28 de noviembre de 2009
Navidad 2009: Presentación del libro MEDINA DE RIOSECO, CAMPOS Y TOROZOS EN EL SEMANARIO PINTORESCO ESPAÑOL, 19 de diciembre 2009
COMIDA ANUAL DE NAVIDAD Y PRESENTACIÓN DE LA NUEVA PUBLICACIÓN DE DOMUS PUCELAE
Dentro de la programación especial NAVIDAD 2009 el sábado 19 de diciembre está prevista la presentación del libro "Medina de Rioseco, Campos y Torozos en el Semanario Pintoresco Español", una recreación en facsímil de la obra del autor riosecano Ventura García Escobar de la que son autores Ramón Pérez de Castro y Fernando Regueras Grande.
Con este motivo se ha preparado un viaje con el siguiente
PROGRAMA
• Salida a las 10:15 desde la Plaza de Colón con dirección a San Cebrián de Mazote, donde se visitará la iglesia mozárabe.
• Visita a la villa de Urueña.
• Visita a la iglesia-museo de San Francisco e iglesia de Santa María de Mediavilla de Medina de Rioseco.
• A las 15 horas se celebrará la Comida anual de Navidad en el hotel Vittoria Colonna de Medina de Rioseco (Menú: Risotto de setas y gambas al pesto, escalopines de ternera al oporto o salmón gratinado con ali-oli, postre del chef, café, agua mineral y vino de la casa).
• A las 18 horas presentación del libro en el Casino y Círculo de Recreo de Medina de Rioseco. Al finalizar el acto se entregarán a cada socio dos libros y una carpeta con 40 estampas del siglo XIX.
• Regreso a Valladolid a las 19 horas.
INFORMACIÓN PARA LOS INTERESADOS:
• Desplazamiento en autobús gratuito.
• Precio de la comida 25 €
• Inscripciones: Por correo en la dirección domuspucelae@gmail.com o llamando al teléfono 608419228 de 18 a 20,30 h., a partir de la publicación de este anuncio con la mayor brevedad posible.
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26 de noviembre de 2009
Visita virtual: EL DESCENDIMIENTO, plasticidad realista para el relato de un drama
EL DESCENDIMIENTO
Roger van der Weyden (Tournai, 1400 – Bruselas, 1464)
Roger van der Weyden (Tournai, 1400 – Bruselas, 1464)
Entre 1435 y 1440
Óleo sobre tabla
Museo del Prado, Madrid
Pintura Flamenca. Periodo Primitivo
Esta impresionante pintura supone la cumbre alcanzada por la pintura flamenca en el siglo XV y el grado de madurez de su autor, Roger van der Weyden, también conocido como Rogerio de la Pasture, que desde un estilo gótico un tanto rígido evoluciona hacia un realismo en el que predominan las líneas sinuosas, curvas y contracurvas en los cuerpos y drapeados, predominando los detalles anecdóticos en los que alcanza una sorprendente perfección. La obra fue realizada al poco tiempo de instalar su taller en Bruselas, ciudad a la que llegó procedente de Tournai, su ciudad natal, donde había realizado su aprendizaje junto a Robert Campin, el primer gran maestro entre los denominados “primitivos flamencos”.
Esta tabla es excepcional en distintos aspectos. Primero por su tamaño, con figuras casi de tamaño natural, algo poco habitual en la pintura flamenca. Después por su composición, con el fingimiento espacial de una caja de madera con una elevación central en forma de nicho, dorada y poco profunda, en la que con gran habilidad compositiva se colocan las diez figuras del relato, cuya plasticidad les proporciona unos valores escultóricos que asemejan un retablo. Finalmente, porque aunque la escena representa el momento evangélico del descendimiento de Cristo de la cruz, el auténtico centro emocional de la composición reside en la Compassio Mariae, que presenta a la Virgen como pasionaria, compartiendo el sufrimiento de la tortura y muerte de su Hijo.
La obra tiene su origen en un encargo que hiciera el Gremio de Ballesteros de Lovaina para ser colocada presidiendo la capilla que disponían en la iglesia de Nuestra Señora de Extramuros de aquella ciudad. Por este motivo, el pintor incluye en los vértices superiores, a modo de trampantojo, unas tracerías flamígeras que adoptan la forma de ballestas, siguiendo la costumbre flamenca de encuadrar las escenas en elementos arquitectónicos góticos de distintas texturas, en este caso con un realismo que hace dudar si son de talla real o pintura ilusoria.
Aunque toma como fuente de inspiración una obra de su maestro, Robert Campin, el resultado es una personalísima creación en la que las figuras se apiñan artificiosamente para ajustarse al escaso espacio, al tiempo que su realismo extremo destaca sobre un fondo neutro que abstrae la escena, siendo este una de las causas principales de su éxito. Este recurso sería muy imitado posteriormente por pintores españoles, incluso buena parte de la obra de Velázquez recurre a fondos neutros de este tipo.
ICONOGRAFÍA DEL DESCENDIMIENTO
El pintor recoge el momento en que Cristo es descendido de la cruz por José de Arimatea, Nicodemo y un joven ayudante, en presencia de de la Virgen, San Juan y las santas mujeres, María Magdalena, María Cleofás y María Salomé, a las que se une un personaje masculino que no está identificado, siendo descartada la idea de que se trate del retrato de un donante.
Lo primero que destaca es la palidez del cuerpo de Cristo, cuya tonalidad y el hecho de ocupar la parte central hacen que inevitablemente atraiga la mirada del espectador al enfrentarse a la pintura. En torno suyo queda plasmado un mosaico de distintos estados de dolor, cuya nitidez es realzada por los ojos enrojecidos y las lágrimas recorriendo los rostros. El resto es todo un catálogo de sutilezas geniales en composición, gestos, indumentaria, calidad del dibujo y uso del color.
La composición, que está minuciosamente estudiada, está presidida por la vertical de la cruz, estableciendo con ello semejanzas con un altar, resaltando de este modo el carácter de sacrificio de la muerte de Cristo, cuyo cuerpo se encuentra debajo junto al de la Virgen, ambos colocados con idéntica disposición, definiendo dos diagonales paralelas encerradas entre las figuras de San Juan y la Magdalena, cuyos cuerpos siguen una curvatura que cierra la escena a modo de paréntesis.
El cuerpo de Cristo está pintado en tonos marmóreos muy trabajados que contrastan con el blanco del sudario. Su anatomía es perfecta, solamente alterada por los hilillos de sangre que manan de sus cinco llagas y de la corona de espinas y por la cabeza caída para expresar su muerte. Para subrayar el impacto visual, la Virgen repite la misma postura y palidez, expresando con su desmayo la agonía emocional de una madre, muy próxima al extremo dolor físico que ha padecido Cristo. Su rostro sufriente, con los ojos entornados y lágrimas en las mejillas, sorprendentes por su realismo, destaca entre los pliegues de una toca blanca, símbolo de pureza. Viste una túnica, con ribetes en los bordes, pintada en azul ultramar, un costoso pigmento elaborado a partir de un lapislázuli importado de Afganistán, muy difícil de conseguir en el momento en que se hace la pintura, hasta el punto que el tamaño de las superficies en que se aplicaba este color determinaba el precio de una obra. Un detalle magistral lo constituye la colocación de las manos desfallecidas de Cristo y de la Virgen, una junto a la otra, compartiendo con su proximidad la muerte, todo un alarde de realismo efectista.
Sujetando reverencialmente a Cristo por las axilas, aparece la figura de Nicodemo, que, caracterizado en su indumentaria como un doctor de la ley judaica, está a punto de perder el equilibrio por el peso del cuerpo. Luce una túnica corta, con aberturas laterales, ribeteada con una orla de piedras preciosas engastadas de prodigioso verismo. Es ayudado por un muchacho joven que acaba de desclavar una mano, encaramado a la escalera por detrás de la cruz y ocupando el espacio superior destacado en la tabla. Está vestido con una túnica blanca con brocados azulados, lo que le confiere el aspecto de un ángel.
