DORMICIÓN DE
LA VIRGEN
Joan de
Salas (activo en Mallorca entre 1526 y 1538)
Hacia 1530
Madera con
restos de policromía
Museo de Mallorca,
Palma de Mallorca
Procedente
del Convento de Jesús de Palma (depósito del obispado de Mallorca)
Escultura
renacentista. Escuela aragonesa
Joan de Salas fue un escultor aragonés cuyos
trabajos aparecen documentados en Mallorca entre 1526 y 1538, cuando en el
panorama escultórico del Reino de Aragón destacaba la figura del gran maestro
valenciano Damián Forment, en cuyo taller había trabajado Joan de Salas y cuya
influencia sería notable sobre muchos escultores de la zona, especialmente en
el proceso de incorporación de modelos renacentistas, en el despliegue de un
nuevo tipo de decoración y en el clasicismo de las arquitecturas durante las
primeras décadas del siglo XVI.
Joan de Salas llegaba a Mallorca plenamente formado
en la tradición tardogótica para realizar trabajos de escultura en madera y
piedra. Recién llegado, este escultor suscribía dos contratos seguidos. El 22
de febrero de 1526, acordaba con el Capítulo de la catedral, mediante documento
notarial, la realización en piedra de Santanyí del portal del coro
catedralicio, así como dos cruces en madera de nogal que señalarían los puestos
de entrada al coro. Dos días después, Joan de Salas firmaba el compromiso, con
dos representantes de la iglesia de Santa Eulalia de Palma, de realizar una
talla de la Asunción o Dormición de la Virgen, que emularía el
modelo existente en una capilla catedralicia del claustro, debiéndose ajustar a
las mismas proporciones, a la disposición yacente de la Virgen, la forma de la
corona y los ángeles colocados en la orla del manto, dejando el resto al
criterio del escultor. Con un plazo de dos meses y medio, por dicha
escultura recibiría treinta ducados de oro venecianos.
La elección de este escultor no respondía a sus
méritos, ya que por entonces era un desconocido en Mallorca, sino al conocimiento
de los eclesiásticos mallorquines del prestigio del taller de Damián Forment,
avalado por los trabajos realizados para la Cartuja de Valldemossa, para el
convento de Santo Domingo y para la Catedral mallorquina.
Por otra parte, hay que considerar que desde
mediados del siglo XIV se había consolidado una sólida devoción al tema de la
Asunción, adquiriendo un especial desarrollo litúrgico a partir del año 1456,
cuando en la catedral mallorquina comenzó a celebrarse una procesión agosteña
que solemnizaba el Tránsito de la Virgen y su ascenso al cielo.
Para el encargo recibido, Joan de Salas habría de
reinterpretar aquella iconografía marcada por la Dormición de la Virgen existente en la catedral, una representación
mariana que unificaba la venerable tradición de la Dormición, Tránsito y
Asunción de la Virgen, un misterio cuyos orígenes plásticos se remontan a la
época bizantina (en la actualidad compartido por ortodoxos y católicos).
Aquel
modelo catedralicio de la Dormición
no sólo era una pieza de talla, sino una estructura de cañas, cartón y
pergamino, recubierta de tela encolada y recubierta por varias capas de yeso,
así como trozos de cuerdas para conseguir ciertos volúmenes, mientras que la
cabeza, extremidades, manos y pies fueron elaboradas con planchas de corcho. En
su acabado se aplicarían varias capas de bol, un recubrimiento dorado y labores
de policromía, es decir, una obra englobada en la denominada "imaginería
ligera", muy apta, por su reducido peso, para su uso procesional.
La Dormición
de la Virgen realizada por Joan de Salas para la iglesia de Santa Eulalia,
que sigue el modelo homónimo de la catedral mallorquina, realizada en el siglo
XV en la línea escultórica de Gabriel Moger II, es una figura yacente de
notable tamaño —superior al natural— vestida con un hábito dorado y estofado,
ceñido con un cinturón que aparece recorrido por una inscripción en letra
gótica que reza: "Maria virgo
exaltata est super choros angelorum ad
celestia regna. Alleluya".
El rostro, de rictus sereno y tratado con
refinamiento, aparece enmarcado por una toca y todo el cuerpo se cubre por un
manto rodado que cubre la cabeza y se despliega hasta los pies formando
pliegues muy suaves, incluyendo en los bordes una cenefa con cabezas de ángeles
en relieve inscritas en estrellas de ocho puntas. Sobre la cabeza, ligeramente
flexionada para reposar sobre cojines, luce una corona de madera policromada,
mientras que las manos, en actitud orante, se giran hacia arriba y los pies se
muestran desnudos. En su composición sigue el esquema de las figuras yacentes
funerarias características del gótico, esto es, a pesar de su tendencia al
naturalismo y su posición yacente, la figura y la caída de paños se presenta de
acuerdo a su posición vertical, como si la figura estuviera de pie.
