VIRGEN CON EL NIÑO
Anónimo
Entre 1501 y 1525
Madera policromada
Museo Nacional de Escultura,
Valladolid
Escultura gótica hispanoflamenca
en Castilla
Virgen con el Niño: evolución iconográfica del románico al gótico
La iconografía de la Virgen con el Niño fue una de las más divulgadas
en el arte cristiano desde la Edad Media, expandiéndose su desarrollo en el
campo de la escultura a partir de las denominadas “vírgenes románicas”, obras
que reflejan la devoción mariana que de forma generalizada se extendió por
occidente durante el siglo XII, en el caso de España por una veneración
especialmente alentada en monasterios cistercienses y premostratenses.
Por entonces la Virgen comienza a no representarse en solitario, sino acompañada del Niño Jesús en su regazo y presentando innumerables variedades talladas en madera, aunque la mayoría inspirándose en la iconografía “Theotókos”, una tipología desarrollada en el arte bizantino donde la Virgen, exaltada como Madre de Dios, aparece entronizada y sujetando al Niño sobre sus rodillas, formando un grupo caracterizado por su hieratismo simbólico y el estar concebido para su visión frontal.
La elaboración de este tipo de esculturas sedentes de la Virgen con
el Niño se mantuvo hasta el siglo XVI, presentando en su evolución una
serie de elementos característicos del estilo de cada momento, fruto del cambio
de mentalidad religiosa. De modo que, a medida que avanza el siglo XII y se
inicia el siglo XIII, con los nuevos aires góticos tanto los crucifijos como
las composiciones de la Virgen con el Niño comienzan a evolucionar
buscando un naturalismo vinculado al deseo de humanizar a los personajes sagrados.
Es a finales del siglo XII cuando se produce un hecho que va a tener una
repercusión decisiva en la iconografía mariana: en el desarrollo de los grandes
pórticos de los templos franceses, sobre todo en las catedrales, el mainel o parteluz
colocado en el centro del hueco de la puerta, por su situación estratégica comenzó
a ser decorado con las figuras más sagradas: Cristo y la Virgen. Surge entonces
con fuerza la nueva iconografía de la Virgen con el Niño erguida,
realizada en piedra por notables escultores anónimos preocupados por infundir
naturalismo y humanidad a las figuras, incluyendo un mayor movimiento mediante
el recurso de la postura clásica de contrapposto y una gesticulación más
amable, cálida y natural que refuerza los vínculos entre la madre y el hijo.
◊ Abandono de
la rigidez y el hieratismo del románico.
◊ Estilización
de las figuras, con un canon alargado y esbelto.
◊ Corporeidad
y volumetría de los cuerpos.
◊ Predominio
de las formas redondeadas.
◊ Interrelación entre las figuras creando un vínculo afectivo.
◊ Expresividad
de los rostros.
◊ Naturalismo
en gestos y actitudes. Aparece “La Virgen de la Leche”.
◊ Naturalismo
en los drapeados de las indumentarias.
◊ Movimientos
elegantes, basados en el contrapposto clásico.
Siguiendo estas pautas, se extendieron los elegantes modelos de
procedencia francesa, caracterizados por el movimiento sinuoso del cuerpo y el juego
de empatía emocional entre la Virgen y el Niño, aunque paulatinamente fueron
apareciendo otros modelos surgidos en determinadas escuelas territoriales de
Europa, como ocurre en el denominado “estilo suave” del siglo XIV en Italia,
donde estas representaciones acentúan la humanidad de las figuras, especialmente
a través de la expresión de ternura en el rostro de la Virgen al intercambiar
la mirada con el Divino Infante. Buena muestra de ello son las creaciones de
Nino Pisano (Pisa, ca 1315-1386), introductor de la elegante sinuosidad de las
vírgenes góticas francesas en el ámbito italiano, con la Madonna de Trapani
(mármol, 1342, Basílica-santuario de María Santissima Annunziata de Trapani,
Sicilia) como una de sus obras devocionales más populares.
