herreriano, dos importantes pinturas de Pérez Villalta muy representativas de sus intereses y manera de hacer en el momento de su realización: Personaje matando un dragón (1977) y La Senectud de los gigantes (1986). A partir de ellas, el comisario de la muestra, Óscar Alonso Molina, ha ideado una exposición dividida en dos ámbitos bien diferenciados, las Salas 6 y 7 de la tercera planta, presididos cada uno de ellos por sendas obras. 

El recorrido de la exposición se articula pues en dos grandes bloques que permitirán al espectador acercarse de manera organizada al complejo y sugerente universo de Pérez Villalta, al tiempo que se le ofrece la oportunidad de profundizar en el significado de estas dos obras señeras a través del cuantioso conjunto de trabajos reunidos en torno a ellas. Las obras invitadas provienen fundamentalmente del conjunto depositado por el artista en el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo de Sevilla. Del estudio del propio Pérez Villalta, así como del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid, han llegado el resto de obras expuestas, hasta alcanzar casi la centena, entre las que contamos con un buen número de ejemplos de absoluta referencia en la producción del artista.


Texto extraído de la web Museo Patio Herreriano.

 

 







HORARIO DE VISITAS

De martes a viernes: de 11:00 a 14:00 y de 17:00 a 20:00 h.

Sábados: de 11:00 a 20:00 horas (ininterrumpido).

Domingos: de 11:00 a 15:00 h.

Cerrado los lunes, domingos por la tarde, el día de Navidad y el primero de año. 

Entrada gratuita

 








































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Exposición: TRES IMÁGENES O CUATRO / JUAN MUÑOZ, 20 AÑOS, hasta el 16 de enero 2022


 

PATIO HERRERIANO

Museo de Arte Contemporáneo Español, Valladolid

Capilla y Salas 8 y 9

 

Se cumplen ahora veinte años de la muerte de Juan Muñoz y resuena todavía rotunda la relevancia de su legado. Su obra, sabemos, opera en una honda reflexión en torno al espacio, desde y hacia la mirada, con la representación de la figura humana como centro, pero sujeta a un desplazamiento consciente del punto de fuga que heredó de su interés por la tradición barroca, esa que denominó, en una de sus muchas y brillantes afirmaciones, “río de efectos”. Esta tradición, de hecho, se encuentra, también, en uno de los orígenes de este proyecto, en las conversaciones mantenidas con Juan Carlos Arnuncio, arquitecto renovador del Museo Patio Herreriano y gran conocedor de la obra del arquitecto barroco Francesco Borromini, uno de los faros más visibles en la obra de Juan Muñoz. 


Esta exposición quiere trenzar un diálogo entre un conjunto de obras cedidas por instituciones públicas y colecciones privadas con el fin de ofrecer una lectura de la obra del artista que se detenga ante los asuntos centrales de su carrera en el marco de la singular arquitectura del museo. Entre estas obras se encuentra Pieza escuchando la pared, de 1992, perteneciente a la Asociación Colección Arte Contemporáneo, un clásico tentetieso en bronce que escucha no sabemos qué y que, situado en uno de los claustros del museo, acentúa la relación entre obra, espacio y espectador que Juan Muñoz exploró tenazmente a lo largo de su trayectoria.  La muestra tiene lugar en la Capilla de los Condes de Fuensaldaña, Sala 9, ambas en la planta baja, y en la Sala 8 de la planta segunda. Ocupa, además, otras zonas comunes del museo. 


El título de esta muestra, “Tres imágenes o cuatro”, está tomado de otro de los textos emblemáticos de un artista para quien la escritura fue un recurso prioritario. En él, Muñoz hace uso de muchas de sus herramientas narrativas y nos da pistas sobre cuestiones que, más veladas o menos, aparecen en toda su obra, así la espera. Como sabemos, Muñoz fue uno de los responsables de la recuperación de la figura humana en el ámbito de la escultura, que había sufrido una notable crisis de representación en las décadas precedentes, y que, a su regreso, lejos de conmemorar personajes o hechos históricos alzada en su pedestal, permaneció, ya fuera en grupo o en solitario, enmudecida y anónima, por lo general a ras de suelo y en aparente relación con el espectador. Insistamos en esto último: la relación que guardan con nosotros es solo aparente. 