En la izquierda se coloca en primer plano San Juan, ocupado en sujetar a la Virgen. Está representado en edad madura y con los ojos enrojecidos por el llanto, con una túnica y un manto en rojo intenso como símbolo de la Pasión. A su lado María Salomé, que también sujeta a la Virgen, está caracterizada como una joven rubia de gran belleza y vestida con prendas superpuestas a la moda de Flandes, con un vestido de brocados verdosos acordonado al pecho y otro por encima que al plegarse sobre las rodillas permite contemplar su interior de borreguillo en una ostentación de texturas realistas. Detrás de ellos llora desconsolada María Cleofás, mujer madura que contempló la crucifixión y a la que el dolor le impide la visión. En su figura el pintor incluye el detalle de un sorprendente alfiler sujetando la toca y lágrimas realistas recorriendo el rostro.
Estableciendo un contrapunto, en el lado contrario se halla la figura de José de Arimatea, hombre acaudalado que obtuvo el permiso para descender a Cristo de la cruz y depositarlo en el sepulcro que tenía preparado para sí mismo. Sujeta sin esfuerzo y con resignación las piernas de Jesús, apareciendo como un rico burgués flamenco, con un lujoso manto con brocados dorados de formas vegetales y aplicaciones de piel en el cuello y las mangas. Su rostro no está idealizado, con barba de varios días, ojos hinchados y lágrimas descubiertas durante la modélica limpieza del cuadro que se hizo en 1992.
La Magdalena adopta una posición muy inestable, reflejo de su estado de ánimo sufriente, con las manos cruzadas a la altura del pecho y los ojos clavados en los pies de Jesús, aquellos que ella misma había ungido con anterioridad. De forma atípica, su tarro de ungüentos es sujetado por un personaje maduro, calvo y barbado, que asoma en un segundo plano y que no ha sido identificado. Se plantea la posibilidad de que represente a alguien relacionado con la cofradía que encargó la obra o con la iglesia a la que iba destinada, concediéndole el honor de ser testigo de tan dramático acontecimiento.
En el escaso espacio que permite ver detalles del suelo aparecen pequeñas plantas, un fémur y una calavera, elementos que reflejan la leyenda medieval que consideraba que Adán fue enterrado en el Gólgota, germinando en su boca la semilla del árbol que sería utilizado para hacer la cruz de Cristo, cerrándose de este modo el ciclo de la Redención del Pecado Original.
LLEGADA DE ESTA OBRA MAESTRA A ESPAÑA
En 1548, cuando Felipe II había cumplido 21 años, emprendió un viaje a los Países Bajos para visitar a su padre, el emperador Carlos V. En Lovaina le esperaban su tía María de Hungría, gobernadora de Flandes, y el propio emperador. Tras ser presentado en la corte y jurar su cargo como sucesor, María de Hungría mostró al joven heredero la obra de algunos pintores flamencos a los que ella protegía, hecho que le causó verdadera impresión.
Interesado por aquel tipo de pintura, conoce la existencia del Descendimiento de Lovaina perteneciente a Roger van der Weyden, solicitando una copia a su tía. Esta fue encargada al pintor Michel de Coxcie y llegó a España en 1569 (actualmente se conserva en El Escorial).
La pintura original fue finalmente adquirida, por un alto precio, por María de Hungría, que la colocó en su castillo de Binche. A partir de entonces fue solicitada reiteradamente por Felipe II de forma obstinada, hasta conseguir que fuera enviada desde Bruselas a Madrid, siendo colocada en la capilla del Palacio del Pardo. En 1574, una vez proclamado rey de España, Felipe II la incluyó en la colección que entregó al monasterio de El Escorial, pasando a ocupar un lugar destacado en la sacristía. El rey, emocionado por haber conseguido su deseo, dirigió personalmente su colocación en un acto solemne.
En El Escorial permaneció hasta 1939, año en que fue entregada al Museo del Prado, siendo una de las joyas de la pintura universal que conserva la pinacoteca madrileña.
Informe y tratamiento de fotografías: J. M. Travieso.
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25 de noviembre de 2009
Polémica: LA TRISTE CANCIÓN DE SAN MIGUEL DE ESCALADA, un canto llano desafinado
El patrimonio histórico-artístico y natural de la provincia de León es uno de más importantes de Europa, pero este privilegio parece no ser comprendido en sus justos términos por algunos grupos e instituciones. Uno de los casos más sangrantes en los últimos tiempos se circunscribe a un lugar sin parangón: el antiguo priorato de San Miguel de Escalada.
Quien haya realizado una visita a este antiguo monasterio, enclavado en el término leonés de Gradefes, sabe bien de lo que hablamos, y no digamos si lo ha hecho en otoño, cuando una magia especial envuelve de belleza y nostalgia sus piedras y el sugestivo paisaje del entorno. Pero como toda obra de arte esta también adolece de fragilidad, de modo que es casi un milagro, siendo como somos, el que podamos disfrutar de una reliquia tan preciada de principios del siglo X, a la que algunos siguen sin conceder su verdadero valor, a juzgar por lo que allí ocurre.
Poco importa que los investigadores esgriman sesudos argumentos sobre si debe considerarse arte mozárabe, arte de repoblación o prerrománico leonés, pues muchos, todo sea dicho, encuentran en estas polémicas la gallina de los huevos de oro, siendo mucho más interesante el poder comprobar las noticias de su historia escritas en los propios muros del monasterio, el saber que hace mil años aquí llegaba el abad Alfonso acompañado de un grupo de monjes cordobeses cuando la situación se complicó en el sur, el imaginar el gozo de la comunidad cuando en 914 el obispo Genadio de Astorga consagró el templo a San Miguel, el recordar que aquí se estableció un escritorio en el que en 922, por petición del abad Alfonso y reinando Alfonso III, el monje Magius hizo una copia iluminada de los Comentarios del Apocalipsis del Beato de Liébana, códice actualmente conservado en la Biblioteca Morgan de Nueva York. Pero esto sólo fue el principio, pues después el monasterio conocería la labor fructífera del abad Sabarico, que en 1050 aumentó los monjes de la comunidad; el asentamiento de otros franceses llegados de San Rufo de Avignon, según disposición de Alfonso VII en 1155, y la construcción de la capilla románica de San Fructuoso y la torre. Una historia desde el anonimato y el retiro que culminó con la Desamortización. A partir de entonces el expolio y el abandono.
A pesar de todo siguen en pie importantes testimonios que estamos obligados a valorar, conservar y transmitir a las generaciones futuras. El más espectacular es la iglesia, con sus tres naves separadas por arcos de herradura apeados sobre columnas de mármol con capitel, sus ábsides abovedados con planta de herradura, tres arcos en la cabecera a modo de iconostasio y cubiertas de madera con pinturas del siglo XV en la central. Pero si hay algo que define la fisionomía de todo el complejo es el excepcional pórtico orientado al sur que se levantó en el siglo X, compuesto por doce arcos sobre columnas, siete de ellos con capiteles cordobeses de estilo califal y otros cinco reaprovechados de construcciones visigóticas o romanas, como todos los del interior. No faltan en el recinto ejemplos ilustrados, pues por el edificio se reparten elementos ornamentales esculpidos en forma de frisos, canceles y celosías que muestran motivos geométricos de aire céltico y otros de inspiración floral junto a animales esquemáticos. A ello se suma una importante colección epigráfica insertada en los muros.
