PUERTAS DE
SAN ZENÓN
Anónimo
sajón / Anónimos veroneses
1030 / 1137
Paneles y
elementos de bronce
Basílica de
San Zeno Maggiore, Verona
Escultura
románica
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Basílica de San Zenón, Verona
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Algunas catedrales italianas muestran en sus puertas
principales bellos trabajos de bronce de estilo románico, aunque en ningún caso
alcanzan la magnificencia que presentan las puertas de la basílica de San Zenón
de Verona, donde unos desconocidos escultores dejaron el espectacular legado de
una biblia en imágenes que alcanza el paroxismo del afán narrativo y didáctico en
una copiosa serie de paneles historiados elaborados entre los siglos XI y XII. En
pocas ocasiones como en esta se patentiza el misterio por el que el arte
románico puede llegar a producir tanta fascinación, a pesar de unos patrones
determinados por las "incorrecciones" anatómicas y la falta de
naturalismo de las escenas, capaces, sin embargo, de cautivar y emocionar al
espectador por su exquisita sensibilidad.
Las placas en relieve de San Zenón aglutinan la
esencia de la escultura románica. No persiguen ser un objeto artístico en sí
mismas, sino que, supeditadas al trazado arquitectónico de la portada del
templo, se presentan como un medio educativo acorde con la religiosidad del
momento, siendo esta la principal finalidad del encargo. Para la transmisión
del mensaje, se recurre a un repertorio temático reiterativo en el que cada
elemento ambiental, como ocurre en las miniaturas de la época, viene
determinado por su esquematismo y su simbolismo, de modo que un árbol puede representar
un bosque, una torre o una cerca a una ciudad, unas ondas al mar, etc.
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Tímpano del pórtico, basílica de San Zenón, Verona
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De acuerdo a unos parámetros mentales, las figuras
mantienen un orden jerarquizado según la importancia del personaje
representado, de modo que los principales, especialmente los sagrados,
presentan mayor tamaño que los secundarios. Todas las figuras son ajenas a la
representación naturalista, sin ajustarse a un canon anatómico ni a la lógica en
su ubicación en el espacio, predominando las desproporciones, la rigidez y la
tendencia a la estilización, alternando figuras planas con otras de marcado
volumen que, en algunas escenas, alcanzan un alto grado de expresionismo para
resaltar una idea, sobre todo cuando se pretende una perspectiva que siempre es
fallida.
En las figuras prevalece un fuerte esquematismo
compositivo basado en volúmenes geométricos puros, siendo plasmados los
pliegues de los paños mediante incisiones. Las figuras tienden a la
frontalidad, con una rígida gesticulación y una simplificación y un hieratismo
que paradójicamente proporciona una gran solemnidad a los personajes sagrados.
En líneas generales, esta escultura aglutina las influencias de la escuela
carolingia con las recibidas, desde comienzos del siglo X, de los modelos
bizantinos llegados desde Constantinopla, motivo por el que se engloba como
escultura italo-bizantina.
CONTEXTO: EL PÓRTICO DE LA IGLESIA DE SAN ZENÓN EL MAYOR
La iglesia de San Zeno Maggiore es la iglesia
románica más ornamentada del norte de Italia. San Zenón fue un religioso
originario de África que el año 362 fue proclamado como octavo obispo de
Verona. Tras su muerte el 12 de abril de 372, sobre su sepultura se construyó en
el siglo X una primitiva iglesia —desde el año 921 albergó en su cripta el
sarcófago con el cuerpo de San Zenón— que sufrió sucesivas modificaciones y que
fue víctima de un terremoto en el año 1117.
