ALTORRELIEVE DE LA ANUNCIACIÓN
Esteban Jordán (León?, h. 1530-Valladolid 1598)
Hacia 1590-1595
Madera policromada
Iglesia de San Ildefonso, Valladolid
Escultura renacentista castellana. Corriente romanista
La primitiva parroquia de San Ildefonso fue fundada
por Alonso Enríquez, Abad de Valladolid, y asentada en 1575 en la iglesia del
convento del Sacramento que las MM. Dominicas tenían en la calle a la que el
convento daba nombre (actual Paulina Harriet). En 1606 esta comunidad de
dominicas se trasladaron al convento de San Nicolás, siendo reconvertido el
convento del Sacramento, vinculado a la parroquia de San Ildefonso como ya se
ha dicho, en monasterio de la Encarnación, fundado por doña Lorenza de Salcedo,
esposa de José Cerón, tesorero del Santo Oficio, y ocupado por una comunidad de
agustinas recoletas.
Pero, deseando independizarse de la parroquia de San
Ildefonso, las agustinas recoletas construyeron muy cerca su propia iglesia,
que fue terminada en 1624 y posteriormente dotada de un retablo elaborado en
1648 por Bernardo de Rincón y Francisco Alonso de los Ríos1, que
preservaron la hornacina central para un altorrelieve de la Anunciación
elaborado años antes por Esteban Jordán.
En 1841 la comunidad de agustinas recoletas del
monasterio de la Encarnación se trasladó al cercano convento del Sancti Spiritu
(actualmente desaparecido), lo que facilitó que en 1844 la parroquia de San
Ildefonso, aquejada de ruina, pasara a ocupar su iglesia, cuya fachada se abría
a la actual calle de San Ildefonso, tomando a partir de entonces la iglesia de
agustinas recoletas la nueva advocación que dio nombre al tradicional barrio de
las Tenerías. En la nueva ubicación, el altorrelieve de la Anunciación del
retablo mayor fue sustituido por una imagen de San Ildefonso, santo titular, siendo
aquel recolocado primero sobre el altar de una de las capillas laterales de la
iglesia, según aparece en una fotografía del Archivo de Arte del Obispado2, y posteriormente adherido al muro de
la iglesia, tal y como aparece en una fotografía publicada en 1985 en el
Catálogo Monumental de la provincia de Valladolid (Monumentos religiosos de la
ciudad de Valladolid)3, en la que se puede apreciar que poco antes
del derribo de la iglesia el relieve estaba adherido al muro.
Todo este complejo conventual aludido sucumbió ante
la insensible piqueta en los años 60 del siglo XX, siendo derribada la iglesia
de San Ildefonso y sustituida por una desconcertante nave aséptica, levantada
en 1965 según diseño de Carlos Balmori, en cuyo interior se conservaron, a modo
de restos arqueológicos fuera de contexto, un escueto puñado de obras de la
antigua iglesia que se libraron de pasar al mercado de antigüedades.
Como resto de aquel inexplicable naufragio
patrimonial, en tiempos tan recientes, en la nueva iglesia se ha conservado un
altorrelieve con el tema de la Anunciación
en el que fijamos nuestra atención por constituir un significativo testimonio
de la actividad en el primitivo templo del que fuera uno de los escultores más
importantes en el Valladolid de finales del siglo XVI: Esteban Jordán.
Para la primitiva iglesia de San Ildefonso, el hijo
de Juan Tamayo y Luisa de Valencia, patronos de la capilla mayor, había
encargado los relieves y esculturas del retablo mayor a Esteban Jordán, así
como el sepulcro en alabastro de su padre, que terminaba de pagar en 1594. Tras
el ya citado cambio de ubicación en 1844, dicho retablo fue trasladado en 1863
a la parroquia de Nuestra Señora de la Victoria, siendo únicamente reformada la
hornacina central para dar cobijo a la Virgen titular, tal y como aparece en el
templo de nueva construcción que fue inaugurado en 1967.