De la primitiva torre de tres plantas sólo se conserva uno de los cuerpos y junto a ella está adosada la hermética capilla de San Fructuoso, también conocida como Panteón de los Abades, que como la torre es una construcción románica. Estos restos se yerguen exentos, majestuosos, en un paisaje de grandes valores ecológicos, inmersos en un silencio apenas interrumpido por el canto de los pájaros.
Dada la importancia del monumento, la Junta de Castilla y León comenzó hace años una serie de intervenciones orientadas a evitar la degradación del edificio, siendo la más importante la dedicada al saneamiento de las cubiertas y a preservar a la construcción de las humedades propias del frío clima de León. Como primer paso era comprensible, pero esta joya del patrimonio necesita mucho más.
Después de la reciente intervención de la Conserjería de Cultura y Turismo de la Junta de Castilla y León y la cofinanciación de la obra por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional de la Unión Europea, comenzaron los problemas en el lugar, problemas que en algunos casos enmascaran intenciones espurias de una y otra parte.
Por un lado se ha puesto de manifiesto la política de autocomplacencia de la Consejería de Cultura, que no ha tenido otra ocurrencia que colocar un gran panel explicativo, de forma cúbica y con diseño pretendidamente vanguardista, junto a una pasarela que le une al monasterio, instalación que distorsiona la visión del majestuoso monumento y queda convertido en un irrespetuoso pegote fuera de lugar, lo que denota un afán descarado de propaganda política y una falta de sensibilidad ante lo que se supone debe salvaguardar.
Este elemento disonante ha provocado un movimiento de protesta de gran alcance, incluidas las redes sociales de Internet, donde bajo el anonimato que permite el sistema se han movido como pez en el agua nacionalistas leonesistas y otros grupos que han aprovechado la metedura de pata de la Conserjería de Cultura para echar leña al fuego. Y nunca mejor dicho, porque el punto álgido de la polémica se produjo el pasado sábado, día 21 de noviembre, cuando unos desconocidos destrozaron los cristales del cubo y lo prendieron fuego tras rociarle con gasolina, con el consiguiente perjuicio para el monumento. Ante este hecho, el delegado de la Junta ha exagerado los efectos y ha manifestado, no sin cierto cinismo, que iban a retirar el polémico cubo este mismo mes.
Desde aquí sólo deseamos que no se cumpla aquello de "unos por otros la casa sin barrer". Afortunadamente, en defensa de San Miguel de Escalada también comienzan a escucharse voces y opiniones serias, empezando por la alcaldesa de Gradefes y algunos movimientos y particulares que realizan apasionados trabajos en defensa del monasterio y los difunden a través de webs y blogs.
A ellos nos unimos, siempre apoyando una rehabilitación integral de San Miguel de Escalada a través de un plan director de largo alcance, un plan respetuoso que contemple entre otros aspectos:
• La puesta en valor de los edificios conservados del priorato.
• La remodelación del entorno, con el máximo respeto al paisaje.
• Construcción de un aparcamiento sin impacto visual en el monumento.
• Remodelación de los accesos viarios.
• Construcción de servicios para los visitantes.
• Creación de un centro de recepción, información o de interpretación de un "scriptorium", dotado de seguridad y vigilancia.
• Iluminación del monumento.
Para finalizar, queremos solicitar a la Conserjería de Cultura y Turismo de la Junta de Castilla y León que de ahora en adelante sea más sensible a las opiniones de los defensores del patrimonio y que se pongan manos a la obra en este caso concreto, que para eso les han elegido los ciudadanos. A los otros decirles que desde Valladolid consideramos a los leoneses como hermanos, que corren tiempos de unirse, no de separarse, que hemos recorrido muchos siglos de historia unidos y que tenemos toda una vida por delante para luchar juntos por la defensa de nuestras señas de identidad y de nuestro futuro.
Informe: J. M. Travieso.
Fotos tomadas del blog Beatus Ille / Autor del video Atarceder en Escalada: Alfredo Escalada (You Tube).
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Sección Estudios de Arte
23 de noviembre de 2009
Navidad 2009: Visita al Centro de PROPUESTAS AMBIENTALES EDUCATIVAS (PRAE), 23 de diciembre 2009
Dentro de la programación especial NAVIDAD 2009 el miércoles 23 de diciembre está prevista la visita al Centro de Propuestas Ambientales Educativas (PRAE) y a las exposiciónes "Ave Fénix" y "Flora humilis, plantas silvestres de Castilla y León" que se presentan actualmente. Al acto pueden inscribirse todos los socios de Domus Pucelae.
INFORMACIÓN PARA LOS INTERESADOS:
• Lugar: CENTRO DE PROPUESTAS AMBIENTALES EDUCATIVAS (PRAE CyL), Cañada Real, Valladolid.
• Hora: 16:30 h.
• Entrada gratuita.
• Sin limitación de aforo.
• Inscripciones: Por correo en la dirección domuspucelae@gmail.com o llamando al teléfono 608419228 de 18 a 20,30 h., desde la publicación de este anuncio hasta el 14 de diciembre.
• Nota: Al realizar la inscripción se debe indicar el medio de transporte a utilizar, pues existe la posibilidad de utilizar el autobús urbano hasta este centro.
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Información de Domus
Navidad 2009: Proyección del documental ACTIVIDADES DOMUS 2008-2009, 18 de diciembre 2009
Dentro de la programación especial NAVIDAD 2009 el viernes 18 de diciembre está prevista la proyección del documental sobre las "Actividades de Domus 2008-2009", acto al que pueden inscribirse todos los socios y simpatizantes de Domus Pucelae.
INFORMACIÓN PARA LOS INTERESADOS:
• Lugar: CENTRO CÍVICO VICENTE ESCUDERO, calle Travesía Verbena,Valladolid.
• Hora: 20:30 h.
• Entrada gratuita.
• Sin limitación de aforo.
• Inscripciones: Por correo en la dirección domuspucelae@gmail.com o llamando al teléfono 608419228 de 18 a 20,30 h. a partir de la publicación de este anuncio y hasta el 7 de diciembre.
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20 de noviembre de 2009
Navidad 2009: Visita a la Exposición EL BODEGÓN ESPAÑOL, 31 de diciembre 2009
Dentro de la programación especial NAVIDAD 2009 el jueves 31 de diciembre está prevista la visita a la exposición "El Bodegón Español en el Prado", acto al que pueden inscribirse todos los socios de Domus Pucelae.
INFORMACIÓN PARA LOS INTERESADOS:
• Lugar: SALA DE EXPOSICIONES DEL MONATERIO DE PRADO, Valladolid.
• Hora: 11 h.
• Visita guiada con entrada gratuita.
• Grupo limitado de 25 personas. Nota: Si las solicitudes excedieran este número se programaría una tercera visita en fecha por determinar.
• Inscripciones: Por correo en la dirección domuspucelae@gmail.com o llamando al teléfono 608419228 de 18 a 20,30 h. a partir de la publicación de este anuncio hasta el 30 de noviembre.
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Navidad 2009: Visita al MONASTERIO DE PRADO, CORTES DE CASTILLA Y LEÓN Y CENTRO CULTURAL MIGUEL DELIBES, 26 de diciembre 2009
Dentro de la programación especial NAVIDAD 2009 el sábado 26 de diciembre está prevista la visita al Monasterio de Nuestra Señora de Prado, al Centro Cultural Miguel Delibes y a las Cortes de Castilla y León, acto al que pueden inscribirse todos los socios de Domus Pucelae.
INFORMACIÓN PARA LOS INTERESADOS:
• Lugar: OFICINA DE TURISMO DE LA ACERA DE RECOLETOS, Valladolid.
• Hora: 11:25 h.
• Autobús y visitas gratuitas.
• Grupo limitado de 50 personas.