El edificio actual, que fue levantado sobre el anterior entre 1125 y
1135, presenta un pórtico avanzado, erigido en 1138, con una bóveda de cañón
rematada con un tejadillo a dos aguas y sustentado sobre dos altas columnas que
descansan sobre leones estilóforos, siguiendo un modelo muy difundido en las
iglesias románicas italianas. Su finalidad es proteger los trabajos
escultóricos de la portada, en este caso el tímpano policromado, realizado por
el maestro Nicolò, en cuyo centro aparece San Zenón venciendo al demonio y bendiciendo
a la comuna veronesa, simbolizada por soldados armados a la izquierda, que
sujetan el estandarte de la ciudad, y un grupo de jinetes a la derecha. La
parte inferior de la luneta está recorrida por debajo por un friso con
arquerías, bajo las que se muestran milagros del santo obispo, y otro inferior
con encasillamientos que albergan rosetas y animales.
El pórtico se completa con relieves laterales que
representan, junto a otras figuras simbólicas, el ciclo de los meses, mostrando
al exterior las figuras de San Juan Bautista y San Juan Evangelista en las
enjutas y el Agnus Dei en la clave del arco, sobre el que se coloca un relieve
con la mano de Dios bendiciendo. La puerta está flanqueada por dieciocho
bajorrelieves de mármol, realizados por el mismo maestro y colocados en 1140,
con escenas del libro del Génesis en la parte derecha y episodios de la vida de
Cristo en la parte izquierda, incluyendo entre ellos algunos episodios de la
vida de Teodorico. Sobre el pórtico se abre un enorme rosetón, inscrito en un
círculo en el que aparecen relieves simbólicos de la Rueda de la Fortuna
elaborados por Brioloto.
En el interior del pórtico se abre una puerta
adintelada de grandes dimensiones, de 3,60 m de ancho y 4,80 de alto, cerrada
por dos hojas de madera que se abaten hacia el exterior y que protegen las
puertas originales, constituidas por dos hojas de madera totalmente recubiertas
con 48 placas de bronce que, al igual que ocurre con los relieves marmóreos que
las flanquean, reproducen escenas del Antiguo y Nuevo Testamento, junto a una
serie dedicada a los milagros de San Zenón.
LOS PANELES DE BRONCE DE LAS PUERTAS DE SAN ZENÓN
Las puertas están elaboradas en madera, estando
recubierto el exterior de cada una de las hojas por 24 paneles de bronce —de 45
x 45 cm— que fueron realizados por tres desconocidos maestros y en distintas
fechas, con una diferencia entre ellas de cien años. Su montaje sobre las
puertas sigue un esquema reticular, con una disposición simétrica organizada a
base de triadas de placas dispuestas a ocho alturas y separadas por perfiles
semicilíndricos con distintos tipos de calados ornamentales, estando colocados
en cada una de las intersecciones una serie de mascarones que actúan como nexo
de unión entre las distintas escenas y que casi se conservan en su integridad.
Se completa con otras placas de menor tamaño, que recorren los bordes formando
una orla exterior en la que no faltan representaciones de figuras humanas, de
cuyo conjunto se han perdido algunas piezas.
PUERTA IZQUIERDA: ANTIGUO TESTAMENTO, 1030
Es el trabajo de placas fundidas en bronce más
antiguo del conjunto. Su autoría se atribuye a maestros sajones de Hildesheim y
se data en 1030, por lo que habrían sido elaboradas para la primitiva iglesia
construida sobre le sepultura de San Zenón, dañada gravemente por un terremoto
producido en 1117, hecho que obligó a la reconstrucción general del templo.
El repertorio está constituido mayoritariamente por
escenas del Antiguo Testamento, comenzando en la parte superior por escenas del
Génesis. En la parte inferior se incorporan otros temas, entre ellos una serie
dedicada a los milagros de San Zenón.
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Paneles 28, 29, 30, 31, 32 y 33
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25 Creación de Adán y Eva: Escena
distribuida a dos alturas, arriba con la dinámica figura de Dios creando a Eva
de la costilla de Adán y con la serpiente tentando a Adán y Eva en la parte
inferior.
26 El árbol del conocimiento del
Bien y del Mal: De composición simétrica marcada por un esquemático árbol
colocado en el centro bajo un arco, presenta a un lado la figura de Dios
prohibiendo la comida de sus frutos y al otro a Adán y Eva tapando sus
vergüenzas después de haber pecado.