La literatura, y la dramaturgia en particular, encontró un lugar preeminente en el imaginario artístico de Muñoz y de sus coetáneos allá por los años ochenta, algo que entraba en conflicto con aquella tradición por la que las obras de arte no decían nada que no fuera resultado de la reflexión en torno al propio arte. En el caso de Juan Muñoz, la teatralidad en su obra es narrativa y espacial a un mismo tiempo, una suerte de lenguaje que se inscribe en el lugar y que determina nuestra relación con la obra de arte. En esta relación reside una de las claves para entender todo el trabajo del artista, en un no saber si podemos formar parte de la obra y en un inquietante desconocer si somos convidados a participar de la silenciosa conversación, cuando no discrepancia, de esas figuras que, en principio, demandarían, como toda obra de arte, nuestra atención. Esta es una de las más visibles paradojas en la obra de Juan Muñoz, el hecho de acercarse a sus conjuntos de figuras, como esa Conversation Piece (Hirschhorn), de 1995, que habita la Capilla de los Condes de Fuensaldaña, y comprobar el recelo que provoca en ellos nuestra presencia, obligándonos a repensar el lugar que ocupamos junto a ellos. 


En los años posteriores a la muerte de Juan Muñoz convergieron múltiples tendencias en los discursos en torno a la escultura. Destacaron entre ellas, por un lado, la vuelta a la estética del Arte Povera, y por otro, las nuevas opciones formales y narrativas que brindó la irrupción de las tecnologías digitales en todos los aspectos de la sociedad contemporánea y también, claro, en el arte. En ambos casos, Juan Muñoz ya había estado ahí, ya fuera en la reconsideración del lugar que ocupa la obra de arte en relación con el espacio y con quien la observa que caracterizó la tradición povera iniciada en Italia a finales de los sesenta, como en la reevaluación de la ficción material y del trampantojo espacial que trajo el digital consigo y que el artista madrileño ya había convertido en emblema de su propia obra. 


Esta exposición es consciente del enorme papel que juega la ficción en el imaginario contemporáneo, y desde esa perspectiva ha construido su armazón conceptual. Por ello, y como se advertía al principio de este texto, la tradición barroca juega un papel importante, con ese canto a lo voluble, a lo inestable y lo fragmentario, al capricho efectista y a la ductilidad aparente de las formas. Esta idea reverbera con más fuerza si cabe al tomar conciencia del lugar en el que nos encontramos, el vetusto escenario monástico de San Benito el Real, con su hermosa sobriedad renacentista, evocadora de un tiempo de verdades absolutas que se parece bien poco al que hoy vivimos.

 

HORARIO DE VISITAS

De martes a viernes: de 11:00 a 14:00 y de 17:00 a 20:00 h.

Sábados: de 11:00 a 20:00 horas (ininterrumpido).

Domingos: de 11:00 a 15:00 h.

Cerrado los lunes, domingos por la tarde, el día de Navidad y el primero de año. 

Entrada gratuita


 














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Exposición: NON FINITO, hasta el 9 de enero 2022


 

NON FINITO. EL ARTE DE LO INACABADO

MUSEO NACIONAL DE ESCULTURA – PALACIO DE VILLENA

VALLADOLID




Las obras de arte tienen formas distintas de existir. La Historia suele fijarse en las obras maestras, pero nos ha dejado numerosas obras imperfectas, interrumpidas, abandonadas por accidente o con intención, concebidas como fragmentos. Esta exposición aborda esta cuestión capital para la historia del arte y de la estética a través de seis escenarios o «gabinetes», en cada uno de los cuales las obras están unidas por un determinado «valor» del non finito. Así, dibujos, maquetas, pinturas, manuscritos, esculturas, fotografías o películas forman constelaciones que trazan entre sí lazos sin necesidad de estar históricamente encadenadas, de modo que el espectador pueda establecer vínculos imaginarios. 