• Inscripciones indicando el DNI: Por correo en la dirección domuspucelae@gmail.com o llamando al teléfono 608419228 de 18 a 20,30 h. a partir de la publicación de este anuncio hasta el 30 de noviembre.
Para la visita es imprescindible la presentación del DNI.
Visita guiada en colaboración con el Exmo. Ayuntamiento de Valladolid
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Navidad 2009: Visita a la Exposición EL BODEGÓN ESPAÑOL, 22 de diciembre 2009
Dentro de la programación especial NAVIDAD 2009 el martes 22 de diciembre está prevista la visita a la exposición "El Bodegón Español en el Prado", acto al que pueden inscribirse todos los socios de Domus Pucelae.
INFORMACIÓN PARA LOS INTERESADOS:
• Lugar: SALA DE EXPOSICIONES DEL MONATERIO DE PRADO, Valladolid.
• Hora: 17:30 h.
• Visita guiada con entrada gratuita.
• Grupo limitado de 25 personas.
• Inscripciones: Por correo en la dirección domuspucelae@gmail.com o llamando al teléfono 608419228 de 18 a 20,30 h. a partir de la publicación de este anuncio hasta el 30 de noviembre.
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Navidad 2009: Proyección del audiovisual VIAJE A LA COSTA AMALFITANA, 11 de diciembre 2009
Dentro de la programación especial NAVIDAD 2009 el viernes 11 de diciembre se realizará la proyección del documental "Viaje a la Costa Amalfitana", acto al que están invitados todos los socios y simpatizantes de Domus Pucelae.
INFORMACIÓN PARA LOS INTERESADOS:
• Lugar: SALÓN DE ACTOS DE CAJA CÍRCULO, calle Claudio Moyano,Valladolid.
• Hora: 18 h.
• Entrada gratuita, limitada al aforo de la sala.
• Inscripciones: Por correo en la dirección domuspucelae@gmail.com o llamando al teléfono 608419228 de 18 a 20,30 h. a partir de la publicación de este anuncio hasta el 30 de noviembre.
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19 de noviembre de 2009
Viaje: Crónica de un fascinante recorrido por Córdoba y Sevilla en otoño
Con motivo de las vacaciones del Puente de Todos los Santos, hemos llegado a las provincias de Córdoba y Sevilla, aunque en el trayecto también nos acercamos al castillo de Baños de la Encina, en la provincia de Jaén, y a la ciudad de Zafra, en la provincia de Badajoz.
Cuando llegamos a Andalucía la temperatura había subido considerablemente. Hacia calor y queríamos ver muchas cosas, aunque el tiempo escaseaba. Hacía muchos años que no subíamos a Baños de la Encina, donde han arreglado los accesos al castillo y se ha realizado una buena restauración en sus muros, torres árabes y torre del homenaje, que fue construida tras la conquista, cuando Baños era una ciudad gobernada por un señor feudal.
Sin comer y con ganas salíamos hacia Medina Azahara, que recientemente ha sido abierta al público después de algunos años de obras. El nuevo lugar de recepción de visitantes es realmente extraordinario. Quedamos muy satisfechos de las instalaciones, que cuentan con una buena cafetería y restaurante, una tienda donde se venden libros de la cultura árabe y de Córdoba en particular, una sala de proyecciones que emite documentales sobre la ciudad objeto de la visita, un museo y un mirador en la parte superior. Hacían falta estas instalaciones para lograr transmitir al visitante las innumerables bellezas, la calidad de los materiales de construcción y de los artistas que trabajaron para Abderramán II y su hijo, durante los 74 años que esta ciudad palaciega fue disfrutada por los califas cordobeses.
Cuando terminó la visita a las instalaciones, un autobús lanzadera nos acercó a los yacimientos arqueológicos, que son fascinantes. Nos faltó una media hora para haberlo recorrido sin tanta “presión”, pero además hemos pensado en una nueva cita cuando pasen los veinte meses previstos por los técnicos para restaurar el “Salón Rico o salón de Abderramán III", que está en pleno proceso de restauración. Sobre la restauración se puede opinar, pero para el gran público que visita las instalaciones arqueológicas, pensamos que son muy adecuadas. En el recinto museístico de la recepción, ya citado, hay una maqueta que describe perfectamente los tres estadios de la ciudad, cuyo lujo y esplendor debía dejar boquiabiertos a todos los que tenían el privilegio de acudir por cualquier motivo a esta ciudad cortesana que dista sólo 8 kilómetros de Córdoba.
Pero todo lo bueno se acaba, los últimos califas, que además de ineptos eran crueles, no quisieron vivir en esta ciudad por una serie de acontecimientos. La ciudad fue saqueada en el año 1010 por los pueblos procedentes de norte de África y años más tarde víctima de un incendio. Cuando su glorioso pasado ya era una ruina, los cristianos conquistaron la ciudad en 1236, sirviendo estos yacimientos de cantera para construir viviendas cerca de la zona de excavación. En el siglo XX, concretamente en 1911, comenzaron las campañas de excavación que han durado prácticamente todo el siglo pasado.
Llegamos a Córdoba alrededor de las seis de la tarde, encontrando que la calle que transcurre paralela al río y a los muros de los Alcázares Cristianos tenía más zanjas que en Madrid. Esto nos dificultó un fácil aparcamiento y nos demoró nuestro acceso a la Mezquita. Realmente es un lujo que este maravilloso templo se ubique en Córdoba. Creemos sinceramente que la Mezquita de Córdoba no tiene rival estético, especialmente cuando se llega a últimas horas de la tarde, cuando llegamos nosotros y encontramos entre dos luces el palmeral de columnas, arcos y dovelas, cúpulas y mosaicos. Es una sensación difícil de describir, pero cuando se entra en el laberinto de columnas y se pasea, cuando se observa y cuando se contempla, las personas sin darse cuenta quedan atrapadas para siempre en este ambiente andalusí, sobrecogidas por el edificio construido durante los siglos de historia del califato, de su cultura y su arte. Todo una lección magistral plasmada en piedra y ladrillo junto al río Guadalquivir.
Las diferentes ampliaciones, que se sucedieron después de que Abderramán I mandara construir su mezquita, fueron marcando el refinamiento y la elegancia, a pesar de que muchos de sus materiales fueran reciclados y la calidad de los mismos tampoco fuera una cosa excepcional. Fue la ampliación de Al-Hakán II la que ha dejado una impronta que es difícil de olvidar. Es de un refinamiento, de una belleza y una delicadeza que contemplar este espacio es trasladarse a rincones islámicos de Siria y del norte de África.
Cuando salimos ya era noche cerrada y había una sensación particular, pues la luna iluminaba el patio de los naranjos y no había nadie en aquel recinto mitad cristiano, mitad musulmán, que desde el siglo V siempre ha servido para adorar a Díos.
Alrededor de las nueve llegamos al hotel de Sevilla, enseguida distribuimos las habitaciones y la cena de bienvenida fue rica, variada y reponedora, teniendo en cuenta que la comida había sido rápida y frugal, reducida apenas a 10 minutos a la sombra del autobús en el parking de Medina Azahara.
Después de la cena salimos a recorrer el casco antiguo de Sevilla. Llegamos por el faro de la Giralda a las puertas de la Catedral, contemplamos los paños sebka que los almohades dejaron plasmados en los muros de la Giralda. Después entramos en el Barrio de Santa Cruz, que curiosamente estaba vacío; sólo algunas personas cenaban en los pocos espacios que el barrio cede a viajeros y visitantes.
De regreso al hotel por la calle Zaragoza y hasta la estación de Plaza de Armas pocas personas pudimos ver por la calle, aunque dicho sea de paso, la hora ya superaba la medianoche.