27 Expulsión del Paraíso:
Bajo una doble arquería, muestra el momento en que un ángel expulsa a Adán y
Eva, que aparecen con gesto doliente y pudorosamente vestidos.
28 Caín y Abel: Escenas a
dos alturas. En la parte superior Caín y Abel ofrecen sacrificios, siendo
bendecido por la mano de Dios el que ofrece Abel. En la parte inferior Caín da
muerte a Abel.
29 El arca de Noé: El arca,
con forma de edificio, navega sobre las aguas. En una ventana superior Noé
recibe la visita de una paloma con una rama de olivo como anuncio de que el
Diluvio ha terminado.
30 Noé y sus hijos:
Abigarrada composición en la que aparece el patriarca junto a sus hijos y sobre
ellos la escena de Noé embriagado y recostado sobre una vid.
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Panel 33: El Sacrificio de Isaac
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31 Dios pidiendo a Abraham que
cuente las estrellas: Muestra a Dios indicando a Abraham que observe el
firmamento, representado por un semicírculo con estrellas, equiparando la gran
cantidad de astros con la futura descendencia del patriarca.
32 Historias de Abraham: A
dos alturas aparecen las escenas de la visita de tres ángeles a Abraham,
caracterizado con un gorro cónico de tipo oriental, y abajo el patriarca con
sus esposas a la puerta de un edificio.
33 Abraham y el sacrificio de su
hijo Isaac: El célebre episodio está narrado al completo de forma muy expresiva, con el joven
Isaac colocado sobre un ara de sacrificios y un ángel deteniendo la espada de
Abraham y señalando a un carnero enredado en una zarza, una vez demostrada la
férrea obediencia a Dios por el patriarca.
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Panel 34: Moisés recibe las tablas de la ley
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34 Moisés recibe las tablas de
la ley: Con figuras a dos niveles se narra el pasaje del Éxodo. Arriba
aparece Moisés recibiendo de Dios las tablas de la ley en el Monte Sinaí, abajo
tres figuras se hallan junto a un altar en que se veneran veladas, en alusión al Arca de la Alianza.
35 Moisés en Egipto: Escena
a doble nivel. Abajo, bajo dos arquerías, se encuentra el faraón, sedente, y
Moisés solicitando la salida del pueblo de Israel. Arriba la plaga de la muerte
de los primogénitos egipcios, con un ángel exterminador y un judío que pinta la
entrada a una casa.
36 Moisés y la serpiente de
bronce: Pasaje tomado de Números. Presenta un asta central sobre el que
está colocada la serpiente que Dios ordenara colocar a Moisés para que los
israelitas arrepentidos se salvaran con su simple mirada.
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Panel 38: El Árbol de Jessé
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37 El profeta Balaam en su burra:
Tomado del libro de los Números, presenta a Balaam sobre la burra a la que Dios
permitió que le hablase para impedir que maldijera a los israelitas. Al fondo
un edificio alude a la corte de Balak, destino del adivino mesopotámico.
38 El árbol de Jessé: Sobre
un lecho aparece recostado Jessé, padre de David, de cuyo cuerpo brota un árbol
con la genealogía de Cristo, representado en el vértice superior.
39 Personaje a caballo: De
difícil identificación, este jinete al trote llega a una ciudad en la que
aparecen dos figuras femeninas, por lo que es posible que represente a Salomón
y las mujeres del célebre juicio.
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Paneles 40, 41 y 42: Mascarón, San Zenón pescando y Curación de la princesa endemoniada
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40 Cabeza de león: Esta
placa, que tiene la función de tirador de la puerta, en lugar de un pasaje
representa una gran cabeza de león en la línea de los bestiarios románicos. La
presencia del animal rey adquiere un simbolismo cristológico.
41 San Zenón pescando en el río
Adige: Esta placa comienza la serie dedicada a San Zenón, que aparece
pescando en el río Adige junto a dos figuras que le observan. Rememora los
milagros obrados por el santo a través del agua.
42 San Zenón liberando a la
princesa endemoniada: Bajo una arcada aparece San Zenón revestido de obispo
y realizando un exorcismo, con la ayuda de un diácono, sobre la hija del rey,
de cuya boca sale el maligno.