Debido al trasiego de pinturas, esculturas y
retablos durante los cambios de sede de la parroquia de San Ildefonso, incluida
su nueva construcción, es difícil establecer el origen y procedencia del
relieve de la Anunciación, aunque es Martí y Monsó el que nos pone sobre la
pista al publicar el testamento4 que Esteban Jordán otorgaba el 4 de
junio de 1597 ante Pedro de Arce, en el cual disponía ser enterrado en el
monasterio de Nuestra Señora del Carmen (Carmelitas Calzados), fuera de la
Puerta del Campo, junto a la sepultura de María de Zárate, su tercera
esposa. En el mismo también establecía
la posibilidad de que ambos fuesen enterrados en cualquier otra iglesia o
monasterio de Valladolid, solicitando le fuesen dedicadas trescientas misas
rezadas, la cuarta parte de ellas en la iglesia de San Ildefonso, de la que en
aquel momento era feligrés.
En el testamento Esteban Jordán igualmente
determinaba que en el monasterio del Carmen "...en
la pared junto a la sepoltura junto a la rreja se ponga un rretablo de la
salutazion que yo tengo echo haciendolo pintar a costa de mi hazienda y que
alli junto a la sepultura debajo de dcho rretablo se haga un altar de tabla con
sus bisagras y goznes..." El mencionado retablo de la Salutación —Anunciación— que el escultor declara que
ya tenía tallado en 1597, fue considerado por Agapito y Revilla5 como
el que durante muchos años estuvo en una hornacina adosada a uno de los muros
de la iglesia de San Ildefonso.
Allí figuraba con las columnas de la embocadura
apeadas sobre ménsulas y enmarcado por un dosel barroco tallado en madera
(citado por Agapito y Revilla como pabellón de bulto) que simulaba cortinas
descorridas, siguiendo un modelo similar al que presentaba el retablo de la Capilla
de la Soledad de la misma iglesia (desaparecido) o al que todavía aparece en la
hornacina de uno de los retablos de la iglesia de la Magdalena. Aquella
ornamentación barroca que lo acompañaba se ha conservado parcialmente
(reaprovechado en el altar dedicado a la Virgen de Lourdes de la nueva iglesia,
totalmente descontextualizado y transformado), conservándose únicamente íntegros
el relieve y su marco arquitectónico, que actualmente aparece colocado en un
entorno aséptico, entre pilares de hormigón y adosado a un muro de ladrillo, a
la izquierda del altar mayor de la nueva construcción.
A pesar de todo, el relieve de la Anunciación es una buena muestra del
estilo de Esteban Jordán, del que al menos se conservan hasta cuatro
altorrelieves dedicados a este pasaje evangélico referido a la Encarnación,
relieves que vienen a ser variaciones sobre el mismo tema según el
planteamiento del escultor.
Esteban Jordán. Relieves del trascoro de la catedral de León, 1577 |
El primero de ellos, realizado en alabastro,
aparece integrado en el trascoro de la catedral de León, comenzado a construir
en 1577 bajo la dirección de Juan López y sobre trazas de Juan de Badajoz el
Mozo. Los relieves y esculturas fueron contratadas por el cabildo leonés con
Juan de Juni y Esteban Jordán —escultores vinculados anteriormente a la ciudad
de León— el 16 de febrero de ese mismo año, aunque según los documentos
conservados en los archivos catedralicios la obra, debido al fallecimiento de
Juan de Juni, fue enteramente realizada por Esteban Jordán. Dichos relieves
alabastrinos representan las escenas de la Natividad
de la Virgen, la Anunciación, el Nacimiento de Cristo y la Adoración de los Reyes, a los que se
suma otro relieve con la Asunción de la
Virgen, las esculturas erguidas de San
Pedro y San Pablo y las sedentes
de San Marcelo y San Isidoro.
En estos relieves leoneses Esteban Jordán ya se
muestra heredero del manierismo expresivista de Alonso Berruguete y del más
atemperado de Juan de Juni, decantándose, como lo hiciera el vasco Juan de
Anchieta (1533-1588), por la senda romanista emprendida por Gaspar Becerra en
el retablo de la catedral de Astorga, junto al que estuvo colaborando hasta
completar su formación.
