RETABLO POLÍPTICO
Escultura: Anónimo franco-flamenco
(taller de Bruselas)
Pintura: Nicolás Francés (activo
en León 1434-1468)
Hacia 1433-1435
Madera de nogal policromada /
pintura al temple sobre tabla
Capilla de Fernán López de Saldaña,
Monasterio de Santa Clara, Tordesillas (Valladolid)
Escultura flamenca y pintura
gótica de estilo internacional
|
Capilla de los Saldaña, monasterio de Santa Clara, Tordesillas |
ALGUNAS NOTAS SOBRE EL ÁMBITO ARQUITECTÓNICO
El Monasterio de Santa Clara de
Tordesillas tiene su origen en un primitivo palacio levantado hacia 1340 por Alfonso
XI, sobre un talud del río Duero, para conmemorar su victoria sobre los
benimerines en la batalla de Salado. Hacia 1354 este fue transformado por su
hijo Pedro I, rey de Castilla, para el asentamiento de su favorita, María de
Padilla, convertida en señora de Tordesillas. La disposición de aquel palacio
seguía el típico esquema de palacio musulmán, con estancias rectangulares ordenadas
en torno a un patio central mudéjar que, con una decoración similar al Alcázar
de Sevilla, se atribuye a cuadrillas de artistas nazaríes que trataron de
emular la decoración del Patio de los Leones de la Alhambra.
En 1363 la infanta doña Beatriz
fundó en aquel palacio real el Monasterio de Santa Clara, lo que obligó a
realizar una serie de transformaciones, aunque se mantuvieron algunas de las
antiguas edificaciones, como la portada de estética almohade, el vestíbulo, la
llamada Capilla Dorada, el Patio Árabe y los baños.
|
Capilla de los Saldaña |
En 1373, por iniciativa de
Enrique II, que deseaba un lugar digno para acoger los restos de su madre, Leonor
de Guzmán (cuyos restos nunca llegaron a ser allí trasladados), se comienza la
construcción de la gran iglesia del monasterio, cuya licencia fue otorgada por
don Gutierre, obispo de Palencia. Las obras, en estilo gótico, se prolongarían
hasta principios del siglo XVI. Está construida en ladrillo y consta de una
sola nave dividida en cuatro tramos cubiertos con bóvedas de crucería y terceletes.
En ella destaca el amplio presbiterio que está cubierto con una espectacular
armadura mudéjar de cinco paños y planta ochavada que está decorada con motivos
de lacería y mocárabes, todos ellos recubiertos de oro, con un original
arrocabe en forma de arcos con atauriques en cuyo interior aparecen 43 santos,
en figuras de medio cuerpo, pintados al temple sobre tabla en estilo gótico
internacional por el maestro Nicolás Francés y su taller.
LA CAPILLA DE LOS SALDAÑA
Fernán López de Saldaña (c.
1400-1456) era hijo de Nuño López de Saldaña, un judío converso sevillano que
ejerció como alcaide y arrendador de rentas reales. Sus estrechas relaciones
con Don Álvaro de Luna, privado del rey Juan II de Castilla, le facilitaron una
serie de cargos al servicio de este monarca, como el de tenedor de las
Atarazanas de Sevilla, el de camarero de los paños del Rey, canciller y
escribano de Cámara, aunque su principal ocupación, entre 1429 y 1445, fue la
de Contador mayor de Juan II. Además del ascenso cortesano, consiguió dos
ventajosos matrimonios que le emparentaron con la alta nobleza, primero con
Doña Elvira de Acevedo, fallecida en 1433, y después con Doña Isabel de
Guevara, lo que le proporcionó señoríos, rentas y privilegios.