La muestra reúne un conjunto de 85 obras procedentes de 40 museos y colecciones públicas y privadas de Reino Unido, Francia y España. Entre los artistas representados se cuentan Vasari, Rembrandt, El Greco, Sorolla, Dégas, Picasso, Tatlin, Schwitters, Fellini, Oteiza, Chillida, Sugimoto, Sam Francis, Fontcuberta o Aballí. 

Exposición en colaboración con Fundación "la Caixa".


 

HORARIO DE VISITAS

Martes a sábado: de 11 a 14 h y de 16.30 a 19.30 h.

Domingos y festivos, de 11 a 14 h.

Entrada gratuita

 
































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Exposición: LUX - LAS EDADES DEL HOMBRE, hasta el 19 de diciembre 2021



La figura protagonista del relato expositivo de “Lux” ­-la XXV edición de Las Edades del Hombre- es la Virgen María. A ella le fueron dedicadas muchas de las grandes catedrales góticas, como es el caso de la burgalesa. También es destacadísima la presencia de la Virgen en tierras castellanas y leonesas y especialmente a lo largo de todo el Camino de Santiago, que es, como acabamos de señalar, uno de los elementos esenciales de esta nueva edición de Las Edades del Hombre. Ambos componentes se encuentran además íntimamente unidos, pues en el transcurso del camino encontraremos numerosísimas iglesias, ermitas y monasterios con advocación mariana y que son testigo de esa importancia de la Virgen en toda la historia de la fe de un pueblo. Por ejemplo, la propia catedral de Burgos, la colegiata de Castrojeriz, la parroquia de Villalcázar de Sirga, la iglesia parroquial de Santa María del Camino en Carrión de los Condes o el Santuario de la Peregrina en Sahagún, entre otras. 

Catedral de Burgos:

Celebrando el VIII centenario de la colocación de la primera piedra, acoge siete capítulos de la exposición 'LUX' reuniendo alrededor de 120 obras llegadas esencialmente de catedrales de todo el país, que conformarán una muestra única para la cultura y el arte español. En la Catedral se desarrolla esta edición bajo el subtítulo Fe y arte en la época de las catedrales (1050-1550), con un preámbulo titulado Nuevos tiempos, nuevos cambios, al que siguen siete capítulos repartidos por el templo catedralicio.  El primero de ellos es Episcopalis Sedis, Obispos y Cabildo testigos de la luz, al que siguen Opus Fadrique; La casa de la luz eterna, Servi Dei; Los grandes protectores y Ecclesia Militans; y En búsqueda de la luz. Tras ellos, el visitante se encontrará con los capítulos Dolens Ecclesia, a la espera de la luz definitiva; Triumphans Ecclesia, en el gozo de la luz y Maeistas Domini. Maiestas Marie

Carrión de los Condes:

Las iglesias de Santa María del Camino y Santiago son las dos sedes que albergan ‘LUX’ en esta población palentina, acogiendo tres capítulos de la muestra: Ave Maria, Tota Pulchra y Virgo et Mater, con medio centenar de obras maestras del arte de Pedro Berruguete y su hijo Alonso Berruguete, Alejo de Vahía, Fernando Gallego, Diego de Siloé, Felipe Vigarny, Juan de Valmaseda, Ortiz El Viejo o Gregorio Fernández, entre otros, además de obras medievales de gran importancia artística y religiosa. 

Sahagún:

En esta población leonesa la exposición ‘LUX’ ocupa el Santuario de La Virgen Peregrina y la iglesia de San Tirso, dos templos que son iconos del arte mudéjar en Castilla y León. En ellos se muestran alrededor de 50 obras de arte agrupadas en dos capítulos: Mater Misericordiae y Salve, Regina.

 

HORARIO DE VISITAS

Burgos, Sta. María de Carrión de los Condes (Palencia) y La Peregrina de Sahagún (León):

Martes a viernes de 10 a 14 y de 16 a 20 h.

Sábados y festivos de 10 a 20 h.

 

Santiago en Carrión de los Condes (Palencia) y S. Tirso en Sahagún (León):

Martes a viernes de 10:30 a 14:30 y de 16:15 a 20:15 h.

Sábados y festivos de 10:30 a 20:30 h.


 








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