Joan de Salas establece en su Dormición de la iglesia de Santa Eulalia una evolución sobre el
modelo catedralicio de Dormición que
debía emular, apreciándose una evolución estilística desde el naturalismo
tardogótico de aquella, hacia un innovador clasicismo renacentista en la obra
de Joan de Salas, expresado fundamentalmente en el tratamiento de los pliegues
y en los matices anatómicos, a pesar de compartir ambas las inscripciones
gotizantes. Este hecho se repite respecto a la Dormición que se conserva en la parroquia de la población de
Binissalem, que constituye una réplica del modelo de la catedral, realizada por
tanto en una cronología coincidente, obra que seguramente procede del convento
de Santo Domingo de Palma.
La Dormición
de la Virgen que se expone en el Museo de Mallorca y que protagoniza esta
reseña, se atribuye a Joan de Salas por las incuestionables coincidencias con
la Dormición de la iglesia de Santa
Eulalia, datándose en torno a 1530. Esta imagen de gran tamaño, procedente del
Convento de Jesús de Palma (cedida en depósito al museo por el obispado de Mallorca), desafortunadamente
presenta algunas mutilaciones en manos y pies, así como la pérdida de su
policromía, aunque quedan restos visibles. En ella destaca el fino trabajo de
la cabeza y la exquisita orla con pequeñas cabezas de querubines que recorre
por completo el manto. Por otra parte, esta escultura presenta partes
inacabadas que aportan como valor añadido datos para el estudio de las técnicas
de trabajo.
Además de estas dos obras, el escultor Joan de Salas
sería requerido como mínimo en dos ocasiones más para realizar otras vírgenes
yacentes. El 1 de mayo de 1527 el escultor firmaba un contrato con Damiá
Cruïlles y Rafael Calafat, obreros de la iglesia parroquial de la Virgen de Valldemossa,
para realizar una imagen de la Asunción
en madera de ciprés y de ocho palmos de largo, en cuyo contrato se especificaba
que la cenefa del manto y el cinturón de la túnica estarían recorridos por
pedrería de madera en relieve, solicitando una diadema estrellada con una cruz
central y estableciendo un plazo de ejecución de dos meses y un precio de
dieciocho ducados.
Dos años más tarde, el 8 de diciembre de 1529, Joan de Salas
firmaba un acuerdo notarial con Bartomeu Mas, representante de la villa de
Campos, para realizar una Asunción en
madera de ciprés, de nueve palmos de largo, con un plazo de cuatro meses y un
precio estipulado en dieciocho ducados de oro.
Estas dos últimas imágenes, que presentan notables
semejanzas entre sí, son más pequeñas que el ejemplar de Santa Eulalia, con
mayor simplificación de líneas y ornamentación, siguiendo la tipología habitual
de las Vírgenes muertas. La causa posiblemente se encuentre en que su
realización se llevó a cabo al tiempo en que el escultor trabajaba en el coro
catedralicio, pues la obra de Campos coincidió con la firma del contrato, el 18
de junio de 1529, para realizar en la catedral dos púlpitos y el cerramiento
del coro entre ellos.
Por tanto, a modo de recapitulación, habría que
reseñar que la Dormición de la
catedral constituyó el modelo escultórico original, que copió el ejemplar de
Binissalem, escenificando, desde un lenguaje gótico cuatrocentista, el inicio
de la evolución hacia formas naturalistas.
Sobre este modelo, Joan de Salas
introduce el componente clasicista en los ejemplares de Santa Eulalia y del
Museo de Mallorca, espectaculares y grandiosos, que se continúan de forma más
sencilla en las tallas de la "part forana" de Valldemossa y Campos. Además,
los modelos de Joan de Salas fueron el referente en Palma para los conservados
en las parroquias de Santa Cruz, San Miguel o el Convento de la Concepción,
siendo el simbolismo de la Asunción, representado como la Dormición, el que
definiría la iconografía balear en el siglo XVI.