La Virgen
con el Niño del Museo Nacional de Escultura de Valladolid
Posiblemente realizada por alguno de los numerosos escultores foráneos
que a principios del siglo XVI trabajaban en Castilla1, esta
escultura en madera policromada responde al estilo hispanoflamenco imperante en
aquel momento. En ella se aprecia una dualidad, pues al gesto ensimismado de la
Virgen, convertido en solemne hieratismo con reminiscencias de las
representaciones protogóticas, se contrapone la dinámica y humanizada figura
del Niño, dotado de gracia y naturalismo al volver su rostro sonriente, como un
gesto espontáneo infantil, hacia el de su Madre.
El rostro de María es ovalado, con una frente muy despejada —al modo
flamenco—, ojos muy rasgados, nariz y boca pequeños y mentón remarcada, enmarcado
por una larga melena rubia al descubierto con dos largos y afilados mechones
ondulados que se deslizan sobre los hombros. Sobre su cabeza, siguiendo la
tradición gótica, aparece una corona con el cerco decorado con pedrería en el
frente y los costados y rematada por motivos flordelisados muy comunes en el
gótico.
Jesús Niño viste una sencilla túnica que está abierta en la parte
delantera dejando visible su desnudez, permitiendo contemplar la fragilidad de
su naturaleza humana para realzar el carácter protector de su Madre. Su
movimiento corporal queda reforzado con la posición de sus piernas cruzadas y
con los pies apoyados en un voluminoso pliegue del manto de la Virgen. Tanto el
rostro como su rubio cabello, con rizos que forman una corona que bordea la
cabeza, sigue los modelos de las célebres representaciones del Niño Jesús en la
escuela de Malinas.
La escultura presenta una policromía aplicada en el siglo XVII, especialmente apreciable en la túnica del Niño y sobre todo en el manto de la Virgen, decorado con motivos florales sobre fondos rajados y rameados en tonos azules aplicados a punta de pincel, mucho más apreciables tras su reciente restauración.
Informe y
fotografías: J. M. Travieso.
Fotografías de
la evolución iconográfica tomadas de la red y webs de diferentes museos.
Antonio de Malinas. Detalle de la Asunción en el retablo mayor de la iglesia de Santa María de Dueñas (Palencia) |
1 HERNÁNDEZ REDONDO, José Ignacio: Virgen con el Niño. En: URREA FERNÁNDEZ, Jesús (dir). Museo Nacional de Escultura I: El encanto medieval, Valladolid, 2003, pp. 44-45.
2 GARCÍA DE WATTENBERG, Eloísa: Crónica del Museo Nacional de Escultura. Boletín del Seminario de Estudios de Arte y Arqueología (BSAA) nº 37, Universidad de Valladolid, 1971, p. 536.
3 ARA GIL, Clementina Julia: Escultura gótica en Valladolid y su provincia. Institución Cultural Simancas, Diputación de Valladolid, Valladolid, 1977, p. 394.
DESDE EL ROMÁNICO AL GÓTICO
Románico catalán
Izda: Virgen de Ger, segunda mitad del siglo XIIProcedente de la iglesia de Santa Coloma de Ger (Girona)
Centro: Virgen con el Niño, primera mitad siglo XIV
Procedente del monasterio de San Andrés de Arroyo (Palencia)
Museo Marés, Barcelona
Parteluz Catedral de Amiens
Centro: Virgen con el Niño, siglo XIII
Parteluz Catedral de Reims
Dcha: Virgen con el Niño, siglo XV
Torre norte de la Catedral de Amiens
Estilo gótico
Izda: Virgen con el Niño, anónimo español, tercer cuarto siglo XIII, madera policromada
Centro: Virgen con el Niño, anónimo borgoñón, segundo cuarto siglo XIV, piedra policromada
Museo Nacional de Escultura, Valladolid
Dcha: Virgen con el Niño, anónimo, siglo XV, piedra policromada
Iglesia de San Martín, Montaigu-les-Bois (Normandía)
Estilo gótico