Al día siguiente era 31 de octubre, en otros tiempos Día del Ahorro. Nos pusimos en marcha hacia la Casa de Pilatos y cada vez que entramos en este palacio mudéjar del siglo XIV nos gusta más. Es realmente elegante el patio con sus bellas columnas y sus decoraciones mudéjares. Recorrimos las habitaciones que sus propietarios ocupaban durante el verano buscando el frescor de sus jardines colindantes, y la residencia palaciega de la parte superior, levantada para buscar el abrigo en el invierno sevillano. Hace unos años, después de una serie de acontecimientos desfavorables provocados por uno de los hijos de la duquesa, esta cambió es estatus de su palacio y pasó, junto con el Hospital de Tavera en Toledo, a una fundación que lleva el nombre de la duquesa de Medinaceli (Ciudad del Cielo).
Cuando salimos del palacio de Medinaceli fuimos a las puertas del Palacio de las Dueñas, residencia oficial de la Duquesa de Alba en Sevilla, posiblemente la ciudad preferida de Dª Cayetana.
Después fuimos a la iglesia de San Pedro para contemplar el alminar árabe que todavía conserva gracias que en su último piso se construyó un campanario cristiano. Ese día se celebraban en Sevilla de bodas de postín, pues vimos a muchas señoras y caballeros ataviados con ropas que prejuzgamos no han sufrido la crisis económica. Nos recordaba, a los que vivimos en los años 70, aquella canción que cantaba Pablo Guerrero.
En la Plaza de la Encarnación, donde en otros tiempos había un amplio solar donde aparcábamos los coches, están edificando un mercado y unas torres que han roto la estética del lugar. Es realmente penoso ver construir un edificio tan horrendo.
Cuando se llega a las puertas del Palacio de la Condesa de Lebrija la expectación crece, ya que es un palacio lleno de riquezas compradas por una rica viuda, con antigüedades romanas procedentes de Itálica, de los siglos I y II d.C., la biblioteca, la vajilla inglesa y quizás lo que más llame la atención es una especie de biombo español con un montón de carruajes de la nobleza española, obra espectacular. Una salita con decoración marroquí de los años 20 y otra, muy confortable, con pinturas de autores modernos. Una buena colección, aunque mal instalada.
La parte de abajo presenta mosaicos, esculturas, arcadas mudéjares, algunos elementos de la vida cotidiana de Itálica, unas bellas escaleras con azulejos procedentes de otro palacio sevillano del XVI y la vivienda de la citada condesa.
Con un guía local nos fuimos a la catedral, donde recorrimos las principales capillas, aunque nos dio un paseo más ligero que el vuelo de un ave y menos denso que una taza de chocolate. Pasó de puntillas por el retablo mayor y el coro, no quiso ver la Capilla Real con la excusa de que habría una boda mas tarde. En la sacristía se detuvo en anécdotas populares y pasó de los Murillos. Otras importantes capillas ni las citó. Después algunos subieron a la Giralda.
La Catedral de Sevilla, el Patio de los Naranjos y la Giralda merecen la visita de una mañana entera, pero será para otra ocasión.
Llegamos a los Reales Alcázares. La sensación que tuvimos en la catedral se volvió a repetir. Se detuvo en los patios y en la portada del Palacio, sin embargo no pudimos visitar los jardines porque la tarde se acababa y nos hicieron salir de la capilla del palacio.
Acabamos el día con la visita al barrio de Santa Cruz, plaza de doña Elvira, plaza de España, antiguos edificios de la Expo del 29 y de la Expo 92.
Después de cenar fuimos gran parte de la expedición hacia el Barrio de Triana, donde recorrimos el tramo que hay entre el puente situado junto a la Estación de la Plaza de Armas y el puente trazado por Gustavo Eiffel.
El domingo, antes de partir hacia a Carmona, fuimos a visitar el Hospital de la Caridad, donde Valdés Leal y Murillo dejaron grandes importantes obras en sus muros, aunque el general Soult, de infausto recuerdo para el hospital, mandó expoliar cuadros magníficos pintados por Murillo que hoy se encuentran dispersos por varios museos internacionales. En la actualidad han vuelto copias de los cuadros del genial artista sevillano para acupar sus lugares originales.
Don Miguel de Mañara fue el gran artífice del reformismo espiritual de este hospital en sólo 17 años. Modificó y llenó de pinturas barrocas el citado lugar, que es una de las grandes perlas sevillanas, edificado sobre las antiguas reales atarazanas construidas por el rey Alfonso X, aquel que dio su divisa a la capital sevillana (NO-DO).
Cuando llegamos a Carmona pasaban las 11 de la mañana. Las obras en los accesos y una vuelta ciclista nos retrasó la entrada, aunque el recorrido fue magnifico. La antigua mezquita, hoy convertida en iglesia de Santa Maria de la Gracia, tiene un retablo más propio de una catedral que de una iglesia parroquial. Pasamos por la Puerta de Sevilla, cartaginesa y romana, y más tarde por un baluarte medieval en la reconquista, el Convento de Santa Clara, que guarda pinturas al estilo de Zurbarán y un bello claustro. Después por el mercado, en el antiguo claustro de un monasterio exclaustrado y finalmente por el Palacio del marqués de Torres, hoy convertido en un museo arqueológico.
Tras la comida pudimos acércanos al antiguo alcázar de D. Pedro I de Castilla, donde algunos tuvieron la suerte de tomar café, pues el servicio no era todo lo ágil que se podía esperar.
Tras llegar a Sevilla, fuimos a la Basílica de la Macarena, que aunque construida en 1949 tiene el sabor barroco de los templos sevillanos, Se celebraba una exposición de artículos de pasión y de la Cofradía, que hacia unos días que el vallisoletano cardenal Amigo había inaugurado.
Después de visitar la Macarena, el día finalizó en un recorrido entre dos luces en un barco por el Guadalquivir, un buen broche para nuestra estancia en la ciudad bética.
Al día siguiente, para finalizar nuestra visita a Sevilla, nos acercamos al Museo de Bellas Artes, situado a unos cientos de metros del hotel, para visitar la exposición de la Colección de la Duquesa de Alba y contemplar los Murillos y Zurbaranes depositados en las impresionantes instalaciones del antiguo convento de la Merced.
Salimos hacia Bollullos de la Mitación para contemplar la antigua mezquita, recientemente restaurada y convertida en la actualidad en la ermita de Cuatrovitas. Todo magnifico si no fuera porque en sus alrededores se había celebrado una romería y las bolsas de plástico cubrían parte de la zona que tiene cedida la cofradía para honrar a la Virgen, aquella que un pastor en los primeros años de la reconquista encontró en un antiguo pozo que se usaba en tiempos almohades para alimentar la fuente de las abluciones.
Eran las 12 de la mañana cuando dejamos de ver la silueta de la Giralda, no sabemos si cuando volvamos a Sevilla ya habrán edificado la polémica torre cuyos cimientos ya están excavados en la zona de la isla de la Cartuja.
Eran casi las 2 de la tarde cuando llegamos a Zafra, último destino previsto en el viaje. Allí hicimos un recorrido por las plazas Grande y Chica, por la iglesia de Santa Maria. Pasamos por el hospital de Santiago, muy modificado con el paso del tiempo, del que sólo se conserva con dignidad la portada gótica.
Antes de finalizar el recorrido, visitamos las instalaciones del Parador Nacional de Turismo, antiguo palacio de los duques de Frías y, en la misma plaza, un palacio mudéjar cuyo aspecto exterior transmitía malas sensaciones. Pasadas las 14,30, un pequeño grupo se acercó al convento de las Claras con la intención de ver el museo mudéjar instalado en algunas salas de convento, pero ahora el museo está transferido a la Junta de Extremadura y debido a la hora y a que era lunes ese día estaba cerrado. Por el contrario, las monjas nos abrieron la iglesia y pudimos contemplar las tumbas de los ascendientes de los duques de Frias y la imagen de la Virgen del Valle.