|
Capilla de los Saldaña, sepulcros |
Entre 1430 y 1435, Fernán López
de Saldaña, tras conseguir una bula del papa Eugenio IV, levantó una capilla
funeraria para su enterramiento y el de sus familiares junto a la nave de la
iglesia del monasterio de Santa Clara de Tordesillas, según figura en la
inscripción conmemorativa, en letra gótica del siglo XV, que en forma de friso
recorre todos sus muros en una cornisa situada a media altura y que proporciona
una trascendental información:
Esta obra mando facer a... Fernan
Lopez de Saldaña, contador mayor del virtuoso rey don Joan e su camarero e su
canciller e de su Consejo, et fue et es comenzada en el año del nacimiento de
ntro. Salvador Jhu.xro de mil e cuatrocientos e treinta años, et acabose en el
año del nascimiento de nuestro señor Jesucristo de mccccxxxv, a honor y
reverencia ... [de la Virgen María] que el tiene por protectora y abogada en
todos sus fechos; et esta aqui enterrada Elvira de Acevedo su mujer, que Dios
perdone, la cual fino en Toledo vispera de pascua mayor, que fue once dias de abril
de mil cuatrocientos y treinta y tres años. Gloria in excelsis deo et in terra
pax hominibus bone voluntatis. Laudamus te, benedicimus te, adoramus te, glorificamus
te.
|
Capilla de los Saldaña, sepulcro |
El recinto, iniciado por el
arquitecto Guillén de Rohan, maestro de la catedral de León, está considerado
como uno de los conjuntos góticos más fastuosos de la provincia de Valladolid.
Fue enteramente realizado en sillería de piedra, tiene forma rectangular con
dos tramos que se cubren con bóvedas de crucería con terceletes, en cuyas claves
aparece el escudo de los Saldaña, y se abre a la nave a través de dos enormes
arcos apuntados festoneados y cerrados mediante sencillas rejas de cuadradillo que
forman una retícula.
|
Capilla de los Saldaña |
El interior de la capilla, que
se atribuye al arquitecto y escultor Joosken de Utrecht, presenta en dos de sus
lados cuatro sepulcros con amplios arcosolios apuntados, enmarcados por
pináculos agudos y coronados por gabletes calados y labrados con hojas de cardo
y roble. En su interior albergan figuras yacentes, una labrada en piedra caliza
y las tres restantes en alabastro, la primera representando a Fernán López de
Saldaña, fundador de la capilla y las restantes a su primera esposa, doña
Elvira de Acevedo, a su hijo Pedro Vélez de Guevara y otra dama que se viene
identificando con doña Elvira de Portocarrero, condesa de San Esteban de Gormaz
y primera esposa de don Álvaro de Luna, que en su testamento manifestó su deseo
de ser enterrada en esta capilla. Los restos mortales de estos personajes se
encuentran sepultados en la cripta del subsuelo de la capilla, donde tiempo después
también estuvo depositada Juana I de Castilla hasta su traslado a la Capilla
Real de Granada.
|
Retablo políptico de la capilla de los Saldaña |
Por encima de la cornisa,
recorrida por la inscripción citada, a la altura de dos grandes ventanales
apuntados y moldurados, con una decoración similar a los arcos de acceso, con
parteluz y tracería flamígera, se abren hornacinas provistas de arquillos y
repisas que albergan siete esculturas en bulto redondo de Apóstoles que portan
sus atributos. Entre ellos se identifica a San Bartolomé, con el
cuchillo de su martirio y un demonio a sus pies al que tiene atado con una
cadena; Santiago el Mayor aparece con el bastón de peregrino; Santo
Tomás sujeta el cinturón que pidió a la Virgen; otro Apóstol es
difícil de identificar por faltarle el atributo; San Simón porta la
sierra de su martirio; Santiago el Menor muestra el palo del batanero con
que le dieron muerte; finalmente San Andrés sujeta un trozo de la cruz
aspada. Depositadas en el suelo se encuentran otras tres esculturas: San
Andrés con la cruz en aspa, un santo franciscano y una santa
ubicada en el receptáculo abierto en el testero de la capilla. Todo este notable
conjunto escultórico pétreo se atribuye, como la decoración mural que le
acompaña, a Joosken de Utrecht, introductor en Castilla de las formas heredadas
de Claus Sluter y los nuevos modos del gótico flamígero.