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Paneles 43, 44 y 45: Nabucodonosor, Curación de un poseído y Zan Zenón y el emperador Galieno
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43 Castigo en la corte de
Nabucodonosor: Arriba aparecen las figuras sedentes del rey y dos
dignatarios contemplando como en el parte inferior un soldado cumple sus
órdenes introduciendo a un prisionero en un horno. El fondo de la placa se
decora con un bello rameado calado de gran plasticidad.
44 Poseído curado por San Zenón:
Con la mitad de la placa mutilada, presenta a un personaje poseído que conduce
un carro y que es curado por San Zenón.
45 El emperador Galieno ofrece
su corona a San Zenón: Es la placa más sencilla del conjunto, presentando
las dos figuras giradas en tres cuartos y sobre un fondo plano. Hace referencia
a la antigua leyenda de que San Zenón liberó del demonio a una hija del
emperador.
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Paneles 46, 47 y 48: Expulsión del Paraíso, Construcción del Arca de Noé y San Miguel
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46 Sacrificio de Isaac: El
tema repite el representado en la placa 33, con los mismos componentes aunque
con un trabajo y una composición más elemental.
47 Noé construyendo el arca:
Mientras Noé trabaja en una mesa de carpintero, por una rampa son introducidos
los animales. La nave presenta un mascarón de proa en forma de cabeza animal.
48 San Miguel venciendo al
dragón: La figura del arcángel, con grandes alas desplegadas y ante un
sugestivo follaje calado, da muerte al demonio, que adopta la forma de un
temible basilisco.
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Panel 50: El escultor
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49 Santoral: Colocadas a la
izquierda de la retícula, se conservan una serie de seis placas de menor
formato que conforman una orla exterior. Bajo arquerías apeadas sobre
columnillas con capiteles aparecen distintos santos, entre los que se
identifica a San Pedro, San Pablo, San Zenón y Santa Elena, así
como las figuras de Matilde de Canossa,
donante y benefactora de la abadía, y su esposo Godofredo.
50 El escultor: Con el mismo
formato, pero colocada a la altura de la placa 43, se encuentra la figura de un
escultor, que aparece representado trabajando con un mazo y un cincel. Se
especula que pueda tratarse de un autorretrato del artífice.
PUERTA DERECHA: NUEVO TESTAMENTO, 1137
Este conjunto de paneles fue elaborado con motivo de
la reconstrucción de la iglesia entre 1125 y 1135, viniendo a complementar, con
escenas dedicadas al Nuevo Testamento en su mayoría, el programa iconográfico
de la puerta preexistente. En el repertorio incluye una trilogía dedicada a San
Juan Bautista.
Su autoría se atribuye a maestros veroneses, aunque
no faltan opiniones que incluyen la participación de Benedetto Antelami
(1150-1230), hecho imposible de demostrar.
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Paneles 1, 2 y 3: Anunciación, Adoración de los pastores y los Reyes y Huída a Egipto
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1 La Anunciación: La escena
comienza la serie dedicada a la vida de Cristo. Bajo un arco anexo a un
edificio, descrito mediante una torre con ventanales calados, aparecen las
esquemáticas figuras de la Virgen y del arcángel San Gabriel, que con las alas
desplegadas anuncia a María su maternidad.
2 Adoración de los pastores y de
los Reyes Magos: Sobre un fondo plano se superponen dos secuencias. Arriba
aparece el Niño Jesús recostado en un pesebre custodiado por la mula y el buey,
con la Virgen convaleciente y acompañada por San José, y una pareja de pastores
que reciben el anuncio de un ángel que señala una estrella. Más abajo los tres
Reyes entregan sus ofrendas a la Virgen, que siguiendo el arquetipo románico
aparece sedente, en posición frontal y con el Niño en su regazo.
3 Huída a Egipto: Sin
referencias espaciales, la escena se reduce a su esencia narrativa, con las
figuras de San José caminando con un cayado y la Virgen con el Niño bendiciendo
a lomos de un asno. Esta ajusta su imagen al modelo "theotokos" de la
tradición bizantina.
