Palacios Pimentel y Villena. Francis Frith, 1860-1870 Victoria & Albert Museum, Londres |
Estampas y
recuerdos de Valladolid
En octubre de 2013 publicábamos la curiosa
fotografía de un rincón del Valladolid desaparecido, conservada en el Victoria
& Albert Museum de Londres y realizada por el fotógrafo inglés Francis
Frith durante su estancia en Valladolid entre 1860 y 1870. Perteneciente a la
misma colección es esta otra antigua fotografía que capta unos edificios
perfectamente identificables: el palacio Pimentel y el palacio Villena en el
arranque de la calle Cadenas de San Gregorio.
Mientras que el palacio Pimentel presenta una
fisionomía muy parecida a su estado actual, solamente con una ventana menos en
el piso inferior orientado a la iglesia de San Pablo y un alero del tejado
moldurado, después modificado, el aspecto del palacio Villena, respecto a cómo
lo conocemos, aparece totalmente degradado, como una verdadera ruina. Asimismo,
son visibles otros peculiares elementos urbanos desaparecidos, como son los
soportes rematados con leones y unidos por grandes cadenas que se alineaban
ante la fachada del Colegio de San Gregorio delimitando un espacio con su
propio fuero jurisdiccional, elementos que dieron nombre a la calle y que
actualmente se reducen a los doce pilares colocados ante la fachada de la
iglesia de San Pablo, después de que otros se retiraran durante el ensanche de la
calzada, realizado a mediados del siglo XIX, de la que fuera vía de acceso a la
carretera de Santander, por la que llegó a circular incluso el tranvía, según se aprecia en una antigua postal.
Palacios Pimentel y Villena. Postal principios siglo XX |
El conocido como palacio Villena fue iniciado
alrededor de 1550 por don Antonio de Velasco y Rojas, señor de Villerías, y su
segunda esposa doña Francisca de Silva. Era este un personaje que trabajó como
guardia real del emperador Carlos y camarero del príncipe Felipe, recibiendo en
1554 el nombramiento de Consejero de Estado y Guerra. Las obras del palacio
fueron continuadas por su hijo don Pedro de Velasco, hijo de don Antonio y su
primera esposa doña Aldonza de Velasco y Cárdenas, casado en 1565 con doña
Mariana Enríquez. El encargado de llevar las obras a cabo el arquitecto
Francisco de Salamanca, que levantó un palacio de dos pisos, larga fachada
rematada por dos discretas torres y una portada pétrea en el centro con el
escudo familiar, un amplio zaguán y un elegante patio con tres crujías de
arquerías del que arranca una escalera claustral que comunica con la planta
superior. Según Sangrador y Vítores, el palacio sirvió de aposento al emperador
Carlos V cuando en 1556 llegó de paso a su retiro de Yuste.
El edificio fue pasando en herencia a los
descendientes, emparentados con distintos linajes, produciéndose en 1750 el
matrimonio de una marquesa descendiente de los Velasco con don Felipe Pacheco
de la Cueva, marqués de Villena, con el que no tuvo descendencia, heredando el
título y la casa Fernández de Velasco, duque de Frías, conde de Fuensalida y,
desde entonces, marqués de Villena, que dio nueva titularidad al palacio.
Aspecto actual del Palacio Pimentel, sede de la Diputación Provincial |
Tras ser vendido en 1876 a Juan Pombo, marqués de
Casa Pombo, fue habitado por Everilda Pombo, su hermana, casada con Teodosio
Alonso Pesquera, marqués de Alonso Pesquera, que realizaron obras que cambiaron
totalmente el aspecto exterior del palacio que, según demuestra la fotografía,
se encontraba en un estado lamentable. Levantaron dos torreones en las esquinas
rematados por chapiteles, reestructuraron los ventanales colocando frontones
triangulares sobre ellos y sustituyeron el escudo de la portada por el de los
marqueses de Alonso Pesquera.
El palacio Villena, adscrito por un tiempo al
Gobierno Civil, pasó en 1982 al Ministerio de Cultura, que encomendó al
arquitecto F. Rodríguez Partearroyo una total rehabilitación que fue concluida
en 1998. Desde entonces el edificio pasó a integrarse como nueva sede del Museo
Nacional de Escultura, permitiendo deducir, a la vista de la pintoresca
fotografía captada por el afamado Francis Frith, que al menos en este caso,
para satisfacción de los vallisoletanos, las cosas se hicieron con inteligencia
y buen sentido, pues es sabido que en
nuestros días este enclave urbano es uno de los más visitados del Valladolid
monumental.
Aspecto actual del Palacio Villena, edificio incorporado al Museo Nacional de Escultura |
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La primera foto no es de Frances Firth, sino de Charles Clifford (circa 1820-1863).
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