Antes de abandonar las instalaciones conventuales muchos pudimos colaborar con la comunidad de clarisas de Zafra comprando dulzainas, entre las que destacaban la perronillas y los famosos corazones de obispo, que son un autentico manjar.
A las 16,30 salimos de Zafra y sobre las diez de la noche llegamos a Valladolid, donde el cambio de tiempo era ya evidente, después de haber disfrutado de temperaturas que recordaban los primeros días de Septiembre.
Ilustraciones: 1 Castillo de Baños de la Encina. 2 Panorámica de Medina Azahara. 3 Detalle de la Mezquita de Córdoba. 4 Patio de la Casa de Pilatos en Sevilla. 5 Antiguo minarete de la mezquita de Bollullos de la Mitación (Sevilla).
Informe y fotografías: Radical
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Reportajes de Viajes
18 de noviembre de 2009
Presentación del libro: "IMHOTEP, arquitecto, sabio y dios", de Daniel Villalobos, 28 de noviembre 2009
El sábado 28 de noviembre será presentada la publicación "Imhotep, arquitecto, sabio y dios", de la que es autor Daniel Villalobos Alonso y que ha sido editada en colaboración con COACYLE Valladolid, Universidad de Valladolid y la Asociación Cultural Domus Pucelae.
En el acto de presentación, que se celebrará a las 11 horas en el Salón de Actos de Caja Círculo, calle Rastro s/n, Valladolid, el autor ofrecerá una breve conferencia sobre este médico y astrónomo del antiguo Egipto, que además está considerado como el primer arquitecto conocido de la historia.
Al término del acto se entregará un ejemplar a cada socio asistente de forma gratuita. No se entregarán ejemplares a los socios que no estén presentes.
Asimismo, los asistentes podrán adquirir los ejemplares que deseen al precio especial de 7 €.
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17 de noviembre de 2009
Historias de Valladolid: EL PATIO DE LAS TABAS, un curioso pavimento óseo
Entre las calles de Santiago y María de Molina, en el mismísimo corazón de Valladolid, el paseante o visitante puede encontrar un edificio que ofrece varias sorpresas. La primera de ellas es que, traspasados los pasadizos característicos de un moderno centro comercial, publicitado como “Las Francesas”, se accede nada menos que a un elegante patio gótico de piedra en torno al cual se articulan diferentes negocios. Enseguida uno se da cuenta de que el patio es una reliquia del pasado que ha sobrevivido milagrosamente, encorsetado y amordazado por un bloque de viviendas de gran altura, polémica construcción que al paso de los años se presenta tan anodina como vil ejemplo de la feroz especulación padecida por la ciudad en fechas no muy lejanas.
La segunda sorpresa, si se repara en ello, es encontrar un pavimento muy singular en la galería inferior del patio, en realidad claustro del que fuera convento de Santa Cruz, de la Orden de las Comendadoras de Santiago, ya que no está realizado con losas de piedra, baldosas cerámicas o tarima, como es lo habitual, sino con un empedrado de guijarros seleccionados y multitud de huesos, concretamente tabas o astrágalos de animales. Del mismo modo que las teselas de los mosaicos, los pequeños cantos rodados, en los que predominan los que tienen una forma alargada, aparecen fijados con mortero y formando recuadros y orlas que configuran una decoración de tipo geométrico. De modo muy hábil se disponen en forma de espiga y siguen líneas sinuosas, estableciendo un largo tapiz formado por sucesivas composiciones cuadradas en las que predomina la simetría y los motivos de reminiscencia mudéjar.
Pero lo más curioso, por su rareza, es el uso de miles de tabas para remarcar, con su tono blanquecino y colocadas formando cordones, las líneas maestras del dibujo, de modo que este curioso empedrado, que sigue la modalidad tradicional y popular del "enchinado", aparece como un armonioso y original pavimento a dos colores que recubre la totalidad de las galerías. A pesar de estar convertido en espacio público desde hace ya muchos años y de acusar el desgaste de las piezas de hueso, el pavimento presenta un excelente estado de conservación, demostrando la eficacia y la maestría alcanzada en el uso de materiales tan modestos y rudimentarios. No obstante, es frecuente que no se valore esta peculiaridad constructiva en las guías turísticas o artísticas, cuyos autores rechazan abordar estas ingeniosas soluciones procedentes de la arquitectura popular castellana del siglo XVI, siendo muy frecuentes los empedrados, o mejor dicho, la citada técnica conocida como enchinado o enchinarrado, en aquellos conventos donde los recursos eran escasos (Convento de Santa Isabel), lo mismo que ocurría con la denostada arquitectura de adobe, aunque su funcionalidad como piso firme hizo que también se generalizase en zaguanes, patios de muchos palacios (entre ellos el Palacio Real de Valladolid) y en pórticos de iglesias, poniendo de manifiesto que el ingenio de los artesanos creativos bien podía suplir a los nobles materiales que conseguía el dinero.
A juzgar por la calidad de la sillería y la talla del claustro, y por el origen fundacional del convento, la elección de tan artesanal pavimento no debió obedecer a la escasez económica, sino a su demostrada resistencia. Su ejecución pudo realizarse ya muy avanzado el siglo XVI o incluso en el XVII, siendo la última obra rematada en aquella clausura.
EL ANTIGUO CONVENTO DE LA COMENDADORAS DE LA SANTA CRUZ
Este convento vallisoletano fue fundado en 1487 bajo la advocación de Santa Cruz por las hermanas doña María de Zúñiga y doña María de Fonseca, que cedieron sus viviendas de la calle del Campo (calle Santiago) para levantar un convento en el que ellas mismas ingresaron, destinado a acoger a las comendadoras hijas y mujeres de los prestigiosos Caballeros de Santiago.
De aquel primitivo edificio sólo se ha conservado el claustro que aquí se menciona, cuyo pago en 1537 le documenta como obra del maestro cantero Fernando de Entrambasaguas, que lo debió de terminar hacia 1530. A pesar de levantarse en un momento en que ya primaban las soluciones renacentistas, la traza sigue un trazado arcaico para su tiempo, aunque esmeradamente trabajado, con elementos góticos tomados de otros patios vallisoletanos levantados con anterioridad.
Tiene planta cuadrada y tres pisos, los dos inferiores compuestos por arcos escarzanos y el superior recorrido por vigas de madera sobre zapatas y un amplio voladizo sobre canecillos. Su elemento decorativo más destacado son los pretiles o antepechos calados que, a modo de barandas, ofrecen un variado muestrario de tracerías góticas muy bien trabajadas y en excelente estado de conservación. Los pretiles, arcos y capiteles siguen los modelos ya experimentados en la ciudad en los patios de San Gregorio y Santa Cruz, como también se hiciera en los claustros de los conventos de Santa Isabel y Santa Catalina, mientras que el tercer piso repite soluciones utilizadas en el Palacio de los Vivero y en la Casa de los Zúñiga. En el centro del patio se conserva una fuente, con taza y estanque, que está rodeada por un banco de piedra corrido alrededor. La gran escalera que conduce a los pisos superiores hoy está restringida a los usuarios de las viviendas, las galerías han sido acristaladas y el centro de este recoleto espacio, al menos hasta hace poco tiempo, es utilizado para la presentación de automóviles. ¡Qué cosas!