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Paneles 4, 5 y 6: Expulsión de los mercaderes, Bautismo de Cristo y Jesús entre los doctores
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4 Expulsión de los mercaderes
del templo: Recoge un episodio de la vida pública de Jesús. Bajo las torres
de un edificio esquemático, y sobre un dinámico fondo de follaje calado, se
coloca la figura de Cristo portando un látigo con el que amenaza a tres
comerciantes que portan enseres y animales.
5 Bautismo de Cristo y pasaje de
la mujer adúltera: En este panel se colocan dos pasajes a doble altura. En
la parte superior se muestra el bautismo de Cristo en el río Jordán, con las
figuras de Cristo sumergido en las aguas, San Juan Bautista derramando el agua
sobre su cabeza, sobre la que desciende la paloma del Espíritu Santo y a los
lados un ángel y dos figuras femeninas que sujetan sus vestiduras. Abajo, bajo
una triple arquería, aparecen Jesús y la mujer adúltera, a la que libra de
morir apedreada en su confrontación con los tres escribas y fariseos que se
incluyen en la escena tocados con curiosos gorros cónicos.
6 Cristo entre los doctores:
En un templo delimitado por una arquería inferior y tres arcos superiores con
pequeñas torres, con pequeños ventanales calados, aparece la figura de Cristo
señalando las Sagradas Escrituras a los cuatro doctores que se sientan a su
lado.
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Paneles 8 y 9: Lavatorio de los pies y Última Cena
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7 Entrada de Jesús en Jerusalén:
Inicia el ciclo de la Pasión. Colocadas aleatoriamente en el espacio se
muestran las figuras de Cristo montado en un asno, bendiciendo y acompañado de
dos discípulos, mientras tres personajes agitan palmas y paños a su paso.
Destaca la profusión de profundos pliegues en las vestiduras.
8 Lavatorio de los pies: Con
un gran sentido narrativo, la figura de Cristo, identificado por el nimbo
crucífero, aparece en escorzo, de espaldas y de rodillas ante cuatro apóstoles
sedentes, a uno de los cuales lava los pies. Completa la escena una asistente
que entrega el agua a Cristo en un recipiente.
9 La Última Cena: A pesar
del arcaico sistema compositivo, la escena muestra una gran expresividad. Ante
una mesa que se abate del fondo en forma de arista, colocada en un cenáculo
sugerido por una triple arcada, se encuentran las figuras centrales de Cristo y
San Juan apoyado en él. A cada lado se colocan tres apóstoles, que representan
a todos ellos, reservando el primer plano para la figura de Judas sobre una
alfombra, que señala su cuello en alusión a la horca tras la traición. La mesa
ejerce como elemento divisor entre el bien y el mal.
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Paneles 10, 11 y 12: Prendimiento, Camino del Calvario y Jesús ante Pilatos
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10 Prendimiento de Cristo:
Con la única referencia espacial de un pequeño muro, Cristo es apresado en el
huerto de Getsemaní por cuatro soldados que cubren sus cabezas con cascos
cónicos. Dos de ellos portan teas encendidas sugiriendo que la escena se
produce de noche. Destaca el elemental tratamiento de la perspectiva para
establecer un expresivo corro en torno a la figura frontal de Jesús.
11 Camino del Calvario:
Composición dinámica por las calles de Jerusalén, reducida a una arquería
rematada con tres torres. A la derecha una columna alude a la flagelación y en
el centro unas escaleras sugieren el Pretorio. Cristo camina con el torso
desnudo, portando la cruz y con la cabeza agachada acusando el castigo,
mientras es instigado por tres soldados que repiten la misma indumentaria.
12 Cristo ante Pilatos:
Cristo, amarrado e identificado por el nimbo crucífero, es conducido por dos
soldados ante la presencia de Pilatos, que aparece sedente, coronado y con
gesto inquisitivo junto a un escolta armado. Las figuras aparecen adheridas a
un fondo plano y para fijarlas al suelo los pies se apoyan sobre
protuberancias.