LA ASUNCIÓN DE LA VIRGEN PRESENTADA COMO LA DORMICIÓN
El tema del Tránsito y Asunción de María es uno de
los más desarrollados desde el siglo XVI en todo el arte católico,
especialmente desde la reacción de la Iglesia a la Reforma luterana. Si en la
zona de influencia de Castilla fue preceptiva la presencia de la Asunción en
todos los retablos como expresión gloriosa, no faltaron representaciones de la
Dormición, como lo testimonia la venerada imagen de la Virgen del Tránsito del Convento del Corpus Christi (Clarisas
Descalzas) de Zamora, obra anónima del siglo XVII que responde a los deseos de
Ana de la Cruz, primera abadesa del cenobio, que en 1619 decidió incorporar al
culto esta imagen en una comunidad de clarisas que había llegado de Gandía
(Valencia) por deseo de Ana Osorio de la Ribera, fundadora del convento.
Alejo de Vahía. La Dormición, h. 1490, Museo de la Catedral, Valencia |
En efecto, la Dormición
de la Virgen se convertiría en una iconografía muy habitual en el Levante
español, siendo numerosos los ejemplos conservados en toda la
Comunidad Valenciana, donde hacia 1490 ya era un tema representado por Alejo de
Vahía en la catedral (Museo de la Catedral de Valencia), alcanzando su mayor protagonismo
en las representaciones del drama sacro-lírico del Misterio de
Elche. Igualmente fue una iconografía muy extendida por poblaciones murcianas, como Jumilla, Fortuna o Cieza, en prácticamente
todas las poblaciones de Baleares y por toda la Andalucía barroca. Estas
imágenes irrumpieron de forma masiva en el siglo XVI, se extendieron en el
siglo XVII y alcanzaron su punto álgido en el siglo XVIII, cuando se
acompañaron de vistosos montajes efímeros no sólo en España, sino también en
Italia, Filipinas e Hispanoamérica.
Representación del Misterio de Elche, Basílica de Santa María de Elche, 2016 |
En nuestros días, en el intento de una recuperación
patrimonial de tintes autóctonos, en numerosas iglesias y monasterios de toda
Mallorca han comenzado a celebrarse en el mes de agosto —el 15 es festividad de
la Asunción— las representaciones marianas de las Llits de la Mare de Déu Morta (Camas de la Virgen muerta) como
aportación a la celebración de la Asunción, donde junto a sofisticadas
escenografías que rodean la imagen de la Dormición,
se celebran algunas procesiones, novenas, conciertos y otras manifestaciones de
carácter popular que rememoran el antiguo ritual barroco, apareciendo en muchos
casos la imagen de la Virgen yacente custodiada por figuras de ángeles y
apóstoles. Normalmente las imágenes se exponen al culto dentro de urnas acristaladas,
de las que únicamente son sacadas para las celebraciones agosteñas.
Esta rememoración mallorquina de la assumptio, glorificación y elevación del
cuerpo y alma de la Virgen, hija de Dios Padre, madre de Dios Hijo y esposa del
Espíritu Santo, de la que fueron testigos los apóstoles (a excepción de Santo
Tomás), según la tradición cristiana, hunde sus raíces en tiempos de Jaime I. Hay que recordar que la catedral mallorquina está consagrada a la Asunción de la Virgen María.
Anónimo. Dormición de la Virgen, s. XV / Cama del siglo XVII, Catedral de Palma de Mallorca |
Fue el obispo
Berenguer Batle el que ordenó una celebración equiparable a la de Navidad,
conociéndose que ya en 1456 el gobernador Francesc d'Erill y los jurados del
Reino celebraban una procesión el 15 de agosto por las calles de la ciudad con
el lecho de la Virgen portado por once presbíteros que representaban a los
apóstoles.
Estos rituales se extendieron a los pueblos mallorquines,
conservándose en la actualidad esta costumbre en Valldemossa, donde anualmente
de celebra la Processó de ses crestes
o Procesión de las aureolas, que toma
el nombre de la diadema que los acompañantes de la Virgen portan sobre sus cabezas para representar la aureola o nimbo de los apóstoles.
Joan de Salas. Dormición de la Virgen, 1526, iglesia de Santa Eulalia, Palma |
A pesar de todo, conviene recordar que la
declaración del dogma de fe católica respecto al misterio de la Asunción, no se produciría
hasta el 1 de noviembre de 1950, cuando el papa Pío XII publicó la bula
Munificentissimus Deus.