Esteban Jordán. Relieve de la Anunciación
Izda.: Trascoro de la catedral de León. Alabastro
Dcha.: Iglesia de San Ildefonso. Madera policromada
|
El relieve de la Anunciación
de León ya muestra el ímpetu romanista en las figuras voluminosas y
monumentales, algo frías de expresión, así como una composición basada en la
simetría y estructurada en varios planos de volumen muy contrastado. La escena,
que anticipa el relieve de Valladolid, aparece ambientada en una estancia
íntima, con un muro y una cama con dosel al fondo, donde la Virgen, arrodillada
sobre un reclinatorio, interrumpe su lectura ante la presencia del arcángel San
Gabriel, reservando la parte superior para colocar una gloria abierta en la que
aparecen las figuras de Dios Padre y del Espíritu Santo entre nubes y
querubines, sin que falte el jarrón con azucenas como símbolo de virginidad y
pureza.
De idéntica composición, aunque con las figuras
cambiadas de posición y pequeños matices diferentes, es la Anunciación que Esteban Jordán realizaba poco antes de 1590 para el
retablo mayor de la iglesia de Santa María de Medina de Rioseco, donde de nuevo
repite el esquema de aire romanista. Sin embargo, de composición más sencilla,
pero muestra de la plenitud profesional del escultor, es el relieve de la
Anunciación que forma parte del banco del retablo mayor de la iglesia de Santa
María de Alaejos (Valladolid), obra cumbre elaborada en 1590. Adaptándose al
formato del tablero, el escultor coloca las figuras ocupando todo el espacio, al
tiempo que los volúmenes tienden al bulto redondo contrastando con la poca
profundidad de los fondos, mientras las anatomías se muestran contundentes y
resueltas mediante eficaces escorzos. Este tipo de relieves abren paso a la
inminente corriente barroca.
Esteban Jordán. Anunciación, 1590. Retablo mayor
de la iglesia de Santa María, Medina de Rioseco
|
Entre 1590 y 1595 Esteban Jordán elaboraría el
relieve de la Anunciación de la
iglesia de San Ildefonso, que en 1597 declaraba tener realizado. En él retoma
en madera policromada el modelo leonés, con ligeras variantes en la figura de
Dios Padre, que se muestra entre nubes en la gloria abierta sin el
acompañamiento de querubines, y en la figura del arcángel, que aquí aparece en
posición erguida. De nuevo el tablero aparece coronado por un arco de medio
punto, aunque en este caso de aspecto más clasicista al apear las sencillas
molduras sobre columnas corintias de fuste liso que simulan mármol y que tan
sólo están decoradas en el tercio inferior con figurillas y roleos en relieve,
repitiendo el modelo utilizado en la arquitectura del retablo de la primitiva iglesia
de San Ildefonso (hoy en la iglesia de la Victoria).
En la escena se representa el momento en que el
arcángel San Gabriel actúa como mensajero de Dios para anunciar a María la
Encarnación. La Virgen, arrodillada y con su mano izquierda colocada sobre un
libro apoyado en el reclinatorio, vuelve su rostro hacia el ángel, cuyo mensaje
acepta expresando su sumisión con la colocación de la mano derecha sobre el
pecho. San Gabriel, dotado de grandes alas, le transmite el mensaje divino,
cuyo origen señala con el dedo, mirándole fijamente al tiempo que hace una
pequeña reverencia. Entre ambas figuras se coloca un jarrón que contiene
azucenas como símbolo de pureza. Al fondo es perceptible un lecho con dosel,
con las cortinas descorridas, y fragmentos del muro y techo de la estancia,
sobre la que se abre una gloria con grandes nubes entre las que destacan la
figura barbada de Dios Padre, que sujeta un globo terráqueo como símbolo de la
universalidad de la Redención, y la del Espíritu Santo en forma de paloma —con
la cabeza mutilada— irradiando llamas que producen el milagro de la
Encarnación.