Del conjunto conventual también se conserva la iglesia, aunque se trata de un edificio muy posterior al claustro, comenzado en el siglo XVII y terminado en 1734, con una portada barroca que preside un pequeño patio o compás, decorada con esculturas de Pedro de Ávila y adosada a un costado de la nave. La iglesia sigue la funcionalidad conventual femenina, con una sola nave de planta cruciforme, capillas poco profundas entre contrafuertes, recorridas por balcones superiores, un escueto crucero coronado con cúpula y un largo coro a los pies separado por una reja. De su dotación se conserva un discreto retablo mayor neoclásico, dedicado a Santiago Batallador, que también fue elaborado por Pedro de Ávila para sustituir a otro de Esteban Jordán (hoy en la localidad de Ciguñuela). Sus bóvedas se decoran con suntuosas yeserías barrocas, similares a las de otras iglesias vallisoletanas, atribuidas a Matías Machuca. A través del citado compás el convento se abría a la céntrica calle de Santiago mediante un pórtico y una austera portada, adintelada y herreriana, realizada por Francisco de Mora.
La comunidad de las Comendadoras de Santa Cruz estuvo en activo hasta la Desamortización. Tiempo después el convento fue ocupado por las Dominicas Francesas, dedicadas a la enseñanza, que dieron el nombre actual al céntrico recinto. Cuando estas se trasladaron a su nueva sede en la Huerta del Rey, en la década de los setenta, se derribaron las dependencias colegiales en medio de una fuerte polémica y el claustro se mantuvo en el interior de la edificación privada, convertido en un pasaje público totalmente descontextualizado. La iglesia fue adquirida por el Ayuntamiento de Valladolid para reconvertirla en sala municipal de exposiciones. Al encontrarse todo ello en el espacio inmobiliario más caro de la ciudad, es posible que los responsables de la piqueta tengan la conciencia tranquila por haber preservado el claustro y la iglesia. Pero, ¿por amor al patrimonio o como simple pretexto para edificar toda una céntrica manzana? Seguramente por tener una mentalidad bastante más dura que las piedras del Patio de las Tabas.
Ilustraciones: 1 Detalle del pavimento de guijarros y tabas. 2 Aspecto actual de una de las galerías. 3 Vista parcial del claustro. 4 Detalle decorativo del pavimento. 5 Taba o astrágalo animal.
Informe y fotografías: J. M. Travieso.
Registro Propiedad Intelectual - Código: 1104108944798
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Registro Propiedad Intelectual - Código: 1104108944798
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Historias de Valladolid
14 de noviembre de 2009
Música en noviembre: OS ANIMAIS, de Luar na lubre
Hemos elegido para este otoño una muestra de la animada música celta del repertorio del grupo gallego Luar Na Lubre.
Este grupo es, hoy por hoy, una de las formaciones más importantes de folk en Galicia, con un amplio historial tras de sí. Su fama ha traspasado fronteras desde que el prestigioso músico británico de ascendencia irlandesa, Mike Oldfield, se interesó por su música. A partir de ahí, un rosario de premios, buenas críticas, actuaciones en los mejores escenarios y dos disco de oro conforman una larga historia musical.
OS ANIMAIS / LOS ANIMALES
os animais de dous en dous / Los animales de dos en dos
u-ah!, u-ah! / u-ah, u-ah!
os animais de dous en dous / Los animales de dos en dos
u-ah!, u-ah! / u-ah!, uah!
van subindo á Arca de dous en dous / van subiendo al Arca de dos en dos
o boi, a vaca e o caracol / el buey, la vaca y el caracol
e soben cando chove e cando fai calor / y saben cuando llueve y cuando hace calor
os animais de tres en tres / Los animales de tres en tres
u-ah!, u-ah! / u-ah!, h-ah!
os animais de tres en tres / Los animales de tres en tres
u-ah!, u-ah! / u-ah!, u-ah!
van subindo á nave de tres en tres / van subiendo a la nave de tres en tres
a garza farta e o cempés / la garza, la oruga y el ciempiés
din adeus coa súa patiña, andando do revés / dicen adiós con su patita, andando del revés
os animais de catro en catro / Los animales de cuatro en cuatro
u-ah!, u-ah! / u-ah!, u-ah!
os animais de catro en catro / Los animales de cuatro en cuatro
u-ah!, u-ah! / u-ah!, u-ah!
van de catro en catro os animais / van de cuatro en cuatro los animales
e o saltón saltou de máis / y a un saltamontes con grandes saltos
quere pillalo un home que filma documentais / quiere pillarlo un hombre que filma documentales
os animais de cinco en cinco / Los animales de cinco en cinco
u-ah!, u-ah! / u-ah!, u-ah!
os animais de cinco en cinco / Los animales de cinco en cinco
u-ah!, u-ah! / u-ah!, u-ah!
e se van marchando en procesión / y se van marchando en procesión
o lince, a ovella e o leirón / el lince, la oveja y el lirón
ao afundirse a Terra, acaba esta canción / al fundirse con la Tierra, acaba esta canción
cando se afunda a Terra, acaba esta canción / cuando se funde la Tierra, acaba esta canción
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Música
13 de noviembre de 2009
Exposición: EL BODEGÓN ESPAÑOL, del 11 de noviembre 2009 al 14 de febrero 2010
SALA MONASTERIO DE NUESTRA SEÑORA DE PRADO, VALLADOLID
Desde el 11 de noviembre en la sala de exposiciones del Monasterio de Nuestra Señora de Prado de Valladolid, junto al Puente Colgante, se muestra la exposición "El Bodegón Español en el Prado", con 61 obras de este género pictórico pertenecientes a los fondos del Museo del Prado y pintadas por una treintena de artistas que abarcan dos siglos y medio de producción. Entre los autores se encuentran maestros de la talla de Luis Meléndez, Juan van der Hamen, Antonio Pereda, Mateo Cerezo, Francisco de Zurbarán y Francisco de Goya.
La exposición, que ya ha recorrido Zaragoza, Santa Cruz de Tenerife y La Coruña, ofrece distintas interpretaciones del entorno humano, a partir de la naturaleza cotidiana, desde los inicios del Barroco hasta el Romanticismo, mostrando la evolución de un género que alcanzó su independencia artística en el siglo XVII. Las obras pertenecientes al Siglo de Oro reproducen naturalezas muertas con alusiones veladas a la fugacidad de la vida, mientras que las realizadas en el siglo de la Ilustración siguen otros principios estéticos en los que predominan las flores y los animales. Cierra la muestra la obra "Perros en traílla y útiles de caza", realizada por Goya para los Príncipes de Asturias. Como novedad se podrá contemplar en Valladolid el cuadro "Vendedores de frutas", del valenciano Jerónimo Jacinto Espinosa (1600-1667), recientemente adquirido por el Prado.
Con motivo de esta muestra se ha elaborado el audiovisual "El bodegón español en el Prado" y en ella se pueden concertar visitas guiadas.
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Exposiciones
Conciertos: MUSIQUEO, tardes de música en el Museo de León
CICLO DE CUATRO CONFERENCIAS Y CUATRO CONCIERTOS SOBRE HISTORIA Y MÚSICA
El ciclo que bajo el título Musiqueo celebramos anualmente en el Museo de León desde 2007 ya es conocido para muchos leoneses. La combinación de relato histórico y música que en él se lleva a cabo pone bajo los focos, en esta tercera edición, el tema del que tratan todas las conversaciones, asunto, por otra parte, ni nuevo ni muy distinto a lo largo de la historia: las crisis. Con esta palabra etiquetamos un período delicado, pero su significado encierra en especial la idea de un cambio, de una transformación, de ahí su dificultad, la de adaptarse a un nuevo orden de cosas, a un diferente estatuto de la realidad.