EL RETABLO POLÍPTICO DE LA CAPILLA DE LOS
SALDAÑA
Recién terminada la capilla de
los Saldaña, debió encargarse el retablo que preside el altar en el testero —2,22
m de ancho x 3,60 m de alto—, cuya escultura fue realizada en estilo flamenco en
algún taller de Bruselas, según se deduce de sus rasgos estilísticos. El
retablo adopta la forma de políptico —con una caja en madera de chopo de forma
rectangular y una espina superior a modo de ático—, incorporando seis grupos
escultóricos y ocho figuras exentas en su interior, todo tallado en madera de
nogal y policromado ocupando el cuerpo central, que se apoya sobre un zócalo
calado que está decorado con motivos de vejiga de pez inscritos en tracerías
apuntadas. El retablo descansa sobre un estrecho banco de factura posterior que
aparece ornamentado con motivos vegetales pintados.
|
Llanto sobre Cristo muerto |
Escultura
Los grupos escultóricos,
dispuestos a dos alturas, aparecen coronados por suntuosos doseles poligonales calados
y dorados que se articulan a tres niveles, el inferior con arcos apuntados bajo
pronunciados gabletes, el intermedio con una sucesión de finísimos arcos
conopiales rematados con florones, y el superior con tracerías lanceoladas
rematadas por pequeñas cresterías.
Los seis grupos escultóricos, tallados
en madera de nogal, representan escenas de la Pasión de Cristo, mostrando de
izquierda a derecha y de arriba abajo los episodios de la Flagelación,
el Calvario, el Prendimiento, el Santo Entierro, el Llanto
sobre Cristo muerto y la Resurrección. A los lados de los grupos
escultóricos se colocan figuras exentas de profetas sobre peanas y
portando cartelas identificativas que, como el resto de los elementos tallados,
dorados y policromados, destacan sobre un fondo azul de azurita salpicado de
estrellas de madera doradas.
Las escenas son composiciones
compactas que aglutinan numerosas figuras, dispuestas en sucesivos planos,
resueltas con un canon esbelto y actitudes muy elegantes e individualizadas, lo
que dota a los conjuntos de un gran dinamismo. Abunda la inclinación y el giro
de las cabezas, con un tratamiento de los pliegues profundos y suavizados muy
alejados de los bordes de arista típicamente flamencos, sino ajustados a los
modos del gótico internacional.
|
Detalles de Llanto sobre Cristo muerto |
Los rostros siguen un esquema
ovalado muy expresivo, muy planos en algunas figuras, con ojos almendrados,
nariz afilada y boca entreabierta, con cabellos y barbas de trazado ondulado y
manos con dedos largos y finos, en algunas figuras un tanto inexpresivas. En los
grupos apenas se matizan referencias al paisaje, limitadas a la empalizada y
los tres árboles de la Resurrección y las vagas sugerencias en el Calvario.
En el trabajo de policromía son
predominantes las superficies doradas y bruñidas, tanto en las arquitecturas
como en las indumentarias, efecto que contrasta con el dorado mate en cabellos
y barbas. En las vestimentas se aplican colores planos a punta de pincel,
predominando el rojo, verde y azul, así como el blanco en las tocas, el sudario
y las filacterias. En las encarnaciones dominan los tonos mates pálidos,
aplicadas de un modo muy desigual.
|
Santo Entierro |
Los trabajos escultóricos fueron
relacionados por F. Bertaux y otros investigadores con la obra del flamenco
Jacques de Baerze en el retablo de la cartuja de Champmol de Dijon, opinión no
compartida enteramente por Manuel Gómez Moreno. Por su parte, G. Weise encuentra
en las figuras de los profetas la influencia de Claus Sluter, afirmando que
este tipo de retablo se generalizó en los Países Bajos durante el siglo XV.
También apunta la posibilidad de que el retablo fuese elaborado por un escultor
español formado en los Países Bajos o por un artista flamenco de aquel
territorio desplazado por algún tiempo a España, pues el comercio de la lana
castellana había intensificado en el siglo XV las relaciones comerciales y
políticas con los Países Bajos, lo que facilitó la llegada de maestros
flamencos y de importantes obras artísticas. No obstante, actualmente las
tallas se consideran obra de un taller de Bruselas en base a las analogías que
presenta con el Retablo de la Pasión (1415-1420) del Maestro de
Hakendover que se conserva en el Instituto Holandés de Historia del Arte.