Esteban Jordán. Anunciación, 1590
Retablo mayor de la iglesia de Santa María, Alaejos (Valladolid)
|
Al margen de pequeños defectos de perspectiva,
destaca el tratamiento anatómico de las figuras que forman parte de la
composición, especialmente robustas y musculosas siguiendo las pautas
romanistas de origen miguelangelesco. La Virgen, de cuello y rostro ancho,
grandes manos, gesto melancólico y envuelta en abultados ropajes, mantiene el
modelo femenino característico en el escultor desde sus primeros años, presente
en el grupo del Martirio de Santa Eulalia
de la iglesia de Santa Eulalia de Paredes de Nava (Palencia), obra documentada
en 1556, o en la Traslación de la
Magdalena del retablo de la iglesia de la Magdalena de Valladolid, relieve
realizado en 1571.
Al problema de contextualización del relieve en el
aséptico marco de la nueva iglesia, se suma el repolicromado del marco y de
buena parte del relieve en 1728, momento en que columnas y molduras fueron
recubiertas con superficies fingidas de marmoleados según del gusto del momento,
aunque las columnas conservan testigos en su parte posterior de las formas
acanaladas y doradas originales6. Otro tanto ocurre con las
indumentarias de la Virgen y del arcángel San Gabriel, desvirtuadas por colores
planos y ornamentación floral dieciochesca bajo la que aflora el oro subyacente
de la policromía original que, cuando esto se escribe, se va a intentar
recuperar.
El relieve de la Anunciación en una capilla Foto del Archivo del Arzobispado de Valladolid |
El relieve de la Anunciación
se encuadra dentro de la producción del más importante escultor romanista de
cuantos trabajaron en Castilla y el más significativo del foco vallisoletano
durante el último tercio del siglo XVI, cuya obra se caracteriza por difundir
una concepción del arte "a lo nuevo" en impresionantes maquinarias de
retablos que le proporcionaron prestigio y le permitieron gozar de una vida
desahogada tras ser nombrado escultor de cámara por el rey Felipe II.
Informe y fotografías: J. M. Travieso.
NOTAS
1 MARTÍN GONZÁLEZ, Juan José y URREA FERNÁNDEZ, Jesús: Monumentos religiosos de la ciudad de
Valladolid (Catedral, parroquias, cofradías y santuarios). Catálogo
Monumental de la provincia de Valladolid, Tomo XIV, parte primera, Institución
Cultural Simancas, Valladolid, 1985, p. 68.
2 En la caja 17 del Archivo de Arte del Arzobispado de Valladolid se
conserva una colección de fotografías de los retablos de la derribada iglesia de
San Ildefonso —a partir de negativos en cristal—, que pertenecen al legado del
Dr. Montero. En ella se incluye una vista de la capilla presidida por el relieve
de la Anunciación.
Esteban Jordán. El relieve de la Anunciación
en la derribada iglesia de San Ildefonso
|
3 MARTÍN GONZÁLEZ, Juan José y URREA FERNÁNDEZ, Jesús: Monumentos religiosos... Op. cit., p. 69 y lámina 99.
4 MARTÍ Y MONSÓ, José: Estudios
Histórico-Artísticos relativos principalmente a Valladolid (1898-1901). Ed.
facsímil, Ámbito Ediciones, Valladolid, 1992, p. 546.
5 AGAPITO Y REVILLA, Juan: La
obra de los maestros de la escultura vallisoletana: Papeletas razonadas para un
catálogo (1867-1944). Valladolid, 1929, pp. 223-224.
6 Apreciación del restaurador Juan Carlos Álvarez Sánchez, autor en
2017 de la restauración de los relieves del retablo que pertenecieron a la antigua
iglesia, en cuyo proyecto se incluye la restauración del Retablo de la
Anunciación.
Estado actual del relieve de la Anunciación en la iglesia de San Ildefonso |
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