Las crisis son, de alguna manera, motor de la historia, y su estudio nos permite comprendernos más certera y profundamente cuando acertamos a explicar o, al menos, a comprender qué las provocó y cómo salimos de ellas. De cierta manera, el mundo siempre ha estado en crisis, pero algunas de ellas han jugado un papel especial en la crónica de la cultura occidental. Comenzamos este ciclo con el paso del Renacimiento al Barroco, una etapa en que el humanismo perdió cierta ingenuidad inicial, su optimismo congénito, y desembocó en una modernidad más irónica y más dramática. A continuación las revoluciones. La que parte de 1789 y marca el primer tercio del siglo siguiente. La de 1917, que abre un proceso que se topa no mucho después con el crack del 29. Y concluimos con la última (o penúltima mejor) de las crisis económicas, la del petróleo de 1973, que abrió el camino a un replanteamiento de nuestro futuro que, a la vista está, fue incompleto. Estamos en crisis, afrontémosla.
PROGRAMA
Viernes, 13 de noviembre
TIEMPO DE REVOLUCIÓN
Repertorio:
§ Cuarteto nº 14 en re menor, “La muerte y la doncella”,
D. 810 (1824) de F. Schubert
Allegro // Andante con moto // Scherzo: Allegro molto // Presto
Intérpretes:
Cuarteto Pallarés. David de la Varga (violín); Paula Padierna (violín); Iván Braña (viola) y Pelayo Tahoces, (violoncello).
Domingo, 22 de noviembre
LA CRISIS DEL CAPITAL
¡AMÉRICA, AMÉRICA!
Especial Día de la Música (Santa Cecilia)
Repertorio:
¤ Moritat vom Mackie Messer («Die Dreigroschenoper») [Kurt Weill (1900-1950)]
¤ Alabama Song («The rise and fall of the city Mahagonny»)[Kurt Weill]
¤ Nature’s Way [Charles Ives (1874-1954)]
¤ The Side Show [Charles Ives]
¤ Serenity [Charles Ives]
¤ Sure on this shining night [Samuel Barber (1910-1981)]
¤ Tilimbom («Trois Histoires pour enfants») [Igor Strawinsky (1882-1971)]
¤ But not for me [George Gershwin (1898-1937)]
¤ Someone to watch over me [George Gershwin]
¤ Summertime («Porgy and Bess») [George Gershwin]
Intérpretes:
Eva Juárez (soprano) y Jesús Ángel Rodríguez Recio (piano).
Viernes , 27 de noviembre
LA CRISIS DE LOS RECURSOS
Piezas musicales de los años setenta
Intérpretes: TRI-FULL-JAZ. Roberto González (teclado); Ángel González (batería) y Luis Quiñones (contrabajo); y Leticia Robles (voz).
MUSEO DE LEÓN
Plaza de Santo Domingo, 8.
Edificio “Pallarés”. (Entrada por la puerta lateral que mira al Instituto Juan del Enzina).
Aforo limitado a 120 asientos.
No se permitirá el acceso una vez comenzado el acto. Se ruega puntualidad.
Fechas:
Tres viernes (6, 13 y 27 de noviembre) en horario de 20 a 21 horas y un domingo (22 de noviembre) en horario de 13 a 14 horas.
Desarrollo:
Durante cerca de veinte minutos se explicará un tema de historia ilustrado con obras del Museo y, a continuación, durante treinta minutos aproximadamente, se efectuará una audición de temas musicales de las épocas abordadas.
Comentarios de historia del arte sobre las obras del Museo: Luis Grau (director del Museo).
Fotografía: Alegoría de la Música, (detalle), Alberto González, principios del s. XX, Museo de León.
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Publicación: MEDINA DE RIOSECO, CAMPOS Y TOROZOS EN EL SEMANARIO PINTORESCO ESPAÑOL, facsímil de Ventura García Escobar
PRÓXIMA PUBLICACIÓN DE DOMUS PUCELAE
El pasado viernes, 6 de noviembre, se cumplieron ciento cincuenta años del fallecimiento de Ventura García Escobar. Este político, poeta y dramaturgo riosecano, a pesar de su corta existencia, fue autor muy fecundo. Su amplia actividad literaria hizo que participara en revistas y publicaciones periódicas de la España romántica, muy especialmente en el Semanario Pintoresco Español, en la que se recogieron artículos de la más diversa especie, desde historia a literatura, desde etnografía al relato de viajes. En esa revista, García Escobar dejó muestras de su espíritu romántico, describiendo rincones, monumentos y costumbres, especialmente de su Medina de Rioseco natal y de la amplia zona de Tierra de Campos. Además, como aficionado al dibujo, ilustró sus textos con bocetos que en muchos casos han pasado a ser el único testimonio gráfico de su existencia una vez desaparecido el original. Escobar muestra una España convulsa, en plena crisis y evolución, en la que muchos monumentos desamortizados están en vías de extinción, como así ocurrió finalmente en muchos casos (monasterios de Matallana, Valdescopezo, Ceinos, etc).
El pasado viernes, 6 de noviembre, se cumplieron ciento cincuenta años del fallecimiento de Ventura García Escobar. Este político, poeta y dramaturgo riosecano, a pesar de su corta existencia, fue autor muy fecundo. Su amplia actividad literaria hizo que participara en revistas y publicaciones periódicas de la España romántica, muy especialmente en el Semanario Pintoresco Español, en la que se recogieron artículos de la más diversa especie, desde historia a literatura, desde etnografía al relato de viajes. En esa revista, García Escobar dejó muestras de su espíritu romántico, describiendo rincones, monumentos y costumbres, especialmente de su Medina de Rioseco natal y de la amplia zona de Tierra de Campos. Además, como aficionado al dibujo, ilustró sus textos con bocetos que en muchos casos han pasado a ser el único testimonio gráfico de su existencia una vez desaparecido el original. Escobar muestra una España convulsa, en plena crisis y evolución, en la que muchos monumentos desamortizados están en vías de extinción, como así ocurrió finalmente en muchos casos (monasterios de Matallana, Valdescopezo, Ceinos, etc).
Pero esos textos no sólo tienen un valor histórico sino también historiográfico: son una muestra de la nueva preocupación por lo medieval, por los estilos prerrenacentistas, monumentos cargados de un importante valor patrimonial y didáctico como mudos testigos del pasado. Por ello se decide a publicar sus descripciones y dejar constancia de su existencia antes de que el tiempo y la cruel desidia de los hombres, de la que tanto se queja, los arrasen. Preocupado por la conservación del patrimonio artístico, tuvo un papel destacado en esa zona terracampina como corresponsal de la Comisión Provincial de Monumentos.
Por ello, la figura de este poeta y dramaturgo riosecano será objeto de una inminente publicación editada por la asociación Domus Pucelae y elaborada por Ramón Pérez de Castro y Fernando Regueras Grande, que verá la luz el mes próximo. En ella se estudia, en primer lugar, la figura y periplo biográfico de García Escobar, arrancando con una breve historia de su familia, que en buena medida vino a configurar su carácter enérgico, liberal y romántico. Para ello se hace necesario reconstruir sintéticamente el momento en el que vivió y la sociedad riosecana de su tiempo, a través de los distintos hechos y procesos políticos de un momento tan complejo y convulso como la primera mitad del siglo XIX: desde los conatos ilustrados a la llegada del Canal de Castilla pasando por el saqueo de las tropas francesas tras la batalla del Moclín, la guerra carlista o los motines del pan. Un apartado que se completa con una pequeña evolución del panorama urbano de la localidad. Posteriormente se analizan los orígenes y desarrollo de la revista "El Semanario Pintoresco Español" y los inicios de la historiografía artistica. Por último, se recogen y facsimilan todos los textos que García Escobar editó en esta publicación, acompañados de un breve estudio histórico de cada monumento y su estado de conservación.
Una obra que viene a completar el escaso conocimiento que aún tenemos de esa bulliciosa actividad romántica cuya vertiente poética y dramática ya fuera abordada hace unos años por el profesor Pedro Ojeda Escudero en la única monografía dedicada a este escritor.
Informe: Ramón Pérez de Castro
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