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Panel 13: La Flagelación
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13 La Flagelación: Es una de
las placas que adolece de más errores compositivos y sin embargo una de las más
expresivas. El centro está ocupado por la figura de Cristo, que aparece
suspendido en el espacio y amarrado a una columna alta. Dos sayones le azotan con flagelos
terminados en bolas en presencia de un mando destacado por su tamaño, mientras
un soldado y dos judíos deambulan por un espacio sin definir.
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Panel 14: Crucifixión y Descendimiento
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14 Crucifixión y Descendimiento:
En esta placa, que representa dos momentos sucesivos, se condensa la
iconografía heredada de modelos bizantinos. El tema central es la Crucifixión,
con la figura de Cristo siguiendo el arquetipo románico, presentado como rey coronado, sujeto a la
cruz por cuatro clavos y con un faldellín que le llega a las rodillas. Le
acompañan a los lados las figuras sufrientes de la Virgen y San Juan. Sobre la
cruz aparecen las alegorías del sol y la luna, que aluden al paso a las
tinieblas producidas tras la muerte de Cristo. La esquemática representación
incluye el Descendimiento, con la figuras a los lados de José de Arimatea
sujetando el cuerpo de Jesús y Nicodemo portando unas grandes tenazas. La placa
conserva restos de la policromía aplicada selectivamente a ciertos elementos.
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Panel 15: Visita de las Marías al sepulcro
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15 Visita de las Marías al
sepulcro: Sobre un bello fondo de follaje calado aparecen las figuras de
las dos mujeres que visitan el sepulcro, que aparece vacío y con parte del
sudario al descubierto. Sobre el sarcófago se sienta un ángel que indica a las
mujeres que Cristo ha resucitado. La escena, reducida a lo esencial, a pesar de
su hieratismo es altamente expresiva y de una gran belleza plástica.
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Paneles 16, 17 y 18: Bajada al Limbo, Cristo Juez y Mascarón alegórico
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16 Bajada al limbo: Los
infiernos aparecen simbolizados por una ciudad amurallada que está regida por
el demonio, figura de tamaño destacado que se ocupa de castigar a los
condenados, como el que es arrojado a una caldera en la parte inferior. Cristo
llega a la puerta del recinto para salvar a los justos, tomando de la mano a
Adán y Eva.
17 Cristo Juez y en Majestad:
Siguiendo una iconografía muy repetida en los tímpanos de las iglesias
románicas, muestra la figura sedente de Cristo en majestad, sujetando el libro
de la ley y levantando la mano en gesto de acogida, mientras dos ángeles agitan
incensarios dando solemnidad a la escena. Bajo sus pies aparece la cruz, como
símbolo de redención, sujetada por dos serafines. Las figuras conservan restos
de policromía de tonos rojizos.
18 Mascarón con una alegoría del
Mal: A la misma altura y en correspondencia con la placa de la otra puerta,
este espacio está ocupado por un gran mascarón con función de tirador. Con
sentido alegórico del Mal, representa a un hombre barbado con dos serpientes
que atacan su cabeza, mientras por su boca asoma una pequeña cabeza de dragón.
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Paneles 19, 20 y 21: Trilogía del martirio de San Juan Bautista
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19 Decapitación de San Juan
Bautista: Esta placa inicia una trilogía dedicada al martirio de San Juan
Bautista, que aparece como una secuencia ininterrumpida. Esta primera escena
muestra el recinto amurallado de Herodes Antipas en Galilea, con una torre como
calabozo. Un soldado acaba de decapitar al Bautista, cuya cabeza porta otro
soldado que camina en dirección a la placa siguiente.
20 Danza de Salomé: Bajo una triple arquería se muestra el
banquete con motivo del cumpleaños de Herodes, que aparece junto a su esposa
Herodías. Junto a la mesa, Salomé ejecuta la danza que tanto agradó al rey y
por la que fue recompensada, por consejo de su madre Herodías, con la cabeza
del Bautista.