Pintura
|
Santo Entierro |
El retablo se cierra con
portezuelas batientes, pintadas por ambas caras, que configuran un conjunto de
veinte tablas pintadas al temple. Estas se consideran obra de Nicolás Francés, pintor
documentado en León entre 1433 y 1468. Máximo representante del estilo gótico
internacional en Castilla, desde la catedral de León difundió una corriente
pictórica que eclipsó la tendencia de raigambre trecentista, aplicando en las
puertas de este retablo los estilemas internacionales de origen francoborgoñón.
El conjunto cerrado presenta
diez tablas, dos de ellas cerrando la espina con figuras de profetas y cuatro
grandes escenas coronadas de guarniciones a cada lado, ofreciendo temas
relacionados con la infancia de Cristo. En la parte superior la Anunciación,
la Visitación, la Natividad y la Adoración de los Reyes;
en la inferior la Matanza de los Inocentes, la Circuncisión, la Virgen
con el Niño y ángeles músicos y Jesús entre los doctores.
|
Detalle del Santo Entierro |
Las puertas, con el políptico abierto,
ofrecen otras diez escenas, con otros dos profetas en la espina y en la
parte superior los Cuatro Evangelistas sentados en escaños dentro de gabinetes
con pequeñas puertas en las que se desarrollan temas anecdóticos de carácter
burlesco, como dos perros mordiéndose o dos rapaces peleándose. En una de ellas
se retrata al donante orante y de pequeño tamaño. En la parte inferior,
enmarcadas igualmente por arcos conopiales, las cuatro tablas narran episodios
de Cristo después de la Resurrección, como la Bajada al Limbo, Noli
me tangere (Aparición de Cristo a la Magdalena), la Duda de Santo Tomás
y la Ascensión.
Las pinturas fueron atribuidas
al maestro Nicolás Francés al identificarse su estilo con las pinturas de 43
santos que decoran el arrocabe de la espectacular cubierta mudéjar que cubre la
capilla mayor de la iglesia del monasterio de Santa Clara. En este sentido, se
ha planteado la posibilidad de que el retablo fuese encargado a Nicolás Francés
y que este contase en su taller con diferentes especialistas, como algún tallista
flamenco que podría haber elaborado las esculturas, existiendo incluso la
posibilidad de que Nicolás Francés, pintor y escultor, hubiera intervenido en
su diseño.
|
Detalle del Santo Entierro |
Restauración del retablo
En tiempos recientes, el retablo
ha conocido diversas intervenciones. En 1990 fue limpiado y restaurado in situ por
Patrimonio Nacional, al que actualmente pertenece el monasterio de Santa Clara.
En 2002 recibió un tratamiento de fumigación y en 2012 fue objeto de una
limpieza superficial y análisis de muestras por la empresa AOR, Artes y Oficios
de Restauración.
Informe: J. M.
Travieso.
Bibliografía
|
Resurrección |
ARA GIL, C. J.: Escultura gótica en
Valladolid y su provincia, Valladolid, 1977, pp. 205-209.
ARA GIL, C. J.: El retablo gótico en
Castilla, en LACARRA DUCAY, M.C. (coord.): Retablos esculpidos en Aragón
del gótico al barroco, Zaragoza, 2002, pp. 15-19.
GARCÍA-FRÍAS CHECA, C.: Real Convento de
Santa Clara de Tordesillas, Madrid, 2003.
ARA GIL, C. J.: “El problema de la
delimitación entre lo flamenco y lo hispano en la escultura castellana del
siglo XV” en CHECA, F. y GARCÍA GARCÍA, B. (eds.): El arte en la corte
de los Reyes Católicos. Rutas artísticas a principios de la Edad Moderna,
Madrid, 2005, pp. 228-229.
PATRIMONIO NACIONAL: Informe de tratamiento
“Monasterio de Santa Clara de Tordesillas”. 1990. Archivo de Patrimonio
Nacional. Palacio Real. Madrid.
RUIZ SOUZA, J.C. y GARCÍA FLORES, A.: Ysambart
y la renovación del gótico final en Castilla: Palencia, la Capilla del Contador
Saldaña en Tordesillas y Sevilla. Hipótesis para el debate, en Anales de Historia
del Arte (2009), 19, pp. 43-76.
|
Detalle de la Resurrección |
|
Calvario |
|
El Prendimiento |