EL PATRIMONIO ASUNCIONISTA MALLORQUÍN: LLITS DE LA MARE DE DÈU
Las Camas de
la Virgen son piezas monumentales que se exponen unos días al año en las
iglesias mallorquinas con motivo de la festividad del 15 de agosto. Según el
historiador Gabriel Carrió, suponen los "restos de un naufragio", ya
que su máximo esplendor lo alcanzaron en el siglo XVII como parte de un ritual
festivo formado por procesiones, paraliturgia teatral, folklore musical y
arreglos de mobiliario que contribuían a exaltar el dogma cristiano de la
Asunción mediante imágenes yacentes de la Virgen que evocan el tránsito de la
vida terrenal a la vida espiritual. La celebración de este misterio,
relacionado con el teatro de fines de la Edad Media, se mostraba en una
procesión pública y en la celebración de una misa que reunía a los
representantes de los apóstoles, llegados para asistir a la muerte de María y
su ascenso al cielo en cuerpo y alma después de ser sacada de su lecho
mortuorio.
Dormición de la Virgen. Iglesias de Alaró y Algaida, Islas Baleares |
La importancia de esta celebración, genuinamente
mallorquina, queda patente en el número de iglesias de toda la isla que guardan
testimonios de aquellos rituales, llegando a la veintena las iglesias de Palma
que conservan y exponen las imágenes de la Dormición
de la Virgen, entre las que actualmente destacan la de la Catedral, obra
del siglo XV, con cama barroca del XVII en la que aparece el escudo de Juan
Bellato, canónigo de la catedral; la de la iglesia de Santa Eulalia, obra de
Joan de Salas de 1526; la de la iglesia de San Jerónimo, obra anónima del siglo
XVI; la del Conjunto Monumental de San Juan de Dios, imagen del siglo XVI
transformada en el XVIII; la de la iglesia del convento de la Concepción, obra
de Miquel Barceló de 1696; la de la iglesia de Santa Clara, con cama rococó; la
de la iglesia de Santa Catalina de Siena, obra de Andreu Carbonell, realizada
en 1730; o la de la iglesia de San Jaime, obra de Adrià Ferran de 1818.
Dormición de la Virgen. Iglesia de S'Arracó, Islas Baleares |
Esta proliferación de "Vírgenes muertas"
llega hasta la cincuentena en los pueblos mallorquines, siendo expuestas en
agosto en las poblaciones de Alaró, Alcúdia, Algaida, S’Alqueria Blanca,
S’Arracó, Artà, Banyalbufar, Binissalem, Bunyola, Sa Cabaneta, Calvià, Campos
(en dos iglesias), Costitx, Esporles, Felanitx, Fornalutx, Inca (en dos
templos), Lloseta, Llubí, Manacor, Mancor de la Vall, Montüiri, Muro, Petra,
Pina, sa Pobla, Porreres, Puigpunyent, Sant Joan, Sant Llorenç, Santa Eugènia,
Santa Margalida, Santa Maria del Camí, Santanyí, Selva, Sencelles, Sineu,
Sóller, Son Servera, Valldemossa y Vilafranca de Bonany.
Este fenómeno de proliferación iconográfica de la Dormición-Asunción, convierte a Mallorca
hoy en día en uno de los pocos lugares
del mundo donde todavía se conserva esa tradición universal, una fiesta que en su actual afán de recuperación cuenta con la colaboración institucional del Consell de Mallorca, el Ayuntamiento de Palma y
el Obispado, así como de la Catedral de Mallorca y de las asociaciones ARCA y
Amics del Patrimoni.
Adrià Ferran. Dormición, 1818, iglesia de San Jaime, Palma |
Para terminar, citaremos como obras excelentes de
Joan de Salas, los espectaculares púlpitos renacentistas de la catedral de Palma de Mallorca,
que realizados en piedra entre 1529 y 1533 muestran figuras de atlantes, variedad de
grutescos, hornacinas aveneradas con un variado santoral y relieves con escenas
de la vida de la Virgen y de Cristo. Estos estuvieron situados en origen en la nave central,
junto al coro, de cuyo portal también fue artífice Joan de Salas.
Informe y fotografías: J. M. Travieso.
Izda: Dormición, iglesia San Mateo, Bunyola, Islas Baleares Dcha: Virgen del Tránsito, convento Corpus Christi, Zamora (Foto Blog Jesusario) |
Bibliografía
GAMBÚS SAIZ, Mercè: L'obra de
l'escultor Joan de Salas a Mallorca (1526-1538): noves aportacions. Bolletí
de la Societat Arqueològica Lul·liana: Revista d'estudis històrics, (BSAL) nº
64, 2008, pp. 255-280.
Joan de Salas. Púlpito, 1529-1533, Catedral de Palma de Mallorca |
Joan de Salas. Púlpito, 1529-1533, Catedral de Palma de Mallorca |
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