21 Salomé entrega a su madre la
cabeza del Bautista: Culmina la trilogía con el momento en que Salomé
entrega la cabeza de San Juan Bautista a su madre Herodías, en presencia del
rey y otro asistente al banquete.
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Panel 22: La madre Tierra y la madre Agua
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22 La Madre Tierra y la Madre Agua: La temática de esta placa es simbólica por excelencia y está basada en
la mitología griega. En la parte derecha aparece una alegoría de la Madre
Tierra, cuyo origen se encuentra en la diosa Gaea, que en posición sedente,
amamanta a dos niños. A su lado se encuentra, en la misma posición, la
Madre Agua, inspirada en Talasa, hija de Éter y Hemera y diosa principal del
mar o personificación del mar Mediterráneo, que amamanta a un pez y a un
tritón. De sus espaldas, como símbolo de fertilidad, crecen árboles cuyas sintéticas ramas
destacan sobre el follaje calado del fondo.
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Detalles de las placas de la orla exterior
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23 Expulsión del Paraíso:
Por su temática, estas dos últimas placas pudieron ser reaprovechadas de la
primitiva puerta. Este pasaje del Génesis muestra la expulsión de Adán y Eva
del Jardín del Edén tras haber cometido el pecado original. Adán y Eva se
cubren pudorosamente sus vergüenzas con hojas, mientras un ángel con grandes
alas desplegadas les empuja hacia fuera del Paraíso, representado por un
esquemático árbol y varios arbustos.
24 Adán y Eva con sus hijos
trabajando: En esta atípica iconografía se muestra un grupo familiar que
refiere el castigo de ganar el pan con el sudor de la frente. Dispuestos
aleatoriamente sobre un fondo plano, Adán y Eva aparecen rodeados de tres de
sus hijos, dos de los cuales aran la tierra.
La puerta se completa con una serie de pequeñas
placas que conforman una orla alrededor de la retícula central y que
representan follaje, incluyendo ocho figuras de Reyes relacionadas con la música y tres alegorías de Virtudes.
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Panel 23: Expulsión del Paraíso
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A MODO DE CONCLUSIÓN Los paneles con relieves en bronce que recubren las
puertas pueden considerarse como una obra maestra de la escultura románica. En
este conjunto se sintetizan los invariables ideales del arte a lo largo de todo
un siglo, regidos por las directrices de una férrea religión que se manifiesta
abstracta e intocable. En la variedad iconográfica de los paneles aparece como
constante la oposición al naturalismo clásico y el alejamiento de la realidad
como herencia del arte bizantino. Las figuras se ajustan a unas fórmulas
ideales basadas en valores geométricos y siguiendo un estilo arcaico
caracterizado por la rigidez de los cuerpos, la inexpresividad de los rostros,
la jerarquización de tamaños y el gusto por los efectos pintorescos y
anecdóticos, predominando sobre cualquier otro aspecto su carácter didáctico,
lo que justifica su simplicidad y primitivismo, con lo que se consigue una
expresión deshumanizada que, paradójicamente, en muchas ocasiones se torna en
solemne, a pesar de que el papel determinante de la Iglesia, respecto a sus
objetivos religiosos, hace que el arte se aparte de toda preocupación formal.
En las composiciones, como ocurre en este conjunto,
modelos y actitudes se inspiran en modelos bizantinos y en el universo de las
miniaturas prerrománicas, pudiéndose intuir la influencia de los códices
irlandeses en el trazado de motivos geométricos y vegetales rítmicamente
tratados, como ocurre en los follajes que sirven de fondo a distintas escenas.
Asimismo, la fabulación iconográfica en ocasiones toma como referencia los
bestiarios de procedencia oriental o islámica, que el artista románico
sacraliza para convertir los animales, reales o imaginarios, en símbolo de
virtud o perversión, siempre con un objetivo didáctico.
Ningún otro lugar es mejor para expresar todo el
mensaje que la puerta de la iglesia, convertida en sí misma en símbolo de
Cristo, que se autoproclamó como la puerta hacia la salvación.
Informe: J. M. Travieso.
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